Una de las virtudes que más hay que valorar en esta vida es el afán de la gente por hacer cosas contra viento y marea, al margen de todos los contratiempos que se pueden encontrar en el camino y es que, cuando algo es tu pasión, lo das todo por ello.
La gente de Noche de Rock nos anunció a finales de enero que iban a llevar a cabo una fiesta denominada Carnival Party, algo que en principio iba a ser el sábado de carnaval, pero que luego cambio a viernes y en donde primero iban a tocar 4 Villans, quienes, por un contratiempo, no pudieron hacerlo, siendo Elizabeltz los que iban a acompañar a The Volquetes, los cuales, solamente unas horas antes del concierto, tuvieron que renunciar a actuar por tener su vocalista mucha fiebre, siendo Duro, casi in extremis, los que acompañarían a las los bizcaínos quienes, para más inri, venían con solo un guitarra por una enfermedad del guitarra principal, apurando su otro guitarra a aprenderse dichas partes y así no tener que cancelar: vamos, más problemas, casi imposible. Por cierto, la gente de The Volquetes, pese a no poder tocar, colaboraron poniendo parte del equipo.
Lo cierto es que el evento tuvo lugar y yo, pese a que tenía en mente otro concierto, me decanté por acudir al Centro Social Ítaca de Torrelavega, a donde no acudía desde este otoño, entre otras muchas cosas porque son pocas las veces que se puede disfrutar de música en vivo en esta ciudad y hay que apoyar lo que se hace, sobre todo si quien lo organiza es gente tan comprometida con la escena local como los organizadores de esta velada.
Elizabeltz
Llegué con cierta premura, habida cuenta que los eventos que organiza Noche de Rock suelen ser muy puntuales, pero esta vez se retrasaría todo un poco debido a que el repertorio de Elizabeltz se había reducido por los motivos antes expuestos y a que todavía no había mucha gente, algo que tampoco mejoraría de todas maneras y es que no fuimos muchos los que acudimos a esta cita, aunque los que estuvimos lo disfrutamos y lo dimos todo.
Los encargados de comenzar eran Elizabeltz, un grupo de Bermeo, que se funda hace 5 años y que en la actualidad está integrado por Sergio Meaurio a la voz, Aitor Bengoa a la guitarra solista, que hoy no pudo estar, Lea Learreta a la otra guitara, Joni bOST al bajo y coros y Jonmi García a la batería, habiendo publicado hasta la fecha el EP “Elizabeltz” del 2019 y el larga duración “Yersinia Pestis” del pasado año.
Subió Oskar Sánchez, el coordinador de Noche de Rock, para presentar el evento a modo de homilía y disfrazado, como buena parte de los asistentes, dando paso a Elizabeltz, quienes comenzaron con “Kanpai”, de su actual disco, con esa intro inicial en la que fueron bajando desde el altillo del local, con un sonido lento y pesado, pero muy potente y que fue escuchado atentamente por los asistentes, que también disfrutábamos con la parte visual que la banda lleva y con ese final majestuoso.
El sonido de la batería fue el encargado de unir la anterior con “H Arra”, que abría su referencia del 2019, la cual empezó muy rápida y que nos mostró un sonido muy machacón, manteniendo la atención de los presentes, recuperando, casi sin parar, su más actual disco con “Solve et Coagula”, arrancando con fuerza, jugando con diferentes registros de voces y con variadas intensidades musicales, que hacían que mantuvieras la atención en todo momento.
Elizabeltz
Reclamaron nuestra atención antes de comenzar “Kornukopi Iraultza”, también del trabajo del pasado año, mientras sonaba una intro, empezando con energía y potencia, contando con un estribillo pegadizo y con un buen solo de guitarra, subiéndose éste y el bajista a la tarima ubicada en la parte delantera del escenario y por donde ya había transitado en repetidas veces su cantante, siendo una pieza muy grandilocuente y lograda.
