Otro de esos días en que la oferta musical en Cantabria es muy alta, de mucha calidad y variada, pero, esta vez, me convencía la propuesta que nos iba a traer el Rock Beer The New de Santander, donde se despedía la gira conjunta, que las ha llevado por buena parte del estado, de las bandas catalanas Blaze Out y When Exist Even Dead, estando acompañados, en esta ocasión, por los vascos Calathea.
Lo cierto es que tenía muchas ganas de ver a la primera banda mencionada, ya que no había tenido ocasión de verla aún en directo, pero es que tampoco había tenido posibilidad de ver a las otras dos formaciones, las cuales, cuando profundicé un poco en su sonido, me gustaron bastante y me di cuenta de que íbamos a pasar una noche muy intensa, con diferentes y potentes propuestas de metal en la mítica y céntrica sala santanderina.
Pues para allá que nos fuimos, en este sábado pre navideño y en una semana con varias fiestas, que no siempre son los mejores días para que la gente acuda a la conciertos, algo que notaríamos en esta jornada, con una afluencia baja de público, en esta sala, a donde regresaba un mes después de mi anterior visita y es que, ni el importante retraso que se produjo, tanto en la apertura de puertas, como en el inicio de las actuaciones, hizo que hubiera más asistentes que los que aguardábamos allí pacientemente a la hora fijada.
Calathea
Los primeros en salir a tocar, una hora y cuarto después de la hora fijada de apertura, fueron Calathea, una banda bizcaína, formada hace 2 años y que ha visto reducido sus filas a un cuarteto desde hace algunos meses, estando el grupo compuesto por Oier Alberdi, voz, Asier Cantabrana, guitarra y coros, Iñigo Dueñas, bajo, e Igor Jáuregui, batería, aunque este iba a ser el último concierto de su bajista, según publicaron en redes sociales.
Pese a llevar poco tiempo como banda ya han dado unos cuantos conciertos, uno de ellos precisamente en esta sala a principios de año, y han publicado un primer trabajo, “Cries from the heart”, que lanzaron el pasado 2022 y que, como era de esperar, fue la base sobre la que asentaron su actuación.
Ésta comenzaría con una intro, pidiéndonos que fuésemos acercándonos, para enlazarla con el corte que da inicio a su disco, “Blossoms”, en la que su vocalista cobró mucho protagonismo, cantando con mucha fuerza y separando el micro de la cara, siendo un tema con un sonido relajado y pausado y en el que tuvieron algún problema con la batería, que fue rápidamente solventado.
Sin mucho tiempo que perder, era el momento de “Anime”, una pieza todavía no publicada, que es una composición con mucha fuerza y muy cañera, con su cantante bajando a revolverse entre el público, buscando la interacción del mismo, para regresar a su único trabajo con “Swan song”, no sin antes recordar su anterior visita e insistir en que nos acercásemos, un tema muy intenso y potente, pero, al mismo tiempo, con partes más relajadas, que eran rotas por la fuerza vocal de su cantante, con ese final en que cantó sin necesidad del micrófono.
Calathea
No quisieron dejar de agradecer a las otras bandas el poder compartir escenario con ellas, para continuar el recorrido por ese disco que tienen publicado con un tema en euskera, “Loratu ezean”, un corte muy relajado en su inicio, pero que luego cogió fuerza e intensidad, dejándonos una pieza muy cañera, para continuar, insistiendo en que nos acercásemos, con una canción que todavía no han publicado, al menos que yo sepa, llamada “Boneflower”, con mucha fuerza inicial y potencia, siendo una composición muy contundente.
Comenzaron a avisarnos de que su tiempo se iba acabando, lanzándose a tocar una versión de “Cold”, de los australianos Bloom, una adaptación con mucha fuerza y potencia, conteniendo partes más pegadizas, pero con bruscos cambios de intensidad y mucha contundencia, para continuar con otra de su disco, “Ripped teeth”, para la que Oier cedió el micrófono a quien quisiera cantarla, subiendo una chica, que nos dejó una interpretación muy intensa y con fuerza, siendo una pieza muy buena y potente y en la que regreso el cantante para la parte final, alternando momentos poderosos y potentes, con otros lentos, antes de bajar de nuevo Oier a bailar entre el público.
