Una vez más volvíamos a los conciertos sentados, pero en esta ocasión era porque este evento iba a tener lugar en un teatro, el Teatro Municipal Concha Espina de Torrelavega, en donde, este primer sábado del mes de diciembre, iba a llevarse a cabo el XIX aniversario del programa musical, y también asociación, Diamantes Musicales, que busca recordar a grupos y artistas locales, estatales e internacionales principalmente de las décadas de los años 60 y 70.

La cita tenía lugar en otro de esos días plagados de acontecimientos más que interesantes, pero la presencia en este cartel de la mítica banda sevillana Storm, una de las pioneras el Hard Rock en nuestro estado, me hizo decantar la balanza hacia este evento, y más teniendo en cuenta que es uno de esos grupos que difícilmente actúan por el norte y menos en Cantabria.

Así que, un par de años después de mi anterior visita al Teatro Municipal Concha Espina, fui a dicho local para ver un concierto sentado, pero, eso sin, sin mascarilla, y disfrutar de la actuación de esta mítica banda, que iba a estar perfectamente acompañada por los locales Víctor Teira y Green River Tribute. Mencionar, por último, pero no menos importante, que la recaudación del evento iba a ir destinado a la Asociación Española Contra el Cáncer; otro motivo más por el que acudir.

Llegué con bastante antelación, aprovechando para adquirir algo de material en el puesto de merchán de las bandas, para luego acceder al interior de un teatro que fue recibiendo a los asistentes de manera escalonada hasta conseguir una entrada más que destacada, con gente de diferentes edades y gustos musicales, dispuestos a hermanarnos por algo tan importante en nuestras vidas como es la música.

El evento fue presentado por una mujer, cuyo nombre no escuché, y que era miembro de la asociación beneficiaria y por José Oyarbide, de la organización, agradeciéndonos ambos nuestra presencia, así como al ayuntamiento y los empleados del teatro, el haber facilitado que todo aquello se hubiera podido llevar adelante.

El primer artista en subirse a las tablas fue Víctor Teira, un joven torrelaveguense al que ya había visto el pasado año también en el mes de diciembre y que es un músico con ya unos cuantos años de actividad como tal y que tiene publicado un disco, llamado “Todo el camino”, que salió a la venta en 2018.

Sin embargo, en su repertorio de esta noche no iba a tocar nada de ese disco, empezando con una versión del “My girl”, de the Temptations, solamente acompañado de su guitarra acústica, como durante su velada, una pieza muy conocida y popular, para continuar con “Create something”, que fue interpretado con más fuerza, pero con diversoscontrastes de intensidad.

Siguió con más temas para que fuéramos entrando en calor, siendo el turno de “Meritocratyc blues”, muy animado y movido, que contó con partes algo más rápidas, para continuar con “Mardou”, muy intensa y con mucha fuerza y que hizo que aquello se animará algo más y poco a poco.ç

Confesó que tenía poco tiempo, antes de agradecer a Diamantes Musicales que hubiera contado con él y reconociendo que iba a combinar temas propios con versiones, continuando con “Ok my own”, que dedicó a su abuela, muy movida y con ritmo y al mismo tiempo muy bonita, para reconocer que actúa poco en sitos como éste y que impone el hacerlo, pasando a recordar que en redes preguntó qué corte querían que hiciera y salió el “Don’t look back in anger”, de Oasis, el cual dijo que llevaba 8 años tocando, una canción muy popular y conocida por todos los presentes.

Y llegaba el final de su actuación y lo haría con el genial “Born to be wild”, de Steppenwolf, un verdadero clásico y un legendario tema, con un inicio relajado, pero que luego cogió más fuerza, concluyendo, de esta manera, su actuación después de estar sobre las tablas una media hora.