Turno ahora para el corte que da nombre a su actual disco, es decir “Yersinia Pestis”, para el que nos pidieron que nos acercásemos aún más, siendo un verdadero temazo, que sonó muy intenso, logrando que se rompiera de alguna manera esa barrera entre el público y su vocalista e introduciéndonos todavía más en su ritual, para pasar a agradecernos nuestra presencia y a la organización el haber contado con ellos, además de recordar que venían sin su guitara solista, pasando a interpretar “Lucifer Bagauda”, la canción que fue adelanto de su reciente obra, con ese sonido tan bueno y pegadizo de guitarra y ese estribillo tan quedón, siendo una pieza muy rápida y de las más reconocibles, cono otro buen solo de guitarra.
Llegaba el turno de una canción que no está publicada en ninguno de sus trabajos llamada “Posesio”, que empezó con fuerza, para luego relajarse mínimamente, siendo un corte muy fuerte y potente, que fue unido con “Eleiz Beltz”, de su Ep, empezando con mucha caña, pidiendo que coreásemos con ellos, relajándose mínimamente, pero manteniendo la intensidad, para luego meter más potencia, con su cantante tocando la guitarra, con un buen solo guitarra de Lea, y con Joni reforzando los coros y dándole un aire todavía más oscuro.
Elizabeltz
Tras un breve parón, regresaron a su actual trabajo con “Lasto Txakur”, con un potente sonido inicial, saliendo su cantante con zancos y moviéndose entre público, una canción muy cañera y poderosa, sacando luego una cruz de madera que fue quemada parcialmente, para avisarnos de que la que iban a tocar era la última, siendo el momento de “Kingdoom Liola”, la que cerraba su Ep, animándonos a acercarnos, empezando con fuerza y que resultó ser una pieza muy pegadiza y animada, con un final acelerado y con Sergio quemándose parte de su vello.
De esta manera y tras casi una hora sobre las tablas, concluía este gran concierto, tanto en lo musical como en lo visual, de unos Elizabeltz que, hicieron todo lo posible para sacar este evento adelante y lo lograron, pese a los problemas antes mencionados, y es que ofrecieron una velada más que decente, que sirvió para presentar su música ante un público, que disfrutó de este bolazo que nos brindaron.
Si partimos de la base de los problemas y limitaciones que tuvieron Elizabeltz y, pese a ellos, nos regalan esta actuación, no me quiero ni imaginar lo que puede ser ver a esta banda con la formación al completo y un repertorio más amplio, pero, sin duda, esta noche nos sirvió para conocer algo más de este grupo, que tiene mucha calidad y variedad en su propuesta y que cuenta con muy buenos temas, que son adornados con esa parte visual, que da un plus añadido a sus conciertos.
Esperemos volver a verlos por aquí y, sin duda alguna, os los recomiendo si pasan cerca de vuestra localidad, porque los vais a disfrutar.
El cambio entre bandas fue bastante rápido y casi sin darnos cuenta teníamos a Oskar de nuevo presentando a Duro y agradeciéndoles su rápida respuesta para acudir a este evento, sin tiempo de prepararlo, apareciendo en escena el trío de Cabezón de la Sal disfrazado, acorde a la fiesta que se estaba celebrando.
Y es que por segundo viernes consecutivo tenía delante a Jon Manjón a la guitarra y voz, Alberto Maestegui “Cucu” al bajo y coros e Iván Saiz Menocal “Chivi” a la batería y coros, que llevan ya 8 años dando leña, habiendo publicado en este periodo los discos “Codicia” del 2017, “Vive” del 2018 y “Pandemia” del 2020, por tanto viejos amigos de esta web y a los que entrevistamos poco después de publicar su último lanzamiento.