Y llegaba el final del concierto y lo iba a hacer con una pieza que en su setlist aparecía como “Primera”, muy potente y cañera, con un sonido muy interesante y con una parte en que se relajaba, pero siendo una canción, en esencia, machacona y potente, con la que dieron por terminada su velada, tras 35 minutos sobe las tablas, y es que tuvieron que recortar algo su repertorio, habida cuenta el retraso acumulado.
Calathea
Pese a ello, Calathea dieron un concierto muy intenso y poderoso, con un sonido muy potente y un estilo muy agresivo, de esos que te machacan la cabeza, combinando partes melódicas con otras verdaderamente potentes y es que las subidas y bajadas son una de las bases sobre las que se sienta el sonido de este cuarteto, con su vocalista dándolo todo con su voz, con la que muestra un dramatismo acorde a la música que practican.
Desde luego no es una música que engancha a todo el mundo, ya que esas variaciones bruscas y la contundencia de sus temas pueden resultar complicadas de entender para cierto de público, pero lo que vimos esta noche fue un gran concierto, de una banda joven, pero que tiene muy buenos mimbres y muy buenas canciones para ir haciéndose un hueco en la escena del norte del estado y del resto del mismo.
Muy buena propuesta la de Calathea, que es una banda para ver en directo, a pesar de que su disco está muy bien, ya que es allí donde se pueden apreciar mejor esas sensaciones que su música trasmite; dadles una oportunidad, que merecen la pena.
El cambio entre banda y banda fue bastante rápido, lo que hizo recuperar parte del retraso horario que llevábamos y enseguida estaban sobre las tablas los chicos de We Exist Even Dead, un quinteto catalán, fundado hace 7 años y que está integrado, actualmente, por Arthur Hard, voz, Alejandro López, guitarra y coros, Guille Carreño, guitarra y coros, Aitor Fernández, bajo, y Óscar Moshmann, batería.
En estos años de trayectoria la banda ha sacado el Ep “Meet no end”, del 2016, y los discos “Eventide”, del 2018, y “Chimera” del 2020, por lo que se puede ver que no han perdido el tiempo, comenzando su descarga con una intro y pidiéndonos acercarnos, para lanzarse ya de lleno con “The swarm”, de su anterior trabajo, un tema con mucha fuerza y potencia, contando también con partes más lentas y pesadas, contrastando, la mucha fuerza de este corte, con unos coros melódicos.
Reconocieron que habían venido de lejos para tocar delante de nosotros, antes de adentrarse en “Self reflected”, una canción que aparecía en su Ep, con mucha fuerza y un sonido machacón, en la que nos pidieron que diésemos palmas, contando con momentos más relajados y unos coros muy logrados, mientras su cantante no paraba de interactuar con nosotros, para pasar a preguntarnos si nos gustaba la tralla, antes de tocar una gran pieza de su actual obra, “A pale horse named humanity”, con mucha fuerza y dejándonos un tema muy cañero y con mucha intensidad.
We Exist Even Dead
Después de recordar que era su primera vez en la tierruca, continuaron con “Distance”, también de su presente trabajo, que dedicaron a todos aquellos que habían perdido a alguien importante en sus vidas, un tema que empezó con fuerza, pero que luego contó con partes más calmadas, siendo un corte muy poderoso y entrañable, para avisarnos de que iban a volver a la oscuridad con “Worthless”, una pieza del mismo disco y que contó con un ritmo intenso y cañero, pero con partes más machaconas y otras más relajadas, motivando un circle pit y con un momento en que parece que la canción paraba, para luego recuperar esa fuerza original.
