Septiembre. Nueva temporada de conciertos en sala... He escrito una entradilla de ese estilo más de diez veces y no creo que aporte nada. Así que al grano. Hola, vengo a poner en palabras, espero que de una manera coherente, las actuaciones de Blood Red Shoes y CIEL en la Moby Dick de Madrid.
CIEL, en su primer concierto en Madrid, llegaron y encantaron a los asistentes con la fórmula más fácil de todas: tocar sus canciones. Y es que fue así de sencillo. El trío se subió al escenario y empalmó una pieza tras otra, con muy poca interacción con los que allí estábamos, pero con ese intangible que tienen los temas que conectan con el público en un directo.
Esto es algo más que un detalle teniendo en cuenta que su guitarra es del propio Madrid, y apenas habló durante un minuto, si llegó. Lo que tenían que contar lo hicieron con su música y energía, contando con un escenario pequeño y reducido por la batería de Blood Red Shoes y que en menos de diez canciones hicieron suyo.
Algo importante que aún no destaqué es que Moby Dick estuvo hasta arriba desde el principio, y si con CIEL se notó en el ambiente, con Blood Red Shoes la sala entró en ebullición desde que arrancaron con "Elijah".
No me gusta contar el setlist cuando escribo una crónica porque para eso están los demás, pero me pareció extraño y curioso que hasta la séptima no cayera "SUCKER", la primera canción de "GHOSTS ON TAPE", su último disco y que supuestamente servía como excusa para la gira, pero ellos a su bola. |
Blood Red Shoes tienen un directo diferente. Ya de por sí no es habitual en el rock ver a un dueto, pero además me parece digno de mención que Steven Ansell colocara su batería en paralelo, tocando a su vez con la cara hacia el público. Y no es solamente una anécdota, ya que Steven fue el que llevó el peso, siendo el que tomó más protagonismo, no solamente hablando entre canciones, sino también durante las mismas, ya que se jugó se el tipo en varias ocasiones, acabando más de una vez subido a su instrumento.
No quiero quitar mérito a Laura-Mery, ni mucho menos, pero que tardó en soltarse fue una realidad. Eso sí, hubo un momento clave para ello: "This is not for you", algo antes de la mitad de su show. Esta pieza sirvió para que se desatara por completo, y a partir la pudimos ver sonreír, agitar la cabeza, saltar... En definitiva, entrar en su propia actuación.
Cerca de 20 canciones que en directo funcionaron como un tiro. Hasta aquellas que no me entran en estudio, como "On the hook", con un final que odio, aquí cambió radicalmente.
Tengo muy claro que por un lado, según envíe estas líneas, voy a ponerme a escuchar en serio a CIEL y que por otro, no veo el momento de repetir la experiencia del directo de Blood Red Shoes. |