Llega el verano, llegan las fiestas de Santiago de Santander, y llega el festival de marras en la archiconocida Campa de la Magdalena bajo la denominación, desde hace unos años, de Magdalena en Vivo.
Ciclo musical compuesto por cinco fechas que se desarrollan durante una semana completa, empezando el lunes 24 de julio con el concierto de Loquillo y El Drogas que nos lleva a esta crónica, más la presencia días después de UB40, Revolver, Mónica Naranjo, David Bilbao o Alejandro Sanz entre otros, como veis, jornadas muy variadas para todo tipo de público, de esta forma, todos contentos, o al menos una gran parte del público santanderino.
La verdad que este tinglado estaba bien organizado, accesos amplios que no generaban ningún tipo de colas, baños numerosos y varios puestos de comida con su correspondiente zona de descanso, todo bien dividido y distribuido gracias a la extensa campa, quizás solo una única queja generalizada por el público general, según leemos en las redes sociales, el precio de las bebidas, un tema muy extendido en este tipo de festivales.
Vamos al lío con la primera jornada donde vimos a Maneras de Vivir, El Drogas y Loquillo, un tridente apetecible por tan sólo 10 euros de entrada, el más barato de todo el ciclo por ser el evento solidario de este año que servirá para apoyar proyectos sociales en materias como la atención a la infancia o la lucha contra la pobreza y la exclusión social de las ONG Aspace, Amara, Buscando Sonrisas y Fundación Secretariado Gitano, cita la hoja de prensa.
Ambiente
La jornada, que era un lunes y al día siguiente festivo en Santander, amaneció con lluvia constante que no paró en casi todo el día y nos temíamos que por la tarde nos íbamos a mojar en el recinto, cosa que así fue minutos antes de la salida a escena de la primera banda, Maneras de Vivir, menos mal, que, gracias al viento que se llevó las nubes negras, dejó de llover durante el resto de la jornada, a excepción de minutos antes de El Drogas, pero eso casi ni lo notamos.
Para quien no conozca a la banda, Maneras de Vivir es un grupo de versiones que repasa lo mejor del pop rock estatal de los años 80 y 90, con temas completos o pequeños medleys de grupos en concreto interpretados por varios cantantes que se iban turnando a lo largo de los sesenta minutos de actuación.
Una formación extensa con sesión de vientos incluida, músicos experimentados que también tiene sus propias carreras con otras bandas en las que dan salida a temas propios, pero que se unen para divertirse y tributar a lo mejor que nos ha dado el rock patrio en las últimas décadas, empezando con el “Bienvenidos” de una auténtica leyenda como es Miguel Rios.
Maneras de Vivir
Mientras la gente iba entrando al recinto de forma escalonada, la banda empezaba a entrar en calor con el tema que les da nombre, “Maneras de vivir” de unos Leño donde Rosendo, Ramiro, Tony y Miguel Angel empezaron a marcar una época allá por el año 81, en este instante, la banda empezó a comunicarse con el público y presentarse en sociedad.
En su set list metieron varios medleys, el primero dedicado a Alaska en todos sus proyectos (Dinarama, Pegamoides), empalmando temas como “Ni tú ni nade”, “A quién le importa” o “Bailando”, para meterse en el bolsillo a respetable con “Salta” de Tequila, captando la atención del expectante público que estaba empezando a llenar la campa.
Maneras de Vivir
Y si hablamos de un grupo de versiones del rock nacional, tenemos que hablar de Extremoduro, que salió a escena con un popurrí formado por “Stand By”, “So Payaso” y “La Vereda de la Puerta de Atrás”, buena elección, por cierto, lo curioso fue enlazarlo con el palo de Héroes del Silencio y su conocidísimo tema “Entre dos Tierras”.
