Asociación Cultural Los Bancos de Atrás, Unquera, Cantabria
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Otro de esos sábados con muchas cosas entre las que elegir, este tercero del mes de enero y es una dinámica que, por un lado, me fastidia, porque siempre te pierdes algo, pero, por otro lado, es para darnos con un canto en los dientes por el hecho de que, en una comunidad autónoma tan pequeña como Cantabria, cada sábado haya unos cuantos conciertos, no menos de 5, en donde escoger; vamos, que el que quiere y puede, no tiene excusa.
Esta vez volvía a coger rumbo a Unquera, lógicamente a la sede de la Asociación Cultural Los Bancos de Atrás, algo más de un mes después de mi anterior visita y en donde, esta noche, íbamos a tener un menú bastante especial, con las actuaciones de los gasteiztarras de Dresden y los cántabros Maxwell y Smarts, una combinación explosiva y que me resultaba muy interesante.
Llegué poco antes de la hora marcada, con no mucha gente allí presente, y con todo listo para empezar y es que no hay que olvidar que el horario allí es limitado y como te entretengas un poco, tanto tu grupo, como el resto del cartel, se pueden ver perjudicados y tener que recortar repertorio.
De manera muy puntual subieron a escena Dresden, un cuarteto de Gasteiz, que se funda allá por el año 2013, y que está integrado en la actualidad por Cesar, voz y guitarra, Javi, guitarra, Juan, bajo y coros, y, si no entendí mal, Osvaldo a la batería, habiendo publicado, hasta la fecha, los Ep´s “Dresden”, del 2014, y “Reborn”, del 2019, aunque hay un tercer disco que está ya en camino.
Dresden
Comenzaron la velada con un tema llamado “Motherfucker and proud”, no registrado en ninguno de los discos editados hasta la fecha, un corte que empezó con fuerza y que resultó muy pegadizo y machacón, tras el que nos agradecieron estar allí, al mismo tiempo que nos animaron a acercarnos, y es que el público estaba muy frío y alejado del escenario, para continuar con “Never”, de su primer trabajo, una pieza muy poderosa y pegadiza, que contó con ese juguetón sonido guitarra y un buen solo de Javi.
Turno ahora para un tema que estaba recogido en su último disco, concretamente “Lay it down”, muy movido y pegadizo y en el que nos animaron a corear con ellos, siendo de los cortes que más me gustaron de su velada, para bromear sobre que iban a hacer una versión de un grupo que estaba empezando, cuando en realidad era la inmortal “Help!”, de The Beatles, que les quedó muy movida y cañera y en la que pidieron nuestras palmas, logrando que algunos les hiciéramos caso.
Vuelta a las composiciones propias con “All my life”, la pieza que abría su ópera prima, en la que empezaron a sonar inicialmente el bajo y la batería, una canción muy movida y animada, con mucha presencia del bajo, y que sonó muy contundente, con un muy buen solo de guitarra y alguna parte más relajada, para pasar a insistir en que nos acercásemos, antes de continuar con otro corte no editado, “Sex, drugs & goldiggers”, que empezó de manera muy machacona y potente, con la gente dando palmas, dejándonos un tema pegadizo, con un sonido poderoso y que contó con un buen solo de guitarra.
Dresden
Tras preguntar qué tal iban de tiempo y darse cuenta que todavía tenían un rato, continuaron con otra pieza no editada, “One day less in Hell”, que fue iniciada por Cesar con mucha fuerza y que luego, ya con toda la banda, sonó muy potente, parando para que entrase el bajo, animándonos a cantar, siendo una canción pegadiza y en la que sufrieron un breve momento en que no se oía la voz, aunque fue rápidamente solventado, para continuar con “My love”, el corte que daba inicio a su segundo y último disco hasta la fecha, el cual empezó guitarrero, con Cesar y Juan tocando entre los asistentes, un tema muy movido y animado, con ritmo, que sonó muy cañero y que tuvo ese grito alargado y potente en la parte final.
Tras pedir algo de bebida, llegaba el momento de una versión, con Javi tomando el micrófono para dividir a la sala en dos partes e interactuar con nosotros, antes de dar paso a la mítica “Whole lotta Rosie”, de los AC/DC, que no fue reconocida por mucha gente, ante la sorpresa del cantante, que dijo que era la vez primera que el público no la reconocía, con Agapito, de los Maxwell y Smarts, tocando con ellos la armónica de manera espontánea, un temazo, en donde Javi tomó todo el protagonismo, acabando revolcándose por el suelo mientras tocaba, haciendo las delicias de buena parte de los presentes.
Dresden
De esta manera y tras tocar casi una hora de actuación, concluía la velada de unos Dresden, después de que presentaran a sus integrantes y nos recordaran que tenían allí un puesto de merchán con material de la banda, habiendo dado un muy buen concierto, muy divertido y ameno, aunque con la gente algo fría, lo que también, en cierta manera, impidió esa conexión y ese interactuar que la formación demandaba, pero ellos lo intentaron por todos los medios.
No es fácil tocar cuando tienes a la gente a su aire y sin prestarte atención, pero ellos supieron ir ganándose poco a poco el interés de alguno de los presentes, y es que su propuesta es muy vibrante, con ese rock and roll tan eléctrico y animado, que te hace moverte con su música y corear sus pegadizos estribillos, además de dejar caer alguna versión, todo ello interpretado con buena calidad y con mucha entrega.
Espero volver a ver a los Dresden dentro de poco tiempo y, a ser posible, que la gente responda algo más, ya que son una banda que recomiendo escuchéis y, especialmente, veáis en directo.
