El tiempo avanza y el rock en nuestro país va sumando años, lustros y décadas, y es habitual que nuestros grupos y solistas vayan realizando giras aniversarios, tomando como referencia el primer concierto, el lanzamiento del primer disco o disco reseñable o el inicio de una carrera, todo sea para justificar un tour aniversario como Dios manda, y este es el caso de Quique González, que actualmente está inmerso en una gira XXV Aniversario por todo el país.
En esta gira, los conciertos están divididos en dos partes, la primera dedicada a interpretar un disco protagonista, y la segunda, repasando sus grandes éxitos, sobre el disco protagonista, cada concierto tiene el suyo, en Ponferrada fue “Daiquiri Blues”, en Salamanca “Salitre 48”, “Me mata si me necesitas” en Pamplona, y en Santander, por primera vez en la gira, hacía acto de presencia “Pájaros Mojados”.
No hay que olvidar, que el pasado mes de noviembre, el bueno de Quique se sacó de la chistera un nuevo trabajo llamado “Copas de Yate” Vol. I, un disco de versiones llevadas a su terreno, con grandes artistas que han marcado su carrera y a los que admira desde hace unos años, todo indica que habrá más discos como este, al menos el artista madrileño afincado en Cantabria, lo deja ver.
Quique González
Otra escucha más para salir a la carretera, aunque en sus set list, al menos este año, está dando importancia a los temas de siempre y a los discos protagonistas, pero al menos una o dos canciones del primer volumen se asoman en sus directos, al menos en Santander, una si que escuchamos.
Lo dicho, acudimos a su concierto en Santander, concretamente al Escenario Santander que regresaba tras unos años de ausencia donde sus bolos los realizaba en el Palacio de Festivales, allí presentó el álbum “Las Palabras vividas” en el 2020 y “Sur en el Valle” en 2022, pero claro, no es lo mismo verle de pie y con una cerveza en la mano que sentado y con un chupachús en la boca, pues no es lo mismo, sobra decir que, a nivel personal, prefiero la primera opción.
El Escenario Santander tiene muchas cosas buenas respecto a otras salas de la tierruca, el espacio y aforo es una de ellas, pero también los horarios, son estrictamente puntuales y eso es de agradecer, si a las nueve empieza el concierto, a las nueve empieza salvo algún problema de última hora, y a esa hora, Quique y los suyos salieron al escenario para dar salida a todos los temas del disco “Pájaros Mojados”, respetando el mismo orden de la grabación original, todo una delicia para los amantes de este magnífico trabajo, y como no, de Quique González en general.
Quique González
Esta historia empezó, no podía ser de otra forma, con “Pájaros Mojados”, bajo una formación de teclado, guitarra, acordeón gracias al buen trabajo de Raúl Bernal, que muchos le conoceréis por ser fiel escudero de Jose Ignacio Lapido, a la guitarra Toni Brunet, productor de los últimos discos del protagonista de la noche, Edu Olvedo a la batería y Jacob Reguilón al bajo y contrabajo, como bien indicó Quique, uno de los mejores regalos de su vida es tocar con el bueno de Jacob.
El Sr. Reguilón, que le daba igual tocar el bajo que el contrabajo, sacó este último instrumento por primera vez en el tercer tema del disco, “Torres de Manhattan”, canción que lo demanda sin duda, luego se vino la oscuridad más intimista para interpretar “Aunque tú no lo sepas”, a estas alturas del cuento, todos conocemos la bonita historia de esta canción, continuando con “En el Backstage” para ir levantando las luces poco a poco y meter un poco de energía a este bonito concierto gracias a “Caminos Estrechos”.
Era la primera vez en esta gira que el disco protagonista era “Pájaros Mojados”, próximamente Burgos tendrá su oportunidad (o a tenido, si lees a posteriori esta crónica), por eso, algunos temas se fueron tocados en directo por primera vez tras muchos años de ausencia, este fue el caso de “Supermán”, donde Quique se quitó la guitarra y empezó a chascar los dedos al ritmo de la canción, y así, sin darnos cuenta, llegábamos al final de la primera parte del concierto, no sin antes dar salida al último tema del disco, “Reloj de Plata” y presentar a toda la banda, como bien hemos hecho antes al inicio de la crónica.
Parón de unos diez minutos y vuelta al ruedo.
Quique González
Llegó el momento de interpretar los grandes éxitos de Quique González, los temas más conocidos y más coreados, empezando con “Avería y Redención” y “Trucos Fáciles”, continuando con “Relámpago” donde Raúl dejó el teclado y se enfundó una preciosa y sonora guitarra, durante esta segunda parte los cambios de instrumentos fueron habituales, tanto por Raúl como por Jacob.
“Se estrechan en el corazón” magnífica con la participación del acordeón pasando a “Salitre” bien coreada por el público con sus “ohohohoho”, sobre todo el estribillo, que Quique dejó al respetable que le cantara casi entero, todos a una, nadie desafinaba, eramos un todo, quizás fue el momento cumbre de la noche. Escuchamos también “¿Es Tu Amor en Vano?” del álbum “Delantera Mítica”, como bien sabéis es una adaptación al castellano del tema de Bob Dylan:"Is your love in vain?".
Del último trabajo, “Copas de yate Vol 1” solo tocó “A la media Luna”, este trabajo es un disco de versiones adaptadas a la forma de tocar y cantar de Quique, cortes que ya de por si sólo tienen identidad y en su día le marcaron al artista madrileño, este tema en cuestión le compusieron los hermanos Auserón, y Juan Perro (Santiago Auserón) le incluyó en su segundo disco en solitario allá por el año 1997. Y tras “Kamikazes Enamorados”, Quique quiso dedicar el siguiente tema, “La Fábrica” a un amigo que había fallecido recientemente, Nando, esta va por ti.
Quique González
El final estaba cerca, tres últimos temas, “Dallas – Memphis” el blues en mayúsculas de toda su carrera, “Charo”, con Toni haciendo las voces que en su día Nina de Morgan dejó en la grabación, y “Vidas Cruzadas”, poniendo punto y final a una noche que todos recordaremos. Hemos empezado bien el año, pero el concierto que vimos esa noche está en el Top 5 de los últimos 5 años para un servidor.
Pero antes, Quique González tuvo buenas palabras para todo su equipo, un momento de agradecimiento que empezó con su técnico de sonido, Sergio Benito, a las luces Rafael Carvajal, Javito en el backline, Alvaro su tour manager, Dani en los monitores, Alberto, Rubén al merchar, invitando a todo el mundo a que se quedase, que en treinta minutos saldría a firmar y a hacerse fotos, y por último, al Escenario Santander, deseándoles suerte en esta nueva andadura con la reciente gestión de El Silencio Music.
Poco más que decir, hemos empezado fuerte el 2024 presenciando una de las giras del año.