El sábado pasado se celebró el tercer y último día del Tomavistas 2023. Estaba llegando a la recta final un festival que ha demostrado ser un espacio para todos los públicos donde sentirse como en casa.
El vermú estuvo amenizado por Dani y La Bien Querida, dos artistas que vienen pisando fuerte dentro del indie/pop español. Las temperaturas seguían subiendo y anticipaban la primera ola del verano. La Paloma, en su debut, consiguió que la música nos invadiera y nos pusiéramos a bailar. “Gracias por venir con este calor, prometemos compensarlo con alguna fecha en casa pronto”, declaraban tras repasar algunos de sus temas más conocidos como “Un estado emocional”, “Un momento oportuno”, “Palos”, “Polvo”, “Quejas Célebres” o “Bravo Murillo”. Días más tarde confirmaban que estarían tocando el 4 de noviembre en la sala Ochoymedio.
La Paloma
Los madrileños aprovecharon la ocasión para presentar su nuevo disco “Todavía no”, un álbum que está a caballo entre el pop y el punk. La energía de La Paloma puso a prueba las gargantas -y la resistencia a las altas temperaturas-. Nivel que consiguieron mantener el dúo Cala Vento. Es impresionante la fuerza que pueden transmitir solamente dos personas acompañadas por una guitarra y una batería. Elena Nieto, de Yawners, se unió a ellos con su guitarra en una de las canciones del setlist que estuvo compuesto por algunas como “Más que satisfechos”, “Equilibrio”, “Conmigo”, “Isla desierta”, “Estoy enamorado de ti” o “Ferrari”.
Los catalanes se atrevieron a cantar en euskera en “Passar pantalla”, single que tienen junto a Gorka Urbizu, voz de Berri Txarrak, y que puede encontrase en su disco lanzado este año, “Casa Linda” (2023). Se despidieron tirándose al público y dejando el listón muy alto, después de un directo rompedor y una fecha en Madrid a las espaldas: el 1 de diciembre en La Riviera.
Cala Vento
Ariadna Paniagua, voz de Los Punsetes, nos dejó a todas/os boquiabiertas/os con su vestido de época al estilo español, en tonos rojos y amarillos, con mantilla incluida. Como es habitual, la cantante permaneció inmóvil durante todo el show, aunque dejó escapar alguna sonrisa con la acogida de la gente. Era imposible permanecer impasiva mientras cientos de voces coreaban sus letras.
Temas antiguos como “Arsenal de excusas”, “Tus amigos”, “Tu puto grupo” o “Maricas”, se mezclaron con “España Corazones ”, “Cerdos” o “Hola, DestrucciónÓN”, pertenecientes al nuevo proyecto de Los Punsetes, “AFDTRQHOT” (Al Final Del Túnel Resulta Que Hay Otro Túnel). Fue un martillo sonoro y verbal, un espectáculo reivindicativo único.
Los Punsetes
Después de nueve años de ausencia, los catalanes Sidonie regresaron al Tomavistas dispuestos a repasar su discografía repleta de éxitos pegadizos, como “Fascinado”, “Por ti” o “Me llamo ABBA”, y a presentar su último tema, "Cedé", por el cual brindaron chupito en mano.
El show estuvo marcado por momentos inolvidables, como el ya habitual paseo de Marc Ros, vocalista del grupo, por el público mientras cantaba "Un día de mierda" y la peculiar excursión del bajista Jess Senra con "El bosque". Nico de La Paloma les acompañó sobre el escenario en uno de los temas, creándose un ambiente mágico.
Sidonie
La Élite, por su parte, quiso demostrar que el punk no ha muerto y que los géneros pueden evolucionar, pero mantener su esencia. Era imposible huir de los múltiples pogos que se formaban cada vez que sonaba “Niño rata”, “Monopatín”, “Mata a tu jefe” o “Nuit Folle”. David Burgués Serramona (voz) no dudó en unirse a la fiesta que había montado, junto a su DJ Nil Roig Pérez, conocido como Yung Prado.
A estos macarras valencianos les acompañó el artista Hofe en diferentes temas, entre ellos “Vampireando”, colaboración que vio la luz hace tres semanas. “Ponedme los mecheros y los móviles arriba rollito La Casa Azul”, aclamaba antes de desaparecer entre bastidores.
Ladytron y Metronomy se encargaron de poner punto y final a un festival en el que adultos y niñas/os disfrutamos de la música en vivo con un cartel que, a pesar de ser más humilde que otros años, nos deja con muy buen sabor de boca. Hasta el año que viene, Tomavistas.