El pasado año, la comisión de fiestas de Escalante, como viene haciendo de manera habitual, traía un grupo de rock para el día grande de la Virgen de la Cama en dicha localidad, siendo, en ese caso, El Drogas, ni más ni menos, el artista que iba a estar en la céntrica plaza, en donde tienen lugar estos festejos, junto a la orquesta Kresala; sin embargo, una importante cantidad de agua hizo que aquello tuviera que terminarse de manera precipitada.
Pese a ello y gracias al buen entendimiento entre todas las partes, este 2023 iba a haber un nuevo intento para poder ver al de la Txantrea junto a su banda, además de contar con la presencia de la mencionada orquesta, en una muestra de implicación de esta comisión por el rock, por lo que, como este año lo tenía más fácil para acudir, para Escalante que me fui como ya hice hace 15 años, cuando tocaron Barón Rojo allí mismo.
He de reconocer que no me enteré de que iba a haber un grupo tocando antes y después de El Drogas hasta unas horas antes de empezar la actuación, pero, con todo, decidí acercarme para ver el primer pase de esta banda, Kresala, una formación vasca que lleva en activo desde 1995 y que se ha dejado ver por muchas de las fiestas de Euskal Herria y zonas próximas, estando la agrupación compuesta por Ainhoa a la voz, Borja, voz y guitara, Kaxta, guitarra y coros, Aitor, bajo y coros, Luis, teclados y coros, y Björn, batería.
Llegué con tiempo para ver los últimos ensayos de una banda que contaba con muchos seguidores entre los presentes y que enseguida comenzó su actuación, sin apenas demora sobre la hora fijada, con el clásico “Bienvenidos”, de Miguel Ríos, muy animado y aplaudido, siendo Borja el encargado de la voz principal, para continuar, con Ainhoa como cantante y Borja a la acústica, con otro tema por todos conocidos como es “Voy a pasármelo bien”, de los Hombres G, un fijo en este tipo de festejos.
Kresala
Se presentaron y nos dijeron que venían con ganas de pasárselo muy bien y de cantar y hacernos cantar, continuando con “El sol no regresa”, de La Quinta Estación, una bella y emotiva canción, que fue muy bien recibida, como también lo sería la más movida “Milonga del marinero y el capitán”, de Los Rodríguez, con Borja desprendiéndose de la guitarra y recuperando su papel como cantante principal.
Nos comentaron desde el escenario que la siguiente canción, “Nada de esto fue un error”, de Coti, siempre es muy participativa, y realmente es una pieza muy movida, combinando ambas voces y que hizo que aquello se animara un poco más, para pasar a otra de las que nunca fallan en directo y que suenan en todas las fiestas como es “Carolina”, de M Clan, que fue, como siempre, muy celebrada.
También es de las más demandadas y celebradas “No puedo vivir sin ti”, de Los Ronaldos, y esa noche no iba a ser una excepción, con todo el mundo cantando la conocida pieza, tras la que, de nuevo, Borja dejó brevemente su guitarra, para continuar con otra canción muy conocida y propicia para esos días de verano, “Mucho mejor (Hace calor)”, de Los Rodríguez, muy coreada y alternándose las dos voces.
Agradecieron a toda la gente que había hecho un esfuerzo por acercarse y disfrutar del rock y trasmitírselo a los de su entorno, continuando con “Feo, fuerte y formal”, de Loquillo y los Trogloditas, muy pegadiza y con ese festivo final, en el que la gente movió los brazos de un lado para otro, siendo ahora Ainhoa la que se hizo con la voz principal para interpretar “Tenía tanto que darte”, de Nano Daconte, que sonó muy intensa.
Kresala
Ainhoa nos presentó una canción para homenajear a Tina Turner, fallecida unos meses atrás, interpretando ese “Proud Mary”, original de la Creedence Clearwater Revival, pero habitual en el repertorio de la norteamericana, con Borja apoyándola en los coros, iniciándose de manera relajada, para luego coger más fuerza, continuando, después de ver el buen ambiente que había entre ellos, vaciles incluidos, con ese clásico del rock estatal que es “Maneras de vivir”, de Leño, con una gran solo guitarra y con toda la plaza cantando dicho tema.
Nos preguntaron si ya teníamos ganas de ver a El Drogas, con afirmativa respuesta de la concurrencia, antes de encarar la recta final de su actuación, primero con el “You sook me all night long”, de AC/DC, muy bien interpretado por la vocalista, para despedirse con algo más cañero, concretamente el “Run to the hills”, de Iron Maiden, donde, de nuevo, Ainhoa demostró ser una grandísima cantante y atreverse con todos los registros.
Kresala
De esta manera y después de esta primera hora de actuación, concluía el turno de Kresala, emplazándonos al final de la velada del artista navarro, después de darnos un muy buen concierto, muy entretenido y haciéndonos pasar un buen rato, que es de lo que se trataba, con un repertorio variado, pero en donde destacaba la calidad de los temas escogidos, sobre todo en su parte final.
