Es elogiable la cantidad de eventos que programa el Rock Beer The New de Santander, llevando a cabo conciertos casi a diario y, en algunos casos, con doble sesión y, pese a que por el trabajo y la distancia voy menos de lo que me gustaría, he de reconocer que es un lujo contar con una sala así en Santander, una ciudad donde el rock no es lo más habitual.
Lo cierto es que, entre unas cosas y otras, ya hacía casi un mes que no me dejaba caer por dicha sala, pero a eso lo iba a poner remedio este primer sábado de marzo, en donde íbamos a tener una triple descarga de Metal en diferentes variantes a cargo de los míticos Dormanth y de dos bandas, Blackhearth y Always My Fault, a las que apenas había escuchado antes de acudir a dicho concierto.
Tras haber comprado la entrada un par de días antes, me acerqué, sin excesiva prisa, por la sala santanderina, para ver esta velada con las tres formaciones, las cuales ya habían compartido cartel el día anterior en la sala Groove de Portugalete, pudiéndose ver ya un buen ambiente a mi llegada al local, en donde se estaban acabando los preparativos para que todo aquello fuese lo mejor posible, aprovechando esos instantes para charlar con algunos de los presentes.
Always My Fault
Tras esperar un poco sobre la hora fijada, a eso de las 21.15 teníamos sobre las tablas a Always My Fault, una formación catalana, concretamente de Blanes, que esta noche iba a presentarse en modo trío, ante la ausencia de su batería, apareciendo ésta grabada, siendo los integrantes de este grupo, formado en el año 2019, Juan Pablo Rodríguez a la voz, Mario Montero a la guitarra y coros, José Hinojosa al bajo y coros y el ausente Gabriel a la batería.
En el año 2021 debutaron discográficamente con un EP titulado “The outside is inside us”, que repasarían en su integridad, comenzando con esa intro llamada “The end”, tras la que nos saludaron y nos invitaron a acercarnos a las primeras filas, para meter bien de caña con “Human blindness”, tocada a toda velocidad, pero jugando con contrastes de intensidad y apareciendo unos coros limpios que le dieron otro punto al corte.
Pidiéndonos que gritásemos más y comentando que no se nos oía, se presentaron y pasaron a tocar “A lot for few”, la pieza más extensa del trabajo, que se inició con ese sonido machacón, siendo una canción muy potente y contundente, con varios cambios de intensidad y con unos muy buenos coros, mientras no paraban de moverse, recordándonos quienes eran, que tenían grabada un disco y mostrándose encantados de estar aquí, así como de nuestra presencia, siendo el turno de “Fears away”, un tema muy intenso, pero también con contrastes de ritmo y su vocalista dándolo todo sobre las tablas.
Always My Fault
Nos recordaron que hoy venían sin batería, pero que en un futuro les gustaría volver con él, animándonos a acercarnos, para dar paso a “Salty tears”, muy cañera, pero con una parte más melódica hacía la mitad, para luego recuperar la fuerza y con un riff machacón final, tras la que pasaron a agradecer la labor de Juan como técnico, además de que les permitiese tocar allí y acordándose también de sus compañeros de cartel, pasando a tocar “Perceptions”, el que cierra su presente obra, con un comienzo relativamente tranquilo, pero solo fue un amago, ya que el corte luego cogió fuerza y rapidez, con un final más relajado, aunque manteniendo la intensidad.
Y llegaba el momento de la finalización del concierto, que lo harían con “Proud of yourself”, y es que hay que quererse como uno es, como nos dijeron desde el escenario, dedicado a todos los presentes, siendo tocado a toda velocidad, con un breve parón, pero volviéndose de nuevo más cañero, despidiéndose con una outro sonando de fondo y recordándonos que tenían un puesto de merchán, por si queríamos colaborar con la banda.
Pese a alguna petición para que tocaran alguna canción más, no había tiempo para más temas y la banda abandonaba las tablas tras más o menos media hora sobre las mismas, dando un concierto muy intenso y breve, ante un público todavía a la expectativa, pero ellos lo dieron todo, gustándonos a unos cuantos, con una propuesta que en directo gana mucho en relación a su propuesta de estudio, pese a ser éste “The outside is inside us”, un gran disco.
Always My Fault
Venía casi a ciegas con la música de la banda, la cual había escuchado un poco por encima unos días antes, pero lo cierto es que, pese a la limitación por la ausencia de la batería y algún que otro sonido grabado, la formación dio un gran concierto, aprovechando el breve tiempo de su actuación para demostrar que en directo saben hacer las cosas muy bien y motivar a todo aquel que sea receptivo a su música.
Sin duda, un buen descubrimiento, estos Always My Fault, a los que recomiendo les peguéis una escucha y los veáis en directo; yo espero que vuelvan pronto por estas tierras, como allí dijeron.
Al tener la batería ya montada, el cambio entre la anterior formación y la siguiente fue rápido, en este caso los bizcaínos Blackhearth, una banda que se origina en el año 2010 y que está compuesta en la actualidad por Alain Concepción a la voz, Alex Hernández y Endika Ortega a las guitarras, Jorge Sánchez al bajo, Asier Larrea a la batería y un nuevo chico a los teclados y coros cuyo nombre no entendí.
