Salirse de esos estilos que llevas escuchando toda tu vida es un ejercicio de aprendizaje personal que solo puede enriquecerte, ya que, sin renunciar a lo que te ha gustado hasta la fecha, puedes descubrir cosas interesantes y si no, pues no pasa nada. Al final es como probar una comida nueva, si no te gusta, no la vuelves a probar, pero al menos conoces como sabe.
No es que el folk sea una música ajena a mí, de hecho es algo que tienes alrededor desde que naces en zonas como Cantabria, aunque sí que he de reconocer que no suele ser la que más escuché, pero siempre hay fases y épocas en la que algún concierto de folk cae y este último viernes del mes de febrero me decidí a regresar a la Asociación Cultural Octubre, tras más de tres meses sin acudir, para ver a dos bandas de reciente creación y que nos iban a presentar dos propuestas más que interesantes.
La verdad es que tenía poca información tanto de los cántabros Jaya Folk como de las guipuzcoanas Neomak, más allá de haber visto a estas últimas acompañando a Kepa Junkera hacer 8 años en este mismo local, pero fue escuchar ambas propuestas por las redes sociales y decidirme a acudir y comprobar cómo sonaba aquello en directo.
Jaya Folk
No era muy optimista sobre la acogida que este evento podía tener en nuestra querida nave, pero lo cierto que es fuimos un buen puñado las personas que pasamos por allí, con ganas de disfrutar, mientras hacíamos tiempo charlando, tomando algo o viendo la exposición “Presos con causa” que allí estaba expuesta.
Con mucha puntualidad sobre la hora fijada, como debe de ser, se iniciaba la velada, con la actuación de Jaya Folk, una formación integrada por Ana Vélez a la pandereta y voz, Esteban Rivera “Ñeru” a la voz, guitarra y rabel y Ángel Llano a los vientos, de los cuales tuvimos noticias hace un par de años y que en el 2021 publicaron su primer disco llamado igual que la banda.
Precisamente, comenzaron su andadura con uno de los cortes que aparecen en dicho trabajo, “Lobo”, uno de mis favoritos y que sonó mientras la gente iba entrando, muy animado y que sirvió para saludarnos y presentar a los componentes de la banda, tras el cual nos aventuraron que lo íbamos a pasar bien, confesando que varias de las piezas de su repertorio estaban dedicadas a mujeres, siendo el turno de “Brava”, con Ana comenzando este tema de manera relajada, pero que luego se volvió animado y pegadizo.
De vuelta a su ópera prima era el turno del corte que lo cerraba, es decir, “La mozuca”, el cual también habla de una mujer, pero más joven, con Ñeru tocando el rabel y sus compañeros la pandereta, siendo una composiciones movida y alegre, que dio paso a su compañera de disco “Los del monte”, la cual tiene mucho mensaje y recuerdo de lo vivido a mediados de la anterior centuria, ahora que el fascismo está resurgiendo, muy buena y animada y de esas que enseguida te cala muy dentro.
Jaya Folk
Para aquellos que pudieran no saberlo, el nombre de la formación procede de la haya, árbol muy arraigado a esta tierra, y a ella dedicaron la canción “La jaya”, reivindicando la importancia que tuvo para la cultura celta, muy movida y con fuerza, dejándonos una composición muy bonita y muy bien cantada, para, sin pausa alguna, adentrarse en “La lluvia”, la cual comenzó alegre y animada, siendo una pieza muy movida y bailable, lo que motivó que algunos de los presentes se lanzaran a bailar.
Recuperando esos cortes cuya temática es la mujer, llegaba el momento de “La perla del Pas”, sobre una nodriza de la Vega de Pas, que fue cantada por Ana en solitario, con mucha fuerza y luego acompañándose de su pandereta, siendo una pieza que nos llegó muy dentro, con mucho mensaje y muy bien cantada, antes de regresar al disco y ponerse románticos con “Tu respiración”, que trata del amor en el prao de un festival, con Ángel al saxo, muy movida, alegre y festiva, de las que seguro serán muy bien acogidas en las praderas cántabras cuando llegue el calor.
