Este segundo viernes del mes de mayo era otro día en el que el concierto al que iba a acudir se tuvo que suspender, por lo que hubo que cambiar los planes y, después de investigar entre las diferentes opciones, este contratiempo me iba a permitir ver en directo a dos bandas de metal extremo, a las que no había visto, ni casi escuchado hasta la fecha y como tenga esa máxima de que hay que seguir conociendo grupos diferentes a los que ya has visto, me apunté este evento en mi agenda.
Este concierto, que iban a protagonizar los madrileños Hipoxia y los cántabros Funebre Devastation, tenía lugar en la mítica Rock Beer The New de Santander, a donde regresaba solo dos semanas después de mi anterior visita, tras hacer los habituales malabarismos de los viernes, al estar tan cerca la salida de mis ocupaciones laborales y el comienzo del evento, con 30 km de distancia por medio.
Una vez llegué allí, pude comprobar que aquello se iba a demorar, ya que las pruebas de sonido se habían retrasado, viéndose ya un buen número de gente, lo que solamente fue en aumento, hasta llegar a tener una más que una importante afluencia cuando el concierto arrancó, una hora después de la fijada en el cartel.
Los primeros en salir fueron Hipoxia, que ahora son un cuarteto, integrado por E, a la voz, JK y JM, a las guitarras, y K, a la batería, ya que han prescindido de su bajista, siendo una banda que se formó en el año 2009 y, como ellos mismos definen en sus redes, intentan dar una vuelta de tuerca al Doom, mezclándolo con otros estilos, buscando y logrando que su sonido sea muy intenso.
Hipoxia
Hasta el momento han editado la demo “Doomrehearsal”, del 2010, los discos “Hipoxia”, del 2012, “Si Devs Esset Occidendvs Erit - Monvmentvm ab Khaos I”, del 2016, y “Rvinae Ira, Creans Rvina Eo Tempore Est - Monvmentvm ab Khaos II” del 2018, además de los compartidos “Hipoxia / Gangrened”, del 2013, e “Hipoxia / Ballard”, del 2021, y el single “No tememos un mundo en ruinas”, del 2021: como podéis ver, no han perdido el tiempo.
Iniciaron su andadura con “False destiny”, de su último disco compartido, en medio de una escasa luz y con la gente acercándose a las primeras filas, empezando con fuerza, pero con un sonido lento y pesado, con su vocalista subiendo y bajando del escenario y dándole más dramatismo al corte, manteniendo ese ritmo lento y contundente, aunque en la parte final se fue acelerando y ganando intensidad y fuerza. Realmente una experiencia muy envolvente.
Tras esta extensa pieza, pasamos a una más “corta”, aunque supera los 7 minutos, y es que llegaba el turno de ese single de hace dos años llamado “No tememos un mundo en ruinas”, con dedicatoria incluida y que comenzó de manera muy rápida, con mucha fuerza e intensidad, pero también con momentos más lentos y relajados, siendo un tema con muchas variaciones y que le hacen algo más asumible para un público no tan acostumbrado a estos sonidos, pero siempre dentro del estilo de la banda.
Llegaba el turno de un corte nuevo y del que todavía no tienen ni nombre, que se inició tras un interludio y que se fue acelerando, con mucha presencia de la batería, siendo un tema machacón y potente, que luego se ralentizó, pero con muchos efectos y con ese sonido siempre oscuro y contundente que poseen, ampliando esos efectos de guitarra y recuperando la fuerza, topándonos con una parte todavía más oscura y en la que fueron decelerando, para, tras un grito de su cantante, acabar a mucha velocidad.
Hipoxia
De esta manera y con una outro sonando de fondo, terminaba la actuación de unos Hipoxia que tocaron, aproximadamente, 45 minutos, siendo un concierto muy intenso, muy oscuro, con mucha fuerza y abundantes contrastes, algo que se puede comprobar en que solo tocaron 3 temas, pero que supieron captar la atención y el interés de un público que contempló su velada entre sorprendido y entregado.
Es evidente que no es una música fácil, ni mucho menos, ya que necesitas estar muy atento a lo que allí está ocurriendo, sin perder detalle y con todos los sentidos destinados a introducirte en esa especie de ritual que la banda parece querer crear con su música, demostrando la calidad de sus integrantes, ya que cada detalle se nota en este estilo, destacando la intensidad de su sonido y la fuerza de la voz.
Si buscas experiencias nuevas dentro del Doom o estilos similares, y no los conoces, te aconsejo ver en directo a Hipoxia, una banda que en vivo te harán disfrutar con su propuesta, diferente a la de la mayoría de los grupos del estilo.
