El pasado doce de abril, el cantante y compositor Quique González ofreció en La Riviera uno de los conciertos que componen el cartel de su gira de conmemoración del 25º aniversario, en la que repasa cada uno de los álbumes que forman su discografía.
En esta ocasión en concreto, tocaba desgranar “Salitre 48” (Universal, 2001) y, tras un ligero retraso por falta de agilidad en los accesos al recinto, el cantante -visiblemente emocionado- ocupó el espacio central del escenario de La Riviera para que, seguidamente, los primeros acordes de “Salitre” marcaran el inicio de un espectáculo para el que no había entradas disponibles desde hacía varias semanas.
La primera parte del show no deparaba especiales sorpresas, puesto que se trataba de un recorrido por todas las piezas que componen el que fue el segundo álbum del madrileño, en ocasiones incluyendo una breve introducción o contando algún detalle relacionado con el tema a interpretar.
Quique Gonzalez
Si durante los primeros minutos del concierto el público parecía todavía un tanto frío, bastaron “Día de feria” y “La ciudad del viento” (interpretada con Carlos Raya) para que se creara un vínculo latente entre el artista y su público y el recinto se inundara de una poesía construida sobre la nostalgia, los anhelos, la pérdida y aquello que no pudo ser.
Tras “39 grados”, Raya abandonó el escenario dando paso a un segundo bloque en el que pudimos apreciar un lado algo más desenfadado con “Carnaval” o “Perdone Agente”, para inmediatamente recuperar la melancolía a través de “Bajo la lluvia”, provocando así una incontrolable tormenta de emociones entre los asistentes, que parecían sentir a la par de la voz que les cantaba.
Especialmente emotivo resultó el recuerdo al fallecido Enrique Urquijo a la hora de presentar “Tarde de perros”, penúltimo corte de este segundo bloque, que terminaría, al igual que el álbum, con “Todo lo demás” y “Permiso para aterrizar”.
Tras un breve descanso se inició la recta final con “Avería y redención”, originalmente grabada con Leiva y extraída del álbum Avería y Redención #7, de 2017; seguida de “Es tu amor en vano”, del disco Delantera Mítica (2013) y “Se estrechan en el Corazón” (Me mata si me necesitas, 2016).
Quique Gonzalez
Momento entonces para recibir entre aplausos a César Pop, quien colaboró en “Relámpago” y “Nadie podrá con nosotros”. Tras “Kamikazes enamorados” pudimos disfrutar de una versión de “Charo” en la que Toni hizo las veces de Nina, y que anunciaba el inexorable final del show.
Pero ya que había que irse, mejor hacerlo a lo grande, para lo que volvió al escenario el guitarrista y productor Carlos Raya, quien colaboró en “Miss camiseta mojada” y en “Vidas cruzadas”, tema final del concierto que fue ampliamente coreado por la práctica totalidad del público, que despidió a los músicos con una interminable ovación quedando de manifiesto el amplísimo y generalizado grado de satisfacción. De hecho, estamos totalmente seguros de que más de uno repitió al día siguiente.
En definitiva, podría asegurarse que éste, como cada uno de los conciertos de la gira, ha sido un completo éxito y un espectáculo digno de vivirse; ya se sea seguidor de larga trayectoria o de reciente incorporación.