No sé a vosotros, pero a mí este 2022 se me ha pasado en un abrir y cerrar de ojos y, casi sin darnos cuenta, tenemos la navidad ya encima, con lo que ahora tocan unos días de más relajación en la actividad musical, ya que es tiempo de ver y estar con esos familiares y amigos con los que el resto del año es más difícil quedar por horarios de trabajo o porque viven lejos.
Pero todavía queda música en directo y en mi caso con muchas ganas de disfrutarla, ya que no había podido asistir el fin de semana anterior a recibir mi dosis habitual de música en vivo, al haber estado con COVID y haber anulado mis actividades de ocio para evitar posibles contagios, así que, casi un mes desde mi anterior visita, regresaba al Rock Beer The New de Santander.
Y es que era esta una fecha que tenía marcada en el calendario desde finales del verano, cuando me comentaron que Herejía iban a dar un concierto fin de ciclo y en el que iban a contar con diferentes amigos de otras bandas como invitados; esperemos que este descanso sea momentáneo y que la actividad del grupo se reanude a la mayor brevedad.
Para quien no conozca a esta banda, estamos ante una formación que se inicia allá por el 2011 y que está integrada en la actualidad por Kike a la voz, Rubén Fernández a la guitarra y coros, Rubén Peña a la otra guitarra, Carlos al bajo y coros y Yoni a la batería, habiendo editado hasta la fecha los trabajos, “Falsos Dioses”, una maqueta del 2012, su primer disco “Despierta” del 2016, y su más reciente lanzamiento, ese “La quinta herejía” del 2019 y del que hablamos con el grupo en pleno confinamiento
Herejia
Precisamente en la presentación de ese último disco estuvimos y fue la última vez que vi un concierto extenso del grupo, ya que posteriormente les he visto en un festival que tuvo lugar en Torrelavega el pasado año y este mismo año en la semifinal del Forjando Leyendas, en la misma sala donde iba a tener lugar este evento y del que salieron ganadores.
Pese a que ya se conocían bastantes de los invitados, había un halo de misticismo sobre lo que nos íbamos a encontrar en esa fría y lluviosa tarde de viernes, ya que no sabíamos si habría más sorpresas, que tema tocaría cada uno, y demás, esperándose una buena afluencia de gente habida cuenta del elenco de artistas que allí iban a juntarse.
A mi llegada a la sala, pude apreciar una buena afluencia de gente, con algunos de los cuales pude charlar mientras hacíamos tiempo para el comienzo del evento, que lo hizo con máxima puntualidad, cogiendo a algunos de los músicos de imprevisto cuando comenzó a sonar esa intro llamada “Pangea”, con la que también arranca su último lanzamiento, y que, como en el mismo, fue unida con “Quinta herejía”, saliendo el último al escenario un Kike ataviado con túnica y capucha, siendo un fenomenal inicio de velada, con este corte tan rápido y cantado.
Sin pausa alguna y ya con Kike sin los mencionados ropajes, era el turno de otra pieza de este último disco, concretamente “Libre”, comenzando lenta y pesada, pero luego cogiendo más velocidad en el estribillo, mientras nos animaban a que levantásemos los puños, tras la cual nos saludaron y nos avisaron de lo especial del concierto, continuando con otro tema de ese segundo trabajo como fue “Te quiere atrapar”, muy pegadizo y sonando consistente, contando con un buen solo de Rubén Fernández.
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Recordando su primer disco, era el momento de “Mercenario”, de los que hay muchos en la vida como nos dijeron, vacilándonos sobre que esto parecía ya un concierto de Heavy Metal por nuestra reacción, comenzando de manera machacona, muy pegadiza y bajando Kike a cantar el final con un padre y su hijo, retornando a su segundo plástico con “Soy como soy”, y en la que, como nos dijeron desde el escenario, el título lo dice todo, un verdadero himno, muy cantado por la gente, que todavía estaba algo a la expectativa.
Nos preguntaron que si queríamos algo de caña, con afirmativa respuesta, pero lo que nos ofrecieron fue esa bella balada llamada “Ahora yo”, de su ultimo plástico, pidiéndonos unas palmas para empezar esta bonita pieza, en la que la fuerza fue subiendo durante el estribillo, para recordarnos que por dicha formación han pasado otros músicos, como es el caso de Tony, que fue el primer cantante de la banda y que subió a cantar con ellos “Destino cruel”, un canción que ya aparecía en su maqueta y que luego fue regrabadas en su ópera prima, sin Rubén Peña a la guitarra, muy pegadiza, dándolo todo sobre el escenario y con esos coros tan logrados que tuvo.