Afortunadamente, el cambio fue bastante rápido e hizo que recuperásemos parte del tiempo perdido en las pruebas, por lo que enseguida teníamos sobre las tablas a la gente de Funebre Devastation, formado en el año 2018 y que en la actualidad está integrado por Erun-Dagoth, a la voz y la guitarra, Valandro, a la otra guitarra, Jose Opposer, al bajo y coros, y Argus , a la batería.
Su música es una mezcla de Death, Thrash y Black Metal de la vieja escuela, algo que ya han reflejado en sus dos discos hasta la fecha, “Rebirth of the Cursed Spectre”, del 2019, y su más reciente “Vehement Doomination”, del pasado 2022, subiéndose al escenario y presentándose, proclamado que querían un poco de violencia y arrancando su descarga con el mismo tema que da comienzo a su último trabajo, es decir, con “Unleashing the beast”, que, además, fue adelanto del mismo, con mucha fuerza y demostrando la enorme calidad de todos sus componentes.
Tras preguntarnos si se oía todo bien, alegrándose de que así fuera, continuaron el recorrido a su actual disco con “Sons of the scorn”, con la batería a toda velocidad, teniendo este corte un sonido muy crudo, con mucha fuerza y cantado con agresividad, pasando a celebrar que tenían un miembro nuevo en la banda, Valandro, que debutaba ese día, y recordando su anterior plástico con el tema que lo abría, es decir, con “Rise of the crawling dominion”, con un muy contundente inicio y contando con mucha fuerza y potencia durante toda su ejecución.
Se tomaron un breve respiro, recriminándonos que no veía mucha actividad en el pogo, siendo el momento de regresar a su actual álbum con “Your sickness is mine”, el corte que lo cerraba, que empezó tranquilo, pero con mucha fuerza y la batería sonando de manera bestial, siendo un tema muy rápido y potente, continuando en el mismo disco con uno de mis favoritos como es “Nuclear peace or pandemic times of terror”, un temazo, con mucha fuerza y con la gente participando más a requerimiento de Erun-Dagoth.
Funebre Devastation
Después de preguntarnos si queríamos más caña, con la afirmativa respuesta de la concurrencia, nos trasladaron hasta su primer disco con “Punishment shall be inherit”, muy rápida de entrada, con José arropando con su voz y dándola un toque especial, mientras la batería sonaba atronadora, para mostrarse encantados por la acogida, antes de volver a su más reciente trabajo con “Litanies of the demon cult”, que empezó lenta, para luego coger fuerza, sonando muy poderosa y contundente.
Regresaban al primer disco y lo hacían con “A new age of darkness”, comenzando a toda velocidad, con una muy rápida batería, pero con ese cambio de ritmo hacia la mitad que la da un toque personal y durante la cual se lucieron los músicos, para continuar con otra que, nos avisaron, era igual de cañera, “Hammer of vengeance”, de su última obra, y que, efectivamente, es una canción muy rápida, con la batería a toda velocidad, resultando muy corta y directa en relación al resto de sus piezas.
Nos avisaron de que iban a ir acabando, siendo el turno de “The fire millennium”, de su actual disco, que empezó lenta, pero con mucha potencia, para luego coger velocidad y logrando que la gente hiciese un circle pit, como los habían animado desde el escenario, agradeciéndonos nuestra presencia, para, en un principio, tocar la última, “Vehement and furious”, de su misma obra, empezando con ese sonido rápido y machacón, pero luego volviéndose algo más relajada, aunque igual de intensa.
Funebre Devastation
Sin embargo, la gente quería más de manera insistente y, aunque la banda no tenía más temas preparados, se decidieron a repetir “Nuclear peace or pandemic times of terror”, empezando muy rápido, pero con contrastes y con el que darían por terminada, ahora sí, su actuación tras otras, más o menos, 45 minutos, de un concierto muy corto, pero rápido e intenso y que realmente me gustó mucho.
Los que ya tenemos algunos años recordamos con cariño aquellos años 80 y primeros 90, cuando el metal extremo era más tosco, menos pulido, pero de mucha calidad, y eso es lo que vienen a ofrecernos Funebre Devastation, algo que se puede apreciar en sus dos discos, pero que en directo todavía gana mucha más fuerza y crudeza, sin olvidar que estamos ante grandes músicos, con mucha experiencia y que saben perfectamente lo que se traen entre manos.
Habrá que ver cuáles son los pasos que da la banda, que parece haberse consolidado con este gran segundo disco y con directos como el de esa noche, que os ánimo a comprobar por vosotros mismos, cuando tengáis la posibilidad.
Dicen que no hay mal que por bien no venga y al no celebrarse el concierto al que pensaba acudir, me topé con este de Hipoxia y Funebre Devastation, en donde descubrí a dos grandes bandas, que nos dejaron dos grandes actuaciones y todo ello gracias a la gente del Rock Beer The New, que sigue apostando por la música en directo y de donde me marché, con material de ambos grupos debajo del brazo y muy contento por lo allí vivido.