El primer domingo de mayo, además de ser el día de la madre, también nos traía, una vez más, música en directo al Alquimia Tavern de Los Corrales de Buelna, en esta ocasión de la mano del grupo Ático Acústico, un dúo formado a finales del pasado año, pero que no han parado de actuar en estos pocos meses, algo que habla bien a las claras de que esta propuesta ha calado entre los seguidores a la música en Cantabria.

¿Qué quienes lo forman? Pues ni más ni menos que Goyo Cueto a la voz principal y la guitarra y Javier Boo a la guitarra principal y los coros, haciendo, como ellos bien muestran en sus carteles, un recorrido por algunos de los temas más importantes de la música, tanto estatal como internacional, por lo que la cita era casi obligada y muy apetecible.

Y para allá que nos fuimos, después de cumplir con nuestras obligaciones familiares, regresando al Alquimia Tavern solo una semana después de la anterior visita, llegando un poco ajustados de tiempo y encontrándonos ya una buena afluencia de público en ese momento, aunque la entrada y salida de gente fue la tónica habitual, como suele ocurrir en estos eventos.

Más o menos veinte minutos después de la hora fijada y en un escenario muy adornado y llamativo, comenzaron la velada con “Quiero beber hasta perder el control”, una bonita canción de Los Secretos, aunque quizás habrá gente que la conozca por la versión de Fito y Fitipaldis, tras la que nos saludaron y nos dieron las gracias por haber acudido, para interpretar la genial “Wicked game”, de Chris Isaak y que luego recuperaron H.I.M en sus inicios, un tema que fue interpretado, como todos los que tocaron, con mucha sensibilidad.

Turno ahora para un gran artista que murió arruinado por las drogas, como nos dijeron desde el escenario, interpretando el “Frío”, de Alarma, banda en la que militaba Manolo Tena, que era del que nos estaban hablando, también conocida, más recientemente, por ser habitual en los conciertos de El Drogas, siguiendo con otro músico que también murió a causa de las drogas, como fue el caso de Enrique Urquijo, de Los Secretos, de los que ahora interpretarían la conocida “La calle del olvido”, muy entrañable y que encandiló a muchos de los presentes.

Muy bonita y entrañable les quedó esa versión del “Wish you were here”, de Pink Floyd, que es algo que en acústico solo pueden hacer músicos de la calidad de los que esta mañana estaban actuando, para hablarnos de la temática de una canción tan bonita y que gustó tanto como es “Wonderful tonight”, de Eric Clapton, demostrando la gran clase y estilo de los temas que se habían recogido en este repertorio.

Regresaron a Los Secretos, una banda que les gusta mucho y que visitará Cantabria en septiembre, de los que interpretaron “Pero a tu lado”, otra de esas piezas que es conocida por todo el mundo, justo en el momento en que la dirección del local nos deleitó con una tapa de ensalada de pasta, para visitar tierras mexicanas con su revisión del “Vivir sin aire” de Mana, que sonó muy entrañable en este formato más íntimo.

Otro de esos casos en que un artista hace una canción, pero se la ofrece a otro para que la cante, es lo que ocurrió con “Aunque tu no lo sepas”, escrita por Quique González para Los Problemas, la otra banda de Enrique Urquijo, muy bonita y relajada, para pasar a uno de los grandes grupos de baladas heavys, como Goyo presentó a Scorpions, de los que tocaron el inmortal “Still loving you”, con un inicio en falso, pero que no deslució la genial interpretación, con su vocalista demostrando sus enormes cualidades.

Nos confirmaron que se llaman Ático Acústico, porque, como en esos espacios, nos traen recuerdos de otras épocas, como “Aquellas pequeñas cosas” de Joan Manuel Serrat, con Goyo solamente cantando y dejándonos un momento especial, reconociendo que han querido traer temas clásicos a este formato acústico, siendo el turno de otro gran grupo de baladas como es Whitesnake, de los que interpretaron la inolvidable “Is this love”, en otro momento fantástico y con Goyo dándolo todo.

Ya con el vocalista recuperando la guitara, era el momento de coger un poco de ritmo y para ello era la ocasión de interpretar “Take me home, country roads”, de John Denver, una bella pieza, pero al mismo tiempo movida, para regresar a Los Secretos con otro bello tema como es “Agárrate a mí, María”, que fue muy cantado por buena parte de los presentes que, poco a poco, íbamos animándonos algo más.

