Espacio Creativo José Manuel Illera, Torrelavega, Cantabria
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Cuando se anunciaron los primeros conciertos de la gira presentación del nuevo disco de Karonte, “Nacer, sufrir, morir”, aparecía la fecha del 23 de marzo en el Espacio Creativo José Manuel Illera de Torrelavega, pero unos problemas burocráticos, debido a la habitual desidia institucional, hizo que dicho espacio estuviese durante unos cuantos meses inactivo y se temía por la celebración de dicho evento.
Sin embargo, todo se acabó solventando y la cita, como algunas que se habían llevado a cabo desde finales del pasado año en este lugar, pudo llevarse a cabo, por lo que íbamos a ver, después de mucho tiempo sin hacerlo, a los Karonte tocando en Torrelavega, esta vez acompañados por la banda madrileña Undead, una formación que sonaba muy bien, por lo que no había mucho que pensar y para allá que me fui, algo más de un mes después de mi anterior visita.
Llegué a la hora en que estaba fijada la apertura de puertas y ya se podía ver un buen ambiente, por lo que aproveché a saludar y charlar con algunos de los presentes, reencontrándome con personas que hacía mucho tiempo que no veía y conociendo a otras, mientras aquello se iba preparando para que todo sonase de la mejor manera posible.
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Los encargados de abrir esta noche de Death Metal eran los madrileños Undead, un cuarteto madrileño, que se crea en el año 2013 y que está integrado por V. Repulse, voz y guitarra, A. Von Hell, guitarra y coros, P. Evil, bajo, y Nitro, batería, habiendo editado, hasta la fecha, los Ep´s “Blood enemy”, del 2015, y “Redemption”, del 2016, y los discos “Existential horror”, del 2019, y ese “Putrefactio”, del pasado año y que era el que venían a presentar a tierras cántabras.
Una hora después de la apertura de puertas, comenzó a sonar una intro grabada, que dio paso a “Discordia”, el tema que fue adelanto de su actual trabajo, un corte muy poderoso y tocado a toda velocidad, pero con momentos de contrastes y con una batería aplastante, siendo seguido por “Masters of mankind”, de su anterior disco, una pieza que empezó a toda pastilla y en la que nos animaron a movernos, siendo una canción muy potente y con partes en las que todavía ésta se aceleraba más.
Después de saludarnos, era el momento de viajar a los orígenes de la banda con “Blood enemy”, el corte que daba nombre a su primer ep, que se inició de manera calmada, para, enseguida, coger mucha velocidad, dejándonos un buen e intenso tema, pero con partes más pausadas, para pasar a recordar que era su primera ver aquí, continuando con el nuevo single de su actual trabajo, “Demon of a thousand lies”, una canción que arrancó a toda pastilla y que fue, en esencia, una canción muy rápida y contundente.
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Contentos de que esta fuera una buena noche para el Death Metal, estilo practicado por ambas formaciones, nos llevaron a su segundo Ep, que se cerraba con “The veil”, indicándonos que era un buen momento para hacer mosh, un corte que empezó lento y potente, pero que luego se volvió más fuerte y rápido, dejándonos un tema aplastante y cañero, para, sin casi pausa, pasar a la canción que daba nombre a su primer larga duración, “Existential horror”, con una poderosa batería inicial, siendo una pieza muy rápida y cañera, pero que, hacia la mitad, se ralentizó, para luego volver a dar bien de cera.
Vuelta a su segundo Ep con “Volatile existence”, un tema con mucha fuerza inicial, aunque luego cogió un ritmo más lento y machacón, para, después, volver a acelerarse, con un buen solo de guitarra y una atronadora batería, siendo el momento de regresar a su actual trabajo con la canción que le da inicio, “Feast for the worms”, que fue precedida, como en casi todas las piezas, de unos sonidos pregrabados, la cual empezó explosiva, siendo una composición aplastante y muy rápida, aunque con momentos más relajados, pero sin perder esa intensidad que la misma poseía.
