Tras el éxito alcanzado en Gijón, y siguiendo con su gira “Hora de comer aire”, los navarros Bocanada visitaron la Sala Wolf de Barcelona dispuestos a seguir contando batallas por victorias.

La formación, que retomó los escenarios en el otoño de 2022 y que giró durante 2023 acompañando a Marea, salió puntual al escenario de una sala prácticamente llena mientras sonaba el discurso que Rocky Balboa le lanza a su hijo en la sexta entrega de la saga.

Uno a uno, los cinco componentes de la banda fueron tomando posiciones y empuñando sus respectivos instrumentos. Se produjo un instante de silencio y, a continuación, los acordes de “Más animal”, del álbum Libres (2017) indicaron el inicio del concierto y el final de una larga espera por parte de los incondicionales, muchos de los cuales habían adquirido sus entradas en el mismo momento en el que se pusieron a la venta.

Resultaría enormemente difícil explicar con palabras qué es Bocanada a quien no los haya escuchado antes pero, sobre todo, a quien no los haya visto en directo, quien no se haya visto atrapado por su visceral poesía o atravesado por sus frenéticas melodías. En definitiva, quien no se haya visto envuelto por la onda expansiva de su brutal detonación en directo. Así que, si alguien está leyendo esto sin haber asistido a ninguno de sus conciertos, le recomendamos encarecidamente que deje de leer en este punto y saque entrada para el próximo evento de la gira que le pille a mano.

“El faquir”, “Tu nombre se escribe con sangre” y “Aguantando el chaparrón” sirvieron para subir pulsaciones hasta que la totalidad de los corazones que allí se habían reunido latieran al ritmo de la incombustible batería de Pepo; que, a través del bajo de Rupi, quedaba perfectamente articulada con las guitarras de Juanito y Abel, creando el escenario perfecto para que la voz y los movimientos de Martín manejasen a capricho la voluntad de los presentes.

“Como los ratones”, “El voladero” y “Solo pero vivo” sirvieron para repasar los tres primeros álbumes de la formación, haciendo las delicias de los seguidores más veteranos; así como seduciendo a las últimas incorporaciones, y poniendo de manifiesto cómo y por qué se han mantenido en primera línea del rock todos estos años.

Martín, a quien poco le duró la camiseta que llevaba puesta antes de hacerla jirones, nos dijo una vez que ellos grababan discos únicamente para que la gente se aprendiera las canciones y las cantaran en los conciertos. Y vaya si lo han conseguido que, en el momento de interpretar su último sencillo “De corazón para dentro”, estrenado hace pocas semanas, la práctica totalidad de la sala le acompañó de principio a fin, demostrando haber venido con los deberes hechos.

El bloque central del concierto estuvo marcado por temas del disco Ahora Que Los Leones Duermen, publicado en 2020 y cuya gira de presentación se interrumpió una semana después de comenzar por motivos pandémicos, quedando en suspenso durante dos años. Canciones tan potentes como “Golpe de mar” o “Siete leguas” tronaron en el recinto, intercaladas con algunas más antiguas como “Río” o “Comiendo soles”.

Un último bloque, en el que se apreciaba a los cinco músicos visiblemente satisfechos tanto del show como del increíble retorno que estaban recibiendo por parte de su público, estuvo conformado por canciones que se han convertido ya en seña de identidad de estos berriozartarras y que han quedado para siempre en el imaginario del rock de principios de este siglo, como “Bocanada” o “Mala hierba”, canciones durante las cuales Martín caminaba como un funambulista por encima del anti-avalanchas o se perdía entre un público incapaz de contener la emoción.

Pero todo lo que empieza tiene que tener un final y, tras una desgarradora interpretación de “Campo a través” que tiró abajo la sala, los anfitriones se despidieron de su público entre aplausos y ovaciones, agradeciendo el cariño recibido y prometiendo volver lo antes posible.

Nosotros les estaremos esperando.