Pasaban unos minutos de las tres de la tarde cuando abrieron las puertas. La marea negra nos dividimos entre los que entrábamos al recinto para escuchar a las bandas y los que tuvieron que habilitar su entrada única del Sábado. Pasamos por debajo de la gigantesca entrada, una estructura con andamios dónde unas lonas nos daban la bienvenida en inglés con un "WE SALUTE YOU".
Buena temperatura con sol, alguna nube y una brisa que nos daban algo de chance. ¡Al fin íbamos a tener el día de festival que nos merecíamos todos!. Llegamos y vimos como los charcos del día anterior habían desaparecido, la organización hizo un buen trabajo para que todo quedase de la mejor de las formas, no hay nada que arena y paja no solucionen. En esta edición tampoco nos acercamos a los exitosos acústicos que programaron en la plaza de la Marina dónde actuaron Argion y Sylvania el Viernes y el Sábado respectivamente, ya que estábamos recargando pilas para aguantar toda la jornada hasta cuatro de la madrugada.
Incursed
Unos potentes Incursed empezaban puntuales en el Silver Stage. Su vocalista Jonkol ataviado con redes y harapos, salió con su teclado Roland y comenzó a muerte. Estos piratas del metal son brutales, sus temas son muy pegadizos y muy bestias, perfecto para hacernos bailar a todos con un cuerno de cerveza en mano. Repasaron su trayectoria musical y se centraron en cortes de su último trabajo "Baskavígin" (2021).
Hubo un tema más lento con unas bonitas guitarras que me gustó particularmente, pero en general nos peinaron para atrás con su rápida mezcla de estilos viking/pagan/folk metal. La gente motivada les pidió 20 canciones más, pero solo tenían media hora para meternos a todos en el bolsillo. Hicieron una versión del ochentero "Take on me" y sobre las cuatro terminaron su fantástica actuación, obviamente se nos pasó volando ¡necesitábamos más!.
Incursed
Después de un reajuste técnico, Cinonia empezó a muerte, el trío vallisoletano salió a dar el 100% desde el minuto uno. Hacía ya varios años que no les veíamos en directo y el cambio se ve monumental. El pulcro sonido les acompañaba perfecto con su interpretación. Hay gente a la que sigue sin gustarle las bandas instrumentales, pero estos chicos tienen temas muy tochos, metal pesado muy intenso y una actitud con la que arrasan.
En alguno de los temas sonaron unos coros grabados que nos pusieron la piel de gallina, le daban un toque muy distintivo. Tocaron temas de su último trabajo "Animal Chapters" sacado este mismo año. El sonido del tema "Whales" nos recordó al guitarrista y compositor Andy Timmons. Su bajista Jorge Fraguas nos agradeció a los asistentes el acudir a este tipo de festivales y fueron a por el último tema. Entre una fuerte ovación les despedimos.
Ciconia
Death & Legacy aparecieron en escena. Ya les habíamos visto en sala el pasado Diciembre y ahora tocaba verles en escenario grande, y vaya puesta en escena: guturales feroces, guitarras agresivas y unos bajo y batería incesantes, los de Zamora salieron a matar! Su vocalista Hynphernia se comió el escenario con una actitud arrolladora, no cesó su headbanding.
Tocaron temas de su último disco "Inf3rno" (2020). Vimos a un sobresaliente y disfruton Manu Acilu brillar sobre las tablas. En esta ocasión decidieron subir a un par de amigos a cantar, la primera en salir fue Jesse Williams (vocalista de Ankor) para tocar "Ethernal" con su voz melódica, quedó muy bien el tándem de voces femeninas. El siguiente en subir a colaborar fue, un arrasador Javi Sagittar (vocalista de Killus) para cantar otros dos temas que quedaron brutales en directo. Después de varios temas, nos acercamos para ver el Metal Market en profundidad mientras sonaban de fondo.
Death and Legacy
Cambio de tercio completamente cuando Celtian aparecieron en el Cooper Stage. El sonido celta y un buen rollismo inundaron el festival. Aunque la batería sonaba muy alta y tapaba el resto de instrumentos durante las dos primeras canciones, luego pudieron regularlo y empezó a escucharse todo en condiciones. La dulce voz de Xana Lavey nos cautivó.
