Decía el escritor Ernesto Sabato que siempre es levemente siniestro volver a los lugares que han sido testigos de un instante de perfección. Pues exactamente quince meses después de aquel inolvidable concierto en la Sala Independance de Madrid, los pucelanos Free City volvieron a la capital con la firme intención de revalidar el título que obtuvieran en diciembre de 2021 junto a Kamikazes.

Si bien es cierto que quizá la fecha no fuera especialmente acertada por el gran número de conciertos dentro de un mismo segmento que se celebraban esa noche en Madrid (aspecto, por otra parte, imposible de prever a tan largo plazo), lo que sí eligieron muy bien fueron sus compañeros de viaje en esta nueva incursión, los hortalinos Debruces; que venían de haber llenado en Valencia junto a Benito Kamelas.

Finalmente, y tras una prueba de sonido que planteó más dificultades de las habituales, a las 20:00 del viernes 17 de marzo, las puertas de la Independance se abrían y empezaba a ocuparse lentamente, hecho que hacía dudar del éxito de la convocatoria; pero en los minutos inmediatamente anteriores al inicio del espectáculo ya podía apreciarse un buen número de personas con ganas de disfrutar de una noche de hardcore melódico y punk rock.

A las 20:30, Oskar, Lobo, Txuski, Barra y Carlos ocupaban sus puestos para abrir la noche a ritmo de “Black Block”, tema que fue el primer single de su último trabajo “Cuerdos de atar”; seguidamente, “Manipulan” y “En la cuneta” cerraron un primer bloque de presentación.

Resultaba llamativo el hecho de que muchos de los asistentes habían ido específicamente a ver a Free City y no conocían la trayectoria de Debruces, por lo que se mostraron algo fríos durante los primeros compases; frío que desapareció en pocos minutos según iban sumergiéndose en las pegadizas letras y melodías de los teloneros de excepción.

Habría que reseñar que, debido a las estrictas restricciones de horarios vigentes actualmente en la ciudad de las cañitas y la libertad, el repertorio de Debruces fue algo más reducido de lo que nos tienen acostumbrados, pero que conjugó hábilmente las canciones de su último LP que mejor acogida han tenido (Duele, Cabeza Abajo, Hijos de puta…) con una selección de los temas más representativos de la banda como “Castillos de Arena”, que contó con la colaboración de Prade, cantante de Por Instinto; “Somos un@”, en la que participaron Gema, Lau, Raquel y Sara; “Arañazos” (que nunca sobran) y el ya clásico cierre “Mala hierba” con Blito, Pedro y quien os escribe estas líneas.

En resumen, doce disparos certeros que volaron la cabeza de aquellos que no conocían a la formación y que hicieron las delicias de los incondicionales.

Tras un rápido y perfectamente coordinado cambio de cacharraje, los de Pucela continuaron la contienda, demostrando que en ocasiones eso de calentar está sobrevalorado. Salieron fuerte, pegaron fuerte y el público respondió de inmediato.

Fue “Fantasmas”, primer corte del álbum Visiones (2020), el elegido para abrir el show. Esta tarjeta de presentación sirve perfectamente para hacerse una idea de lo que uno está a punto de presenciar: un rock potente caracterizado por una batería firme, un bajo sutil pero muy presente que articula a la perfección la percusión con unas guitarras frenéticas que flanquean una voz visceral y desgarradora a la vez que nítida y definida.

“Enemigos del destino”, del mismo álbum; y los singles “Lo mismo” (2021) y “Las noches sin dormir” (2022, grabado con Celtas Cortos en la versión de estudio) nos adentraron de lleno en una tormenta de la que ya resultaba imposible escapar y la única opción era dejarse llevar. Las poco más de trescientas personas que ocupaban la sala parecían sentir cada acorde, flotar en cada verso y vibrar con cada golpe de caja.

“La llama” -canción en la que originalmente colabora Agnes, de Miss Octubre- supuso el inicio de la segunda parte de un concierto que avanzaba cual tren fuera de control y cuyo único final posible era chocar y arder, como en la canción de Guns n Roses.

Pero antes de la colisión, había que despedirse del público madrileño, y lo hicieron con “Sin domesticar” -tema grabado en 2019 en el que participan Kamikazes- “En este lado del fuego” y “Experimento esclavo” (grabado con Desakato, banda con la que comparten rasgos muy característicos) del álbum Realidad invisible de 2015.

Minutos antes de las 23:00, la noche llegaba a su fin, habiendo quedado de manifiesto que Free City es una de esas formaciones con un directo muy por encima de su trabajo de estudio (sin desmerecer éste en absoluto) y a los que resulta imprescindible ver en vivo para poder percibir su esencia, su carácter y su alma.