Ese tercer viernes de noviembre se me estaba complicando todo para poder ir a un concierto que acabará a una hora decente, ósea antes de medianoche, para poder descansar algo, ya que al día siguiente, como todos los sábados del año, me tocaba madrugar, aunque esta vez todavía me tenía que levantar más pronto que en otras ocasiones; sin embargo, y cuando ya lo daba todo por perdido, a media tarde me surgió una oportunidad, ya que, en El Surtidor de Sarón, iban a actuar Los Chuchis, por lo que ya tenía plan para esa noche.
Lo cierto es que era un buen plan, ya que en dicho local los eventos no se suelen prolongar más allá de la medianoche y menos siendo una sola banda, y, por fin, iba a tener la ocasión de ver en directo a esta formación, de la zona de Villacarriedo y Selaya, y que ya llevan en activo desde hace más de 6 años, así que ya tocaba verlos y volver al mencionado recinto de Sarón, tres semanas después de mi anterior visita al mismo.
Este grupo, que no tiene disco publicado, aunque, a tenor de lo escuchado esta noche, para mi gusto están tardando en grabar algo, está compuesto por Cuchi, voz, Fernando Mazorra, guitarra, Fernando Humara, guitarra y coros, Pardo, bajo y coros, y Miguel, batería, y basan su repertorio en temas propios, alguna versión y una parte final en donde se dedican a improvisar.
Fueron muy puntuales y enseguida estaban los cinco sobre las tablas, ante una importante presencia de público, comenzando por saludarnos y presentarse, avisándonos de que el concierto iba a empezar y lo haría con “No somos, ni seremos”, un tema que comenzó de manera directa, siendo un corte con fuerza y rapidez y, al mismo tiempo, con un estribillo pegadizo.
La siguiente en sonar fue “La oscura”, una pieza que se inició de manera relajada y calmada, pero que luego fue ganando intensidad, aunque manteniendo ese tempo y con un gran solo de guitarra, para pasar a avisarnos de que no nos excediésemos con el alcohol, que igual al día siguiente teníamos resaca, siendo el momento de “Paranoia”, una canción muy tranquila, pero muy buena y pegadiza, y en donde las guitarras brillaron.
Los Chuchis
Llegaba la primera versión de la noche, “Apuesta por el rock and roll”, de los Más Birras, aunque para casi todos es conocida por la adaptación de Bunbury, una verdadera declaración de intenciones, que es lo que es esta canción, muy conocida y coreada, al mismo tiempo que muy movida y con Chuchi bien arropado por los coros, para continuar con “De tus ojos salen chispas”, un tema que empezó con mucha fuerza, siendo un corte muy rápido y pegadizo y en donde los coros estuvieron muy presentes.
Muy guitarrero fue el inicio de “Cuando el mundo no tiene sentido”, un tema con un ritmo juguetón, muy pegadizo y muy bailable, que mantuvo la intensidad de un concierto donde todos estábamos disfrutando, para continuar con “La mani”, y es que, como bien dijo Chuchi, todos tuvimos nuestra oportunidad antes de las elecciones y ahora nos toca estar jodidos otros cuatro años, animándonos a dar palmas, siendo una pieza muy movida y con un estribillo muy quedón.
También muy eléctrica y movida en su inicio fue “Las venas de la noche”, una canción con un ritmo pegadizo y animado, muy quedona y movida y con un gran solo de guitarra final, para pasar a dedicar la siguiente pieza, “Barman”, a todos los camareros, un tema con un inicio muy movido y que se volvió muy pegadizo, festivo e, incluso, bailable.
Otra declaración de intenciones era lo que nos ofrecían con “Rock and roll”, que fue unida a la anterior y que tuvo un sonido constante y quedón, siendo una pieza muy pegadiza y muy movida, que fue seguida por “En tus brazos”, presentada como una canción de amor, la cual empezó muy tranquila, pero con mucha intensidad y fuerza en el estribillo y con una buena presencia de las otras voces, que tuvieron bastante protagonismo en la misma.