Confirmaron que la siguiente canción la íbamos a cantar todos y es que todos los allí presentes conocíamos el tema de Duncan Dhu “Esos ojos negros” y, por ello, acompaños con nuestras voces al dúo en su interpretación, el cual nos animó a cantar sin vergüenza alguna, pasando a un verdadero temazo y que a mí me gusta mucho como es “It´s a heartache”, de Bonnie Tyler, una de las voces más personales de la historia del rock, y que les quedó muy bien.

Como nos aventuraron desde el escenario, el siguiente tema no necesitaba presentación, y es que llegaba el turno de “Soldadito marinero” de Fito y Fitipaldis, muy reconocible desde los primeros acordes, dejándonos un acelerado final, para reconocer que para ellos es un verdadero reto tocar canciones de Queen en acústico, por lo que se imaginan que están en Wembley en 1986, haciéndonos corear con ellos, para dar paso a la conocidísima “I want to break free”, siempre muy celebrada y que fue unida por la no menos genial “I want it all”, de la misma banda, que también fue muy cantada.

Regresaron a la música estatal con “Chica de ayer”, de Nacha Pop, una canción muy emblemática del pop-rock de los años, un verdadero clásico y de los que no pasa el tiempo por ella, para reconocer que en cualquier concierto hay que tocar un poco de blues, siendo el turno de “Sweet home, Chicago”, de Robert Johnson, aunque ellos se basaron más en la versión que hicieron The Blues Brothers y que les quedó muy bien, haciéndonos movernos a su ritmo.

No querían que nos enfriásemos y la anterior fue seguida por “El mundo tras el cristal”, de La Guardia, otra de esas canciones que han pasado el corte del tiempo y que siempre gusta mucho oír, para pasar a una banda que, como nos dijeron desde el escenario, lograron mucho en poco tiempo, siendo el turno del “Have you ever sen the rain?” de los geniales Creedence Clearwater Revival, un verdadero temazo.

Ahora que estaban las gargantas calientes, se animaron a cantar otro clásico, como es el “Stand by me”, de Ben E. King, una de esas canciones tan fáciles de reconocer y que tanto gusta, para regresar a tierras mexicanas y aventurarse con el “Rayando el sol” de Mana, que sonó muy entrañable y que reafirmó el gusto y la calidad del repertorio elegido.

Nos avisaron de que iban a ir encarando la recta final de su actuación, agradeciendo a Carlos, del Alquimia Tavern, por contar con ellos, siendo el momento de otro temazo como es “Englishman in New York”, de Sting, que sonó muy bien en su interpretación, para pasar a tocar una del primer grupo en hacer acústicos dentro del rock y precursores de esa moda que vino después, como nos dijeron desde el escenario, y es que llegaba el turno del “Livin´ on a prayer”, de Bon Jovi, una pieza mítica de la banda que me introdujo en el rock hace ya 36 años.

Muchos más actual en el tiempo es “No puedo vivir sin ti”, original de Los Ronaldos, aunque casi todo el mundo se la adjudica a su vocalista Coque Malla, muy cantada y con Javier incorporando la guitarra eléctrica, para pasar a despedirse con “Cuando brille el sol”, de La Guardia, con Goyo saliendo a tocar junto al público y haciéndonos cantar, algo que logró, ya que los presentes estábamos muy entregados.

De hecho, pese a que confesaban que no tenían más, ante nuestra insistencia, se animaron tocar un tema más, en este caso “No me imagino” de Los Secretos, que defendieron con bastante solvencia y con el que pusieron el punto y final a casi dos horas de un concierto muy entrañable, entretenido y divertido, con un dúo que ha sabido huir de muchos de los cortes más que utilizados por este tipo de bandas e incorporar canciones que también son conocidas y de mucha calidad.

Sin duda, Goyo demostró, una vez más, tener una gran voz, algo que muchos ya sabíamos y abarcando muchos registros, y Javier supo llevar la parte musical con una solvencia y una elegancia que me llamó la atención, logrando una gran comunión con un público que, aunque no fue numeroso, sí que fue activo y participo con el dúo, cantando y, en ocasiones, hasta bailando agarrados.

Ático Acústico es un dúo que en directo nos muestran un amplio abanico de clásicos de la música estatal e internacional, cantados y tocados con mucha calidad, por lo que os animó a verlos.

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Poco después de acabar esta actuación, nos fuimos a otros lugares, con el buen sabor de boca que nos había dejado este dúo llamado Ático Acústico y que amenizaron una mañana más de domingo en el Alquimia Tavern, el único local en todos Los Corrales de Buelna que apuesta por la música en directo, algo que muchos les agradecemos y acudimos, siempre que podemos, a ver dichos conciertos.