La gira aniversario “Noches de Fuga y Contrabando” de Raúl Gutiérrez, Rulo, para celebrar sus 25 años en la música, tenia como parada final el emblemático Wizink Center en una fecha enclavada dentro de la programación del Inverfest 2023. Lo cierto es que, a pesar de que la única grada con ocupación era la frontal, el recinto presentaba una entrada que rozaba el lleno, algo que sin ningún lugar a dudas el de Reinosa puede considerar todo un éxito.
Tras la euforia de la aparición en escena de “Cabecita loca” empezó a quedar claro, una vez más, que los grandes triunfadores de la noche iban a ser los de La Fuga, y es que, no solo por nostalgia, muchos siguen, seguimos, añorando esos años de buen rollo de esos chavales de Reinosa que se fueron haciendo mayores con nosotros. Y es que “Buscando en la basura” o “No solo respirar” irremediablemente dibujan escenas de vida en tu cerebro. No digo que no pueda suceder lo mismo con cortes más recientes como “Verano del 95”, pero me da que eso le tendrá que suceder a una generación posterior a esta…reguetón mediante.
Rulo y La Contrabanda
Visualmente, la simple pero efectiva luna que presidía el escenario, y sobre la que iban proyectando imágenes, era la mayor novedad junto a la única cara nueva en la formación de la Contrabanda, el baterista chileno Chiloé, al que muchos reconocerán por ser el batería de las últimas giras de Manu Carrasco, entre otros muchos. De nuevo un coreado, y efusivamente recibido, tema de La Fuga, “En Vela”, daba paso al momento emotivo de la noche con un “Heridas del Rock and Roll” que el bueno de Rulo quiso dedicar a dos tristes golpes en forma de pérdida, que a día de hoy se siguen llorando, el bueno de Pau Donés y Boni, todo esto antes de despedirse de con “The End”.
Los bises nos iban a dejar una maravillosa sorpresa; en acústico y con Rulo en solitario sobre el escenario, pudimos escuchar el tema del 2001, “Madrid” antes de que sonara la canción creada para promocionar esta gira, el tema del aniversario, “Dentro de una canción” que dio paso al éxtasis con nombre, “Por verte sonreír” y apellido “Pa´quí pa´llá”, sí, otra vez La Fuga. Pero estábamos cerca de las horas y ya era momento de mandarnos a todos a casa y para eso la melodía elegida fue “32 Escaleras” como viene siendo habitual últimamente en los concierto de Rulo y la Contrabanda.
Rulo y La Contrabanda
Claramente, la nostalgia vende. Se lleva lo vintage incluso en lo musical, pero también es de recibo decir que los que estaban esta noche de sábado disfrutando de Rulo y la Contrabanda en el Wizink Center, hubieran acudido a la llamada independientemente del nombre del tour; las caras eran las familiares en todos sus conciertos, por lo que hay que reconocerle el mérito al cántabro de que algo estará haciendo bien, si cuando comenzó era la Joy Eslava el recinto a llenar y unos cuantos añitos después estamos hablando de palabras mayores a pesar de no estar con aforo completo. Todo está en orden, ahora tenemos una Fuga renacida y por otro lado disfrutamos de su alma mater, lo que viene siendo un dos por uno, así que, todos contentos.