Nos avisaron de que iban a ir terminando, siendo el momento de “Bisonte”, también de su único disco y que habla de la ancestralidad cántabra reflejada en dicho animal, con Ángel tocando la gaita y dando un toque personal, con momentos muy animados y rápidos y que fue prolongada por la flauta y con algunos de los presentes bailando, resultando una pieza muy movida y muy festiva.
Jaya Folk
Aunque hicieron amago de irse, todavía había tiempo para alguna más como todos les pedíamos, siendo el caso de la que restaba de tocar de su disco, es decir, “La galerna”, la que precisamente le da inicio, descrita como una postal de Cantabria, con un animado inicio y con la flauta y la pandereta dando ese aire alegre que la composición tiene, para despedirse con “La cuenta atrás”, en contra de los molinos que ensucian el paisaje de nuestra tierra y es que queremos energías limpias, pero no así, muy animada y con la gente dando palmas, siendo un corte muy festivo, pese al mensaje que contiene.
De esta manera y tras aproximadamente una hora sobre las tablas, concluía la actuación de unos Jaya Folk que combinaron muy bien partes más clásicas con otras más actuales, todo ello muy bien tocado y consiguiendo hacernos pasar un buen rato y reflexionar sobre los temas que se iban tratando y es que, como todos sabemos, la reivindicación y la fiesta no tienen por qué estar reñidos.
Personalmente me gustaron mucho en directo, consiguiendo trasmitirme mucho más sentimiento y llegándome más adentro que en su disco, que no deja de ser una buena carta de presentación, pero es en directo donde se muestra esa alma que tiene su música, con un repertorio variado y que consigue que la gente, aunque no esté muy familiarizado con el estilo, como era mi caso, disfrute con ellos y se enganche a su música.
Os recomiendo pegarle una escucha a su música y, sobre todo, verlos en directo, algo que yo volveré a hacer en cuanto me cuadre.
El cambio entre las dos bandas fue muy rápido por lo que enseguida teníamos sobre las tablas a Neomak, un grupo compuesto por las pandereteras Eneritz Aulestia, Alaitz Eskudero, Leire Etxezarreta, Irati Gutiérrez, María Lasa, Amets Ormaetxea y Garazi Otaegi y que se dieron a conocer acompañando a Kepa Junkera como Sorginak, pero que ahora ya van por libre con su actual denominación y que publicaron un primer disco el pasado 2022 llamado como la formación.
Y de repente se apagaron las luces y empezó a sonar una intro con el sonido de unas campanas, mientras las componentes de la banda iban surgiendo delante del público y subiendo al escenario con un velo sobre su cara y unos palos que hicieron sonar en “Santa Ageda”, acompañados por el sonido de la trikitixa, siendo un momento muy bonito y entrañable y que provocó los primeros aplausos.
Nos saludaron y se presentaron, dándonos cuenta de que faltaban dos de las integrantes, para dar paso a “Anbototik”, más animada y con un aire más festivo, cambiando los instrumentos, como harían durante toda la velada, siguiendo, tras volver a saludarnos, con la primera de las locuciones que ellas llamaron “Amama 1”, en la que una mujer mayor contaba alguna experiencia, para continuar con el corte que abre su único disco hasta la fecha, “Kontu zaharrak”, un gran tema, con ese comienzo tan alegre y muy bailable, combinando ese sonido tecno con las pandereta y la trikitixa, haciendo que nos moviésemos y nos metiésemos completamente en su música.
Neomak
Los títulos de los temas que voy relatando son los que aparecían en su setlist, por lo que alguno puede llamarse de otra manera y ahora llegaba el turno de “Hor barna”, comenzando casi a capela, con panderetas y palmas y con la gente acompañando, pasando luego a tocar solo las palmas y bailar y, finalmente, cambiar de ritmo y acabar delante del escenario, cosechando muchos y fuertes aplausos.
De vuelta a su único disco, llegaba el turno de “Hego haizea”, con ese animado inicio con las panderetas, muy movido y consiguiendo en todo momento la atención de la gente, para, tras un nuevo cambio de instrumentos, mantener esa alternancia entre temas propios y el folklore euskaldún con “Andre Madalen”, muy festivo y animado y que mantuvo la atención de los presentes.
