Cariño regresaba a la capital para poner punto y final a casi dos años de gira. El concierto del trío madrileño está enmarcado dentro de una larga lista de artistas de distintos géneros musicales que el festival Inverfest, en su décimo aniversario, está llevando a escena desde hace unos meses. De hecho, mientras Cariño tocaba en La Riviera, por ejemplo, Iván Ferreiro lo hacía en otro punto destacado de la ciudad: el WiZink Center.
A diferencia de su primera, y última visita a Madrid, Cariño colgaba el cartel de sold out pocos días después de la apertura de la venta de entradas, demostrando que, desde la publicación de su segundo disco, en abril de 2022, el éxito de las madrileñas ha subido como la espuma.
Cariño
Para ir calentando el ambiente, contaron con la ayuda de Lil Ella, una artista emergente que se encuentra a caballo entre la música urbana y el hyperpop, con claras influencias reggaetoneras. Entre las sorpresas de la noche, la andujareña presentó un tema inédito que verá la luz dentro de poco, además de compartir escenario en “Mágico” con Valverdina, proyecto en solitario de una de las integrantes de Cariño.
Tras una breve, pero intensa actuación, comenzaba el turno de las protagonistas de la noche: Cariño. El público estaba impaciente por ver a Paola Rivero (guitarra eléctrica), Alicia Ros (voz y bajo) y María Talaverano (voz y teclado), junto al batería Chamizo (Menta y El Buen Hijo), y convertir aquella sala en una auténtica fiesta. Comenzaron muy cañeras con “Año de mierda”, que no sería la única canción de su último trabajo que sonaría en esta noche tan especial para ellas.
Cariño
“Habíamos venido antes, pero siempre es igual de especial”, manifestaba Paola Rivero, dando las gracias, de este modo, por el apoyo recibido. Algunos temas antiguos formaron parte de su set list como: “Mierda seca” o “Souvenirs”, de su disco “Movidas” (2018); o “:(”, single lanzado en 2019. De hecho, pidieron a las y los asistentes que disfrutasen de “Bisexual”, ya que “seguramente no la toquemos más”.
Con “Excusas” comenzaron los problemas técnicos. El sonido se estaba acoplando y los micros no funcionaban correctamente. Realizaron un segundo intento y parecía que se había solucionado, aunque pudimos comprobar que no fue así. Esta situación las acompañó a lo largo del espectáculo, pero supieron anteponerse a las dificultades e intentaron disfrutar de su último concierto, una sensación que supieron transmitirnos en todo momento.
“Es el final de una era. Hemos crecido, han pasado muchas cosas y nos vemos en la obligación de crecer musicalmente también”, manifestaban. Por ello, “hemos traído canciones antiguas y a Zazo al piano”. De este modo anticipan que el ambiente iba a ponerse tierno con “Lo que te quiero” y “Antes”. No faltaron “Sadmeal”, “La habitación”, “Soy una perra”, “No me convengo” o “Algo ha cambiado”, temas que completan su disco lanzado en 2022.
Cariño
Las voces de Cariño se mezclaban con la multitud en varios momentos de la noche y fue especialmente reseñable en “Tamagotchi”, en la que Chamizo saltó al escenario a bailar con ellas; “Modo avión”, canción que dedicaron a una chica entre el público llamada Miriam; “Te brillan”, en la que se hizo algún pequeño pogo, a petición de Paola Rivero; o “Si quieres”, tema que, sin duda, ha impulsado su carrera musical, gracias a su alta presencia en redes sociales, como Instagram.
No quisieron despedirse sin dar las gracias al equipo técnico y a aquellas personas que habían montado la escenografía, que nos transportaron a un mar de nubes, donde destacaban el rosa y el azul, colores que se mezclan en el cielo.
Tras aproximadamente 80 minutos de bolo y con “Si quieres” pinchada en modo rave, se despiden de los escenarios por un tiempo. Aunque queremos creer que no es un “adiós”, es un “hasta pronto”. Esto no se ha acabado aquí.