Aunque había muchos y muy interesantes conciertos ese día, me decidí por acudir al Rock Beer The New, dos semanas después de mi anterior visita, para ver en directo a los mexicanos Los Sustos, una de esas bandas que era nueva para mí, pero que me habían gustado mucho en las escuchas previas, por lo que me decanté por ir a verlos.
Este cuarteto, con una década de trayectoria, está compuesto por Dan Martínez, guitarra y voz, Toño Oviedo, bajo y voz, Víctor Ordaz, guitarra, y Jonathan Miranda, batería, y venían presentando lo que es su primer disco, “Nasty ritmos”, del pasado año, aunque también cuentan con los Ep´s, “Sin miedo a la muerte”, del 2014, “Ensayando con el Kasco”, del mismo año, “Drunk & Roll”, del 2017, y el compartido “Los Sustos y Los Spaguettos”, del 2019.
Llegué con el tiempo un poco justo sobre la hora fijada, pero, nada más llegar a la sala, me encontré con que ésta se encontraba con poca luz, medio cerrada y con el escenario vacío. Poco después, nos informaban de que a la banda la había dejado la furgoneta tirada en León y que estaban de camino en taxi, pero que no se sabía muy bien cuando llegarían. Afortunadamente, estuvimos al tanto de por dónde iban y, poco antes de la diez, la formación llegaba a la sala.
Lógicamente, luego hubo que esperar un rato a que se montase todo, se hiciese la prueba de sonido y comiesen algo, después de todo ese trajín de día que habían tenido, por lo que, cuando quisimos ver al grupo sobre las tablas, hacía ya dos horas desde la fijada en el cartel, aunque hay que reconocer que bastante mérito tiene que viniesen y que se animasen a tocar después de ese incidente.
Los Sustos
El cuarteto subió al escenario en torno a las once, saludando y presentándose, arrancando su velada con “Jamás”, de su Ep del 2017, muy movida y pegadiza y que sirvió para que aquello empezase a animarse, para, después de hacer algunos ajustes de sonido sobre la marcha, continuar con “Destrozando el lugar”, que abría su primer Ep, pero que ha sido regrabado para su último trabajo, muy potente y quedona y con la que consiguieron que empezásemos a movernos.
Sin casi parar, era el turno de “Fuera de control”, de su trabajo de hace 6 años, con ese sonido de guitarra tan característico, un tema pegadizo, potente y animado, para volver a su actual lanzamiento con “Ruleta rusa”, animándonos a perder los modales un rato, un corte muy contundente, relajándose levemente, para dejarnos con un intenso final, con la batería sonando muy poderosa.
Continuábamos en este trabajo que venían presentando con el que fue uno de sus primeros adelantos, “Hysteria”, no sin antes mostrarse encantados de estar aquí, con sus amigos Juan y Lucy, los jefes del local, y recordando que tenían un puesto de merchán y que ellos eran pobres, una canción muy enérgica y rápida, que me gustó mucho, para, sin pausa alguna, ser el turno de “Sin mirar atrás”, de su primer Ep, un tema muy potente y machacón, contando con un buen solo de guitarra de Víctor.
Los Sustos
Unida por la guitarra de Dan, dieron paso a “Chapo sound”, de su obra de hace 4 años, una canción muy movida y animada y de las que se te quedan muy rápidamente por ese estribillo tan vacilón, para, continuando en el mismo trabajo, ser el turno de “Black room”, que fue dedicada a las chicas, para que saquen a su novio a bailar, con ese ritmo lento y machacón, dejándonos con un tema muy movido y bailable, haciéndonos corear y logrando más actividad e interacción de la gente.
Se quejaron del calor que hacía, algo cierto, ya que en Cantabria en agosto es difícil estar en un sitio cerrado sin sudar la gota goda, pidiendo algo de bebida para paliar dicho calor, regresando a su actual disco con “Alta tensión”, con ese inicio tan guitarrero, siendo una pieza muy movida y cañera y contando con un buen solo de guitarra de Víctor, continuando en el mismo lanzamiento con “Gato negro”, que comenzó con una contundente batería, que lo enlazó con la anterior, un temazo, muy machacón e intenso, que gustó mucho y con la gente totalmente entregada.
Retrocedíamos 6 años atrás para adentrarnos en el Ep de ese año con “Viernes 13”, muy intensa y contundente, pidiendo palmas, sirviendo, además, para presentar a los músicos de la banda y dejándonos un gran final, recuperando su actual obra con “Dulce o truco”, cantada por Toño, y que, confesaron, que es una canción de amor a la droga, muy pegadiza, bailable y animada y con ese estribillo y ritmo tan contagioso que posee.
Nos fueron avisando de que ya les quedaba poco tiempo, continuando en su nuevo disco con el corte que lo cierra, “8 cilindros”, empezando muy machacón, sonando muy pegadizo y animado, pasando a darnos las gracias por nuestros aplausos, para regresar a su Ep de hace 6 años con la canción que le abría, “Callejera”, que fue iniciada por Víctor, con un muy buen sonido, pidiendo palmas hacia la mitad y dejándonos una pieza muy bailable.
Los Sustos
Hicieron amago de irse, pero nadie quería que aquello acabase tan rápido, preguntándonos si de verdad queríamos que tocasen alguna más, con unánime aprobación, regresando a su nuevo disco con dos de sus mejores canciones, al menos para mí, siendo la primera en sonar “Lost in Charleroi”, que se inició de manera muy guitarrera, siendo una pieza muy movida y animada, pidiéndonos aplausos para Juan y Lucy y con gritos de que viva el rock and roll, para, sin casi parar, ser el turno de la que le da inicio, “A tumba abierta”, muy intensa, pero relajándose hacia la mitad, mostrándonos todos los músicos sus muchas habilidades.
Pese a que ya parecían haber acabado, se lanzaron a tocar un tema más, diciéndonos que éramos un gran público, siendo el turno de “No hay más”, una canción que apareció en el 2016, pero que no está presente en ninguno de sus trabajos, muy intensa y potente y con la que pusieron el punto y final a su actuación, ahora sí, tras, aproximadamente, una hora sobre las tablas.
Los Sustos dieron un concierto muy poderoso e intenso, demostrando que son una verdadera apisonadora en vivo y que hicimos todos bien en aguantar el retraso en el horario para poder disfrutar de una velada que, aunque puede parecer corta por su duración, mereció y mucho la pena, con una gran puesta en escena y con esa música que te hace moverte, aunque no quieras.
Los Sustos
La verdad es que, como dije más arriba, la banda me había gustado en estudio, pero en directo ganan muchos enteros, demostrando, no solo la vigencia de esos grandes cortes que han creado, sino la gran calidad de sus músicos, así como esa importante conexión con un público que, aunque no es que fuéramos muchos, sí que lo disfrutamos y lo pasamos muy bien con este cuarteto mexicano.
Ojalá vuelvan pronto por aquí y podamos disfrutar de nuevo con Los Sustos, una banda que os animo a escuchar y descubrir y, si os cuadra, ver en directo.
Mi cuerpo ya no podía más y empezaba a notar los efectos de una fiebre que me estaba amargando el final de la semana, por lo que me fui de allí nada más acabar la actuación, con el disco del grupo debajo del brazo, muy contento por el concierto vivido, a pesar de esa interminable espera, pero que mereció la pena para ver a esta gran banda mexicana, que nos trajeron nuestros amigos del Rock Beer The New, los cuales ya tiene una amplia agenda para los próximos meses y a donde regresaremos en poco tiempo. Gracias por vuestra labor.