Alguna vez ya os he comentado que los domingos no suelo acudir de concierto, ya que es el único día que Montse y yo podemos, en principio, pasar juntos, pero siempre hay excepciones que confirman esta regla y ocasiones para saltársela y este primer domingo del mes de marzo era una de ellas, porque visitaban la santanderina sala Niágara los inigualables, Supersuckers.
A esta banda norteamericana, que lleva desde el año 1988 en activo, ahí es nada, los había visto en directo en el año 2007 en Santoña, en aquellos tiempos en que la sala Tropicana, de la mencionada villa, traía formaciones como de la que hablamos o Backyard Babies, Nashville Pussy y demás: qué tiempos aquellos. Por ello, ante el buen recuerdo que me dejó aquella velada, no quería perderme este concierto, que nos traía la gente de Los Huesos de Portobello, por nada del mundo.
Y muchos fuimos los que pensamos lo mismo, ya que las entradas se agotaron y fue mucha la gente que se quedó con las ganas, facilitando la asistencia a dicho evento, el que éste fuera a una hora no especialmente tardía, las 20.30, así que para allá que me fui, con cierta antelación, para poder coger un buen sitio, acudiendo a esta sala algo más de un mes después de mi anterior visita.
Cuando llegué a la sala, ésta ya estaba abierta y pude ver cómo la gente iba llegando de manera escalonada, algunos prolongando la jornada festiva del domingo y otros que veníamos frescos porque, por otras circunstancias que no vienen al caso, yo al menos, ese día no había salido de fiesta, así que llegaba con muchas ganas de recibir mi necesaria dosis de rock and roll.
Supersuckers
Desde ya hace unos cuantos años la banda está integrada por su fundador, Eddie Spaghetti, bajo y voz, Metal Marty Chandler, guitarra y voz, y Chango von Streicher, batería, habiendo publicado los discos “The smoke of hell”, de 1992, “La mano cornuda”, de 1994, “The sacrilicious sounds of the supersuckers”, de 1995, “Must've been high”, de 1997, “The evil powers of Rock 'n' roll”, de 1999, “Motherfuckers be trippin'”, de 2003, el EP “Paid”, del 2006, “Get it together”, del 2008, “Get the hell”, del 2014, “Holdin' the bag”, del 2015, “Suck it”, del 2018, y su más reciente “Play that Rock n' roll”, del 2020, además de diferentes obras en directo y recopilaciones.
Con mucha puntualidad y con el “Eruption”, de Van Halen, a modo de intro, se fueron subiendo los músicos, autoproclamándose como la mejor banda de rock and roll del mundo, para comenzar su velada con unos de sus clásicos, como es “Pretty fucked up”, de su obra del 2003, con ese comienzo relajado, pero que luego se vuelve más cañero y eléctrico, siendo muy bien acogido por una concurrencia sorprendida y encantada al mismo tiempo por semejante inicio, dejándonos con un corte para el que nos pidieron palmas.
Sin casi parar, era el momento de un tema más cercano en el tiempo, “All of the time”, el que abría su trabajo de hace 6 años, pidiéndonos de nuevo nuestras palmas, un corte muy cañero y potente, con mucha fuerza y dejándonos una composición muy pegadiza, para volver 21 años atrás con la pieza que abría el disco que sacaron entonces, “Rock ´n roll records (Ain't selling this year)”, con un muy eléctrico comienzo, dejándonos una canción muy buena, poderosa y, al mismo tiempo quedona, de las que te hacen moverte con su música.
Un poco más atrás en el tiempo, concretamente hasta 1999, se fueron para recordar el tema que daba nombre al plástico que sacaron entonces, “The evil powers of rock 'n' roll”, un corte que sonó a toda pastilla, con un gran sonido de guitarra, teniendo un ritmo pegadizo y con ese amago de acabar, para luego recuperar la fuerza previa, antes de ir hasta su ópera prima con la canción que lo abría, “Coattail rider”, una pieza muy intensa y potente y que nos acercaban a su época más primaria y cruda.
Vamos ahora a su segundo disco y con el tema que lo abría, “Creepy jackalope eye”, un corte clásico y conocido, que contó con un contundente sonido y que fue muy coreado, con un breve momento en el que se fue parte de la luz, para irnos a hace diez años con la canción que daba nombre a la obra que publicaron en esa fecha, “Get the hell”, muy intensa, potente y pegadiza, dejándonos una pieza animada, en la que hubo un breve solo de batería.
Supersuckers
Volvíamos a cortes más actuales como ese “Ain't gonna stop (Until I stop it)”, que fue primer adelanto y abría su última obra, un tema que fue unido a la anterior y que tuvo un sonido de guitarra muy potente y con esos momentos de subidas y bajadas de intensidad que tanto nos hicieron disfrutar, para viajar de nuevo a los orígenes de la banda con “Caliente”, de su primer disco, una pieza que fue tocada a toda velocidad, dejándonos una canción muy quedona e intensa.
Nos agradecieron nuestro recibimiento y nuestros aplausos, mostrándose encantados, antes de continuar con un tema que en su setlist venía anunciado como “Turns”, pero que no logré reconocer, un corte muy eléctrico y potente, con ese sonido juguetón y con diversas subidas y bajadas, para ir hasta 1997 con “Roadworn and weary”, una canción que sonó potente y contundente en su inicio y que tuvo un pegadizo estribillo, dejándonos una pieza coreable y en la que nos obsequiaron con un gran solo de guitarra.
