Parece mentira como va pasando el tiempo, pero no hay que lamentarse por ello, sino que hay que saber aprovecharlo al máximo, que al final es lo que nos vamos llevando en este camino que es la vida; y casi sin darnos cuenta terminábamos abril y lo hacía de la misma manera que el primer día de dicho mes, es decir, yendo a un concierto.

Esta vez, y como en los últimos domingos, íbamos a visitar el Alquimia Tavern de Los Corrales de Buelna, donde, una vez más, nos iban a deleitar con una sesión vermú con música en directo, en este caso con la gente de The Old Trastes, una formación con ya una larga trayectoria y a los que había visto previamente cuatro veces y todas en Los Corrales de Buelna, la última durante las pasadas fiestas de San Juan.

¿Qué quiénes son The Old Trastes? Un quinteto compuesto por Nancy a la voz y la guitarra, Oscar a la guitarra, Manu al saxo y la voz, Javi al bajo y coros y Sasha a la batería electrónica y que se centran en recordar buena parte de los clásicos del rock y del pop estatal, principalmente de los años 80, aunque sin dejar de recordar temas de otras épocas y que también son muy añorados por los que éramos adolescentes en aquellos tiempos.

Llegamos con cierta antelación para coger un buen sitio y charlar con algunos de los presentes, mientas aquello iba tomando ambiente, para que, poco más o menos veinte minutos después de la hora fijada, The Old Trastes iniciasen su actuación, con un pequeño repaso a la trayectoria de Joaquín Sabina, primero con “Princesa”, a la que la dieron un toque personal, algo que siempre se agradece cuando se encara un tema de otro autor, para, sin casi pausa, continuar con “Barbi superestar”, otro corte, algo más reciente, pero también muy conocido y en el que incluyeron un fragmento del “Mueve tus caderas” de los Burning.

No querían que aquello se enfriase y continuaron recordando otro tema del cantautor nacido en Úbeda, aunque conectado a esa tierra madrileña, a la que homenajeó en “Pongamos que hablo de Madrid”, y que ellos iniciaron con más fuerza, dándole un toque más guitarrero y con un buen solo final de Óscar, para pasar a agradecernos el haber madrugado para haber ido a verlos, que sabían que algunos habíamos estado de fiesta la noche anterior, siendo el turno de recordar “El roce de tu cuerpo”, de los siempre añorados Platero y Tú, muy celebrada y cantada, con otro buen solo de sus guitarrista.

Momento de un doble homenaje con “Maldigo mi destino”, a Los Sirex, que fueron los que la crearon, y a Loquillo y Los Trogloditas, los que nos la dieron a conocer a muchos, sin casi parar y con ese toque especial del saxo en la parte final, siendo seguida por un movido y divertido “Si si si”, de Los Ronaldos, propicio para que el público, que había acudido en buen número, se animará a bailar.

Nancy reconoció que le fastidia tocar temas lentos porque se corta el ritmo de los conciertos, pero hay algunos que no  pueden faltar, mientras vacilaba con alguno de los presentes, siendo el turno de la preciosa “Una noche sin ti”, de Burning, y que siempre me trae muchos recuerdos de otros tiempos, para ser el turno de una de Loquillo y los Trogloditas, concretamente de ese himno que es “Feo, fuerte y formal”, justo en el momento en que la dirección del local obsequió a los asistentes con una tapa de ensaladilla.

La banda paró brevemente para pedir algo y continuar con la muy animada “El límite”, de La Frontera, que, como la mayoría de las que se oyeron esa mañana, fue muy cantada, para continuar con otro tema muy movido y bailable como es “Esto es un atraco”, de los Burning, y al que le dieron también un toque especial.

Llegaba el momento de la historia de ese “Cadillac solitario”. de Loquillo y los Trogloditas, un tema lento, pero imprescindible en este tipo de formatos, ya que es un clásico del rock estatal, pasando luego Nancy a anunciarnos que ahora se iba a dar un respiro de la labor vocal, para que Manu, cofundador de la banda, fuese el que se hiciese con la voz en “Las chicas son guerreras”, de Coz, un himno, muy movido, con un buen solo de guitarra y un potente sonido de batería final.

