Se suele decir que no hay mal que por bien no venga, y algo así me ocurrió a mí el vienes 26 de enero, y es que tenía apuntada esa fecha, desde hacía tiempo, para ver un concierto que, finalmente, se tuvo que aplazar, lo que me permitía poder acudir a la presentación del primer disco de los cántabros Tempvs, a los que tenía muchas ganas de ver en directo y es que este trabajo suena muy bien.

La cita iba a tener lugar en la Sala Niágara de Santander, a donde ya hacía mucho tiempo que no acudía, llegando con la habitual incertidumbre de ver cuánto público acudía a esta fiesta presentación y, afortunadamente, dicha sala contó con una muy buena entrada y es que fue mucha la gente que quiso arropar a este cuarteto en esta fecha tan importante para la banda.

Recordemos que esta banda, creada en el 2013 como Tempvs Fugit , está compuesta por Néstor Cortés, voz y bajo, Enrique Venero, guitarra y coros, Jorge Madrazo, guitarra y coros, y Marta González, batería y coros, y, al margen del disco que venían a presentar esta noche, “Deseo y electricidad”, del final del 2023, tienen publicado un Ep llamado “Zero”, del 2018.

Pude charlar con la banda mientras iba llegando el público y se les notaba ilusionados con este trabajo y con muchas ganas de pasar un buen rato con todos nosotros, dejando entrever que quieren asentar este proyecto, algo que se pude ver desde esa nueva web, que han estrenado hace poco, como en el cuidado de todo lo que rodea a la formación y es que esta noche nos iba a demostrar que van a por todas.

Y allí estaba, dispuesto a verlos por tercera vez, la última ya hace demasiado tiempo, comenzando el concierto, apenas un cuarto de hora después de la hora fijada, con una intro, que simulaba el sonido de un reloj, para lanzarse a tocar “Contrapolar”, la que también abre ese disco, que venían a presentar, una canción que empezó de golpe, muy pegadiza y machacona y que contó con un ritmo quedón.

Tras cosechar muchos aplausos y reconocer que era un día muy especial para ellos, nos anunciaron que venían con ganas de meter caña, siendo el turno de “Mortal de necesidad”, un tema con mucha fuerza y muy intenso, con un buen solo de Jorge, para, sin casi parar, continuar con “La apuesta final”, una pieza que fue enlazada con el anterior corte, la cual contó con un bajo muy marcado, un sonido muy machacón y potente y que resultó bastante pegadiza.

Se tomaron un breve respiro, que utilizaron para saludarnos y darnos las gracias, reconociendo que hacía mucho tiempo que no actuaban y que les había dado tiempo a componer nuevos temas, como “Medusa”, el siguiente en sonar, con un inicio muy poderoso y un sonido machacón, pero con ese toque pegadizo que tienen sus cortes y que contó con un buen solo de guitarra de Enrique.

Turno ahora para un tema que fue presentado como un clásico de su carrera, como es “Viviré”, un corte muy rápido en su inicio, que sonó muy pegadizo y contundente, pero con un sonido muy animado y dejándonos con otro gran solo de Enrique, para, después de tomar aire, recordar “Sólo se oye tu voz”, de su primer Ep, una canción que comenzaron a cantar de golpe, pero de manera relajada y tranquila, dando paso a un nuevo solo de Enrique, volviéndose luego más intensa, con los coros muy marcados, como durante toda la velada, y en donde hubo momento para el lucimiento de todos sus integrantes.

Después de preguntarnos si todo estaba bien, con positiva respuesta de los allí congregados, era el momento de otro tema nuevo, “Decisiones críticas”, que empezó con ese redoble de batería y con fuerza inicial, mostrándonos un corte  con contundencia y pegadizo, además de muy animado, con un muy buen solo de Jorge, para confesar que iban entrando en calor y esperando que no hubiera ningún supersticioso en la sala, ya que llegaba “Gato negro”, una pieza que no había escuchado todavía, y que comenzó muy machacona, con mucha fuerza y que contó con un ritmo movido y contagioso, con ese sonido de cencerro en una parte del mismo y otro buen solo de Jorge.

Tocaba repasar los temas que se incluyen en este trabajo que nos venían presentando, recordándonos que lo tenían allí a la venta, y lo iban a hacer con “Sangre negra”, un corte muy tranquilo, pero a la vez con mucha fuerza en ese pegadizo estribillo y con una buena demostración de las cualidades de Jorge a la guitarra, para continuar en el mismo disco con “Otra vez”, en donde nos invitaban a mirar y descubrir diferentes cosas en nuestras vidas, empezando calmada, pero luego intensificándose y ganando potencia y fuerza, y es que trata de una pieza muy rápida y cañera, pero con momentos más relajados y un gran solo de guitarra de Jorge, además de contar con una voz muy potente, aunque la canción acabó de manera relajada.