Turno ahora para otra versión, en este caso de los geniales Los Zigarros, de los que se lanzaron a tocar el “A todo que sí”, que fue iniciada por Fernando Humara a la voz, siendo una canción muy aclamada y cantada por todos, ya que es una pieza muy conocida, para, tras presentar a los músicos que componen la banda, continuar confesándonos que todos ellos quisieron ser “Russell Crowe”, un tema que empezó muy guitarrero, para volverse un corte muy rápido y pegadizo, además de muy bueno y vacilón.
Tocaba hablar de un tema de actualidad como es el de las redes sociales en “Tinder match”, un corte que empezó relajado, pero que luego se volvió más cañero y potente, siendo una gran pieza, con un muy acelerado final, para continuar con la versión del “Johnny B. Goode”, de Chuck Berry, cantada en castellano y que fue comenzada por Fernando Humara, siendo muy celebrada por todos los presentes.
Los Chuchis
Nos avisaron de que iban a ir terminando, siendo la ocasión de “Despechada”, un tema con un ritmo intenso y que luego se volvió más constante, contando con un buen sonido de guitarra, para recordarnos que ya se había acabado hacía mucho el verano, pero que todavía se acordaban de “La playa”, una pieza que comenzó muy guitarrera y rápida, con una vacilona letra y que resultó una canción muy pegadiza.
Y llegaba el final, en principio, del concierto tal y como se entiende, y lo iban a hacer con una versión de aquella a la que consideraban las más grande, Rocío Jurado, de la que se atrevieron con el tema “Como yo te amo”, que fue cantada por Fernando Humara, una pieza muy relajada y tranquila y que es muy conocida por todos, ganando más fuerza en la parte final de la misma.
De esta manera acababa la actuación como tal, pero, a partir de aquí, lo miembros de la banda empezaron a tocar versiones, siendo la primera en sonar el “Killing in the name”, de Rage Against The Machine, sin Chuchi en el escenario y cantada por Fernando Humara, dándole un toque personal, con la gente disfrutándolo y cantando el estribillo en castellano con ese “la lechuga está pocha”, para continuar con el clásico “Gimme the power”, de Molotov, con Pardo a la voz, empezando lento y con ese ritmo constante y pegadizo, pero ganando fuerza progresivamente y con Chuchi a los coros.
Todos los que vamos a los conciertos hemos oído eso de “no se saben, una de Los Suaves”, pues ellos sí que se atrevieron con el clásico “Dolores se llamaba Lola”, de los de Ourense, dándola un toque muy personal y algo más acelerado, para pasar a tocar una parte del “Hells Bells” de los AC/DC, con Fernando Humara a la batería y haciéndolo de manera instrumental.
Los Chuchis
Ahora sí que concluía la actuación de Los Chuchis, después de una hora y media sobre las tablas, incluyendo esas improvisaciones finales, donde nos presentaron una amplia colección de muy buenos temas y haciéndonoslo pasar muy bien a nosotros y viéndoseles disfrutar también a ellos, con una propuesta fresca y desenfadada, pero no exenta de calidad y logrando la atención de la concurrencia.
Lo cierto es que no tenía muy claro lo que iba a ver y me sorprendieron muy gratamente, ya que sus canciones tienen gancho, con unas muy buenas letras y unas composiciones muy logradas, dentro del estilo que ellos practican, añadiendo unas versiones llevadas a su terreno y que hacen que la gente mantenga la atención en la actuación, sobre todo, como era mi caso, si no conoces sus temas propis.
Una positiva sorpresa la actuación de Los Chuchis, a los que os animo a que veáis en directo y que, espero, graben algo a no mucho tardar, para que su música sea más conocida.
De esta manera y después de despedirme de algunos de los miembros de la banda, me fui de El Surtidor de Sarón, tras haber disfrutado de una actuación de Los Chuchis, muy buena y muy entretenida, y que se me pasó en un suspiro, logrando que esa noche de viernes fuese más animada y amena, gracias a este quinteto, al que espero ver más ocasiones en directo y es que a mi esa jornada me ganaron para su causa.