Una nueva locución sonó por megafonía, “Amama 2”, con otra abuela contando sus vivencias, siendo el turno de la que llamaron “Trikitixa”, que comenzaron con solo dos de sus integrantes, una con la trikitixa y otra con la pandereta, siendo este último instrumento el que fueron tocando sus otras tres compañeras, que se fueron incorporando de manera gradual, siendo una pieza muy movida y muy bailable.
A la anterior se la unió la denominada “Knak buru”, que fue una exhibición de cómo tocar las panderetas, todo ello muy bien coreografiado, para explicarnos después que su propuesta combina presente y pasado, pasando a tocar “Fandango”, con ese sonido más de tierras andaluzas al principio, pero metiendo bien de intensidad a su música, con la trikitixa, dando alegría y las panderetas acompañando, mientras el público arropaba dicho sonido dando palmas.
Neomak
Tras cosechar de nuevo muchos aplausos, llegaba el momento de la tercera grabación de otra abuela llamada “Amama 3”, que dio paso a la genial “Hamen”, la que fue primer adelanto de su único disco, comenzando a capela y con sólo cuatro de ellas sobre el escenario, muy movida y combinando partes más modernas y otras más clásicas, para luego salir la quinta integrante con un velo, una canción con mucha intensidad y que realmente me tiene enganchado.
Después de los aplausos que recibieron, comenzó a sonar una pieza llamada “Tango” por los altavoces y que sirvió de introducción a otra de sus joyas recogidas en su disco como es “Biluzik”, en donde jugaron con diversos cambios de intensidad, para dejarnos con una composición muy animada y bailable, tras la que nos agradecieron nuestra presencia y expresaron su deseo de volver, antes de terminar con otro de los adelantos de esta obra como fue “Ilargi Berriak”, recordando que el título del corte es como se llamaría la banda en euskera, que en castellano sería lunas negras, un tema movido y con ese sonido animado, pegadizo y con fuerza, logrando nuestra atención y acabando en la primera fila del escenario.
Aunque se fueron momentáneamente, todo el mundo pedía más y la banda regresó, interactuando con la gente, anticipándonos que iban a tocar las dos últimas y recordando que este era un proyecto solamente de mujeres para visibilizar la vida de las mismas, siendo el turno de “Arin, arin”, al grito de que empiece la fiesta, una pieza casi instrumental y en donde la trikitixa tuvo su importancia, haciéndonos agacharnos a todos los presentes, a los que nos tenían atrapados.
Y aquello llegaba a su fin con la que denominaron “Flipada”, en la que todas empezaron a cantar al principio, para luego sonar una voz grabada y bajar las pandereteras a tocar entre el público, animándonos a movernos y así provocar que la fiestas se trasladase por toda la sala, para concluir saludando y bailando sobre el escenario, mientras sonaba una outro de fondo.
Neomak
De esta manera y después de una hora y cuarto aproximadamente sobre las tablas, concluía este grandísimo concierto que nos dieron las chicas de Neomak, con una propuesta muy original y lograda, consiguiendo la máxima atención de una sala que, pese a no entender las letras de las canciones, sí que supo recibir lo que éstas querían trasmitir y dejarse llevar por la música de las hoy 5 artistas.
Siempre puede ser complicado mezclar estilos, porque puede quedar forzado o sonar como un pegote, pero Neomak han dado con la fórmula para mezclar diferentes estilos, principalmente el folklore de su tierra y ciertas partes más pop, por decirlo de alguna manera, sin olvidar músicas de otras latitudes, y que todo ello suene coherente y enganche a los oyentes.
Sin duda, una gran revelación estas Neomak, que ya han triunfado en su territorio y que deberían hacerlo fuera de él también por la calidad que tienen, por lo que os recomiendo escucharlas y, sobre todo, verlas en directo, si os gusta la música sin límites.
Después de adquirir los discos de ambas bandas, me marché de la sede de la Asociación Cultural Octubre, uno de los pocos sitios donde se puede ver un concierto en Torrelavega y que sigue peleando por traer cultura alternativa a la de las instituciones, como esta noche pudimos comprobar con Jaya Folk y Neomak, una propuesta que, pese a parecer arriesgada, funcionó y logró que, todos los allí presentes, lo gozásemos y saliésemos realmente satisfechos por lo allí vivido con las actuaciones de los dos grupos.