Otro fin de semana con una variada oferta musical en Cantabria, algo que poco a poco se va extendiendo a otros núcleos de población, al margen de la capital, aunque en esta ocasión me decanté por conocer la propuesta de dos bandas de las que había oído hablar, pero de los que no había escuchado mucho de su música, como eran Shibari, desde Santander, y Lions Way, que llegaban desde León, dos estilos diferentes, pero muy interesantes para esta noche de viernes.
La cita iba a tener lugar en el Rock Beer The New, a donde regresaba apenas dos semanas después de mi anterior visita y que sigue empeñado, afortunadamente, en dar visibilidad a grupos, tanto de nuestra tierruca como de fuera de ella y hacer que las bandas más underground tengan un lugar donde tocar y darse a conocer en la capital cántabra.
Después de hacer encaje de bolillos para poder desplazarme desde mi lugar de trabajo hasta la céntrica sala santanderina, llegué a ésta cuando todavía no había mucha gente, y eso que era ya la hora de comenzar el evento, el cual se demoró un poco, pero, aunque se mejoró algo la afluencia, sí que es cierto que ésta estuvo por debajo de la deseada y merecida para ambas bandas.
Más a menos sobre las 21.30 teníamos sobre las tablas a Lions Way, ese cuarteto leones, formado en el 2015 y que en la actualidad está integrado por Chermo Fernández a la voz y al bajo, Nacho Rodríguez a la guitarra y voz, Ángel Rodríguez a la guitarra y Óscar Fernández a la batería, habiendo publicado hasta la fecha tres discos: “Memorias del capitán” del 2016, “Inflexión” del 2017 y, su más reciente trabajo, “Diagonales” del 2019.
Lions Way
Y precisamente con un corte de ese último disco, concretamente con “Cuando las luces se apagan”, iniciaron su actuación, metiendo bien de caña de inicio y con esos contrastes de intensidad, siendo un tema muy potente y buscando la conexión de la gente, aún fría, siendo unida con la que cerraba su segundo trabajo, es decir, “Mentiras y alcohol”, con la que se presentaron y que sonó más lenta y poderosa, con mucha fuerza y haciéndonos mover la cabeza.
Nos animaron a acercarnos y recordaron que venían presentando nuevo disco, aunque ahora llegaba una corte que todavía no tienen editado bajo el nombre de “Puncro”, con un muy rápido inicio, un sonido muy pegadizo y ese duelo de guitarras, acabando con esa frase de “por más tragos con colegas”, siendo el turno de volver a su más reciente obra con “Nómadas”, con un inicio más relajado y con el bajo en primer plano, para luego meter bien de caña y dejarnos una buena composición.
Preguntándonos si nos estaban gustando, con afirmativa respuesta de los que estábamos viéndolos, nos agradecieron el que apoyásemos la música en directo y a sus compañeros de cartel el trato recibido, siendo el turno de “Sin miedo”, la que cerraba su primer Ep, la cual empezó calmada, para luego meter caña, en una pieza pegadiza que acabó con una loa a los grupos pequeños, para, casi sin pausa, continuar con otro tema, con mucha fuerza inicial, pero luego relajándose, con un estribillo pegadizo y en el que pidieron palmas antes del solo de guitara.
Lions Way
Interesados en que lo estuviéramos pasando bien, nos recordaron que tenían puesto de merchán, el cual por cierto yo ya había visitado, para reconocer que siguen “De rodillas”, de su más reciente trabajo, una muy buena canción, intensa y quedona, endureciéndose antes del brillante solo de guitarra, para, sin dejar dicho disco, ser el turno de la fenomenal “Ceniza y piedra”, muy cañera e intensa, en donde se puede apreciar ese gran crecimiento de la banda en estos últimos años, además de contar con un estribillo bastante pegadizo.
Nos avisaron de que ahora que iban a ir terminando era cuando entraban en calor, pidiéndonos aplausos para Shibari, la sala y al encargado del puesto de merchán, además del que les lleva los conciertos y les hace el sonido, para seguir en su obra del 2019 con “El ritual”, que tiene ese bonito sonido inicial, pero que luego se vuelve poderosa, dejándonos un muy buena y pegadiza canción, para continuar con otra de su segundo trabajo, en este caso “Involución”, con ese comienzo tan guitarrero, siendo un corte muy pegadizo y con momentos muy potentes.
Ahora sí que empezaban a despedirse, reiterando los agradecimientos a los presentes, la sala y a la otra banda, esperando volver a vernos pronto, siendo el momento de “En la niebla”, de su actual disco, la cual empezó lenta, pero luego metieron bien de caña, pidiéndonos que animásemos, que era la última, con un pegadiza estribillo y un explosivo final, para, sin parar, preguntarnos si queríamos otra más, con positiva respuesta de la gente, pasando a tocar “Siempre saludaban”, también de su último trabajo, de hecho la que lo abría, que sonó muy cañera y que es un verdadero temazo.
Lions Way
De esta manera y tras más o menos 50 minutos de actuación, concluía el concierto de unos Lions Way que ofrecieron una muy buena velada, muy intensa y directa y mostrando ser una banda con mucha proyección a poco que les dejen, sonando todavía más personales en directo de lo que pueden parecer en estudio, lo cual demuestra que, poco a poco, están asentando su sonido, con esas buenas combinaciones vocales que tan bien les quedan.
