Este no era un jueves como los demás, ya que era víspera de fiesta en Cantabria y, además, tres días seguidos sin trabajar para mí, ya que, a la mencionada festividad regional, se unía el sábado la fiesta de San Cipriano en Torrelavega y el propio domingo, e iba a empezar esos días asistiendo a un concierto en el Rock Beer The New, donde los reinosanos Supertubos! presentaban su nuevo disco “The fourth drive”, publicado a principios de este verano.

No había seguido la trayectoria de este grupo, pese a que llevan 17 años en activo, aunque sí que me sonaba y mucho el nombre de esta formación instrumental, que practica una mezcla de surf, garaje y algo de country, estando, a día de hoy, la banda formada por Ricardo Álvarez, guitarra solista, Eduardo Marco, guitarra rítmica y percusiones, Jorge “Stereo”, teclado, guitarra steel y barítona, Iñigo Crespo “Pony”, contrabajo y bajo, Jesús España “Chus”, batería.

En estos años de trayectoria, la banda ha grabado los discos “La fórmula de Papini”, del 2011, “The Demeter”, del 2014, Rendezvous, del 2017, y el mencionado “The fourth drive”, de este mismo año y que era el motivo por el que iba a acercarme a la santanderina sala Rock Beer The New, apenas 6 días después de mi anterior visita.

Pese a apresurarme por salir pronto de trabajar y llegar a la hora fijada para el concierto, cuando asomé por la sala santanderina pude ver que, pese a estar la prueba de sonido hecha y a haber una buena presencia de gente, aquello iba despacio, demorándose el comienzo de la velada una hora sobre la fijada en el cartel.

Cuando subieron a las tablas, arrancaron su velada con “Experiment in terror”, de ese disco que venían presentando, que comenzó de manera relajada y tranquila, pero intensificándose después levemente, para pasar a tocar “Bajo el agua”, de su ópera prima, con un inicio más animado inicio y con los teclados muy presentes, con momentos de lucimiento de Ricardo, siendo un tema constante, pero con matices.

Tras saludarnos y darnos la bienvenida, nos recordaron que venían presentando su nuevo disco, al cual pertenecen los dos corte que iban a tocar a continuación, siendo el primero ese “Thunderchicken” que le da inicio, el cual empezó relajado, pero con intensidad, para luego meter más más fuerza, pasando a la que le sigue en dicho trabajo, “Hamburgo 61”, quizás mi favorita de este álbum, advirtiéndonos que si no estaba alto, podían tocar todavía más alto, una pieza muy animada y pegadiza y con la que nos hicieron movernos.

Vacilándonos sobre si ya estábamos cansados, continuaron con “The Demeter”, la canción que daba nombre a su segundo disco, que empezó relajada, pero con un aire misterioso, cogiendo cada vez más fuerza y cambiando el ritmo, siendo unida con “Insolación en Mogro”, de su primer trabajo, y que cuenta con ese comienzo ralentizado, para luego coger más fuerza, con la batería sonando potente y relajándose la pieza al final.

Nos felicitaron por haber sobrevivido a este extremadamente caluroso verano, siendo el momento de enfriar un poco aquello con “Nueva Siberia”, del último plástico, con un comienzo muy animado y rápido, siendo un tema muy pegadizo y con un final todavía más veloz, dentro del estilo de la banda, para ser unido a “Espectro de Brocken”, de su anterior lanzamiento, con un inicio más relajado, siendo una pieza en la que parecía que la música quería hablarnos, dejándonos una muy bella canción.

Después de agradecernos nuestros aplausos, continuaron con “Magnetika”, el que cierra su actual plástico y en donde Pony, como haría en otras ocasiones durante la velada, cambió ese contrabajo, que lucía hasta el momento, por el bajo, dejándonos un corte que empezó con un sonido relajado y que fue muy aplaudido cuando se le reconoció, un tema constante, pero con partes más cañeras, continuando con “French bomb”, la pieza que le antecede en su presente disco, la cual empezó muy rápida y con fuerza, contando con un muy buen sonido de guitarra, con mucha intensidad y que fue muy celebrada por sus seguidores.