Como suele ser habitual en este local, no fue mucha la demora entre grupo y grupo y enseguida estaban sobre las tablas Maxwell y Smarts, una banda que el pasado año sacó físicamente su segunda obra, “Ferralla”, sucesora de su primer trabajo, “Primus”, del 2019”, y que fue uno de los discos que más me gustó de los que escuché y se publicaron en el ya terminando 2023.
Los orígenes de esta banda se remontan al año 2018, habiendo sufrido varios cambios de formación y estando actualmente ya asentada con Agapito, voz, armónica y teclados, Liuco, guitarra y coros, José, bajo y coros y Pedro, batería, habiéndoles visto en vivo varias veces, la última de ellas en la pasada primavera y es que son un grupo que en directo suenan muy bien.
Tras saludarnos, nos anticiparon que, en contra de lo que dice su tema “Todo sale mal”, hoy iba a salir todo bien, pero aquel día salió todo mal, una pieza muy movida y cañera, con un sonido contundente y con la armónica muy presente, para, siguiendo en ese mismo disco y respetando el orden en que allí aparecían, ser el turno de “Sumisión”, con un potente inicio, muy intenso y cantado, dejándonos con un corte con mucha entrega, que contó con un muy buen solo de guitarra y que me gustó mucho.
Llegaba el momento de pensar en “Lo que pudo ser”, una canción que se inició con esa buena combinación entre teclados y guitarra, con fuerza e intensidad en el estribillo, para luego contar con una importante presencia de los teclados, pasando, después, a relajarse, con el bajo tomando protagonismo y con unos marcados teclados, para, más adelante, recuperar esa intensidad, en otra pieza que me gustó mucho.
Maxwell y Smarts
Momento de recordar a toda la gente que ha perdido su vida trabajando y es que llegaba “¡Jesús y adentro!”, que rememorará lo que decían los marineros cuando iban a faenar, un tema cañero, pero con un sonido más ambiental y con el bajo muy marcado, contando con ese instante en que el corte se para, para luego retomar la fuerza que tiene, sonando muy potente e intenso, prolongando el final, con los teclados muy presentes y con mucha fuerza y potencia en esta última parte.
Era el turno de “Remontar”, una canción muy optimista y que nos anima a salir adelante a pesar de los momentos difíciles que todos pasamos, una pieza muy muy contundente y pegadiza, que sonó con mucha fuerza y muy potente, tras la que pasaron a recordarnos que tenían un puesto de merchán con material de la banda y agradecernos nuestra acogida, antes de contarnos la historia de esas dos chicas salvajes que son “Cionín y Amparo”, un tema que empezó con fuerza, muy movido y animado, relajándose brevemente, pero manteniendo esa esencia potente que el mismo posee.
No quisieron olvidarse de sus compañeros de cartel, a los que saludaron y con los que tuvieron gestos de complicidad, para continuar con “Maxwell”, esa pieza que es una declaración de principios, empezando con fuerza, siendo una canción muy pegadiza y con cambios de ritmo, que sirvió para presentar a los componentes de la banda, recordando que todos somos Maxwell y Smarts y prolongando el final con el teclado.
Maxwell y Smarts
Como todo en la vida, los conciertos también tienen un principio y un final, y éste iba a llegar con “Ferraille”, un corte contra todo tipo de totalitarismo, que empezó contundente y con fuerza, para pasar luego a relajarse, con ese sonido tan sinfónico y con los teclados teniendo mucha presencia, dando paso a esa juguetona guitarra y recuperando esa fuerza que tenía el tema, acelerándose en la recta final y que contó con una gran solo de guitarra, sonando muy intenso y poderoso.
Pero todavía había tiempo para una más, siendo la ocasión de su versión del “Sleepflower”, de los Manic Street Preachers, que empezó de manera muy guitarrera y que fue cantada en castellano, una pieza muy cañera y coreada, que sonó con fuerza, aunque luego tuvo una parte más relajada, para, después, volver a intensificarse.
De esta manera y después de, más o menos, 70 minutos de actuación, concluía un muy buen concierto de Maxwell y Smarts, demostrando, una vez más, que son una gran banda, con una propuesta muy interesante, que a mí me tiene enganchado desde la primera vez que los vi, y que me parece diferente de lo que se escucha habitualmente en el panorama musical.
Sus canciones tienen, al mismo tiempo, gancho y bastante complejidad, con diferentes cambios de ritmo, pero quedándoles muy bien, algo que solamente puedes hacer si tienes la calidad que estos músicos poseen, con unas letras que, además, cuentan historias que se salen de lo habitual, incluyendo esos mensajes de superación y de libertad siempre presentes.
Maxwell y Smarts
Sin duda, Maxwell y Smarts son una banda que deberían tener mucho más reconocimiento dentro de la escena cántabra y estoy seguro de que será cuestión de tiempo que lo logren; os animo a descubrirlos y a verlos en directo en cuanto tengáis la ocasión
Después de despedirme de los músicos y de buena parte de los asistentes, me fui de la Asociación Cultural Los Bancos de Atrás de Unquera, muy contento por lo allí vivido, con los dos grandes conciertos que dieron Dresden y Maxwell y Smarts, pero con la sensación de que era una velada para que hubiera acudido mucha más gente y que hubiera estado más activa, pero, al menos, pudimos vibrar con estas dos grandes actuaciones y que sirvieron para ganarse a más de un seguidor esta jornada y todo gracias a la enorme labor de esta querida y respetada asociación, que tanto y tan bien hace las cosas.