Como ya comentaba en la anterior crónica, Duro está repescando varios temas de su ópera prima y es que hay había muy buen material, por lo que iniciaron su actuación con un corte de ese disco, concretamente “Contigo a solas”, empezando con fuerza y que es un temazo muy eléctrico, para tras afinar, continuar con otra de esa obra del 2017, en esta ocasión “¿Que será de ti?”, empezando relajada y con la batería mostrando su fuerza, siendo otra pieza muy lograda y consiguiendo que la gente disfrutase con ellos.
Duro
Aunque quizás su segundo disco ha quedado un poco eclipsado por la frescura de su primera obra y la calidad del más reciente, también contiene temas muy recomendables como “Tiempo perdido”, antes del cual pudimos observar el buen ambiente que hay entre ellos, con cambio de guitara incluido, muy festivo y coreable y con el bajo sonando con fuerza, para continuar con su segundo álbum y esa pieza que lo daba nombre y es que ya que estamos aquí “Vive”, muy pegadiza y animada y que en directo siempre funciona.
Llegaba el momento de recordar alguno de los temas de su más reciente plástico, siendo el turno de “Tu Bombón”, muy bueno y pegadizo y que es de los que más se disfrutan en directo, gracias a ese sonido tan bailable, para, continuando con su último trabajo, invitarnos a colaborar con ellos en “Grita”, parando el corte para que gritásemos más y logrando que todo el mundo participase en esta pieza que tan bien funciona en sus conciertos y que nos sirve para descargar adrenalina.
Duro
Una de las letras que más me gustan de su reciente plástico, que ya es mucho decir porque están todas muy trabajadas, es “Normal”, un corte que empezó con fuerza, muy logrado y que cuenta, además, con un estribillo muy pegadizo, tras el que regresaron a su anterior obra con la pieza que la cerraba, es decir, con “La escuela de la vida”, con ese sonido juguetón y pegadizo, haciéndonos una gran demostración musical y dejándonos un final muy rápido.
Nos aconsejaron que si no teníamos nada en la mano era un buen momento para hacerse con algo para brindar, ya que llegaba “La arrancadera”, de su ópera prima, y es que nunca se toma la última, sino la arrancadera, enseñándonos como cantar el estribillo, siendo muy pegadiza y festiva y alargando el final, contando con la colaboración de los presentes, tras la que preguntaron si podían tocar otra más, con la autorización de los responsables, continuando con otra de ese primer disco como es “Necesidad”, con un sonido intenso y con Jon subiéndose encima de la batería, acelerando la parte final y agradeciendo a todos los asistentes el haber estado viéndoles, a la organización por contar con ellos y al Centro Social Ítaca y a Elizabeltz el trato recibido.
Duro
De esta manera concluía la actuación de unos Duro que estuvieron algo menos de una hora sobre las tablas y que, pese a algunos problemas con la guitarra, sacaron aquello adelante con creces, demostrando que la maquinaria está bien engrasada y que no les hace falta mucho para dar un buen concierto y, además, agradar a todos los allí presentes, que disfrutamos con sus canciones.
Aunque fuese un concierto de última hora y más breve que el de la semana anterior, gocé lo mismo con ellos y es que tienen un directo muy bueno y que hace que se te pase en suspiro, lo mismo que nos pasa con sus discos, ya verdaderos clásicos para sus seguidores, a los que, supongo, no tardaran en ofrecernos más temas nuevos.
Seguro que más pronto que tarde me vuelvo a encontrar con Duro, ya que son una de las bandas más activas de nuestra comunidad y, además, una garantía en directo.
Después de despedirme de parte de los presentes y con algo de merchán que me había comprado bajo el brazo, me fui del Centro Social Ítaca, tras haber disfrutado, como siempre, con Duro y haber descubierto a unos Elizabeltz, que, pese a venir en versión reducida, lo dieron todo y demostraron que su propuesta en muy interesante y todo ello gracias a la gente de Noche de Rock, que siguen apostando por la cultura en Cantabria y a los que ni las trabas institucionales ni los contratiempos de última hora les echan para atrás. La única pega, la poca afluencia de gente para un evento como éste, pero ellos se lo pierden.