La interpretación de las canciones escogidas no solo fue muy buena técnicamente, lo cual se puede esperar de una banda de versiones como puede ser ésta, sino que supieron demostrar que poseen muchísima calidad, algo que pudimos observar todos los allí congregados, y que saben conectar con todos los que están disfrutando de esos temas, logrando una buena comunión con el público.
Una buena opción, sin duda, para disfrutar de cualquier tipo de celebración estos Kresala, que me resultaron más que interesantes.
Pero la verdad es que casi todos estábamos allí para ver a El Drogas y a su banda, integrada por Enrique Villarreal “El Drogas”, voz, Txus Maraví, guitarra y coros, Eugenio Aristu “Flako”, bajo y coros, y Brigi Duque, batería, que llevan juntos desde el 2011 y que en esta ocasión iban a hacer un amplio repaso por la trayectoria de El Drogas en Barricada, con motivo del 41 aniversario de la fundación de dicha banda, en la que él estuvo los 29 primeros y que se disolvió apenas 2 años después de su marcha.
Esta iba a ser la tercera vez que El Drogas visitaba Cantabria en este 2023, tras las anteriores en el Escenario Santander, en donde estuve presente y disfruté mucho, y la que había tenido lugar apenas un mes antes de esta fecha en la Campa de la Magdalena, también en Santander y que os contó nuestro jefe.
La actuación comenzó, en un escenario pegado al que había utilizado la anterior banda, con esa intro tan vacilona que están utilizando para abrir los conciertos, aparecieron de golpe los músicos, comenzando propiamente su descarga con “En la silla eléctrica”, la canción que abría su ópera prima “Noche de rock & roll”, de 1983, que, como es habitual cuando suena, fue muy celebrada, siendo seguida, como en dicho trabajo, por “Esperando en un billar”, un verdadero clásico de esos primeros años y que fue muy coreado.
Lo mimos ocurriría con la maravillosa “Barrio conflictivo”, que cerraba el disco del mismo nombre y que apareció en 1985, siendo la plaza un verdadero clamor, para, sin parar, avanzar un año en su trayectoria con aquel “No hay tregua”, que se abría con ese corto y directo tema llamado “Contra la pared”, igual que harían en su popular trabajo en vivo titulado “Doble directo”, del 1990, siendo también muy celebrado.
Seguíamos con más clásicos, concretamente con el que daba nombre al cuarto disco de la banda, “No sé qué hacer contigo”, de 1987, un tema algo más relajado, pero que fue muy cantado por la gente, para continuar en el mismo trabajo con ese corte que fue censurado en su momento, pero que recuperaron con regularidad para sus directos como es “Bahía de Pasaia”, que, como siempre que la escuchó, es de los que más me motivan, sobre todo por la temática que trata.
El Drogas
En ese mismo álbum aparecía un homenaje en vida a Nacho Cicatriz, el mítico “A toda velocidad”, un tema que en directo siempre funciona muy bien y esta noche no iba a ser una excepción, pasando a saludarnos y reconocer que había muchas ganas de volver, para avanzar hasta 1991, cuando publicaron “Por instinto”, en donde se recogía “Deja que esto no acabe nunca”, una pieza relajada y cantada por los presentes a capela y que fue muy celebrada.
Pese a tener unas buena ventas, “La araña”, de 1994, no está entre los discos preferidos de sus seguidores, pero, aun con todo, contenía temas tan buenos como “Problemas”, con ese estribillo tan pegadizo y que también fue muy cantado, pasando a recordarnos que “El sol no calienta por igual en todas las cabezas, sino que pregunten al que está bajo nuestro pie”, que es como se iniciaba “Víctima”, de aquel “Acción directa”, del 2000, y que supuso la vuelta de la banda tras unos años en el dique seco, siendo un corte muy cantado.
Sin duda, uno de los temas a los que más cariño tengo de la banda es a “Rojo”, que abría el disco de igual nombre, de 1988, y con el que me enganche definitivamente al grupo, siendo, como es habitual, muy celebrado, para avanzar un año, a 1989, cuando publicaron el genial “Pasión por el ruido”, que se abría con “Tan fácil”, con ese inicio tan juguetón y que también fue muy bien acogido por un público que estaba encantado con lo que allí se estaba viviendo.
Repentinamente, sus compañeros dejaron solo en el escenario a Txus y es que era su cumpleaños y estos quisieron darle una sorpresa, sacando una tarta y todo, para volver a su etapa en el presente milenio con “Sean bienvenidos”, que estaba recogido en aquel “Hombre mate hombre”, del 2004, un corte muy rápido, para regresar a 1989 con la genial y explosiva “Objetivo a rendir”, otro verdadero temazo.
Un poco más atrás en el tiempo, concretamente a 1987, retrocedieron con aquel “Tentando a la suerte”, muy cantado, como suele serlo habitualmente, y con El Drogas haciendo todo tipo de malabarismos con los bastones, siendo seguido por ese himno de lucha que es “Campo amargo”, de su tercer trabajo, un temazo, que, pese al paso del tiempo, todavía me trae muchos recuerdos.
