Muchas novedades nos esperaban en una nueva edición del Karma Metal Fest, que no se conforma con afianzarse en el calendario festivalero astur, sino que cada año va creciendo en todos los sentidos. Lo primero y más llamativo, cambio de ubicación, el Prau La Chalana, en las afueras de Pola de Laviana, sirvió de paraje idílico para una más que maratoniana jornada.
Recinto al cual no le faltaba de nada, destacando una zona de descanso de la que podían tomar nota festivales con diez veces más afluencia. Todo ello acompañado un año más por un sol de justicia, atípico por estas fechas, pero que resaltaba más el espléndido paisaje del Valle del Nalón.
Ambiente
Con quince minutos sobre la hora planificada abrieron los asturianos NueveConDiez, tarea siempre difícil a la que la banda encabezada por Fran Rubio supo sobreponerse con actitud y una buena dosis de su Rock Metal callejero.
En poco más de media hora desgranaron parte de su estupendo último disco “ Tú, Yo y el Fin del Mundo”, “ 00:00 y Piko” , “Tarde” arrancando los primeros aplausos del día, terminando con “Bala Perdida” dejando el pabellón bien alto. Buen comienzo de festival.
NueveConDiez
Cambio de trastos y de tercio con los madrileños Murmur. Subían al escenario del Karma ataviados con camisas blancas, al contrario de su música, Black Metal con tintes progresivos y oscuros junto a unos notables guturales a cargo de su frontwoman Beatriz Benett.
Dieron buena cuenta de su último trabajo “Putrefactio” teniendo que lidiar con un solazo que restaba un poco a su puesta en escena y con un público escaso y poco receptivo a su propuesta. Aún así, todo ello no hizo que restara a su buena actuación.
Murmur
Turno para los valencianos Sylvania que se presentaban en el Karma con la novedad de Alberto Symon a la voz. A ellos les tocó la parte más fea de una jornada de estas características, la ingrata tarea de tener que recortar su setlist debido a los retrasos acumulados, algo que les honró demostrando su compañerismo, ya que hacerse 800 kilómetros para tocar media hora escasa no debe de ser plato de buen gusto.
Esto no les impidió salir con toda la actitud del mundo para brillar en su corto tiempo y terminar de manera sobresaliente con “Vivo en tu Memoria”. Ojalá vuelvan pronto y en mejores condiciones.
Sylvania
Otro cambio de tercio, nadie podrá discutir lo variado del cartel del Karma. Momento para Teksuo, que ponían a prueba los cimientos del escenario con su metalcore melódico ante un sol que seguía brillando y al que no iba a ser menos, un Diego Teksuo demostrando una gran versatilidad y continuos cambios de registro en su voz.
Dieron buena cuenta de su último disco “Endless”, intercalando “Natural Born Liars”, sencillo editado en 2022 o “Negative Breed” de su EP “Nure Onna” de 2017, todo ello acompañado de un gran sonido, lo que les hizo salir triunfadores del Prau La Chalana.
Teksuo
Con Don Lorenzo todavía apretando y ante ya una buena afluencia de gente, salieron a escena los Dünedain. La banda castellana capitaneada por Tony Dunedain enganchan desde el principio con “Aun paso del cielo”, a lo que se añade la vitalidad de un Alberto P. Velasco al bajo, al que las tablas del Karma se le quedan pequeñas moviéndose de un lado para otro.”Vuela” o “1000 golpes” hicieron las delicias de los presentes, empujados por una de las mejores voces del metal estatal, Carlos Sanz.
Todos en su conjunto hacen que los de Ávila cada vez sean más grandes, están en estado de gracia con un público totalmente entregado, por lo que cada concierto es una autentica fiesta. Cerraron su paso por Laviana de manera brillante con “Corazón de Invierno” ofreciendo una masterclass de Heavy Metal. Por muchos años más.
Dünedain
A escasos minutos de las 20:00, les llegó el turno a otros madrileños, los Sôber, comandados por un enérgico Carlos Escobedo. Llegaron al karma a demostrar el porqué son una de las bandas célebres de nuestro metal patrio, y vaya que si lo demuestran, desde el primer tema,“Sombras” custodiados por un impecable sonido, no dejan lugar a las dudas.
