Eran las 21 y ya estábamos esperando en la puerta, pero esperabamos desde principios de agosto que llegara esta noche. Somos las segundas personas en acceder al Volander, el ir con tiempo merece muchísimo la pena por qué tenemos unas vistas privilegiadas del escenario, no queremos perder detalle de lo que este trío acústico va hacer.

Ya con toda la gente colocada en su sitio y con una buena birra en la mano, empieza el show. Tenía muchas ganas de escuchar esta canción en directo, empieza también así el último disco de Rubén Pozo, Vampiro. Recuerdo cuando la escuche por primera vez, sentí una humanidad grandísima de mano de Rubén , en directo esta sensación se multiplicó por 1000, me pareció un comienzo mágico.

Me pareció increíble y así fue, sonó Me pareces increíble, el segundo corte del último disco de Rubén, escuchar ambas canciones del último disco de esta forma era una explosión en la cabeza, los arreglos de Pitu, las segundas voces de Ana Diego... Que feliz de estar presente en este espectáculo con mis amigos viendo a otro grupo de amigos disfrutar, sinergia de gozos.

Volvemos atrás en el tiempo, escuchamos Pirata, temazo del último CD de Pereza, Aviones. Es bonito ver a todos los asistentes emocionados con escuchar algo de esta etapa. Ru siempre ha tenido su toque, su magia, su grasa, su forma tan única de expresar... Por los años 2009 yo no escuchaba Pereza, me tocó hacer los deberes tarde y buscar las joyas de Rubén entre sus discos. Me arrepiento de no haber ido a un concierto suyo, ahora daría lo que fuera por ver eso con mis ojos. Seguimos con Algo que decirle al mundo, del tercer disco, cuando Rubén tenga algo que contarnos, ahí estaremos escuchando atentamente, siempre a ti volvemos pícaro del descampado. Flipando de los temazos que habían sonado hasta ahora, llegó Tonto de tanto, nos ayudas a pillarle el tranquillo a este mundo cambiante, Ru. A veces buscamos respuestas mirando el cielo aburridos como nos enseñaste con Ozono, a ver que pasa con todo, una delicia escuchar estas canciones en este formato.

Ahora tocaba ir a por otra cerveza, la motivación era gigante y las ganas de beber también. Desde la barra empiezo a escuchar Llamame brisa, gran canción que escribió junto a Sabina y Prado, la cual se puede encontrar en Habrá que Vivir de Rubén y en Lo niego todo de Sabina, ambas versiones preciosas. Llegó el momento y sorpresa de escuchar Matar al cartero, la canción que menos le gusta a mi compañero Ángel, cartero del barrio Socusa por excelencia, me flipo escuchar los arreglos de Pitu aquí, si desde el primer momento sabía que íbamos a un espectáculo de magia. De forma casi improvisada suena Grupis y todo El Volander la disfrutamos enormemente, creo que la nostalgia en la música es preciosa por que te lleva a otras épocas y eres consciente de todo lo que va cambiando la vida, ojala haber estado ahí en 2007.

Mañana es lunes, otra del último Cd, Vampiro. En la que no me sorprendo de ver aparecer en escena a Isma Romero, el cual escribió un verso de esta canción y Rubén le terminó de dar forma. El par de veces que he visto a estos dos genios en las mismas tablas y ejecutando un mismo tema me ha encantado, la primera vez que escuche algo de ambos, aunque no en directo me apasiono, el Gotas Suicidas del primer Cd de Isma, wooow.

Los misiles ya hicieron blanco, pero llega Rucu rucu, entre mis compañeros de mesa en esta noche tan mágica era una de las canciones más esperadas,  no disimulamos las ganas que teníamos de estar aquí. Nos esta dejando el mejor sabor de boca posible esta noche, ya comenzábamos a tomar algo más que cervezas, necesitábamos una noche así.

Así son las cosas, nos tenía fascinados este trío acústico demoledor, La chica de la curva sonaba, si sobrevivimos a esta noche, lo contaremos de milagro, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

La primera vez que escuche esta canción fue una madrugada bajando del local, pues no escuché otra ya que la puse en bucle. Alguna vez más que ha sonado en el reproductor hice lo mismo, de esas canciones que estas escuchando el Cd completo y te atascas ahí, no se cosas de la magia, cosas de Margot.

Ya estábamos llegando a la recta final del concierto, este trío no ha visto la que ha montado, al final se nos fue de las manos, pero agradecidos por la diversión y el buenrrollo que hemos vivido. Con Chavalita estaba a punto de despedirse la cosa. Pero antes teníamos que dar un paseo por Madrid, riendo y charlando, bebiendo y bailando. De verdad que estaban altas las expectativas de la noche, pero se han superado por muuuucho. Ya solo quedaba volver cerca de donde vivimos, actualmente con banda, a ritmo de dinosaurio nos despedimos, nunca os extingáis como el T-rex, algunos necesitamos estas canciones.

Tras terminar con la música tocaba felicitar a los músicos, me llevé una pua de Pitu, nuevo amuleto el cual guardaré como un tesoro. Me guardo también la sonrisa de Ana y una mirada a los ojos a Rubén, siempre mostrando la humildad y honestidad que para mi representa su universo, gracias al mejor trío del mundo, nos veremos pronto.