La breve actuación de Víctor Teira nos dejó momentos muy entrañables y demostró el buen hacer de este músico, que supo afrontar, con creces, este reto de tocar ante tanta gente y en un sitio tan especial como dicho teatro, cosechando muchos aplausos de un público que empezó expectante y que acabo reconociendo la buena labor del artista sobre el escenario torrelaveguense.

Por si la parte visual musical fuera poco, el concierto contó con la proyección de dibujos hechos por su hermano, Manuel Teira, que hizo que aquello fuera todavía más especial y que lo vivido en esta velada fuera un acontecimiento especial para este artista, que logró trasmitir sus sentimientos en sus canciones y que todos pudimos acogerlos como nuestros.

Ahora toca esperar a que Víctor Teira publique más canciones y poder verle más veces en directo, siempre que sea posible, algo a lo que os animo.

www.facebook.com/profile.php?id=100072200470404
www.youtube.com/@teiraelguero3704
www.instagram.com/rockinteira

No hubo que esperar mucho para tener sobre las tablas a la gente de Storm, que fueron presentados de nuevo por José Oyarbide, el cual aprovechó para recordar el programa que da nombre a la asociación, así como su acercamiento a esta banda sevillana, que está integrada por Ángel Ruiz Geniz, guitarra y voz, Diego Ruiz Geniz, batería y voz, José Ramón Torres, bajo y voz, y Manuel Muriel Rivas, teclados y coros.

Recordemos que dicho cuarteto tiene su origen nada más y nada menos en 1969 y que ha editado, hasta el momento, los discos “The Storm”, de 1974, “El día de la tormenta”, de 1980, “Trilogía”, del 2014 y “Cyber Dream”, del 2019, además de su directo “Live 50 años de tormenta”, del 2020, habiendo contado con una primera etapa que concluyó en 1981 y una segunda desde el 2011 hasta la actualidad.

Fue Diego el que nos presentó a la banda y nos agradecía nuestra presencia y a la gente de Diamantes Musicales el haber contado con ellos, para arrancar propiamente la actuación con “Back to road”, la canción con la que también abrían su tercer disco, la cual comenzó tranquila, pero que luego cogió bien de caña y sonando muy bien, pidiendo y logrando la colaboración de los presentes con nuestras palmas.

Turno ahora de “Cyber dream”, de su último y de igual nombre trabajo de estudio hasta la fecha, la cual empezó con mucha fuerza y potencia, contando con un buen sonido de guitarra, un ritmo machacón, además de una potente sección rítmica, pasando a tener un momento para el lucimiento de los teclados y luego un breve, pero efectivo solo de guitarra, para recordar su genial primer disco con “I don´t know”, un temazo, muy bueno, con ese inicio tan intenso y luego más relajado, aunque con partes instrumentales muy logradas, para retomar a ese sonido inicial, siendo Diego quien sustituía a Ángel en las laborales vocales.

De vuelta a su tercer trabajo, era el momento de “Fly on my own”, que fue dedicado a todos nosotros, con un inicio muy potente y que contó con un gran solo de guitarra, además de diversos cambios de ritmo y que sirvió para que su teclista nos demostrará sus cualidades, para pasar a ese “I've gotta tell you mama”, que abría su ópera prima, en el que agradecieron la labor de los técnicos y pidieron que bajarán la intensidad de la luz blanca, un tema en el que metieron mucha caña y con fuerza, siendo muy movido y poderoso.

Comentaron que, como casi todos los grupos de rock, tienen algún tema lento, aunque no iban a tocar todos por si nos dormíamos, aunque si alguno, como fue el caso de “Far away”, recogido en su último disco de estudio, un corte tocado con mucha elegancia y clase, combinando Ángel y Jose Ramos las tareas vocales, en esta buena y entrañable pieza, para regresar a su primer lanzamiento con “Woman mine”, siendo su bajista quien se hizo cargo de la voz principal, con un sonido pegadizo, pero luego con un ritmo más enloquecido y con mucha fuerza y potencia, dejándonos una maravillosa interpretación.