Hasta este momento la banda tiene registrados dos trabajos, su ópera prima “Blackhearth” del año 2019, y ese “The wrath of god” del 2021 y que repasarían exhaustivamente, comenzando la velada con una intro que dio paso a la pieza con la que se abre su actual disco, es decir “Betrayal”, con un comienzo muy guitarrero, siendo una muy buena canción y pegadiza y en donde ya pudimos apreciar la calidad de lo que teníamos delante.
Blackhearth
Sin abandonar su actual referencia, era el momento de “Rotten to the core”, muy intensa y con un sonido muy atmosférico gracias a la labor de los teclados, siendo una pieza muy pegadiza y que contó con un buen duelo de guitarras, tras la que se presentaron y se mostraron encantado de estar aquí, continuando el recorrido por su nuevo álbum con “This world”, un temazo, con su cantante demostrando su cualidades, dejándonos un corte muy cañero e intenso, pero con muchos matices, tanto en lo musical como en lo vocal.
Avanzando en ese recorrido por su actual disco, era el momento de un tema más lento, que fue como presentaron “My bornless child”, empezando relajado y con el bajo en primer término, una muy buena canción, relajada, pero con partes muy logradas y potentes, dotando a esta extensa pieza los matices necesarios y con su vocalista demostrando su calidad, para reiterar lo encantados que estaban de estar allí y con estas bandas que les acompañaban, agradeciendo a Juan su labor al frente de este local, recuperando “Earls of darkness”, de su primer trabajo, que empezó a fuego y es que estamos ante un auténtico cañonazo, muy potente e intenso, aunque también conteniendo esa alternancia en la intensidad del mismo.
Blackhearth
Sin casi parar, regresaban a su actual criatura con “True belief”, con mucha fuerza inicial y las guitarras metiendo tiza, notándose la presencia del teclado, con esos estribillos siempre pegadizos y con mucha fuerza desde la batería en este potente corte, con una parte final machacona antes de los solos de guitarra, tras el que presentaron a los componentes de la banda, vacilando sobre la presencia de Ripper Owen, ex cantante de Judas Priest entre otros, y que colaboró con ellos en el disco en “The wrath of god”, la pieza que da nombre a su más reciente obra, precedida de esa intro, siendo una canción muy intensa y machacona, con esos cambios de intensidad que tanto sacaron al tema y una parte más relajada antes de los solos de guitarras, sonando de nuevo muy potente la batería.
Nos avisaron de que iban a ir acabando, siendo el turno de otro corte que estaba recogido en su último trabajo “Into the unknown”, el cual empezó lento, pero con intensidad, para luego meter bien de caña, con un muy buen trabajo en los solos y arropados por una contundente sección rítmica, continuando, sin casi parar, con “Face the enemy”, de su ópera prima, muy rápida, con un sonido machacón y pegadizo y que es un verdadero himno.
Blackhearth
De esta manera y tras poco más o menos unos 45 minutos sobre las tablas, concluía la actuación de unos Blackhearth que dieron un muy buen concierto, sonando muy bien y con unas canciones que enganchan, al margen de que las conozcas o no, pero, además, mostrando la calidad y el buen gusto de las composiciones que están recogidas en estos dos trabajos que tienen editados hasta la fecha.
Aunque buena parte de los asistentes eran seguidores de sonidos más cañeros, Blackhearth lograron ganarse unos cuantos de los presentes gracias a sus buenos temas y a la compenetración que demostraron tener entre ellos, algo más sencillo cuando tienes delante a unos grandes músicos, como esta noche demostraron ser los bizcaínos, con una música elaborada, pero que, al mismo tiempo, es pegadiza y te engancha, mientras disfrutas con la misma.
Como nos dijeron durante el concierto, era su primera vez en Cantabria y esperemos que no sea la última, ya que, a mí personalmente, me gustaron mucho y me gustaría verlos más veces en directo. Mientras, seguiré profundizando en su música.
De nuevo el cambio fue bastante ágil y enseguida íbamos a tener sobre las tablas a unos viejos conocidos como son los míticos Dormanth, que están viviendo una segunda juventud desde su vuelta a la escena en el 2015, después de casi dos décadas alejados de la misma y ahora van a disco o Ep por año, sin olvidar sus actuaciones en directo, siendo en este mismo lugar donde les pude ver por última vez, acabando el 2019 y en un concierto inolvidable.
Para aquellos que no sepan de quienes estamos hablando, ésta es un formación surgida en Bizcaia hacía el año 1993 y que tuvo cierto reconocimiento dentro de la escena metalera estatal en los 3 o 4 años que estuvieron en activo, para, como dije anteriormente, retomar la actividad hace 8 años, estando la banda integrada por Óscar Del Val voz y guitarra, Jokin Andrés a la guitarra, nuestro paisano Isma Fernández al bajo y coros y Javi Martínez a la batería, habiendo editado hasta la fecha 4 discos, 2 Eps, un Split, 2 recopilaciones y algún single.
