Llegábamos a la jornada del viernes, en las fiestas de San Juan en Los Corrales de Buelna, en el que iba a ser el último concierto, como tal, que vería en esta Plaza de la Constitución, donde tantos y tan buenos ratos había pasado y que todavía pasaría, pero ya sin el arropé de la música en vivo, aunque todavía nos quedaba disfrutar con la actuación de la gente de Pájaros de Barro, a los que había visto en directo, en esa misma localidad y solamente hacía un mes.

Pese a que había muchas y muy interesantes propuestas esa misma jornada y no muy lejos de allí, el concierto de este cuarteto se ajustaba más a mis horarios, además de permitirme disfrutar de más cosas durante el resto de la noche, todo ello, sin olvidar, que iba a repetir gracias a las buenas sensaciones y al buen rato que pasé con este grupo, integrado por Ludo Terruella, voz y teclados, Mario Sánchez, como nuevo guitarra, Juanjo Gil, bajo, y Rober López, batería, y que iban a repasar buena parte de los clásicos de la discografía de El Último de la Fila y de Manolo García.

Se notaba que había ganas de fiesta y lo señalado de la fecha, la noche de la hoguera de San Juan, debido a la gran afluencia de gente que se veía por la plaza, comenzando, tras los habituales ajustes, con “Llanto de pasión”, una pieza muy pegadiza y movida, animando a los asistentes y con los teclados bastante presentes, tras la que se presentaron y nos agradecieron nuestros aplausos, para continuar con la genial “Querida Milagros”, un verdadero clásico y que fue la primera canción que recuerdo haber escuchado de la banda a mediados de los 80.

Continuaron en esa década, con “Lejos de las leyes de los hombres”, otro de esos temas que todos hemos oído, aunque quizás no nos hayamos parado a escucharlo, dejándonos con un intenso final, pasando ahora a repasar la actividad de Manolo García, el 50% de El Último de la Fila, con “Un giro teatral”,  que, como nos comentaron desde el escenario, habla de una historia de celos fatal, un corte muy relajado y con una elaborada letra, demostrándonos lo buenos músicos  que son y lo coordinados que están.

Volvemos a los temas del popular dúo con “Cuando el mar te tenga”, otra de esas canciones que forman parte de nuestra banda sonora, ya que no paraba de sonar por la radio en nuestra adolescencia, muy animada y pegadiza, tras la que nos pidieron que nos acercásemos un poco más, para sentir nuestro contacto y, así, romper esa barrera que hace más frio los directos, continuando con la genial “El loco de la calle”, muy celebrada y con gente más cerca, sirviendo también como presentación de Mario Sánchez y dejándonos buenas sensaciones.

Nos pidieron que no invocásemos al “Dios de la lluvia”, que bastante había llovido los días precedentes, con un bajo bien marcado y una muy buena guitarra acústica que dio clase al corte, tras el cual pararon brevemente para hacer algunos ajustes técnicos y así poder continuar su concierto con la máxima calidad, siguiendo con “Canta por mí”, de nuevo con Mario a la guitarra eléctrica, otra de esas canciones que todos conocemos y que sonó muy bien.

Era el momento de tener cuidado porque venían rozando los tejados los “Aviones plateados”, muy buena y animada y en la que nos pidieron que cantásemos con ellos su parte final, para llegar a un tema que supuso el punto de inflexión en este concierto, como fue “Huesos”, de aquella primera banda conjunta de ambos músicos, llamada Los Burros, el cual fue muy celebrado y con el que hicieron cantar a buen parte de la plaza, que parece ya había calentado lo suficiente.

Y es que, a partir de ese momento, todas las canciones fueron recibidas con entusiasmo, algo lógico cuando llega un temazo como “Insurrección”, con la acústica teniendo mucha presencia en la que es, probablemente, la pieza más conocida de la banda, siendo, como era esperar, muy celebrada, igual que lo fue otro de esos temas que todos hemos oído y, porque no decirlo, cantado, como es “Como un burro aparcado a la puerta del baile”, muy pegadizo y quedón.

El teclado fue el encargado de dar inicio a “Lápiz y tinta”, un corte muy bueno y animado que prolongó ese buen ambiente reinante y los cánticos de la concurrencia, para continuar con “Dulces sueños”, con un sonido más cañero, dentro del estilo de la banda, muy coreado y, de nuevo, haciendo cantar a los allí presentes, que estábamos disfrutando tanto con estos temas, como con la ejecución de los mismos.

Llegaba el momento de otro de esos temas por los que no pasa el tiempo como es “Sara”, con Ludo tocando un cencerro para acompañar este corte, por todos conocidos, para, tras cosechar un buen puñado de aplausos, lanzarse a por esa canción de Manolo García en solitario, que lleva por nombre “Pájaros de barro”, el mismo que el de la formación que estaba tocando esta noche, otra gran pieza y con Mario utilizando la acústica.

Empezaron a despedirse y es que, como nos dijeron desde el escenario, todo lo que empieza tiene un final, siendo el turno de otro corte de la aventura de Manolo García en solitario, en este caso “A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando”, un tema muy pegadizo y cantado por todos los allí congregados y que fue muy celebrado cuando fue anunciado.

Pero la gente y la banda querían más, así que ésta se animó a repetir un par de ellas, no sin antes agradecer la labor de los técnicos, siendo la primera en volver a tocar “Insurrección”, en la que nos pidieron nuestras palmas, haciendo una buena interpretación, para, tras felicitar a una persona de las que estaban entre el público que hacía años, concluir con “Como un burro aparcado a la puerta del baile”, con esa guitarra tan intensa en su parte final.

De esta manera y tras más o menos hora y media sobre las tablas, concluía la actuación de unos Pájaros de Barro, que dieron un muy buen concierto, logrando ganarse, poco a poco, la atención de la gente, que tenía ganas de disfrutar y que lo hizo con estos temas, muy conocidos por todos, pero que siempre suenan de una manera especial cuando son interpretados por músicos que sienten lo que tocan.

Disfruté de este concierto, todavía más que la anterior vez que los vi y es que esta vez ya sabía lo que me iba a encontrar, pese a que no conocía que habían cambiado de guitarra, ya que estos Pájaros de Barro son una gran banda, con un vocalista que saben encarar muy bien la voz de Manolo García, una fabulosa sección rítmica y Mario, que me pareció un muy buen guitarrista, todo ello arropado por unos buenos teclados.

Si te gusta El Último de la Fila o, en general, la música pop-rock estatal de los 80-90, no debes perderte a Pájaros de Barro en directo, ya que verás a una gran banda y escucharás temas que te transportarán a aquella época.

www.facebook.com/profile.php?id=100083095972873
www.instagram.com/pajarosdebarrotributo

De esta manera concluían, para mí, los conciertos en las fiestas de San Juan en Los Corrales de Buelna, que os he venido contando en esta serie de crónicas, siendo 6 las actuaciones que vi y fragmentos de alguna otra, siempre con los músicos brillando a gran altura y sacando las mismas adelante, pese a la lluvia y a algún que otro contratiempo.

Esperemos que el próximo año podamos seguir disfrutando de este tipo de eventos, que tan necesarios son, y, ya puestos a pedir, que se busque alguna solución a las posibles inclemencias del tiempo, algo que público, músicos y gente de las casetas agradeceríamos.

Nos vemos en San Juan 2024.