El primer y único acercamiento a su segundo disco fue, precisamente, con el corte que le daba nombre, “El día de la tormenta”, en el que aprovecharon para envidiar nuestro clima, un tema con un inicio muy potente, pero que luego se vuelvo más pegadizo y cañero y en el que nos pidieron y lograron nuestras palmas y coros, para avanzar hasta su tercer trabajo con la canción que lo daba nombre, “Trilogía”, una balada que empezó relajada y pausada, pero con un estribillo quedón y un buen solo de guitarra, para luego endurecerse, con los teclados teniendo mucho protagonismo, siendo una muy buena pieza y que contó con un gran final.

Pasaron a recordar la figura de su anterior teclista, fallecido hace ya dos décadas, con “Un señor llamado Fernández de Córdoba”, de su ópera prima, muy pausado y calmado y con el teclista tomando mucho protagonismo, en un tema instrumental, en donde todos demostraron su gran calidad música y su clase, para pasar a dedicar “Rebelión”, de su último disco de estudio, a un sobrino del guitarra que da clases en la ciudad que albergaba el evento, siendo una canción muy potente y cañera, contando con el bajista al frente de la voz principal, los teclados muy presentes, un muy buen solo de guitarra y un sonido machacón.

Regresábamos a su tercer trabajo con “Señor del viento”, que también fue dedicado, en este caso a la mujer e hijos del guitarrista, empezando con un sonido de batería potente, siendo un tema muy pegadizo y movido, pero, al mismo tiempo, muy potente y constante, con lucimiento de todos ellos, para comentarnos que la siguiente, “Swedish woman”, de su último lanzamiento, estaba basada en la época en que las turistas suecas veraneaban por el estado español, una canción que tuvo un aire intenso y cañero, alternándose a las voces guitarra y bajista, con un muy pegadizo estribillo, siendo un pieza muy quedona y que contó con un brillante duelo entre guitarra y teclados, para luego relajarse, antes de recuperar esa fuerza anterior.

Su guitarrista se quitó la chaqueta e hicieron un amago de tocar el “Jailhouse rock”, pero lo que de verdad sonaría fue “Have a Guess”, también de su más reciente trabajo de estudio, que fue iniciado por el teclista y con Jose Ramon a la voz, una pieza muy poderosa, pegadiza y con un quedón estribillo, dejándonos una canción muy animada, pero con muchos detalles, para volver a su obra del 2014 con “Robot de la ciudad”, con ese comienzo explosivo, un tema muy poderoso, cañero y con un estribillo pegadizo, contando primero con un solo de guitarra y más tarde de teclados, ambos muy buenos.

Nos preguntaron que si queríamos que siguiesen, con la lógica aprobación de los presentes, que estábamos viviendo una noche mágica, para continuar con “Amigo Joe”, de su actual trabajo de estudio, en la que vacilaron sobre el nombre del tema, un corte muy pegadizo y potente, con un gran solo de teclados y que fue una pieza muy movida, poderosa y quedona, para volver a su ópera prima con “It´s all right”, una canción que empezó con mucha fuerza y sonando poderosa, a la vez que muy pegadiza y con diversos cambios de ritmo.

Sin dejar su primer trabajo era el momento de “Crazy machine”, que fue iniciado por el teclista, una pieza instrumental, con demostraciones del batería a ritmo de jazz, luego el bajista, para más tarde estar acompañado por el resto de músicos, pasando Ángel a retarse primero con el teclista, luego con el bajista, después con el batería, para regresar a ese duelo con el teclista y continuar con un gran solo de guitarra, que fue acelerando el tema, tocando con una botella de cerveza y luego con la boca, siendo unido con un fragmento del “Rock and roll”, de Led Zeppelin, cantado por el bajista, para pasar a un espectacular solo de batería, pidiéndonos palmas y tocando éste con sus baquetas por todo el recinto, para luego recuperar la canción original, con toda la banda al completo, tocada con muchas fuerza y dejándonos un momento increíble.