El siguiente tema, “Cuatro lunas”, era una nueva composición que hablaba sobre el tiempo que habían pasado separados, en el que buscaron y lograron la participación de la gente, con un inicio muy guitarrero y que fue un corte muy pegadizo, con mucha fuerza y con un buen solo guitarra de Jorge, siendo unido por Marta con “La sonrisa del lobo”, para la que todos los músicos se pusieron unas gafas de colores y uno de los presentes subió al escenario con una máscara de lobo y una guitarra de plástico para acompañar a la banda en esta pieza, muy potente y apareciendo de nuevo el sonido del cencerro, contando con un muy buen solo de Enrique, dejándonos una canción que resultó muy eléctrica, machacona y pegadiza.

Anunciaron que ya llevaban un rato allí y que todo se acaba, por lo que iban a encarar la recta final de su velada, probando nuestras voces, antes de cantar “Fuera de orbita”, el tema que ha sido adelanto del disco y que contiene esos coros iniciales, siendo un muy buen corte y pegadizo, que contó con un buen solo de guitarra de Jorge, para relajarse levemente, antes de recuperar esa fuerza, para ser el turno de un buen solo de Enrique y con toda la sala coreándolo.

Llegaba el momento de la composición que da nombre a ese disco que venían presentando, “Deseo y electricidad”, un canción muy pegadiza y coreada, que cuenta con un sonido muy movido y guitarrero, y en la que nos dejaron un gran solo de Jorge, que fue el culmen de esta pieza tan celebrada, para presentar a los integrantes de la banda, tras la que hicieron un amago de irse, antes de continuar con un tema de su primer Ep, “Luz en la oscuridad”, que empezó con mucha fuerza y un sonido muy animado, dejándonos con un corte muy machacón y potente, pero con mucho ritmo y con Jorge luciéndose.

Preguntaron si echábamos entre todos el local abajo, antes de lanzarse con su versión del mítico “I want out”, de Helloween, que les quedó muy bien, y es que siempre es una maravilla escuchar ese temazo y acordarse de cuando se publicó, con el primer solo a cargo de Jorge y el segundo de Enrique, para luego relajarse antes de esa traca final, para continuar, ahora sí, con la que iba a ser la última pieza de esta noche, mostrándose encantados de estar allí y agradeciendo a los presentes el haber venido y a la sala por haber facilitado las cosas, despidiéndose con “Ver, oír, callar”, la que faltaba de ese trabajo que presentaban, una canción que empezó con fuerza y que contó con un estribillo pegadizo, antes de pararse, para dar paso a una parte más machacona y después acelerándose con el sonido de la guitarra de Enrique.

De esta manera y después de unos 80 minutos sobre las tablas, concluía un muy buen concierto de Tempvs, en donde la gente estuvo muy entregada y la banda con muchas ganas y ofreciendo una actuación muy intensa y potente, que me gustó mucho más de lo esperados y eso que el disco ya me parecía más que interesante, pero es que esa noche realmente estuvieron muy bien.

Al margen de las ganas que pudieran tener por tocar y de los buenos temas que presentaron, nos encontramos a cuatros músicos con las ideas muy claras y demostrando, cada uno de ellos, la gran calidad musical que tienen, aportando todos esos matices que enriquecen a las canciones, pero teniendo claro que éstas son las importantes y que todo ello ha de quedar bien estructurado para que la pieza sea pegadiza y, al mismo tiempo, de calidad.

Esta noche se refrendó lo que ya había adivinado en las otras dos veces que los había visto y es que Tempvs es una gran banda y que, además, ha crecido mucho en este tiempo; muy muy recomendables, tanto en estudio, como, sobre todo, en directo.

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Después de despedirme de la banda y de alguno de los asistentes, me fui de la Sala Niágara de Santander con el disco de Tempvs bajo el brazo y el gusto de haber visto un gran concierto, de una formación que todavía quizás no es muy conocida, o no tanto como debería, dentro de la escena cántabra, pero que, estoy seguro, que en poco tiempo todo esto ha de cambiar y tener mucho más reconocimiento del que tiene; de momento, esta noche dieron el primer paso para ello.