La mayoría de los temas eran tocados tal cual que los originales, pero se permitían pequeñas modificaciones de buen gusto, se nota que esta gente sabe lo que hace. Llegó el tuno del tributo a M Clan, os indicamos los temas, aunque ya os podéis imaginar cuales tocaron, “Llamando a la Tierra”, “Carolina” y “Llévame a Dormir”, para llegar al final de la actuación, no sin antes presentarse al completo como marcan los cánones.
Terminaron, se fueron, y despejaron el escenario.
Maneras de Vivir
En un principio, El Drogas iba a celebrar el 40 Aniversario de Barricada con seis fechas en el 2022, que si Iruña, Santiago de Compostela, Bilbao, Valencia, Madrid, Barcelona y Zaragoza, pero poco a poco empezó a agotar entradas y a duplicar conciertos en dichas ciudades, más tarde se replanteó la celebración y abrió el abanico a una extensa gira que llega hasta nuestros días, año y medio después el bueno de Enrique y compañía sigue recorriéndose el país interpretando set list completos con lo mejor que ha dado la banda navarra antes de su desaparición.
Concierto de hora y media, menos mal, porque en los horarios anunciados todo indicaba a que tocarían una hora, dato que se nos hacía corto porque Barricada tiene temas para dar y tomar, además, cuando le vimos recientemente en el Escenario Santander, el bolo llegó a las dos horas y, aún así, se quedaron en el tintero algún que otro temazo.
El Drogas
A estas alturas del cuento, todos conocemos quienes acompañan a El Drogas en directo, Txus a la guitarra, Flako al bajo y Brigi a la batería, los de siempre, curtidos en mil batallas y que suenan como su fueran 10 en el escenario, ni les falta ni les sobra nada, dándoles igual si tocan temas de Barri o El Drogas, ya sea en eléctrico, acústico… y es que esta gente ha hecho de todo en los últimos años, y lo mejor, que parece no tener fin, son unos putos incansables.
Tengo el vago recuerdo que los Barri abrían sus conciertos con “La Silla Eléctrica”, no en todos, pero si en la mayoría, y El Drogas continúa con la tradición, al menos así lo ha hecho en las últimas ocasiones que hemos visto en este bonito homenaje que lanzó a la fama a Enrique Villarreal en el año 82.
Respecto a los temas, les había muy conocidos y otros no tanto, pero si eres seguidor incondicional te sabías todos, desde “Esperando en un Billar”, “Barrio Conflictivo” o “No sé que hacer contigo” que fueron las siguientes en aparecer en ese mismo orden, luego vinieron “Bahía de Pasaia”, “A toda velocidad” y “Deja que esto no acabe nunca”.
El Drogas
Momentos antes del “Víctima”, El Drogas hizo referencia a “la segunda valla” de separación del público, que no lo entendía, había una que es la que separaba el escenario, pero que la otra, como que no, hablamos de la que separa la zona vip con el resto de la gente, pero Enrique siguió con la actuación, y que después del dos, va el tres con la Tercera República para darle calor a dicho tema sin concesión. Por cierto, sobre lo de la valla, no fue el único comentario que hizo en la noche, se nota que no le gusta este tipo de distinciones entre sus seguidores.
Fue un concierto muy completo sin apenas pausas donde los temas iban saliendo uno tras otro, se nota que están en plena forma y que nos les faltan actuaciones en verano, continuaron con “Rojo”, “Objetivo a Rendir”, “Campo Amargo”, “Cuidado con el Perro”, “Tan Fácil”, “Ocupación”, un toma y daca que no te dejaba apenas tiempo para respirar, porque te sabías todas las canciones y era inevitable cantarlas.
El Drogas
Y tras “La Hora del Carnaval”, recibimos el ansiado “a gusto Santander”, si Enrique dice eso, es que se encuentra cojonudamente, cómodo y contento, y si eso es así, se traduce en CONCIERTAZO, y eso que aún quedaban unos cuantos clásicos por aparecer como “Todos Mirando” y “Balas Blancas”, no sin antes, meterse con la valla una vez más.