Comenzaron pidiendo que nos acercásemos, antes de hace sonar las primeras notas de “Odyssey in time”, de su último larga duración “Complete downfall” del 2020 y cuya publicación nos movió a tener una entrevista con ellos, metiendo caña de entrada y jugando con diferentes variaciones de intensidad, con la banda mostrando ya de buenas lo que nos iban a ofrecer esta noche.
Dormanth
Tiempo ahora de recordar ese Ep llamado “Voice of the soul... Under the tears of sun” del 2015 y que supuso su vuelta a la actividad, con temas como “Black moon”, muy intenso, con la sección rítmica sonado contundente y agolpándose más gente en las primera filas, siendo una canción con mucha fuerza y pegadiza, para, tras saludar e interactuar con los presentes, regresar a su obra del 2020 con “The origin”, un verdadero temazo, con muchos cambios de ritmo, pero manteniendo en todo momento ese sonido intenso y pegadizo.
Recordaron su anterior vez en Santander, lamentando el que hubiera pasado tanto tiempo desde entonces por culpa principalmente de la pandemia, para presentarnos “Lobotomy”, una de las dos canciones que componen ese single llamado “State of mind” del pasado año, comentándonos que tenían diferente material en su puesto de merchán, un tema que empezó lento, pero que enseguida cogió fuerza, con un muy buen sonido, siendo una muy buena canción y muy elaborada, demostrando que no pierden el tiempo.
Llegaba el momento de recordar que ya hace tres décadas desde sus orígenes, pasando a tocar “When the dreams bleed”, de su disco del 2016 “Winter comes”, muy intenso y cañero, pero con un tinte más oscuro y crudo, para, tras insistir en que nos acercásemos, avisarnos de que la siguiente probablemente la conoceríamos, siendo el turno de “Tragicomic day”, también de su obra del 2020, una de las que más me gustan de dicho plástico, con un sonido pegadizo y machacón, mientras Isma iba arropando a los coros, siendo una gran pieza y muy intensa.
Dormanth
No querían que aquello se enfriase y la anterior fue unida con “Destiny”, una joya presente en su ópera prima “Valley of dreams” de 1995, que sonó realmente potente, con momentos en que se relajaba, pero con mucha fuerza después y con una intensa sección rítmica, tras la que nos vacilaron sobre lo bien que nos estábamos portando, antes de lanzarse a tocar “State of mind”, la que da nombre a ese single del pasado año, entrando el bajo de primeras y luego todos a cañón, cogiendo bien de fuerza en este muy poderoso tema y que sonó contundente, rápido y muy trabajado.
Fueron avisándonos de que se iba acercando la traca final, recordando nuevamente su ópera prima con el tema que lo cerraba, “The eye”, empezando relajado, pero con intensidad, sonando muy poderoso y pegadizo, concluyendo con un relajado final, siendo enlazado con “Fire”, de su disco del 2020, con un comienzo muy guitarreo y cañero, manteniendo esa esencia poderosa e intensa durante toda la pieza, pero con una muy buena demostración de sus cualidades.
Y ahora sí que llegaba la última y nos dijeron que con ésta teníamos que echar abajo el local, siendo el turno del “Heartwork”, de los míticos Carcass, un verdadero himno, que fue celebrado por todos los presentes y que sirvió para poner el punto y final a sus aproximadamente 50 minutos de actuación, pese a la petición de más temas por parte de buena parte de la concurrencia.
Dormanth
Dormanth nos ofrecieron una actuación muy directa y cañera, logrando que la gente disfrutase y viéndose a la banda muy engrasada, algo logrado con el rodaje que la misma ha ido adquiriendo desde la anterior vez que los vi, dejándonos el mejor concierto de cuando los he visto, notándose que estaban muy a gusto sobre las tablas y conocedores de que buena parte de los presentes iban a verlos a ellos.
La banda no para de crecer y sus nuevos temas suenan realmente bien, demostrando en todo momento ese buen momento compositivo que tienen y que nos siguen regalando canciones y discos siempre mejores que los anteriores, lo cual facilita que sus directos sean realmente potentes, habida cuenta de que ya manejan una extensa discografía y de calidad, para poder escoger que piezas interpretar.
Esperemos poder volver a disfrutar de nuevo por estas tierras a esta mítica formación que, a diferencia de algunas otras, no solo no vive del pasado, sino que siguen componiendo mucho y bien; no os los perdáis si pasan cerca de vuestra localidad.
Con merchán de las tres bandas bajo el brazo y después de despedirme de buena parte de los presentes, me fui del Rock Beer The New poco antes de las doce de la noche, y es que en menos de 3 horas había visto tres grandes conciertos, descubriendo a Always My Fault y a Blackhearth y reafirmando el buen momento de una formación como Dormanth, dentro de un buen ambiente, éste que se vivió en la céntrica sala santanderina, donde todo salió a pedir de boca. Por muchas más veces como ésta.