El Drogas
Momento de agradecer, primero a la organización por haber vuelto a contar con ellos, y después a los presentes por haber acudido, para continuar con “Cuidado con el perro”, de su obra de 1988, en la que El Drogas vaciló sobre que habían añadido unos “eh eh”, al principio, algo fácil para que se le quedase la letra, muy coreada, con un buen solo de guitarra y el cantante haciendo esas muecas como de ladrar con las manos al final.
Probablemente “La tierra está sorda”, del 2009, sea uno de los mejores discos de su trayectoria, sino el mejor, sobre todo por la temática y la forma en que fue tratada, contando con piezas como la genial “Pétalos”, que fue la siguiente en sonar, una verdadera maravilla, siendo unida con una de su segundo trabajo como es “Lentejuelas”, en otro de los momentos más celebrados de su velada.
Una de las canciones más celebradas de la primera etapa de la banda siempre fue “Okupación”, de su tercer lanzamiento, muy cantada esta noche y muy bien acogida, concluyendo al grito de “ocupa y preocupa”, para ser Flako el que el diese inicio con su bajo a “La hora del carnaval”, de su obra de 1988, con un guiño al “Rumoreé” de Raffaella Carrá, alternando las diferentes vocales, pidiendo palmas en esa parte final y que fue muy coreada.
Con su habitual y ya mítico a gusto, El Drogas siguió el recorrido por su etapa en esta banda con “Todos mirando”, el que abría su disco de 1987, con ese inicio tan reconocible y que fue seguido por toda la gente cantándolo a capela, contando con un espectacular solo de guitarra y concluyendo con ese “fue así o así nos lo contaron”, avisándonos de que se estaba aguantando para no decir nada de Rubiales, el infame presidente de la RFEF, para pasar a otro conocido inicio como es el de “Oveja negra”, de aquel “Balas blancas, de 1992, un clásico absoluto, sobre una temática que, desgraciadamente, aún está vigente, y que fue muy coreado, con ese bailable final y concluyendo al grito de “siempre oveja negra”.
Sin duda, el tema más conocido de la primera etapa de la banda es “No hay tregua”, del disco de igual nombre, muy coreado y celebrado, y que fue dedicado al que siempre la había cantado, en clara referencia a Boni, al que perdimos ya hace más de dos años, pasando a ser el momento de “Esta noche”, la que cerraba su trabajo de 1988, con ese estribillo tan pegadizo y machacón, el cual fue alargado, saliendo progresivamente los músicos del escenario, mientras el público seguía cantándola ya sin nadie sobre las tablas.
El Drogas
Después de una breve espera, se volvieron a mostrar a gusto e insinuando que el año que viene repetirían, pasando a tocar “Esta es una noche de Rock & Roll”, de su ópera prima, con ese inicio tan conocido y siendo una canción muy celebrada, como lo fueron todas la que sonaron esa noche, y con toda la plaza botando, para continuar con “Animal caliente”, de su trabajo de hace 35 años, otra de las más populares entre sus seguidores y que, lógicamente, fue muy cantada.
La anterior fue enlazada con “En blanco y negro”, sin duda el tema más popular de la banda y un clásico en cualquier romería o verbena, con El Drogas sacando el bastón y con un gran solo final de guitarra, sirviendo, además, para presentar a los músicos y con el potente sonido de la batería prolongándolo y poniendo el punto y final a esta velada, tras casi dos horas sobre las tablas y con “Te estoy amando locamente” de Las Grecas sonando por los altavoces.
El Drogas y su banda dieron un concierto muy entretenido y tan bueno como el que los había visto en el Escenario Santander esta primavera, demostrando que están muy en forma y que sus seguidores han acogido muy bien este homenaje que están haciendo a Barricada, con un amplio repaso a la discografía de la histórica formación, en el que, como siempre, se puede echar en falta algún corte, pero en donde no sobra ninguna o al menos a mí no me sobra ninguna.
La banda está perfectamente engrasada y eso es debe, primero a los grandes músicos que son y segundo a la gran cantidad de conciertos que ofrecen al año, lo cual no hace sino aumentar el mérito de sus actuaciones, ya que nunca bajan el nivel, toquen donde toquen, y se entregan a fondo, logrando una gran acogida allá por donde vayan y eso es por algo.
Seguiré viendo a El Drogas todas las veces que me sea posible, ya sea recordando su pasado en Barricada o repasando su actual etapa, y es que es un seguro de disfrutar de buena música e irte a casa con la sensación de haber vivido algo irrepetible.
Aunque, nada más acabar el concierto de El Drogas, comenzaba el segundo pase de Kresala, me fui para casa, que ya era tarde para mí, después de pasar por el puesto de merchán del navarro y con el buen recuerdo, tanto de unos Kresala que supieron animar aquello, como de la velada con El Drogas, una vez más, increíble y que supo ganarse a todos los allí presentes, gracias a su carisma y al buen hacer suyo y de sus acompañantes, y todo ello se lo debemos agradecer a la comisión de fiestas de Escalante, que sigue apostando por el rock en directo; gracias por hacer posible una noche como ésta.