Seguíamos con esa semana tan musical que estábamos disfrutando en Los Corrales de Buelna, con motivo de las fiestas de San Juan, y lo hacíamos este martes con un cambio en la banda que iba a tocar y es que, tal y como me dijo Víctor Quevedo el día anterior, éste actuaría con la Green River Tribute, ya que la cantante de False Pretense, el grupo que estaba anunciado, tenía un problema con su voz y no iban a poder llevar a cabo dicha actuación.
Como sabía que el concierto se iba a retrasar un poco, debido a las obligaciones laborales del mencionado Víctor, llegué, esta vez, con tiempo de sobra para ver, por segunda vez este año, a esta banda que homenajea a los grandes y únicos Creedence Clearwater Revival, estando la formación integrada por Víctor Quevedo, a la voz y guitarra, David Holgado, a la guitarra eléctrica y coros, Miguelo Sánchez, al bajo, e Iván Sainz-Rozas, a la batería.
Tras esperar a que llegase el cantante, éste hizo una rápida prueba de sonido y, después de pedir aplausos para los técnicos, comenzaron la descarga con el conocido “Travellin´ band”, presente en el quinto disco de la banda homenajeada, “Cosmo´s factory”, de 1970, una gran pieza y muy rápida, que sirvió para meternos en ambiente, para continuar, sin pausa alguna, con “Born on the bayou”, de su segundo trabajo “Bayou country”, de 1969, con ese ritmo más pausado, pero muy contagioso que tiene.
Green River Tribute
Había ya una buena cantidad de gente y es que, además, el tiempo y la temperatura acompañaban, continuando, tras pedir bebida y al público que se acercará, con la pegadiza “Up around the bend”, también de su quinto trabajo y que, como bien dijeron desde el escenario, es un corte que conoce cualquiera que haya tenido una radio, muy animado, para continuar lanzando loas a las fiestas de San Juan, siendo el turno de “Sweet hitch-hiker”, que cerraba el séptimo y último disco de la banda, “Mardi gras, de 1972, muy pegadiza y animada, haciendo que los presentes se movieran con su ritmo.
Llegaba el momento de escuchar “Commotion”, de su tercer trabajo, “Green River”, de 1969, que habla de los placeres de la vida rural, bromeando sobre el sitio en donde estaba llevándose a cabo el concierto, con un sonido inquietante y dejándonos un muy buen tema, para avisarnos de cómo se llamaba la siguiente, “Down on the corner”, que abría su cuarta obra, “Willy and the poor boys”, de 1969, otra muy buena y pegadiza canción, que, como todas, fue tocada con mucha clase.
Se abría el turno de las dedicatorias y para “Lodi” se acordaron de uno de los presentes, una canción de su segundo disco, muy buena y con ese sonido tan tranquilo, pero que engancha, tras la que solicitaron a las peñas que se acercasen, algo que algunas hicieron, pasando a tocar el “Hello, Mary Lou”, de Ricky Nelson, pero que ellos recogieron en su último trabajo, muy movida y pegadiza y que hizo que aquello se animará un poco más.
Mostrándose afortunados de que no lloviese, era el momento de ellas bella pieza que se llama “Who'll stop the rain”, de su quinto disco, muy relajada, pero pegadiza, tras la que tocaron otro corte que no me dio tiempo a reconocer, pero que, si me di cuenta de que era muy animado, antes de lanzarse con el tema que da nombre a la banda, “Green river”, presente en tercer trabajo de la banda, con ese juguetón sonido de guitarra inicial y que siguió animando a los allí congregados.
Green River Tribute
Pero para movida y animada “Molina”, de su sexto disco, “Pendulum”, de 1970, con ese inicio tan machacón y un ritmo constante, que te hace mover los pies y la cabeza casi sin querer, igual que aquella versión del “Good golly, Miss Molly”, de Little Richard, y que ellos grabaron en su segundo álbum, muy eléctrica y que nos lleva a los orígenes del rock and roll, allá por los años 50.
