Después de unos días de descanso debido a la semana santa, regresaba a disfrutar de conciertos, para presenciar, en el aniversario de la proclamación de la Segunda República, una cita con tres bandas de música cañera en el Rock Beer The New, ese local santanderino que sigue apostando con fuerza por que grupos, grandes y pequeños, tengan su espacio en Santander, con actuaciones casi todos los días y a donde volvía casi un mes después de mi anterior visita.
El día era de los señalados en el calendario ya hace semanas y es que iban a actuar Trallery, una de las bandas de Thrash Metal más importantes del estado, y que, además, iban a estar arropados por las formaciones cántabras Sekta y Cason Brena, por lo que la cita era más que importante para los amantes de este tipo de música y, por ello, se esperaba una buena afluencia de público, como así fue.
Tras hacer encaje de bolillos para llegar a tiempo del trabajo a la hora en que iba a tener lugar el evento, me presenté en la mencionada sala, en donde ya se vislumbraba un ambiente de evento grande, con mucha gente en los alrededores, esperando que se abriesen las taquillas para acceder y apurando los últimos tragos y caladas previas al comienzo de las actuaciones.
Los primeros en salir fueron Sekta, una banda formada por Michala la voz, Rulo guitarra y coros, Rubén a la otra guitarra, Pedro al bajo y Yerai a la batería, todos ellos con ya amplia experiencia en grupos de la escena cántabra, cuyo origen se remonta unos 7 años atrás y que, hasta la fecha, tienen editado un disco, que salió justo hace un año, titulado también “Sekta” y que repasarían en su integridad esta noche.
Sekta
Pensaba que no había visto nunca en directo al quinteto y, de hecho, estaba convencido de ello, pero sí que los había visto, hace ya 4 años, aunque sería hoy cuando los iba a disfrutar más, en un concierto que, como en el disco que venían presentando, arrancaron con “Sharks”, con esa intro que la precede, tocada a toda velocidad, muy cañera y con la batería sonando atronadora, para continuar, tras una breve pausa, con “Less human”, empezando rápida, pero con cambios de ritmo, que la hicieron muy amena.
Se presentaron, para aquellos que no los conociesen, siguiendo el recorrido por su única obra con “Pray for fire”, que empezó lenta y pesada, jugando con diferentes cambios de intensidad, resultando bastante pegadiza, dentro del estilo de la banda, y demostrando el gran nivel que todos poseen, para, sin casi pausa, continuar con “Crucifuck”, tocada a toda velocidad, con un ritmo cañero y metiendo bien de tiza durante toda la pieza.
Nos agradecieron la acogida y se mostraron encantados de tocar allí, para continuar con “Prison break”, para la que preguntaron cuánta gente había estado en la cárcel, con un inicio atronador y un sonido que engancha, para luego coger velocidad, en uno de los temas que más me gustaron de la banda, tras el que se dieron un breve respiro, antes de hacer el único corte que no aparece en ese disco que estaban repasando, la versión del “Wasting away” de Nailbomb, preguntándonos si queríamos rejuvenecer algo, con Rulo a los coros, en este himno, que tiene ya tres décadas y que fue muy celebrado por la concurrencia.
Sekta
Regresando a los temas de su disco debut, era el momento de deleitarnos con “Life”, con mucha fuerza inicial y con un sonido contundente, dando mucho juego a todos los instrumentos y sonando de manera aplastante, para continuar con “Inner hell”, también tocado a toda velocidad, muy pegadizo, con la batería sonando a toda máquina y con Rulo colaborando con los coros, en otro de los momentos más intensos de su actuación.
Nos preguntaron si queríamos una balada, para confesar que no tenían, antes de avisarnos de que si nos gustaba el bosque la siguiente se llamaba “Witches”, empezando lenta, pero pesada y luego cogiendo mucha velocidad, con un ritmo muy cañero, antes de despedirse de todos nosotros, agradeciéndonos nuestra presencia, para dejarnos con los “psicópatas” de Cason Brena, viéndose el buen ambiente entre ambas bandas, concluyendo con “Listen”, la que también cierra su disco, tocada a toda pastilla, con la batería sonado de manera aplastante, siendo una pieza muy buena y cañera.
De esta manera y tras, más o menos, 40 minutos de actuación, concluía una gran velada con unos Sekta que dieron un muy buen concierto, sonando demoledores y con mucha intensidad, todo ello reflejado en esos temas tan poderosos, pero que, al mismo tiempo, te enganchan, no solo por su fuerza y su contundencia, sino por la entrega que ponen sus músicos sobre el escenario.
Sekta
No vamos ahora a descubrir el currículum y las cualidades de estos músicos, pero es que, además de sus virtudes, han conseguido hacer un sonido en el que empastan todos muy bien, logrando que los temas tengan el suficiente gancho para que el oyente se quede con ellos, algo que en los directos todavía se acrecenta más, a tenor de lo vivido esta noche en la sala santanderina.
Sin duda, Sekta son una banda muy recomendable en directo, con ese gran primer trabajo como carta de presentación y a los que espero no tardar mucho en volver a ver en directo; os aconsejo que hagáis lo mismo.