El violín y la flauta travesera le dan ese toque etéreo y fresco a la banda. Tocaron temas como "Lágrimas de cera" o "En tierra de hadas". Esta banda madrileña tienen muchísima calidad y los asistentes disfrutamos muchísimo. El sol se ocultó tras el escenario, algo que se agradeció con el calor que hacía. Antes de que acabasen su actuación decidimos movernos al escenario de al lado e intentar pillar sitio para ver a los Crisix.
Celtian
Los Crisix llegaron pisando fuerte, como sólo ellos saben hacer. Juli Bazooka y los suyos saben muy bien como animar al público con su energía arrolladora. Dedicaron un tema a los que abusan de su poder, y no puedo contar mucho más ya que nos pasamos todo su concierto en un gran y casi constante circle pitt… (…es lo que tiene dejarse llevar por los de Igualada). Hubo un leve parón y la gente comenzó a vitorear el mítico "Oeee, oe, oe, oe...". A una de esas la banda nos mandó bajarnos al suelo para posteriormente hacernos saltar como locos. Bromearon con interpretar un tema de Rosalía y se intercambiaron los instrumentos momentáneamente (como suele ser habitual en sus directos). Iban cayendo los cortes como "Full HD" o "G.M.M", y en "Ultra Thrash" BB Plaza bajó al público, Juli nos pidió que creáramos un circle pit alrededor de su compañero y después del momentazo para recordar, le auparon y le llevaron de vuelta al foso.
Los Crisix son entregados e inagotables, venían desde Frankfurt de gira sin dormir, pero eso no influyó para demostrar una vez más que arrasan allá dónde van, fue la actuación que se comió el festival. Se despidieron y anunciaron que al día siguiente tocarían en Estrasburgo. Fue una hora de thrash que se nos pasó volando, así que estamos deseando volver a verles porque son sencillamente BRUTALES en mayúsculas. Para finalizar bailamos al ritmo de "Delilah" de Tom Jones y fuimos a la barra.
Crisix
Gloryhammer comenzó de forma épica en el Cooper Stage. Los escoceses tocaron "Angus Mcfife" y con su nuevo vocalista Sozos Michel, tocaron temas de su último trabajo "Return to the kingdom of Fife", sacado este año. Un goblin salió al escenario con martillo en mano e iban cayendo temazos que todo el mundo coreaba.
Su actuación y energía involucrando al público se resumen en, "una tremenda epicidad con la que dejarte llevar". Sonó la intro odisea en el espacio para anunciar su tema "Masters of the galaxy". En la pegadiza y animada "Universe on fire" se se formó una conga alrededor nuestro, se notaba el buen rollo que trasmite esta banda con su power metal muy animado y satírico, tal vez el grupo más saleroso del festi. Esta banda nos recordó a Rhapsody y a Wind Rose. Tuvieron un buen sonido en general y terminaron entre ovaciones.
Gloryhammer
Los londinenses Haken abrieron con "Taurus", tercer single de su último álbum titulado "Fauna" (2023). Aunque su estilo sea metal progresivo con tanto cambio de sonidos y tempos no sabemos muy bien por dónde pillarles, aunque tuvieron eso sí, muchos fieles en el festival. Su setlist se basó en sus trabajos de estudio "The Mountain" (2013), "Affinity" (2016), "Virus" (2020) y el último de este año mencionado al principio.
Su sonido fue nítido, y su puesta en escena fue buena y colorida, parecían salidos de una isla caribeña. Puesto que no conectamos mucho con este grupo y se hacía tarde, era el momento de marchamos a por unos bocata al prever la masificación que habría más tarde para cenar en la zona Rock"n Food.
Haken
Dark Tranquility subía al escenario y fueron aclamados por todos los allí reunidos. Nuevamente cambio de tercio con su death metal melódico. Es una banda y estilo que no seguimos, pero tras escucharles nos quedamos con su energía y partes melódicas, fue de lo más bestia de la jornada.
Los suecos tuvieron bastante interacción con el público. Repasaron su trayectoria tocando temas de sus álbumes: "Damage Done" (2002) , "Character" (2005), "Atoma" (2016) o su más reciente trabajo "Moment" (2020) entre otros. Pudimos observar parte de su actuación desde primeras filas del escenario contiguo, ya que había que coger sitio con tiempo para ver a los alemanes, una hora y pico en quinta fila mientras la gente se iba aglomerando más y más. Como comentaron nuestros compañeros de Noche de Rock, hicieron una actuación impecable con un sonido pulcro.