Nos recordaron su procedencia, antes de adentrarse en “Sweet vice”, recogido en su último trabajo, un tema que empezó relajado, dentro del estilo de la banda, mostrándose encantados de estar aquí, para luego continuar con mucha fuerza, pidiendo que encendiésemos las linternas de los móviles o los mecheros para representar una noche estrellada, dejándonos con una pieza muy melódica, pero con mucha fuerza, muy potente y con energía, la cual despidieron con el anuncio de que iban a volver.
We Exist Even Dead
Dedicaron la siguiente composición, “Shots of Misery”, la que abre su actual plástico, a aquellos presentes que son o aspiran a ser músicos, una pieza con mucha fuerza y agresividad, pero combinándola con unos coros melódicos y contando con una parte en la que motivaron a la gente a dar palmas, para pasar a agradecer a la sala, a los presentes y a sus compañeros de cartel su trato, avisándonos de que aquello iba acercándose al final, antes de regresar a su anterior trabajo con “Unlimited”, el tema que le daba inicio, incitándonos a acercarnos y empezando con un sonido melódico, pero luego metiendo bien de caña, siendo un corte con mucha fuerza y un ritmo muy quedón, que gustó mucho.
Y aunque nos habían avisado de que la anterior era la última, todavía había tiempo para una más, “One last hope”, de su actual trabajo, una pieza que empezó con fuerza y potencia, muy poderosa, aunque con partes melódicas en el estribillo por la labor de los coros, y con la que pusieron el punto y final a su actuación tras unos 40 minutos sobre las tablas.
We Existe Even Dead dieron un muy buen concierto y sonaron con mucha intensidad, logrando ganarse la atención de la gente, que disfrutó mucho con lo que el quinteto nos ofreció sobre el escenario, ganando muchos enteros en vivo sobre unas composiciones, que ya tienen mucho valor en estudio, pero que en directo consiguen que nos enganchemos más, gracias a la interpretación de los músicos y a un cantante que siempre está buscando interactuar con el público.
We Exist Even Dead
Personalmente me gustaron mucho, no solamente por la parte musical, sino también por esa entrega y esa potencia que ofrecen en directo, muestra de ese crecimiento que la banda ha tenido en sus discos, logrando crear canciones cada vez más potentes y, al mismo tiempo, con personalidad, una evolución que, de seguir así, les debe llegar a ser una de las formaciones de referencia de este estilo dentro del estado.
Sin duda, We Exist Even Dead es una banda para ver y disfrutar en directo, por lo que os aconsejo, primero que escuchéis su música y, segundo, que a poco que os guste, vayáis a verlos en vivo, porque son impresionantes en concierto.
De nuevo un cambio bastante ágil nos traía rápidamente a la otra banda catalana de la noche, Blaze Out, un cuarteto creado en el año 2013 a partir de las cenizas de la formación Bustin' Out, estando la formación, en la actualidad, formada por Gerard Rigau, voz y guitarra, David Lleonart, guitarra y coros, Carles Comas, bajo y coros, y Roger, batería.
En estos años, la banda ha grabado, además del Ep “Shining blood”, con su anterior denominación, los discos “Headshot” , del 2013, “Backlash”, del 2016, y su más reciente criatura, “Instinct”, del 2019, y, aunque yo no los había visto todavía, esta web si pudo hacerlo en un festival que tuvo lugar hace 6 años en Vargas.
Como habían hecho las bandas precedentes, aprovecharon la intro, con la que dieron inicio a su velada, para pedirnos que nos acercásemos, comenzando propiamente su actuación con “Shining blood”, una pieza recogida ya en el trabajo que hicieron con su anterior denominación, pero que también aparecía en su disco debut, una canción con mucha fuerza e intensidad, muy movida y pegadiza y que contó con un sonido machacón y quedón.
Blaze Out
El anterior tema fue seguido por “Fist goes first”, de su segundo album, muy potente y muy movido, con ese ritmo quedón y con fuerza, mientras David aprovechó para bajar a tocar el solo de guitarra entre el público y contando con una final más relajado, para pasar a confesarnos que tenían muchas ganas de venir aquí, avanzando a su más reciente disco con “Savage blue”, una pieza muy poderosa y potente, que fue tocada y cantada con mucha agresividad y en la que se fueron alternando los solos, dejándonos uno de los mejores momento de su actuación, al menos para mí.