Momento de agradecer, primero a los presentes, por apoyar la escena local, luego a la gente del Espacio Creativo Jose Manuel Illera, por dejarle tocar allí, y, por último, a sus compañeros de Karonte, por haber contado con ellos, para continuar con el tema que daba inicio a su disco del 2019, “Haunted by hate”, un corte muy rápido y potente, siendo tocado a toda velocidad, para pasar a despedirse e invitarnos a vernos en el puesto de merchán, recordando que por allí estaba Wiki, una de las personas que habían creado parte del merchán, dejándonos con “Beyond divine regulation”, la que cerraba la misma obra, una canción que empezó muy veloz y contundente, contando con una batería aplatánate, aunque relajándose hacia la mitad, pero sin perder la intensidad que la misma tenía.
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De esta manera y tras poco más o menos 45 minutos, concluía un concierto muy cañero a cargo de unos Undead, que nos ofrecieron una muy buena y potente actuación, dando mucha tralla y dejándome gratamente sorprendidos por la rapidez y calidad de sus composiciones, que nos hicieron permanecer atentos, en todo momento, a lo que ocurría en el escenario, gracias a esa intensidad que desbordaban.
Pese a los cambios que han sufrido desde la salida de su último disco, se ve a una banda con un sonido muy compacto y muy ensamblada, lo cual habla muy bien de la calidad musical de sus integrantes, lo cual, unido a las grandes composiciones que poseen, nos hace estar ante una formación que, poco a poco, se ha de hacer con un nombre dentro de la escena estatal, ya que mimbres y temas tienen para ello.
Sin duda, una gran sorpresa, al menos para mí, estos Undead, que ya me habían gustado en estudio, pero que en directo son una verdadera apisonadora; echadles un oído e id a verlos en concierto, porque os van a gustar.
No hubo que esperar mucho para tener sobre las tablas a los ya míticos Karonte, que este año cumplen 30 años de actividad ininterrumpida, estando la formación integrada por Kini, voz y guitarra, Isma, bajo, y Rochar, batería, una banda a la que he visto en bastantes ocasiones, la última de las cuales fue este mismo otoño, cuando presentaron el que es su último disco.
En estas 3 décadas de existencia, la banda ha grabado 3 discos, “Letargo”, del 2006, “Paraíso sin fe”, del 2012, y su último, “Nacer, sufrir, morir”, del pasado año y que fue mi disco preferido de todos los que oi en el 2023, además de haber publicado un split con Bloody Brotherhood, llamado “Alliance for Death Domination”, del 2017, el directo “Vivo y resucitado”, del 2014, el EP “Maldigo el día que te conocí”, del 2003, y las maquetas “Uno más”, de 1995, “Karonte”, de 1997, y “Bendita hipocresía”, de 1998.
Iniciaron su descarga con “El último de los creyentes”, de su reciente disco, un tema que empezó lento y pesado, con un sonido muy potente y machacón, aunque con partes más relajadas, para, sin dejar este mismo plástico, lanzarse a tocar la genial “Rey de muertos”, una canción que empezó muy rápida y contundente, con un sonido muy intenso y dejándonos una pieza muy pegadiza, con un ritmo muy constante, aunque con algún cambio de velocidad.
Karonte
Continuaron el recorrido por su última creación con “Victima”, un corte que se inició con un sonido machacón, pero potente y con fuerza, mostrándonos la calidad de estos temas, con una interpretación muy contundente e intensa, tras la que pasaron a darnos las gracias por haber venido y animándonos a demostrar a la gente de Undead que en el norte también nos gusta la caña, para recuperar la genial “El ocaso”, la canción que abría su parte de ese split de hace 7 años, la cual empezó a toda velocidad, ofreciéndonos una gran pieza, con un buen solo de guitarra, para luego relajarse, antes de, a continuación, recuperar esa fuerza, dejándonos una composición corta y potente.