Siempre me gusta que los cambios sean rápidos, para así evitar largas esperas y esta noche fueron bastante ágiles, por lo que enseguida teníamos sobre las tablas a los chicos de Cason Brena, ese quinteto que, con apenas 3 años de trayectoria, ya se ha hecho un hueco dentro de la escena cántabra, habiendo dado muchos conciertos, aunque, hasta ese día, solamente los había visto a finales del verano pasado.
El grupo, integrado por Cueto a la voz, Riki y Fer a las guitarras y coros, Raúl al bajo y Chus a la batería, todos ellos curtidos ya en muchas batallas dentro de la escena local, ha publicado, hasta la fecha, un solo disco, titulado “Injurias” y que es un gran trabajo, que repasarían en su totalidad y que aporta un sonido bastante distinto a lo que es habitual dentro de este estilo de música que practican, con el cántabro como lengua en algunos temas, junto al castellano.
Comenzaron su velada de la misma manera que lo hacen en su único trabajo, es decir, con esa “Intro”, con el sonido característico de la Vijanera que se celebra cada enero en Silió, para dar paso a “Cason Brena!”, todo un himno, metiéndonos rápidamente en ambiente y es que la banda busca que lo demos todo, como hacen ellos, desde el segundo uno, con un Cueto entregadísimo, para, sin para y tal como lo hacen en el disco, continuar con “Pandora”, algo más relajada que la anterior al principio, pero luego metiendo bien de caña, con un muy rápido final.
Cason Brena
Tras presentarse, llegaba el momento de uno de los temas que más me han gustado de este trabajo como es “El privilegiu de las bendijas”, con mención especial a sus compañeros de cartel, muy buena y elaborada y con ese aire oscuro que tan bien les queda, pasando a invitarnos a un momento de magia negra con “Solsticio de muerte”, otro gran corte, con ese sonido relajado inicial, para luego darle más fuerza y meternos en ese ambiente misterioso que la pieza nos trasmite.
Turno ahora para la última canción que habían hecho, según nos dijeron desde el escenario, “Reflejo erguido”, muy rápida y sacando toda esencia de la banda, realmente intensa y con Cueto bajando a incitar todavía más al público, pasando a hacer una proclama en contra de todas las guerra, ya que todos somos hermanos, siendo el momento para que sonase “Dulzura y ácedu”, comenzando con ese sonido inquietante y con Cueto arrancándose el piercing de abajo que se estaba trabando con el micrófono, siendo una pieza muy potente y que es la que cierra este disco del grupo.
Confirmando que un concierto heavy sin acoples no es un concierto, continuaron con su ya clásico “Lobu”, sobre dicho animal perseguido por algunos en Cantabria, muy celebrado y con una muy buena acogida, en donde Ricky tuvo algún problema con su correa, aunque no le impidió sacar adelante su labor, siendo seguido por el que restaba de su único trabajo, es decir, con “Salto al vacío”, un temazo, en el que no pararon de moverse ni de meter caña, para el deleite de los allí presentes.
Cason Brena
Llegaba el tiempo de la despedida y ésta iba a venir con otro tema que no apareció en su disco del pasado año, “Demontris ritual”, empezando a toda velocidad, otra gran composición y con mucho mensaje, con Cueto, hiperactivo como siempre, rodando por el suelo y dando, de esta manera, por concluida su velada tras más o menos 40 minutos sobre las tablas.
Cason Brean dieron un muy buen concierto, dándolo todo y haciendo disfrutar a los presentes, que disfrutaron con el directo de la banda y con esa conexión que existe entre el público y el grupo, en buena medida gracias a Cueto, que es un verdadero espectáculo en vivo, pero también al buen hacer de sus compañeros de grupo, que son unos grandes músicos y que lo demuestran sobre las tablas.
Cason Brena
Como ya dije antes, su música me parece muy interesante y le han dado a su sonido un rasgo característico, al margen del tema del idioma, haciendo canciones que aglutinan diferentes estilos, sin que ello se note, en unos cortes que tienen personalidad propia y que a mí me han gustado mucho, tanto los reflejados en su disco debut, como estos dos que no aparecieron y que, a buen seguro, lo harán en un futuro trabajo.
La banda sigue teniendo varios conciertos a la vista, por lo que te aconsejo que vayas a verlos en directo y es que, seguro, que te gustarán, si lo tuyo es la música cañera.
Después de otro cambio rápido, estaban sobre las tablas los mallorquines Trallery, una formación que ha visitado muchas veces Cantabria, la última apenas un mes antes de la pandemia, pero a los que, por unas u otras causas, yo no había visto en directo nada más que una vez y de esos ya hacía casi 4 años, así que era un buen momento para ponerlo remedio.
Este trío, compuesto por Humberto Pol voz y bajo, Biel Gayà guitarra y coros y Sebas Barceló a la batería, han grabado, hasta la fecha, los discos “Catalepsy” del 2013, “Spiritless” del 2016 e “Isolation” del 2019, además de un par de directo y todo ello desde ese 2010 en el que la banda se formó.