Dark Tranquillity
El lleno de Helloween era absoluto, y el ambiente vibrante y cargado. El espacio entre los asistentes era mínimo y el agobio era real, ya que muchos nos apelotonábamos delante del escenario haciendo tiempo para ver a los más esperados de la noche. Unos pocos coreaban el "Breaking de law" de los Judas que sonaba de fondo y poco a poco fueron sumándose adeptos hasta que todos lo acabamos cantando. Al fin comenzó a sonar la intro de la legendaria banda, el espectáculo estaba garantizado.
Cayó su gran telón y empezaron a sonar las primeras notas mientras se iluminaba su pantalla trasera, los silbidos y vitoreos no fueron pocos precisamente, cuando encendieron las luces vimos a la batería subida encima de su enorme calabaza característica. ¡Qué nervios! la voz de la leyenda Michael Kiske inundó nuestros oídos y nos puso la piel de gallina (aunque en ocasiones le acompañaron unas grabaciones para alargar algunas notas, su voz y actuación fue incomparable a la vez que les vimos en el WiZink Center de Madrid en 2017). Enseguida nos llovió confeti con el segundo tema, era el himno "Eagle fly free" con el que sentimos una comunidad entre los allí presentes. Un simpático, entregado y apasionado Andy Deris nos dedicó unas palabras en español agradeciéndonos que su último disco fuese número uno en ventas en nuestro país. Cayeron temas como "Mass Pollution" o la pegadiza "Future World" dónde les vimos disfrutar en el escenario. Empezamos a pasarlo como niños coreando sus canciones.
Helloween
Nos encantó ver como se adueñaron del escenario dentro del espectáculo de luces que suelen a llevar, aparte, de vez en cuando observábamos la pantalla trasera dónde acostumbran a proyectar videoclips de la banda. Vimos a un entregado Kai Hansen fluir con su guitarra y cantar el mix "Metal Invaders / Victim of Fate / Gorgar / Ride the Sky". Lo mejor de ésta formación llamada "Pumpkins United" es poder ver y escuchar intercambiarse a los tres vocalistas y colaborando entre ellos en varios de los temas, sin duda es una experiencia que hay que vivir con una banda histórica como son los icónicos Helloween. El repertorio, muy acertado combinando temas clásicos y nuevos resonó en todo el lugar, y los músicos demostraron su impoluta destreza musical y sincronicidad perfecta.
Muy a mi pesar a esas alturas tuve que irme de primeras filas para descansar los pies en los bancos de los Foodtrucks porque me estaban matando. Mojamos los ojillos al escuchar las voces del dueto Deris&Kiske en el estribillo de la balada "Forever and one", ¡qué momento más emotivo el que allí vivimos!. El humor nos cambió con la divertida y bailable "Dr. Stein". El final estaba cerca, era el turno de los bises, ¡…y qué bises! Encabezados por la animada "Perfect Gentleman" que todos coreamos. Se nos pusieron los pelos de punta cuando escuchamos empezar el magistral tema que daba nombre a su álbum de 1987; sí, me refiero a la gloriosa "The Keeper of the Seven Keys". Vimos aparecer miles móviles para capturar el momento, mientras, uno de los asistentes se tumbó en el césped para disfrutar del instante a la vez que otros corrían desde lo más atrás del festival hacia la parte de delante para no perderse detalle. Escuchar este cántico en directo bajo el cielo estrellado no tiene precio, este maravilloso momento que presenciamos junto a miles de personas fue sencillamente conmovedor. Todo lo que podamos describir en esta crónica se queda pobre al lado de presenciar esta canción en vivo.
Helloween
Las emociones fluyeron y las ganas de que terminase la noche eran inexistentes. De repente sonó la que iba a ser la canción de despedida, una de las más esperadas de la noche: el cañonazo "I want out" que nos puso las pilas y llegamos al clímax de la actuación. Todo el mundo en pie para bailar y cantar el histórico tema ochentero. Desplegaron varios globos en forma de calabaza e interactuaron con el público haciendo que la mitad izquierda y la derecha cantasen por partes. Finalizaron con muchísimo confeti inundandonos, y una fiesta por todo lo alto. Se despidieron entre aplausos ensordecedores y dejaban el escenario mientras sonaba la conmovedora "A gift of a thistle", más conocida por ser la banda sonora de la película Brave heart, dejándonos así un sabor de boca un tanto agridulce.
