Primer concierto después de la vuelta de las vacaciones y, como el año pasado, al lado de casa, concretamente en el Varuko de Vioño y con motivo de las fiestas de la Virgen de Valencia, donde, en esta ocasión, íbamos a poder disfrutar de la actuación de The Half Nelsons, un grupo compuesto por gente de Still River, Travellin Band y Mississippi Queen, que repasa clásicos de la música americana, por lo que era una buena opción para tomar unas copas y desconectar del primer día de trabajo.
The Half Nelsons es una banda bilbaína y de la que comenzamos a oír hablar a principios de este año, por sus varias visitas a tierras cántabras, y que está compuesta por Dan Cabanela, voz y guitarra, Aitor Cañibano, guitarra y coros, Eneko Cañibano, contrabajo y coros, y Ander Alonso, batería, todos, como dije más arriba, músicos con mucha calidad y de reconocida trayectoria.
Lo cierto es que se me torció un poco la llegada a la hora fijada del evento, ya que perdí el tren en el que pensaba llegar, por lo que tuve que esperar un buen rato al siguiente, aunque con la esperanza de llegar a la hora y no perderme nada del concierto, pero al llegar a Vioño, desde el apeadero pude escuchar la música de fondo, por lo que me apresuré a llegar lo más rápido posible y así, además, cobijarme de la lluvia que estaba cayendo.
A mi llegada pude ver que el concierto era en el exterior del local, bajo una improvisada carpa a base de sombrillas y es que ese día no daban lluvia, mientras tocaban “Grab ahold”, de Seth Walker, habiéndome perdido, según el setlist que allí tenían, “Luckiest man”, de The Wood Brothers, y “If I had a boat”, de Lyle Lovett, con una buena asistencia, que, aunque cobijada donde podía, estaba disfrutando con estos músicos.
The Half Nelsons
Algo más animada que la anterior fue “Beg steal or borrow” de Ray LaMontagne, haciendo que la noche fuese tomando color, mientras intentaba sacar algunas fotos sin empaparme, tras la cual, la banda hizo un pequeño parón porque la lluvia les estaba entrando por todos los lados y tenían que tapar aquello para que el concierto pudiera seguir adelante, sin que se estropease ni el equipo ni los instrumentos.
Mientras se buscaban soluciones, algo que parecía bastante complicado, aproveché para charlar con algunos de los presentes y refrescarme, regresando la banda al poco tiempo, después de haber puesto un toldo sobre las sombrillas que allí se habían instalado, esperando que aquello pudiera servir y dedicando “Up above my head, I hear music in the air”, de Sister Rosetta Tharpe, aunque ellos se basaron más en la versión de The Wood Brothers, a todas las mujeres de la sala, siendo una pieza muy movida.
Una de las novedades que iban a presentar esa noche, tal y como nos comentaron desde el escenario, era “That's all right, Mama”, original de Arthur Crudup y que fue el primer single que publicó un tal Elvis Presley, muy movida y con su cantante superando el reto de sus compañeros de mover las caderas como el rey del rock, continuando con “Creepin´in”, de Norah Jones y en la que colaboraba Dolly Parton, confesándose admiradoras de las mujeres y siendo un corte muy movido y eléctrico.
Pero aquello no mejoraba y el agua seguía entrando por todos los lados, por lo que decidieron tocar una última canción y poner fin a su concierto esta noche, siendo ésta el “Cry! Cry! Cry!”, de Johnny Cash, muy movida y pegadiza y con la que se despidieron, disculpándose por no haber podido terminar su actuación, pero la verdad es que era comprensible, porque, tal y como estaba la noche, era imposible tocar.
The Half Nelsons
De esta manera y después de tocar unos 40 minutos, concluía la actuación de The Half Nelsons, que, aunque fuera breve, nos demostró que son una gran banda, con mucha calidad y un repertorio bien escogido, conteniendo temas más tranquilos y otros más animados, logrando, en todo momento, la atención de los allí presentes, notándose, además, que disfrutan con esta propuesta.
Espero que pueda ver en poco tiempo de nuevo a The Half Nelsons y degustar de un concierto suyo en su totalidad porque me quedé con las ganas, pero, a tenor de lo visto esa noche, es una experiencia que merece y mucho la pena.
Todavía me quedé un rato charlando con Toño, el dueño del Varuko, y con más asistentes, lamentándonos de que el agua hubiera chafado la actuación y es que, de haberlo sabido, o hubieran buscado otra ubicación en el local o lo hubieran aplazado, como hicieron con el concierto del sábado anterior, en donde iban a tocar Bifrost y Mordor, pero el anuncio de mal tiempo les hizo tomar esa decisión.
De todas maneras, hay que agradecer al Varuko que, año tras año, siga programando conciertos, ya sea por las fiestas de la Virgen de Valencia, como era este caso, o durante el resto del año, y así descubrir a grandes grupos como estos The Half Nelsons, que gustaron y mucho, pese a su corta actuación.