Esa jornada de jueves, día 22 de junio, la gente en Los Corrales de Buelna estaba algo revolucionada ante la actuación, esa noche, de la conocida orquesta Panorama, que se previa iba a atraer a mucho visitante a dicha localidad, lo que provocaba la curiosidad de los allí residentes y más teniendo en cuenta el pastizal que se habían gastado la autoridades para traerla; daba para hacer un festival de rock, con grupos locales y un par de buenas bandas estatales, que te hubieran llenado la plaza, pero…
Pese a que no niego que iba a pasar a curiosear, mi prioridad ese día era volver a la Plaza de la Constitución, como llevaba haciendo todos los días desde que empezaron las fiestas, para ver en directo a mis amigos de Duro, es decir a Jon Manjón, guitarra y voz, Alberto Maestegui “Cucu”, bajo y coros, e Iván Saiz Menocal “Chivi”, batería y coros, los mismos que cuando empezaron hace 8 años.
Se han ganado a pulso un hueco y un reconocimiento dentro de la escena cántabra, gracias a no parar de actuar en directo y a esos tres grandes trabajos que tienen editados hasta la fecha, “Codicia”, del 2017, “Vive”, del 2018, y “Pandemia”, del 2020, y con el que tuve la oportunidad de entrevistarles.
Tal y como me temía, llegué con el concierto ya empezado por cuestiones laborales y porque el autobús, en el que iba a viajar, vino mucho más tarde de lo habitual por una prueba ciclista que se estaba celebrando en las proximidades, pero allí estaba, para ver a los de Cabezón de la Sal, como hacía un mes y medio atrás y por cuarta vez este año.
Duro
Me comentó alguno de los presentes que llevaban unos diez minutos de concierto, con una buena afluencia de gente en la plaza, en parte por el buen día y en parte, porque no decirlo, por el tirón de la mencionada orquesta, sonando en ese momento “Contigo a solas”, de su primer disco, pidiéndonos que nos acercásemos, siendo un tema muy intenso y que fue creciendo más y más.
Nos comentaron que ya se veía que íbamos calentando, antes de seguir con “Vive”, del disco de igual título, y es que en esta vida estamos de paso y, por ello, hay que vivir, con una muy potente sección rítmica y buscando y ganándose la complicidad de los presentes, para animarnos a acercarnos más y, de esta manera, poder interactuar más, continuando en su segundo trabajo con “Tiempo perdido”, una gran pieza y que te engancha nada más escucharla, demostrando la contundencia de su propuesta.
Empezaron el recorrido integro a su último disco con “Tu bombón”, esa canción en la que nos animaron a bailar con su ritmo, muy pegadiza y con un gran solo de guitarra, para invitarnos a colaborar con ellos en un tema muy especial para la banda como es “Grita”, del mismo plástico, parando el mismo ante la poca respuesta de los presentes y así captar su atención y lograr que, después, la gente reaccionase, en uno de los momentos más divertidos de sus conciertos.
Continuando el recorrido por su presente lanzamiento, era el momento de la que le da nombre, la genial “Pandemia”, recordando que tenían material de merchán, por si alguien quería, dejándonos un verdadero temazo y que nos recuerda lo que, esperemos, no tener que volver a vivir, siendo el turno de otra canción de su último disco, “El limbo”, una gran composición, como todas la que se incluyen en este fantástico trabajo, y con esos efectos con los pedales que tan bien les quedan.
Duro
Llegaba el momento de la canción mariquita, como Cucu define siempre a “Camino”, también de su obra de hace 3 años, y como éste siempre se queja de la misma, contaron con Vero, de The Birras y Berna Serna, al bajo, una muy buena pieza y en la que el bajista se quedó para acompañarlos a los coros, siendo Vero despedida con muchos aplausos antes de continuar con “Querida humanidad”, del mismo trabajo, otro gran corte y que es una reflexión sobre lo que está haciendo el ser humano con el planeta, un tema que tiene una letra muy elaborada.
Con más motivo, deberíamos leer atentamente la letra de “Normal”, compañero de disco de los anteriores, y más en estos tiempos de crispación, un corte que siempre me ha gustado mucho y que te motiva a pensar las cosas dos veces antes de juzgar a los demás, para, a continuación, agradecer a la organización y a los que hicieron posible que esa tarde-noche ellos estuvieran allí, recuperando “La arrancadera”, de su ópera prima, explicándonos como era el estribillo, para hacerlo muy especial, en otro de los momentos más importantes de sus conciertos, con toda la gente alzando sus vasos en señal de brindis.
Empezaron a despedirse y se mostraron agradecidos por nuestra acogida, siendo el turno de otra de su primer trabajo, “Reorganización”, muy potente y pesada y con un gran solo de Jon, mostrándose encantados de que en las fiestas de los pueblos, además de orquestas, traigan grupos emergentes como ellos, recordando anteriores visitas y, especialmente, al, de momento, desaparecido Rebujas Rock, en cuya edición 2020, que fue vía streaming, participaron, despidiéndose con “Necesidad”, otro tema de su obra de hace 6 años, reiterando los agradecimientos, un gran corte y con Jon sobre la batería, en la parte final y Chivi acelerando el ritmo del mismo, terminando presentando a los integrantes de la banda.
Duro
Y aunque hicieron amago de irse, preguntaron si había posibilidad de tocar una más, ya que la hora del comienzo de la orquesta se aproximaba y no se querían solapar eventos, teniendo la ocasión de escuchar “Reset”, una de las canciones de nueva hornada, que todavía no han publicado en ningún disco, aunque ya han tocado en varias ocasiones, la cual empezó con mucha fuerza y que mantuvo esa potencia durante el resto de la misma.
En la más o menos hora y cuarto larga que Duro estuvieron sobre las tablas dieron un conciertazo, como es habitual en ellos, dándolo todo y ganándose, tanto a aquellos que no los conocían, como a los que ya les vamos siguiendo desde sus orígenes, con ese rock a secas, que es como ellos autodenominan a su música, muy directo, pero no exento de calidad y que en directo demuestran que son verdaderas apisonadoras.
Aquella máxima de menos es más se cumple con esta banda cántabra y es que meten bien de caña en directo, pese a ser un trío, sobrepasando lo que se puede apreciar en sus discos, que ya son intensos y de gran calidad, con temas que se te quedan grabados, pero en los que, además, vemos la gran labor de sus intérpretes, notándose esa evolución positiva que la banda ha tenido, hasta llegar a ser una propuesta que gusta mucho ver en vivo.
Un verdadero seguro de diversión y buena música son los conciertos de Duro, quien siguen recorriendo diferentes pueblos y ciudades con su música y a los que, seguro, no tardaré mucho en volver a ver en vivo, algo que os aconsejo encarecidamente.
Si, tal y como dije más arriba, también fui a ver un rato a la famosa orquesta, muy visual y mucho espectáculo, pero no tiene nada que ver con lo que habíamos disfrutado en la plaza con Duro, música de verdad, directa y con gancho, tocada por gente que siente lo que hace, como vienen demostrando durante estos 8 años de trayectoria.
Hay gustos para todos y todos son respetables, pero a mí, si me dan a elegir, quiero música con sentimiento, como la que hace este trío, que nos hicieron pasarlo muy bien en esta tarde-noche de jueves.