Quien lo iba a decir, que rápido pasa el tiempo, dos años desde que diera comienzo la gira de “Cable a tierra”, el ultimo y polémico álbum de la banda, algunos de sus fans más clásicos recelaron mucho del álbum, pero si algo tienen estos Vetusta Morla actuales es la búsqueda de la originalidad, de lo nuevo, de la mezcla, no se conforman con ser la banda Indie por excelencia de nuestro país, sino que van un paso mas allá, y no hay mejor manera para no aburrirse y no aburrir, la búsqueda de lo desconocido, de la fusión de culturas musicales, de salir de la maldita zona de confort. Y asi han pasado un par de años recorriendo el mundo, un tour que los llevo por muchas ciudades europeas y sudamericanas, y recorrer nuestro país cosechando un éxito impresionante llenando todo un Wanda Metropolitano, asi que, no se les ocurrió mejor forma de dar carpetazo a la gira que es su ciudad natal y con un doblete en el Wizink Center.

Si me dijeran ahora eso de, “¿otra ve vas a ir a ver a (pon el nombre que quieras)? Pero si ya les has visto X veces esta gira” les pondría como ejemplo esta gira de Vetusta, era el tercer concierto del tour que veía y todos iguales y distintas la vez. Mismo repertorio, con pocos cambios, pero todos distintos en cuando a intensidad y magia. Salida de la banda a escena, pantalla para abajo y primera “Puñalada trapera”, únicamente en formato musical. Como os comentaba, nada nuevo, mas de lo mismo…pero mejor, y es que la banda y tiene rodado el repertorio y el espectáculo lejos de sonar mecánico es impresionante el nivel que consigue a todos los niveles, y el grupo, actualmente es increíble, no han dejado de crecer en ningún momento y no me puedo imaginar donde está su techo.

Con sus fieles escuderos de gira, El Naan y Aliboria, han conseguidor crear un clímax que mezcla el sonido del grupo con lo más tradicional de nuestro país, ya sea en formato folclore como para aporrear una mesa durante un corte que se ha convertido en uno de los momentos mas especiales del show, “Panaderas de pan duro”.

Todo esta mas que medido, todo excepto lo que pueda ofrecer el invitado de la noche, una generación superior a quien comenzó la gira cantando con ellos “Copenhague”, si en aquel entonces fue Juancho, en este su ultimo concierto del tour el honor recayó en Leiva, hermano de Juancho. Y es que sobre el escenario hay sitio para todo y para todos, desde el “Caminho do Alem” a “23 de junio” que enlaza con “La Tarara”, si eso no es versatilidad que baje Dios y lo vea.

La tribu seguíamos ahí, ávidos de mas espectáculo, y no os cuento lo que fue cuando sonó la traca final de “Valiente”, “Apagón” y “Saharabbey”, canela fina antes de tomar un poco de resuello todos, todas y todes. La vuelta estuvo enfocada a la gratitud eterna, primero entre los miembros del grupo que se fundieron en un abrazo, y posteriormente a su equipazo, como pone en el reverso de las camisetas del Staff de la banda que gozaron de su minutos de gloria cuando poblaron el escenario para despedirse y dar por cerrada un gira que nos ha hecho vivir momentos realmente mágicos a todos, banda y tribu.

Solo pensar en este momento se nos viene el mundo encima, y es que si no sucede algo extraño vamos a tener que esperar una temporadita para volver a reunirnos con los de Tres Cantos y con el resto de nuestra tribu. Se va a hacer largo, y no nos calmaran la esperar las bandas sonoras, queremos más, va a ser complicado, pero aquí estaremos todos, todas y todes para disfrutar de nuevo de una de las bandas mas grandes del panorama musical de nuestra música en la actualidad.