Turno ahora para un tema que todavía no han publicado, llamado “I tried to write a song”, que tuvo un inicio pausado, pero que enseguida se volvió un corte con fuerza y muy machacón, antes de llevarnos 6 años atrás, cuando publicaron su anterior obra, para ser el turno de “Dead inside”, con un comienzo tranquilo, aunque luego se volvió una pieza con mucha fuerza, mostrándonos una canción pegadiza y quedona, pero que contó con partes en que se relajaba de manera momentánea.
Viajamos en el tiempo hacía el año 2003 para que sonara ese “Rock your ass”, que estaba recogido en su disco de ese mismo año, un tema con un inicio machacón y potente, con mucha presencia de la batería y un buen sonido de guitarra, antes de que Eddie presentará a sus compañeros de grupo, para, después, dejar la voz principal a Metal Marty Chandler, que el año pasado publicó un trabajo en solitario, en donde también es el cantante, llamado “Greatest hits”, del que nos tocaron varias piezas, comenzado con “Workin my ass off”, una canción que se inició con un sonido explosivo, mostrándonos una muy buena composición y en donde se nota es regusto por el rock más clásico.
Supersuckers
Siguiendo el recorrido por ese disco en solitario del guitarrista, era el momento de “Goddamn divorce”, un tema que fue unida a la anterior y que tiene un sonido más relajado y calmado, pero siendo, al mismo tiempo, un corte potente y machacón, con Marty y Eddie intercalándose en las partes vocales, para concluir ese repaso por dicha obra con la genial “Idaho, Baby!”, que es una revisión del clásico “Rock ´n roll” de Gary Glitter, una gran canción, con ese sonido de guitarra electrizante, ofreciéndonos una muy buena pieza, de esas que se te quedan muy rápido y que resultó muy pegadiza.
En este momento de la velada nos dieron a escoger cual era el próximo corte que queríamos escuchar, siendo elegido, entre las diversas propuestas, “I want the drugs”, un tema que estaba recogido en su obra de 1999, que sonó de manera muy rápida, quedona y pegadiza, deleitando a la concurrencia, para, sin casi parar, ser el turno de una pieza que en el setlist aparecía como “69” y que no tengo identificada, pero que comenzó de manera electrizante, dejándonos una canción potente, quedona y cañera y que fue muy coreada.
Después de solventar un pequeño problema con la batería, continuaron con “Supersuckers drive by blues”, un tema que recogieron en ese directo del 2006 llamado “Supersuckers Live at the Casbah”, siendo un corte que arrancó con un quedón sonido de guitara, el cual resultó muy movido y guitarrero y que contó con un buen solo de guitarra, para darnos las gracias por nuestra acogida y pasar a tocar la versión del “Cowboy song”, de Thin Lizzy, una pieza que empezaron de manera relajada, con la guitarra sonando de manera acústica, pero luego metiéndola bien de caña, dejándonos una canción con un buen solo de guitarra y con algún momento más relajado.
Y aquello llegaba a su fin, con el siempre esperado “Born with a tail”, de su obra del año 1995, uno de sus temas más conocidos, sino el que más, y que fue muy coreado por todos los presentes, con el grupo alargándole, ante el júbilo de la concurrencia, mientras nos recordaban el tiempo que llevan en esto y autoproclamándose la mejor banda de rock and roll del mundo, concluyendo, de esta manera, su velada tras, más o menos, 70 minutos de actuación, entre agradecimientos de la formación por nuestra acogida y muchos aplausos de los presentes.
Supersuckers
Los Supersuckers dieron, esta noche en Santander, un grandísimo concierto, con una banda que no dejo títere con cabeza y que vino, vio y arrasó, contando con toda la gente entregada, y es que son una formación que en directo no fallan, y es que, pese a los años que llevan y que el tiempo puede pasar para todos, ellos lo dan todo sobre el escenario y son una verdadera tormenta de rock and roll y actitud.
Si alguna pega hay que ponerle al concierto es que se nos pasó muy rápido, pero nada que objetar a lo que nos ofrecieron, con una gran interpretación, tanto musical como vocal, de sus componentes, y con ese punto extra de dejar a Marty Chandler tocar varios de sus temas en solitario, lo que también facilita que Eddie pueda descansar de las tareas vocales, pero todo ello dentro de una actuación que no tuvo altibajos y que fue muy eléctrica.
Sin duda, Supersuckers son una banda que merece, y mucho, ver en directo, ya que te cargan las pilas para unos cuantos días; no te los puedes perder, si pasan cerca de tu localidad.
Tras pasar por el puesto de merchán y comprarme los dos últimos Cds de la banda, me fui de la Sala Niágara de Santander, muy contento por haber disfrutado de una gran velada, con unos Supersuckers que demostraron que son un verdadero vendaval en directo y que son un grupo que no defraudan, con una actitud y una entrega absoluta y una calidad fuera de toda discusión, poniendo rumbo a casa con una sonrisa de oreja a oreja, tras esta noche inolvidable, que tuvimos gracias a la gente de Los Huesos de Portobello, que fueron los que los trajeron y que se portaron de manera fantástica con esta web, y a la sala Niágara que acogió este evento; por más noches así.