Asociación Cultural Octubre, Sierrapando, Cantabria
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Entre el amplio y variado elenco de eventos que había en Cantabria este viernes, me resultaba muy interesante la charla que iba a dar Lorenzo Morales en la Asociación Cultural Octubre de Sierrapando, ya que era una ocasión única de escuchar a un artista de este nivel y, además, en un sitio tan especial como es la sede de dicha asociación; por si fuera poco, me cuadraba bien con el final de mi jornada laboral, por lo que no había mucho que pensar.
Recordemos, para aquellos que pudieran estar más despistados, que Lorenzo Morales ha sido el cantante de Los Muertos de Cristo y actualmente lo es de El Noi del Sucre, con 35 años de trayectoria entre ambas bandas, además de ser un conocido militante anarquista, concretamente de la C.N.T, algo que le ha canjeado tantas simpatías como antipatías, aunque sigue viviendo a su manera, porque es una persona sin pelos en la lengua.
El motivo de esta charla, que la citada asociación torrelaveguense había programado para celebrar su 11º aniversario como tal, era el libro que, el artista de Utrera había publicado este mismo año, bajo el nombre de “Vencieron, pero gané”, el cual ya se ha agotado en formato físico, pero que todavía se puede adquirir mediante E-book.
Me acerqué a la sede de la citada asociación con un poco de antelación y menos mal que así lo hice, ya que los vecinos de Sierrapando, hartos de la reordenación del tráfico, debido a la nueva salida de la autovía que atraviesa dicha localidad, habían convocado una movilización, que hizo que llegará con el tiempo justo; ojalá tengan suerte con sus reivindicaciones.
Lorenzo Morales
Una vez dentro de la sede de la asociación, pude contemplar, con cierta rabia, que, pese a ser un acto gratuito, no éramos muchos los allí presentes, aunque la cosa mejoraría una vez empezada una charla que se iniciaría con mucha puntualidad y con Aris, una de las cabezas visibles de la Asociación Cultural Octubre, presentando el evento, la asociación y este aniversario, para quien no los conociese, y haciendo una breve exposición de la trayectoria de Lorenzo Morales, un ejemplo de autogestión, como lo es la propia asociación.
Dando ya paso al invitado, éste reconoció que no estaba por la labor de hacer presentaciones del libro, pero, cuando le llegó la propuesta de la asociación, le pareció muy interesante hacerlo en un lugar como éste y, sobre todo, por la forma de proceder de la misma.
Nos adelantó que el libro consta de 5 partes, en las que va desgranando diferentes facetas de su trayectoria, recordando sus orígenes humildes y que dos de sus obras de cabecera eran “El principito” y “Don Quijote de la Mancha”, argumentándonos porque el punk había salvado su vida, siendo muy autocritico con alguno de sus actos y asumiendo la evolución que, como persona, ha tenido durante su experiencia vital.
En la primera parte de este libro habla de cómo su familia acabó asentándose en Utrera procedentes de otras partes de esa Andalucía devastada por la guerra, recordando como fue descubriendo los secretos que su familia guardaba por miedo a la represión franquista, así como se buscaban la vida para poder tener dinero para comer y pagar las facturas, aunque siempre educado para ganarse honradamente el jornal.
Lorenzo Morales
Nos habló también de las dificultades en la autogestión, mostrándonos la diferencia entre ésta y la subsistencia, sin eludir el abordar la famosa polémica del Viña Rock 2012, cuando fue utilizado para denunciar una situación injusta, que habían sufrido algunos grupos el año anterior, pero que luego fue traicionado por muchos de estos, quedándose, no sólo desplazado por ello, sino que, en la siguiente edición, pese a no tocar, aparecía en el video promocional en un par de secuencias, justo después de unos disparos.
Por otro lado, abogó por otra forma de hacer festivales, mientras nos relataba las partes oscuras que bandas y agencias de contratación tienen, aunque, como nos aseguró, todo lo malo que se puede ver entre bambalinas lo salva el público con su asistencia y entrega, como aquella primera vez que tocaron en Argentina sin que nadie apostase por ellos y bajo su propia cuenta y riesgo.
Nos recordó el parón de la banda poco antes de la pandemia, ya un poco hastiado de pelear contra los elementos, hablando sobre que puede entender las diferencias en el cache de los artistas, pero no el trato que cada uno sufre, dando como ejemplo de buena gestión el Baitu Rock e insistiendo en matizar lo que se mueve detrás del negocio musical, como la realidad de muchas casas ocupas o autogestionadas, que algunas veces son dirigidas de manera bastante reprochable.
Reconoció como una de sus mejores experiencias la dirección de la película “Ya no hay locos”, asumiendo que no le hizo falta mucho presupuesto para llevarla a cabo, que disfrutó mucho haciéndola y que fue un gran aprendizaje, contándonos como se fue gestando y el riesgo que fue corriendo para llevarla a cabo, pero que ha quedado muy satisfecho con el resultado y con la acogida.
Sobre el título del libro, reconoció que en algunas cosas la industria musical o los poderes fácticos habían vencido, por ejemplo, en la forma de consumir música por medio de las plataformas digitales y sus algoritmos, pero que él había ganado, ya que había logrado hacer lo que quería mediante la autogestión y sin tener que entrar dentro del negocio de la música y del mercado como tal.
Lorenzo Morales
Por otro lado, nos confesó las dudas que tenía para publicar el libro, por si se vendía mal o no interesaba, por lo que fue un alivio el que éste fuese tan bien acogido, poniéndonos las imágenes del video del Viña Rock 2013, del que os hablaba más arriba, y en donde se podía ver las citadas secuencias a cámara lenta, recordando que, en algunos festivales, como el Festardor 2018, se contrataba a nazis para la seguridad y que, por ello, se negaron a acudir.
Y con el video de “Los tres cerditos” de El Noi del Sucre en la pantalla de la asociación, concluía este encuentro con Lorenzo Morales en el que fue desgranando algunos puntos de este libro que ha editado y que tan buena acogida ha tenido, después de una charla de unas dos horas, pero que se pasaron en un suspiro, ya que lo supo hacer muy entretenido y ameno.
Por todos es conocido que el de Utrera es un gran orador, pero se mostró muy cercano y próximo, de hecho, al día siguiente le pudimos ver entre el público disfrutando de los conciertos de Kaskarriak y Skontra allí mismo, observando durante la charla, nuestras reacciones y mirándonos a los ojos cuando hablaba, atendiendo a cuantas preguntas se le formularon y recibiendo muchos aplausos y felicitaciones al final de su exposición.
Muchas gracias, Lorenzo, por habernos enseñado tanto y por ser un ejemplo para unos cuantos y muchas gracias a la Asociación Cultural Octubre por haberlo hecho posible.