Todavía quedaba alguna canción por tocar de ese nuevo trabajo y era el turno de “Barbados surprise”, que empezó muy rápida y con ese ritmo movido y contagioso, cambiando la velocidad del tema por partes y que les quedó muy bien, para invitar a tocar el saxo con ellos a Jimmy Oklahoma, un escritor de Logroño que, además, había colaborado en la contraportada del disco, con el que tocaron varios cortes, siendo el primero de los mismos, “Crossfire”, creo que de Johnny & the Hurricanes, el cual empezaron con ese sonido de guitarra tan rápido e intenso, contando con una muy importante presencia de los teclados y del propio saxo.

Continuaron con un par de temas más junto al artista riojano, siendo el primero de ellos “Roussian Roulette”, si no estoy equivocado de Chris Rea, con un ritmo movido y animado, siendo un corte muy ágil, con unos tímidos coros y que resultó muy pegadizo, para continuar con “Stampede”, de The Scarlets, que se inició con ese pal mute, teniendo un sonido intenso y siendo una canción rápida y muy buena.

Tras despedir a su invitado, era el turno de la pieza que les restaba de su actual disco, “La cuarta ola”, aunque antes pidieron aplausos para Chus por el calor que estaba pasando y que, además, luego estaría pinchado música, siendo una canción muy movida y animada, recuperando Pony el contrabajo, para regresar a su trabajo del 2014 con el tema que lo daba inicio, “Tablonazo matutino”, el cual comenzó con ese sonido inquietante, pero movido, siendo un corte animado y en el que todos los músicos se arrodillaron alrededor de la batería, relajándose momentáneamente, aunque acelerándose en la parte final.

Aunque no tenían cantante, allí había un amigo de la banda que iba a cantar una con ellos, Hans Eguinoa, de los Royal Podencos, con el que se lanzaron a tocar una versión de The Dictators, que empezó con fuerza, con Pony al bajo, siendo una pieza muy intensa y muy celebrada, para anunciarnos que aquello se iba acabando, continuando con “Il ragazzo di pernile”, el tema que cerraba su anterior obra, el cual empezó calmado y tranquilo, con ese sonido juguetón y animado, recuperando Pony el contrabajo, mostrándonos un corte pegadizo, acelerándose un poco en la recta final, aunque luego se relajó.

Nos avisaron de que la siguiente era la última, siendo el turno de “Built for speed”, del mismo trabajo y que precisamente precedía a la anterior, la cual fue dedicada en especial a la gente de Reinosa y a los responsables de la sala, con Jorge tocando la guitarra steel, empezándola Pony con el contrabajo, una pieza muy animada y bailable, que sirvió también como presentación de los músicos, los cuales tuvieron cada uno con su breve momento de lucimiento.

Pese a que, en teoría, su concierto había acabado, todavía hubo tiempo para un par de cortes más, siendo el primero de ellos “White trash”, de su anterior lanzamiento, que comenzó animado y con ritmo, con ese aire western que tiene por momentos y dejándonos un tema muy movido, para continuar con “Beyond the reefs”, de su ópera prima, que empezó con mucha rapidez y velocidad, una pieza animada, con mucha fuerza y que contó con unos tímidos coros.

De esta manera y después de, más o menos, una hora y media sobre las tablas, concluía un muy buen concierto de Supertubos!, que nos demostraron su gran nivel musical y que, además, supieron hacer que se nos pasará de manera muy amena, gracias lo variado de su repertorio, así como al dinamismo de su puesta en escena, que hace que no puedas dejar de mirar al escenario.

He de reconocer que me ganaron de todo con su directo, ya que, si bien en sus discos se puede apreciar la calidad de sus creaciones, es en vivo donde se respiran las mismas, no solo porque puedan sonar más naturales, sino por la esencia que allí mismo nos trasmiten, pero todo ello gracias a su calidad y a que son unos grandes músicos, que saben crear grandes canciones, como esta misma noche pudimos apreciar.

Sin duda, una banda muy recomendable, con un sonido instrumental que te lleva a otras épocas, en las que la música se vivía de manera más natural y pura, y que en directo son un gran grupo para disfrutarlo.

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Nada más acabar el concierto y con el último disco de la banda debajo del brazo, me fui del Rock Beer The New, donde esta noche, por fin, pude ver en directo a Supertubos!, uno de esos grupos, a los que, por unas u otras circunstancias, no había prestado atención, pero que en esta jornada me convencieron totalmente, siendo una magnifica forma de empezar este fin de semana, en un local que contó con una buena presencia de un público que disfrutó con lo allí vivido.