Y, aunque en un principio dieron por finiquitado el concierto, quisieron tocar un tema más para agradecer la labor de esta asociación y, al mismo tiempo, a todos nosotros por venir, siendo el turno de una genial versión del “Highway star”, de los Deep Purple, que fue muy celebrada, que tuvo un gran solo de guitarra y con la que pusieron el punto y final a su velada tras casi dos horas sobre las tablas.

Storm nos ofrecieron una maravilla de concierto, demostrando ser una banda increíble y que sonó fantástica, dejando, más que demostrado, que todo lo que habíamos oído de la grandeza de su propuesta, no solo se ajustaba a la realidad, sino que, al menos para mi percepción, se quedaba corto, ya que lo que vi aquella noche fue una actuación memorable, que nos hizo viajar a aquellas épocas del rock más primigenio, pero con partes que sonaron algo más actualizadas.

Supieron combinar temas de todas sus etapas, haciendo que gustasen tanto a quienes estaban más empapados de sus primeros trabajos, como a aquellos que los habían conocido con sus actuales discos, y es que su música es atemporal, de esa que no pasa nunca de moda y que nos hace recordar cómo era el hard rock en sus inicios, sonando directo y al mismo tiempo con mucha calidad y destreza de sus integrantes, acompañados por imágenes de las diferentes etapas de la banda.

Para mí, Storm dieron uno de los mejores conciertos que he visto en este 2023 y eso se debió, primero a sus temas y calidad y luego a lo bien que supieron ganarnos desde el primer minuto; no os los perdáis, si tenéis la ocasión.

www.thestorm.es
www.facebook.com/stormhardrock
stormsevilla.bandcamp.com
www.youtube.com/@StormOficial

De nuevo salió José Oyarbide a presentar a la siguiente banda, Green River Tribute, mientras nos reconocía que, si todo seguía como hasta ahora, seguirían con su labor y que, si no, se iría con la satisfacción de haber hecho todo lo posible para contribuir a que esa música, que a ellos les gustaba, fuera más conocida y recordada, agradeciéndonos a todos nuestra presencia.

Son ya muchas las ocasiones que he visto a este cuarteto cántabro, la última ese mismo verano, y que se dedican a recordar parte del enorme legado de la Creedence Clearwater Revival, estando la formación compuesta por Víctor Quevedo, voz y guitarra, David Holgado, guitarra y coros, Miguelo Sánchez, bajo, e Iván Sainz-Rozas, batería, llevando en activo en torno a una década.

Mientras el resto de sus compañeros iba preparando sus instrumentos, Víctor nos estuvo entreteniendo, con ese desparpajo que es habitual en él, recordando que era su primera vez allí, antes de iniciar su velada con “Travellin´ band”, muy movida y rápida y que hizo engancharnos a los que nos habíamos quedado, todavía en una buena cantidad, y que arropamos a la banda en todo momento.

El propio vocalista nos dijo que la siguiente pieza no necesitaba presentación, siendo ésta “Up around the bend”, una canción muy movida y pegadiza y que fue muy reconocida por todos, para anunciar el siguiente corte como uno que habla de chicas, motos y rock and roll, es decir, “Sweet hitch-hiker”, un gran tema, cañero y quedón, que fue, como todos los que sonaron esta noche, muy bien interpretado.

Sin mucho que esperar llegaba ese comienzo tan machacón que tiene “Hey tonight”, con ese sonido guitarrero inicial, también una canción muy pegadiza y potente, al mismo tiempo que muy dinámica, para continuar con “Down on the corner”, con Víctor vacilando sobre el título de la misma, animándonos a cantar y a dar palmas, dejándonos una pieza muy movida y quedona y con mucha interacción de la concurrencia.