Sobre la siguiente canción, “Tombstone shadow”, de su tercer trabajo, nos dijeron que habla sobre aquellos que son desgraciados y quieren dejar de serlo, pero la suerte no cambia, una buena pieza y en la que, como durante toda la velada, lo dieron todo y lo disfrutaron, para, sin dejar este disco, lanzarse a tocar una adaptación del “The night time is the right time”, de Nappy Brown, que, como dijeron desde el escenario, la ha versionado todo el mundo, un corte muy animado y pegadizo, con ese ritmo que te lleva y esos coros tan envolventes.
Regresaron a su quinto disco con “I heard it through the grapevine”, versión de Norman Whitfield y Barrett Strong, que habla sobre la gente que se mete en la vida de los demás, con una muy buena interpretación de David y con Víctor bajando, en la parte final, para tocar entre la gente, pasando a dedicar a la madre de David, allí presente, la compañera de trabajo de la anterior, la preciosa “Long as I can see the light”, que comenzó relajada, pero con esa fuerza interna que la banda tiene en sus composiciones y con el guitarrista luciéndose.
Green River Tribute
Empezaron a amenazar con irse, aunque antes pidieron algo de bebida, pasando a dedicar a Tom Fernández, de la academia de igual nombre y que había actuado el día anterior junto a sus alumnos, la inmortal “Bad moon rising”, de su tercer trabajo, una canción muy conocida por todos, pasando a recordar la primera vez que tocaron allí, aun sin Víctor en sus filas, siendo el momento de otro tema que es un clásico, “Proud Mary”, de su segundo disco y en el que quisieron recordar a Tina Turner, recientemente fallecida, y que también la cantaba, dejándonos una pieza muy movida y animada.
Aunque nos dijeron que no había más, sí que quedaba tiempo para cantar ese temazo popular que es “The midnight special”, registrado en su cuarto disco, empezando Víctor en solitario, muy coreado y cuyo final prolongaron, mientras hacían cantar a los presentes, anunciándonos que la próxima era la última, siendo el turno de la atemporal “Have you ever seen the rain?”, de su sexto trabajo, solicitando un chato (para los que no lo sepan, es un vino dulce típico de las ferias, al menos en Cantabria), recordando los grupos que iban a tocar en los próximos días y avisándonos de que este temas era para disfrutarlo, como así hicimos.
Y aunque hicieron un amago de irse, todavía seguirían un rato más, dedicando “Rockin All Over The World”, del segundo disco en solitario de John Fogerty, cantante de la banda y popularizado por Status Quo, a Javi, un conocido vecino de la localidad, siendo una canción muy movida y cantada, para despedirse, tras presentar a los músicos del grupo, con la genial “Fortunate son”, de su cuarto álbum, y con el que dieron por concluida su actuación tras casi dos horas.
Green River Tribute
Como nos esperábamos, la Green River Tribute dieron un gran concierto, convirtiendo aquello en una gran fiesta, siendo una actuación amena y divertida, pero no exenta de la calidad que sus músicos destilan por todos sus poros, haciéndonos pasar un gran rato, con esos temas que, en mayor o menor medida, todos conocemos y que forman parte de la historia del rock and roll.
Nunca dos conciertos de esta banda son iguales, aunque toquen los mismos temas, y eso es gracias a la facilidad que tienen de improvisar, especialmente su vocalista, pero es que estamos ante unos grandísimos músicos, a los que da gusto escuchar, en este caso recordando a uno de esos grupos que son leyenda y que, gracias a formaciones como la Green River Tribute, llegan a gente que, quizás, de otra manera, no conocería estas canciones.
Sin duda, es una banda muy recomendable para ver en directo y dejarte llevar por esa música que nunca pasa de moda.
Tras acabar el concierto, nos tomamos unas cañas por las casetas, que allí estaban ubicadas, todavía con el buen sabor de boca por la actuación que habíamos disfrutado, a cargo de Green River Tribute, contentos porque ese día el tiempo nos hubiera respetado y pudiésemos vivirlo con total normalidad, y, aunque nos dio pena no poder haber descubierto a False Pretense, al menos pudimos gozarlo con este grupo y el recuerdo del legado de la Creedence Clearwater Revival.