Más de la mitad de la marea negra se disperso para ir a cenar y descansar, las colas en la zona de Rock"n Food eran larguísimas, y eso que había varias opciones para todos los gustos: Woks, bocadillos, kebabs, empanadas argentinas, platos veganos, parrilla, pizza, pinchos… Allí nos juntamos con amigos para comentar lo experimentado hacía breves instantes y todos tuvimos la misma.
Helloween
Eran cerca de la una de la madrugada, la hora de Evergrey, pero seguíamos en la cola de la Foodtruck, la cual se demoró un poco. El Cooper Stage seguía brillando por sus problemas de sonido, en la primera canción el volumen se subía y se bajaba de forma tosca. Cuando salimos de la cola, nos sentamos en los merenderos para escuchar la actuación mientras cenábamos. Pudimos ver a la gente congregarse delante de los suecos con los puños en alto. Lo cierto es que teníamos "hype" por verles actuar, y tal vez fuese el problema, a medida que iban pasando los minutos nos fuimos viniendo abajo. Tal vez no fue su mejor día, tal vez el sonido no les acompañó, tal vez fue el cansancio acumulado que arrastrábamos o tal vez fue todo junto, la cosa es que no disfrutamos ni de la voz (que no brilló especialmente) ni de sus potentes temas de power metal progresivo.
Durante una hora repasaron su discografía empezando por su último disco titulado "A heartless portrait" (2022) con los temas "Save us" y "Call out the dark". A diferencia de otros medios, para nosotros su actuación pasó desapercibida, quizás la próxima vez podamos quedarnos a gusto en uno de sus conciertos, nos dio rabia porque es una banda que teniamos muchas ganas de ver en directo.
Evergrey
Dry River subieron al Silver Stage para tocar durante casi una hora, tuvieron un sonido muy limpio. Dos y cuarto de la mañana, entre que no llegó a engancharnos y que el sueño podía más que nosotros, apenas estuvimos pendientes esta actuación y es que preferímos descansar y reponernos, barajamos la opción de recogernos pero queríamos aguantar para ver a los siguientes en tocar. Eso sí, el grupo castellonense sonó increiblemente bien, especialmente nos quedamos con los finos solos de guitarra.
Tocaron "Capitán Veneno" y "Culpable" de su último álbum "Cuarto creciente" (2022) el cual tuvo el protagonismo y cuya portada apareía en grande tras la banda. En algunas canciones subió al escenario un visitante, en una de ellas apareció en escena un monje encapuchado con un hábito rojo sujetando y quemando algo que nos pareció ser un libro abierto. Se despidieron con los temas "Serpiente" y "Despedida".
Dry River
A las tres de la mañana éramos algunos menos cuando comenzaron los Dünedain. Estábamos reventados pero deseábamos escuchar la banda abulense. El cañonazo "Vuela" parecía estar a tope de sonido, todo petardeaba. Algo fallaba en la batería y en los amplis, tuvieron que hacer un parón al terminar la canción y ajustar varias cosas, se notaba que los chicos no estaban cómodos. Reanudaron el bolo con los temazos "A un paso del cielo" y "Legado", los saltos y actitud de Carlos era contagiable, desde luego tiene una energía arrolladora. El sonido de los platos nos era muy estridente, no terminaban de sonar nada bien. Escogieron un buen repertorio para desplegar todo su heavy / power metal.
Fueron tocando los míticos "Bola de cristal", "Fiel a mi libertad" y "1.000 golpes" que todos cantamos. El sonido no mejoraba y la gente se quejaba del sonido. Pero parece que tiraron para adelante con un solo bombo. Cayó el tema "Tu sueño" tras el que el publicó coreamos un "looo, lo lo, lo lo lo lo…", qué fáciles somos cuanto nos lo estamos pasando como críos. Celebramos la gran "Corazón de invierno" y al fin escuchamos el doble bombo, todo empezó a sonar bien, una lástima que fuese el final.
Llegábamos a las cuatro de la mañana muertos en vida, pero con una gran sensación en el cuerpo. Sobrevivimos a un "fin de semana" intenso y lleno de altibajos, pero como siempre en la vida: hay que quedarse con lo bueno.