Nos pidieron que los acompañásemos con las palmas para dar inicio a “El ritmo del garaje”, de Loquillo y los Trogloditas, ya con Nancy a la voz principal, otra de las que no pueden faltar en un recorrido por el rock de los 80, tras la que nos animaron a que participásemos más, siendo el turno de una de Celtas Cortos, concretamente la conocida “Tranquilo majete” y en la que nos hicieron cantar en esa parte final, con los presentes aún más participativos.

Fue Óscar el que dio inicio a “Carne para linda”, de Loquillo y los Trogloditas, una de las que más me gustan de la citada formación, con ese potente sonido de batería y esa tan reconocible guitarra, para pasar a tocar a una de Ramoncín, bromeando sobre que esperaban que no les denunciase, siendo el turno de “Hormigón, mujeres y alcohol”, con Nancy sin guitarra y con Manu a la armónica, muy cantada, como era de esperar, y es que cuantas juergas nos corrimos de adolescentes con este corte.

Ahora fue Manu el que se puso a la voz y ya con Nancy con su guitarra, para tocar otro clásico como es “Pobre tahúr”, de La Frontera, muy bueno y divertido y con la guitarra sonando muy bien, continuando Manu como vocalista de la genial “Flojos de pantalón”, de Rosendo, un temazo y con uno de los mejores solos de guitarra del rock estatal, perfectamente ejecutado por Óscar.

Tras tomarse un breve respiro, regresaron con otro corte de Ramoncín, en este caso “Al límite”, otro de sus temas más conocidos, con Nancy sin la guitarra, pero con el toque especial que le dio el saxo, también muy cantado, para seguir con una canción que no necesita presentación, “La mataré”, de Loquillo y los Trogloditas, con Nancy de nuevo recuperando su guitarra y con otro buen solo de guitarra a cargo de Óscar.

Después de solucionar unos problemas con la pedalera de Sasha, continuaron con otro temazo como es “Pan de higo” de Rosendo, que sonó muy bien y que yo especialmente disfruté, antes de avisarnos, por si no lo sabíamos, de que “Los rockeros van al infierno”, el clásico tema de los Barón Rojo, con Manu cantando y que sirvió para presentar a los miembros de la banda y darnos las gracias por haber venido, dedicándole Manu el concierto a una amiga que había fallecido y que fue el momento emotivo de la velada.

Nos avisaron de que no les quedaba mucho, siendo el turno de ese himno, que también tantas noches nos ha acompañado, como es “En blanco y negro” de los navarros Barricada, con Manu y Nancy alternándose a las voces, dejándonos con un momento muy especial, cuando Nancy, cantante también de 4 de Copas, invitó a subirse a tocar con ellos a sus compañeros Miguel al bajo y Javi a la guitarra, para lanzarse con ese “Dolores se llamaba Lola” de Los Suaves, que fue cantado por todo el mundo, tanto arriba como abajo del escenario.

Y de esta manera, tras algo más de dos horas sobre las tablas, concluía este ameno y muy divertido concierto de The Old Trastes, con la gente disfrutado de esas canciones que todos los presentes conocíamos, en mayor o menor medida, y a las que ellos dieron un toque especial, respetando la esencia, pero haciéndolas suyas y siempre con esa calidad que sus músicos demuestran sobre el escenario.

Además, introdujeron algunas novedades en el repertorio sobre otras ocasiones que los había visto, lo que siempre es de agradecer para, así, disfrutar de otros temas y que no sean siempre los mismos los que oigamos, aunque es indudable que hay unos cuantos que son fijos, bien sea porque les gusta a los músicos o porque son de los preferidos de sus seguidores y no pueden dejar de tocarlos.

The Old Trastes son una banda con la que pasarás un buen rato, escuchando buenos temas y perfectamente interpretados por sus músicos, por lo que os invitó a verlos en directo cuando tengáis la oportunidad.

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Tras el concierto, nos quedamos todavía un buen rato charlando con músicos y otros allí presentes, con el buen gusto de la velada que acabamos de disfrutar con The Old Trastes, que nos amenizaron esta mañana de domingo, en un lugar, como el Alquimia Tavern de Los Corrales de Buelna, que sigue apostando porque conciertos como éste, hagan que las mañanas de los citados domingos sean diferentes a lo que suele ser habitual en esta localidad. Que se por muchas más.