“No hay tregua” se la dedicó a todas las personas que siempre la han cantado en sus directos, luego “Noche de Rock and Roll” y, para terminar, “En Blanco y Negro”, se hizo el silencio, se presentaron, y lanzaron el audio del “Te estoy amando locamente” de Las Gracias, y nos dejaron con ganas de más.
Dejaron el listón muy pero que muy alto, a ver que tal Loquillo, que tenía francamente difícil seguir el ritmo de la noche. Y lo mejor de todo, que al llegar a casa vimos en redes que El Drogas volvería a la tierruca el próximo 24 de agosto para tocar en Escalante, donde el año pasado estuvieron, pero calló la mundial con una lluvia torrencial fuera de lo normal para estas fechas veraniegas.
El Drogas
El cambio entre El Drogas y Loquillo se nos hizo eterno, más de media hora entre que quitan lo primero y añaden lo segundo, pero en cierto modo es normal, el loco lleva un equipo detrás de cojones y acomodarlos a todos en pocos minutos es una tarea ardua y difícil, al menos en la espera pudimos observar los fuegos artificiales que daban la bienvenida al día grande de las fiestas, el día de Santiago.
Santiago, que no es el patrón de Santander ya que son San Emeterio y San Celedonio, y la Virgen del Mar, la patrona, simplemente que Santiago era un vecino de la capital cántabra cuenta la historia, pero nos vamos a dejar de datos y meternos directamente en el bolo de Loquillo.
Primeros acordes de “Los Buscadores” con su letra “navego por viñetas…”, tomando protagonismo Igor Paskual con sus poses y gestos señalando al infinito, pero ahí estaba El Loco, en medio, con su presencia y buen estar, rodeado de buenos músicos como su fiel amigo Josu García o Laurent a la batería, la mayoría acompañándole desde hace más de diez años.
Loquillo
Concierto bastante flojo, no sé si fue por el set list elegido que estuvo descafeinado, o que Loquillo no tenia ese poderío sonoro que le caracteriza aquella noche, pero la sensación no era buena, hemos visto a esta gente en directo unas cuantas veces, me arriesgo a decir que más de quince, pero este loco no era el loco de otras veces, le faltaba potencia, eso sí, bailó todo lo que se podía bailar, al menos ganas le echó un rato.
“Línea Clara”, “Sol” y “Plantea Rock” fueron las siguientes, que seguramente las degustaron a fuego lento su público incondicional que le siguen a todas partes, son inconfundibles, abarrotaron la zona VIP para estar lo más cerca posible de su ídolo, mucho tupés entre el público con muchas ganas de pasarlo bien con el rock clásico que desarrolla el loco y los suyos.
Loquillo
Continuando con el desarrollo del concierto, dieron salida a “Salud y rock and roll”, “Creo en mi”, “Cruzando el Paraíso” y “El Hombre de Negro”, con esa coreografía que tienen ensayada y machacada en los directos, donde todos los músicos cobran protagonismo, cada uno tiene su momento, Loquillo se aparta e Igor, Josu.. aparecen a escena, también Alfonso al bajo y Mario a la guitarra que están al fondo, a la altura de la batería, que no dudan en enfrentarse a las primeras filas cuando llega la ocasión.
El concierto levantaba a ratos cuando llegaban sus grandes éxitos como “El Rompeolas”, y la voz parecía mejorar escucharse con más fuerza y más nítida sin perderse en el infinito, por eso digo que fue un concierto descafeinado, pero al menos se pudo disfrutar con canciones como “Cadillac Solitario” o “El Ritmo del Garaje”, imprescindibles en sus directos.
Y aquí se acabo todo, unas veces se gana y otras se pierde, y no voy a comparar los conciertos de El Drogas con el de Loquillo, porque es como mezclar agua y aceite, a ambos les hemos visto unas cuantas veces y sabemos lo que pueden dar de si, en este caso El Drogas salió victorioso y Loquillo, pues no, sin más.