Después de que su cantante cambiase de guitarra, llegaba el turno de la más relajada “Who'll stop the rain”, una canción más tranquila, que sirvió para calmar un poco la intensidad del concierto, así como hacer de aquello un momento más entrañable, pasando a agradecer a Víctor Teira el que les hubiera ayudado con alguna cuestión técnica, continuando con “Lookin' out my back door”, que fue de dedicado a la gente con problemas, un tema muy movido y celebrado por los asistentes.

Nos advirtieron de que ahora venía la canción lenta de su repertorio, “Someday never comes”, que narra lo que un padre le cuenta a su hijo y que fue dedicada a toda la gente que debería haber estado allí ese día y no lo puedo hacer, una pieza que empezó lenta, pero que contenía mucha fuerza, para pasar al intenso “Molina”, un tema en el que nos dijeron como teníamos que cantarlo, con prueba incluida, siendo un corte muy pegadizo y clásico y por ello muy celebrado.

Turno ahora para una de esas versiones que la Creedence llevaron a su terreno como fue el “Good golly, Miss Molly”, de Little Richard, muy movida, rockera y con mucha energía, para ser el turno de “Long as I can see the light”, que David quiso dedicar a su familia, allí presente, comenzando despacio, pero con fuerza, siendo un tema muy intenso y con fuerza y con el propio David luciéndose en su interpretación.

Nos empezaron a avisar de que su concierto iba acabándose y que había sido un 2023 con muchas actuaciones, por lo que estaban más que satisfechos del mismo, siendo el turno de “Bad moon rising”, una pieza muy movida y animada, con la que la banda siguió logrando la conexión con el público, para pasar a dedicar “Proud Mary” a la desaparecida Tina Turner, que tantísimas veces la cantó, un tema inmortal, muy movido y animado y en el que nos hicieron cantar en su parte final.

Se despedían recordándonos como se llamaban y presentando a los integrantes del grupo, con vacile incluido, para pasar a tocar la inmortal “Fortunate son”, un clásico, que fue muy celebrado, para, tras un amago de irse, despedirse de todos nosotros con “Have you ever seen the rain?”, una pieza muy conocida por todos y que fue cantada por todo el mundo, haciéndonos levantar para corear con ellos las ultimas estrofas.

Así y tras casi una hora sobre las tablas, concluía un gran concierto de Green River Tribute, algo más corto de lo que en ellos suele ser habitual debido a los horarios que maneja el Teatro Municipal Concha Espina, pero muy bueno y qué consiguió enganchar a los presentes y que mucha gente se quedase, no solamente los que ya los conocíamos, y es que en directo son un verdadero espectáculo.

Y es que no se trata solo de tocar los clásicos de la Creedence Clearwater Revival, que saben hacerlo y muy bien, sino que, además, hacen que tú te metas en esos temas y los sientas como tuyos, mientras disfrutas de la ejecución de los mismos y de ese buen rollo que trasmiten, haciendo que, casi sin darte cuenta, estés moviéndote con su música y cantando con ellos.

Seguro que volveré a encontrarme con la Green River Tribute sin mucho tardar y, una vez más, disfrutaré con esas canciones que casi todo el mundo conoce; no te los puedes perder.

trocolator0.wixsite.com/greenriver
www.facebook.com/GreenRiverT
www.youtube.com/@greenrivertribute8611
www.instagram.com/greenrivertribute

Tras charlar con parte de los asistentes y con alguno de los músicos, me fui del Teatro Municipal Concha Espina de Torrelavega, con la alegría de ver que nuestros músicos locales, como esta noche Víctor Teira y la Green River Tribute, están a un gran nivel y, especialmente, con la sensación de haber vivido una velada histórica, gracias a la memorable actuación de los sevillanos Storm, que nos dieron a todos una verdadera lección de cómo hacer buen rock de toda la vida, con energía, fuerza y sobre todo mucha clase; gracias a Diamantes Musicales por esta noche histórica para los que la vivimos.