Una de los corte preferidos de sus seguidores, entre los cuales me encuentro, es “Gris”, el que cerraba su segundo disco, un tema que empezó lento, cogiendo luego más velocidad y contundencia y que contó con ese bello sonido final, en la que es una maravilla de canción, para retornar a su nuevo trabajo con “Viajero”, que entre ellos llaman la bailonga, y que es una pieza que comenzó con fuerza y que luego tiene ese ritmo machacón y animado, mostrándonos una composición en donde se pueden observar diferentes cambios de ritmo, pero que acabó por coger más velocidad.
Kini confesó que se les había olvidado hacer el setlist, algo extraño en ellos, por lo que iban improvisando el orden, para continuar en el mismo trabajo con “Canto en la cruz”, un tema que empezó con fuerza, aunque luego fue bajando velocidad, pero siendo un corte con mucha intensidad, muy poderoso y con un estribillo quedón, animándonos a gritar y que así se enterase el alcalde, de la ciudad en donde tenía lugar el evento, de que en Torrelavega si se toca, para seguir en el mismo disco con la que puede ser mi preferida a día de hoy del mismo, “Alimento de mil moscas”, una pieza que se inicia con fuerza y que tiene un sonido juguetón, con el bajo muy marcado y que contó con esos cambios de intensidad tan logrados y ese aire tan personal.
Karonte
Turno ahora para el corte que cierra su reciente trabajo y que es el que, además, le da nombre, “Nacer, crecer, sufrir”, que comenzó con un ritmo machacón y potente, mostrándonos un tema muy intenso y que luego fue cogiendo mucha velocidad, con ese buen sonido de guitarra en esa parte final que se relaja, para pasar a avisarnos de que se iban a ir yendo, agradeciendo al Espacio Creativo Jose Manuel Illera y a la gente de Cultura Base Besaya, que es la que lo gestiona, el haberles permitido tocar, siendo el momento de la canción que concluía su parte del compartido de hace 7 años, “Dominación”, una pieza que empezó con mucha fuerza, dejándonos una composición con mucha intensidad y con un sonido crudo.
Y sin pausa alguna, llegaba el momento del genial y siempre aclamado “Repta humano”, de su segundo disco, un verdadero temazo, que tiene ese inicio brutal, con todo el mundo entregado, dejándonos un corte muy potente y cañero y con el que no paramos de mover el cuello, tras el que hicieron amago de irse, invitándonos a pasar por su puesto de merchán, para despedirse con la que restaba de su participación en ese split de hace 7 años, “No hay vida sin dolor”, que Kini dijo que ese día era más que cierto, debido a uno dolores que padecía, una pieza que empezó rápida, pero que luego fue relajándose, antes de volver a acelerarse y dejarnos con una canción muy machacona.
Karonte acabaron, así, su velada, después de, más o menos, una hora de actuación, ofreciéndonos un concierto muy intenso y potente, demostrando que son una gran banda y que, pese a las citadas molestias de Kini, supieron sacar aquello adelante, centrándose, principalmente, en su último trabajo, pero sin olvidar algunas de sus otros discos y es que tienen grandes temas para dar y tomar.
Karonte
Como dije más arriba, para mí, este último disco de la banda fue el mejor de los que se publicaron el pasado año, lo que hace ver el nivel de las composiciones que han creado, y eso pese a ser un miembro menos, pero, la verdad es que, ni en estudio, ni en directo parece faltar algo, ya que todo suena muy compacto y lo suficientemente contundente, algo que, una vez más, pudimos comprobar esta noche.
Los chicos de Karonte están en un gran estado de forma musicalmente hablando y os animo a que lo comprobéis por vosotros mismos, tanto en estudio, como en directo, donde son un verdadero vendaval; no te los pierdas.
Con algo de material discográfico de los Undead bajo el brazo y después de despedirme de parte de la concurrencia, me fui muy contento de este Espacio Creativo Jose Manuel Illera, donde descubrí a unos Undead, que me gustaron mucho, y me volví a encontrar con mis queridos Karonte, una de mis bandas favoritas de la tierruca y todo ello, gracias a la labor que la gente de Cultura Base Besaya hace al frente de este espacio, en un muy buen ambiente de camaradería y ante un buen número de público.