No pararon y despidieron a Tony, para lanzarse a un doble solo de batería, ya que Yoni fue retado, desde el altillo del local, por Javier Murga, batería de Adgar, alternándose ambos y luego tocando a la vez, dejándonos un solo muy entretenido y divertido que fue prolongando por Yoni para comenzar, ya con toda la banda, “Tu nombre”, de su actual disco, tocando a fuego esta pieza, muy cañera e intensa, y que fue muy celebrada.
Nos avisaron de que iban encarando la recta final del concierto, pero todavía había tiempo para muchas sorpresas, como la colaboración de Tuko, de Adgar, como guitarrista para esa versión del “Maldito sea tu nombre”, el mítico y clásico tema de Ángeles del Infierno y al que también se animó a subir a cantar Víctor de Cantaebria, en un momento muy especial, para, ya sin los invitados, continuar con una del primer disco, “Hereje”, confesando que ellos van por donde quieren, no por donde los demás les dicen, empezando relajada, pero luego metiendo caña, con un toque algo más oscuro, pero gustando mucho.
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Regresaron a su segundo lanzamiento con ese himno ya muy querido por sus seguidores que es “Hasta morir (Para siempre)”, de nuevo con Víctor de Cantaebria, que lo primero que hizo fue quitarse los pantalones que llevaba para lucir unas mallas, pidiéndonos a todos cantarlo, muy logrado y con toda la sala dándolo todo en el estribillo, pasando a contar con otra nueva pareja de colaboradores, Teddy, guitarra de Aranea Adventus, y de nuevo Tony, ex cantante de la banda, para interpretar ese “Ya es hora”, otro que aparecía tanto en la maqueta como en su ópera prima, muy cantado y en el que nos hicieron participar y cantar con ellos.
Otra de las grandes sorpresas de la noche vino con la versión del “Te visitará la muerte” de los legendarios Obús, para la que contaron con la voz de Raúl, de los no menos míticos Emboque, y sin Rubén Peña a la guitarra, con el invitado alabando a la banda protagonista y dejando una gran interpretación, que fue muy celebrada.
Mientras Rubén Fernández se ausentaba momentáneamente del escenario, aprovecharon para contar unos chistes, antes de que invitasen a María Esteban, cantante de Sort Engel, formación en la que también está su pareja, Rubén Peña, para interpretar la maravillosa “El viaje más largo (Ítaca)”, de su nuevo disco, y que habla de aquellos a los que ponen trabas por hacer lo que quieren, empezando lento este tema y con esa buena combinación de voces, dejándonos un magnífico final.
Todavía con la invitada sobre las tablas, se lanzaron a por ese “Despierta”, que daba nombre a su primer lanzamiento, animando a subir a cantar a quien quisiese, agradeciendo nuestra presencia, recordando el vídeo que grabaron de este clásico corte y en el que Rubén Fernández bajó a tocar entre el público, volviéndonos a agradecer nuestro apoyo a la banda.
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Y aunque hicieron amago de irse, todavía quedaba la traca final, en la que contarían con Kini de Karonte a la guitarra, una persona que les echó una mano en la semifinal del Forjando Leyendas, tocando esta noche junto a la banda “Resurrección”, el que fue adelanto del que es su más reciente disco, junto a buena parte de los invitados haciendo los coros, en un momento realmente mágico y que será difícil que se repita.
De esta manera, después de la foto de recuerdo y tras casi dos horas sobre las tablas, concluía esta actuación, muy entrañable y emocionante, la cual no solo se nos hizo muy amena, sino que ninguno queríamos que aquello acabase, disfrutando del, de momento, último concierto de la banda en una temporada, la cual esperemos solo sea momentánea y es que se les veía muy en forma sobre las tablas.
Son una banda que han dejado dos trabajos y una maqueta realmente capitales para entender el heavy más clásico en Cantabria, con una buena colección de himnos, que forman ya parte de la historia de dicho estilo en nuestra tierruca, compuestos por unos músicos, los actuales y los que pasaron por el grupo, cuya calidad está fuera de toda duda.
Ojalá solo sea un hasta luego y dentro de poco la banda vuelva y lo haga como se ha despedido, es decir por todo lo alto; les estaremos esperando y si no vuelven, solo nos quedará agradecerles todo su legado y noches como ésta.
Nada más acabar el concierto, me tuve que marchar rápidamente, pero lo hice feliz por lo vivido allí, con una sala llena, un ambiente de mucha armonía, tanto arriba como debajo del escenario, algo que, ojalá, se repitiese más veces y no necesariamente para despedir a una banda, pero, al mismo tiempo, tenía esa sensación de amargura que sientes cuando acudes a ver a una formación que cesa su actividad. Sin duda, una noche inolvidable para todos.