La gira que motivaba este concierto es la de celebrar los 10 años de su disco debut, por lo que ese trabajo sería el que tendría el peso de una velada que se inició con un par de cortes de dicho álbum, siendo el primero “Pluralized chaos”, tras presentarse, entrando directamente el bajo en este tema corto, directo y muy rápido, siendo seguido por su compañero de plástico “Collateral damage”, el que, precisamente, le daba inicio, con ese comienzo machacón, muy potente y eléctrico, con toda la sala coreando y provocándose el primer circle pit de la velada.
Trallery
Pero, lógicamente, también iban a recordar sus otros discos, para, tras preguntarnos qué tal lo estábamos pasando, rememorando anteriores visitas a tierras cántabras y el aniversario de su ópera prima, para continuar con “Spiritless”, la canción que abría y daba nombre a su segundo plástico, un verdadero temazo y de las que más me gustan de la banda, pasando a hacer un amago de iniciar el “N.I.B” de Black Sabbath, pero lo que si llegó fue el “Hunt to kill”, también de su obra de hace 7 años, con ese inicio tan rápido, pero ralentizándose algo cuando llegaba el estribillo, con un Biel que se lució, contando con un sonido de bajo constante y cogiendo velocidad en la recta final.
Recordando y alabando las actuaciones de sus compañeros de cartel, comentaron que la siguiente iba sobre asesinos, siendo el turno de “Assassin introspection”, esa pieza instrumental de su primer disco, muy cañera y que fue seguida, como en dicho trabajo, por “Disease”, muy intensa, jugando con combinaciones de sonido, siendo una composición muy elaborada y que les quedó muy bien.
Trallery
Momento de presentar a los integrantes de la banda y de mostrarse encantados de estar aquí, antes de continuar el recorrido por su primer lanzamiento con el corte que lo cerraba, “Path of life”, que se inició a toda velocidad, pero alternando partes más y menos veloces, con el bajo muy en primer plano hacia la mitad, siendo un tema muy elaborado que fue seguido por “Crystallizing”, que, como nos dijeron desde el escenario, fue el single adelanto de su último disco, recordando su procedencia insular, que se refleja en la temática de este trabajo, muy intensa y potente en su inicio, convirtiéndose luego en más pegadiza y accesible, siempre dentro de su estilo.
Continuaron dándonos las gracias y alabando nuestra entrega, avisándonos de que la siguiente era la última y que, además, es muy importante para ellos, ya que era el nombre original de la banda, “White shadow”, también de su ópera prima, tocada a toda velocidad, con esa parte más relajada hacia la mitad de la misma y con un final a toda pastilla, para, tras hacer un amago de irse, preguntarnos si queríamos otra, con afirmativa respuesta de los presentes, agradeciendo el que se apoye a las bandas estatales, para dar paso al corte que daba nombre a ese primer disco, “Catalepsy”, empezando rápido y potente, pero luego relajándose ligeramente, para volver a la caña y siendo un tema muy pegadizo.
Trallery
Aunque nos hicimos la típica foto final de concierto, todavía habría tiempo para otro más, siendo éste “Ghost rumour”, otro de los adelantos de su obra de hace 4 años, comenzando muy rápido y siendo un corte pegadizo y potente a la vez que muy veloz, animándonos a llevar a cabo el último circle pit de la noche, con una gran participación, y poniendo, de esta manera, el punto y final a su, aproximadamente, una hora de actuación, cosechando una fuerte ovación.
Trallery dieron un grandísimo concierto, en un ambiente de locura total, con la gente disfrutando en el pogo y es que son una banda muy querida por estas tierras, algo lógico, ya que su música engancha a los seguidores de los estilos más cañeros y en directo trasmiten a la gente esa energía y esa fuerza que su música posee, algo que pudimos comprobar esta noche y en donde, por poner una sola pega, quizás se nos hizo un poco corta su actuación.
Trallery
Por lo demás, y como bien anunciaban desde un principio, dieron un buen repaso a ese primer disco, del que tocaron hasta 7 temas, sin olvidar sus otras dos obras de estudio, demostrando que no esconden sus orígenes, pese a que los actuales trabajos son todavía mejores, pudiendo observar como ellos tres solos se sobran y se bastan para meter bien de caña, con esas canciones, al mismo tiempo elaboradas y pegadizas, y sus cualidades musicales, que están fuera de toda duda.
Trallery no son el futuro del Thrash Metal estatal, sino que son el presente del mismo y, si te gusta dicho estilo, no te los puedes perder, cuando pasen cerca de tu lugar de residencia.
Tras adquirir algo de materia de las bandas y después de despedirme de parte de los asistentes, me fui del Rock Beer The New, al que, por cierto, regresaría al día siguiente, después de haber disfrutado de tres grandes conciertos, a cargo de Sekta, Cason Brena y Trallery que hicieron que las paredes de la mítica sala santanderina vibrasen con estas descargas, en un gran ambiente, con la gente dándolo todo y disfrutando y es que no era para menos. Da gusto ver una sala como ésta llena.