Agradecimientos por parte de Carlos Escobedo por tocar en semejante paraje y es que el Prau La Chalana ofrecía una preciosa estampa con Sober encima del escenario y de fondo el Valle del Nalón, de postal. Con la caída de la noche y “Arrepentido” entre medias, llegó la presentación de la banda y momento estelar de Manu Reyes JR, sin palabras, verle tocar es un espectáculo, sin hacer filigranas en TIK TOK demuestra cada concierto que es de los mejores baterías del país, de casta le viene al galgo. No podían faltar “Diez Años” y “Loco” para culminar otra majestuosa descarga de unos SOBER que los años no parecen pasar por ellos.
Sôber
Con retraso en el cambio, momento para Celtibeerian. Si difícil es abrir un festi, no menos tocar entre dos cabezas de cartel, sumado a una ya fría noche cerrada en plena cuenca del Nalón, a un no menos frío público que no llegó a conectar con la banda manchega y a un sonido,que le dió por dar la lata dejando sin sonido a los instrumentos Folk en la primera parte del concierto.
Demasiadas trabas para salir airosos de la situación, a pesar que Gus y Dagda no cedieron en el empeño de levantar el ánimo del personal con temas como “The Booze Song” o ya su clásico “Looking for Beer”. Personalmente que quedé con la sensación de que los de Ciudad Real están bastante lejos de aquellos Celtibeerian que deslumbraron en el Zlive y Resu del 2019 a pesar de las ganas que le pusieron.
Celtibeerian
Nuevo retraso entre cambio de bártulos y poco más de las 11 de la noche salen los Angelus Apatrida a reventar el recinto, como hacen en cada escenario que se suben. No dejan lugar al fallo, lo suyo es repartir tralla de una manera excepcional.
Desde la primera vez que los vi por nuestras tierras, un Vaques Fest 2011 en Lugones,les he visto crecer para orgullo de sus seguidores y de ellos mismos, por lo que su estatus de banda internacional se lo tienen ganado a pulso. Su paso por Laviana no iba a ser menos, desde el primer segundo sonaron compactos y perfectos, desgranando temas de su discografía, “Indoctrinate”, “Vomitive” o “ Sharpen the Guillotine”, para finalizar el tremendo bolazo con “You Are Next”. Triunfadores allá por donde van.
Angelus Apatrida
Estampida del personal y momento para los locales As Life Burns, con Mikel a la cabeza del grupo y del festival. Al igual que SYLVANIA sufrieron el lado amargo de la jornada,esta vez problemas técnicos les obligaron a empezar el show sin bajista y recortado su actuación a apenas 20 minutos. Aún así, no se vinieron abajo y en ese breve tiempo deleitaron al público presente, sobreponiéndose a la maldita tecnología.
As Life Burns
Entrada la madrugada y ante un frío afianzado en el ambiente, tanto en temperatura como en un aforo ya mermado en número, salieron al escenario del Karma Bonecaver, la propuesta más extrema del cartel. Repartieron cera con su Deathcore para disfrute de los más acérrimos al género y asombro para los fieles a sonidos más accesibles. A nadie se le escapa que es un estilo peculiar no apto para todos los oídos y menos para los vecinos más cercanos al recinto.
A los madrileños ni un pero, total entrega y perfecta ejecución, destacando su cantante Fernando Del Villar, mostrando distintos registros. Brutales en todos los sentidos de la palabra.
Bonecaver
Y como cierre, Aneuma, flamantes finalistas de la W.O.A. Metal Battle 2023. Salieron pasadas las 2:30 pero como si fueran las 22:00, Death Metal melódico desde Puerto De Vega, demostrando que son una máquina bien engrasada desde la primera “Fall Apart”, con una dinámica Laura Alfonso al frente levantando el ánimo de los todavía presentes y ante la atenta mirada de unos Angelus Apatrida mezclados entre el público.”Creatures” o “Stand Tall” nos muestran que lo suyo no es casualidad, están emergiendo con trabajo y calidad de todos ellos, y a pesar de las horas se dejaron todo encima del transitado escenario, despidiéndose con covers de Carcass y Death respectivamente.
Digno final para un Karma Metal Fest que pocos peros se le puede sacar y viendo como se supera cada edición estamos ya deseando tener noticias suyas para 2024