Han sabido juntar en su música partes más punkarras y rápidas con otra más metaleras, configurando unas canciones que suenan muy bien y que te atrapan a poco que pongas la oreja, sonando con mucha fuerza en sus directos y ganándome absolutamente esta noche, pese a que parte de los asistentes parecían estar un poco a la expectativa, pero se trata de ir sembrando para luego recoger
Dadles una oportunidad a estos Lions Way, que son una banda que en directo merecen y mucho la pena.
La verdad es que, afortunadamente, el cambio entre grupo y grupo fue bastante rápido y enseguida estaban sobre las tablas los chicos de Shibari, ese cuarteto del que tuvimos noticias a finales del 2021 y que está integrado por Mario a las guitarra y voces, Iván a la otra guitarra y coros, Codie al bajo y coros y Adri a la batería, y que tienen publicado un solo Ep, llamado “Upside down”, subido a redes el pasado año.
Y precisamente con “No comply”, recogido en ese disco, que repasarían en su totalidad, dieron inicio a su velada, siendo una pieza muy rápida y una manera muy intensa de arrancar, para pasar a presentarse y continuar con la que daba nombre a su único trabajo hasta la fecha, es decir, a “Upside down”, muy pegadiza y con la que fueron atrayendo a la gente, que en gran parte habían ido a verlos a ellos.
Mario nos preguntó como estábamos, bromeando sobre que llevaba dos canciones y ya estaba reventado, para continuar con otro corte llamado “Salvation omen”, muy rápido y contagioso y que me gustó mucho, para interactuar con la gente, vacilando sobre que la siguiente era una versión de un grupo de Torrelavega, pero en realidad era una de Blink 182, empezando el bajo y luego metiendo caña, muy pegadiza y con un ritmo machacón.
Shibari
Después de este momento tan intenso, llegaba el turno de un tema más relajado, para bajar el ritmo, con un inicio calmado, pero luego con mucha fuerza, para regresar a su Ep con “Game changer”, metiendo bien de caña, muy rápida, con cambios de ritmo y una buena presencia del bajo, mientras los presentes seguían disfrutando con lo que el cuarteto les estaba ofreciendo.
Momento para relajarse y refrescarse, para continuar con otro corte, en el que metieron mucha caña desde el inicio, con un ritmo pegadizo y estribillos también bastante intensos, para avisarnos de que todavía quedaban temas, como el siguiente que sonaría, “Fate stuff”, del que nos advirtieron de que, aunque el título estuviera en inglés, estaba cantado en castellano, muy pegadizo y machacón.
Era la ocasión de agradecer a la sala el que les hubiese dejado tocar y a Lions Way el haberles acompañado esta noche, antes de que Mario reconociese que el próximo corte era muy exigente y tenía la voz un poco reventada, un tema con un ritmo pegadizo y machacón y que resultó ser muy contagioso, antes de lanzarse a interpretar una versión que no logré identificar, pero que fue muy rápida desde el inicio, intensa y con un juguetón sonido de batería.
Shibari
Manteniendo esa complicidad con los asistentes, anunciaron que ahora venía la buena y es que era la ocasión de escuchar “Tokyo trip”, de su único trabajo, un gran corte, muy pegadizo y que logró que la gente disfrutase todavía más, para continuar con su versión del “Nublado” de Paulo Londra, que han subido a las redes a finales del pasado año, muy festiva y bailable, con los presentes gozándolo.
Alegres por la acogida y aplaudiendo que esa tenía que ser la actitud, continuaron con un tema nuevo llamado “The Fooler”, el cual resultó un corte con mucha con fuerza y energía, antes de avisarnos de que estaban acabando, siendo la ocasión de escuchar la que restaba de su Ep, “Red stains”, tras hacer un amago de tocar una de Los Suaves, siendo una pieza muy fuerte y rápida
Sin embargo, el público quería más y les dio tiempo a tocar su versión de “Knowledge” de los Operation Ivy, una canción muy rápida y que gustó mucho, tras la que dieron por finalizada su actuación, después de estar más o menos 50 minutos sobre las tablas.
Shibari dieron un muy buen concierto y sabiéndolo sacar adelante, pese a los problemas vocales del cantante que antes comenté, pero son todo actitud y fiesta sobre las tablas, contando, además, con el apoyo de un público que disfrutó de cada uno de los temas que interpretaban y entrando en ese juego de interacción con el grupo, lo cual provocó que se viviera un gran ambiente.
Shibari
He de reconocer que el estilo que practica la banda no suele ser el que más escucho habitualmente, no por nada en especial, sino porque otros me llaman más la atención, y precisamente por eso tiene más mérito que consiguiesen gustarme y hacerme vibrar con su propuesta, fresca, con temas muy directos y dejando ver la calidad musical de todos sus integrantes.
Seguiremos atentos a estos Shibari, a los cuales os aconsejo primero escuchar y sobre todo verlos en directo, si pasan cerca de vuestra localidad.
De esta manera concluía la música en directo para mí en el Rock Beer The New por esta noche, tras disfrutar con dos bandas con músicos muy jóvenes, como Lions Way y Shibari, que, cada uno en su estilo, dieron muy buenos conciertos, algo que demuestra que todavía la música rock, en sus distintas variantes, sigue calando entre las nuevas generaciones y que, además, estos músicos tienen una gran calidad, como este viernes pudimos comprobar en la mítica sala santanderina.