De regreso a su anterior lanzamiento, era el momento del corte que le daba inicio, “Wrath afire”, un tema con mucha fuerza y un sonido pegadizo y movido, que, además, contó con un buen solo de guitarra de David, para pasar a reconocer que hacía tiempo que no publicaban nuevas canciones, por lo que allí iba una, siendo el turno de “Dogfight”, con un sonido pegadizo inicial, una pieza muy potente y poderosa, con mucha fuerza y con su cantante dejando un rato la guitarra para coger el micro, mientras Carles bajó un rato a tocar ente el público en ese momento machacón que tiene la misma, para luego dejarnos con un gran solo de David y con un potente final.
Turno de dedicar a sus compañeros de gira el siguiente tema, “Toxic AF”, que abría su reciente disco recordando, que era la última fecha de la citada gira, un corte con un sonido muy potente y machacón, pero que luego se volvió lento y pesado, para, más adelante, recuperar esa potencia e intensidad y contar con un gran solo de guitarra de David, después del cual y tras un cambio en las guitarras, nos preguntaron si queríamos algo más de caña y así volver a su obra de hace 7 años con “Blind snakes”, con mucha fuerza y potencia inicial, pero luego jugando con diversos cambio de ritmo y con el bajo teniendo mucha importancia, una pieza muy potente, bajando Gerard entre el público, acelerándose más adelante y con otro gran solo de guitarra de David.
Blaze Out
Nos agradecieron nuestra presencia, ya que sin nosotros no sería posible aquello, además de a Juan, de la propia sala, y a las otras dos bandas con las que habían compartido escenario el trato recibido, comenzando a despedirse, animándonos a colaborar con ellos en la pegadiza “Attack on Titan”, de su actual trabajo, la cual se inició de manera muy poderosa y que contó con ese estribillo tan quedón, con algún momento de relajación, pero manteniendo la intensidad de este temazo, que fue muy coreado.
Sin pausa alguna, se despidieron definitivamente con “Red silence”, de su ópera prima, una pieza que empezaron con mucha fuerza y energía, pero que luego fue relajándose, para más adelante acelerase, contando con un sonido machacón, siendo una canción muy rápida e intensa y para la que crearon un wall of death, que fue muy celebrado.
Con una outro sonando por los altavoces y entre muchos aplausos, se despedían, tras 45 minutos sobre las tablas, la gente de Blaze Out, después de demostrar que son una gran banda, de las que han de tener más reconocimiento y es que son una formación que, no solamente tocan muy bien, sino que saben, en todo momento, como ganarse la atención de los presentes, que disfrutamos con lo que allí se estaba viviendo.
Blaze Out
Son una formación que ya se ha creado una buena base de seguidores, dentro del circuito underground estatal, pero que han de llegar más alto, ya que tienen temas de calidad y, además, son muy buenos músicos, como vienen demostrando en los tres trabajos que, hasta la fecha, tienen publicados y en los conciertos que, como el de esta noche, han ido dando, forjándose una amplia experiencia que, seguro, tendrá su reflejo en futuras grabaciones, que, esperemos, no tarden en llegar.
Blaze Out nos reglaron una gran actuación esta noche en Santander, demostrando que son una de las bandas del futuro del metal estatal; pégales una escucha, si no lo has hecho ya, y no te los pierdas en directo.
Después de adquirir algo de material de las tres bandas, que tenían amplios puestos de merchán, algo que siempre es de agradecer, y charlar con algunos de sus integrantes, me fui del Rock Beer The New con la satisfacción haber visto tres grandes actuaciones de 3 grupos, que no había visto en directo todavía, y que demostraron que hay muchas y muy buenas formaciones dentro de la escena estatal, más allá de los grandes nombres; la pena, además del retraso inicial, fue la poca afluencia de gente, pero ellos se lo perdieron. Por cierto, agradecer a Txen y Maya que hicieran de taxistas para mí; así da gusto.