Hay grupos que, quizás, no sean tu banda favorita, pero a los que llevas escuchando durante toda tu vida y que, de alguna manera, son parte de tu banda sonora, como es, para mí, una formación como los Ramones, a los que descubrí al publicar aquel recopilatorio llamado “Ramones Mania”, a finales de los 80, y que me han acompañado en diferentes momentos de mi vida, generalmente para levantarme el ánimo en momentos de bajón.
Tuve la ocasión de verlos en directo, en un inolvidable concierto en el Aqua de Santander, en la primera mitad de la década de los 90, y muchos años después, con la mayoría de sus miembros fundadores ya fallecidos, pude volver a reencontrarme con sus temas en vivo, gracias al proyecto de su batería más duradero, Marky Ramones y sus Marky Ramone´s Blitzkrieg, primero en el Escenario Santander, en el verano del 2014, y, luego, en la Plaza Porticada de esa misma ciudad, dos años después.
Pues bien, ocho años después de haberlos visto por última vez, volvía a tener la ocasión de disfrutar con las canciones de la mítica banda neoyorquina, de nuevo bajo la denominación de Marky Ramone´s Blitzkrieg, ya que iban a tocar en el Escenario Santander, el último viernes del mes de abril, a donde regresaba casi dos meses después de mí anterior visita.
Nada más salir de trabajar, me dirigí al citado local, con algo de antelación sobre la hora fijada para el comienzo del concierto, cuando, para mi sorpresa, me encuentro que suena música desde el interior del mismo, y yo pensé que era de alguno de los grupos que ensayan allí, pero, al llegar a la puerta, me di cuenta de que no, que había alguien tocando y no es que se hubiera adelantado la actuación.
Marky Ramone
Al preguntar a la entrada, me comentan que son la gente de Eh, Mertxe, a los que solamente pude oír una canción y media, pero me pareció una propuesta muy animada y cañera, y que, por lo que me dijeron, habían sonado muy bien y muy intensos en la media hora en que estuvieron sobre las tablas, ante ya una buena afluencia de gente.
Para quien no conozca a esta banda, formada en el año 2015 en Oyón, está formada por Ibai Verlaine, voz y guitarra, Adrián, guitarra y coros, Tali, bajo y coros, y Iosu, batería y coros, habiendo editado, hasta la fecha, los trabajos “Distortsioaren bidean”, del 2016, “Lurrikara”, del 2017, “Calles perdidas”, del 2018, y su más reciente obra, “Los sabes bien”, que salió a la venta a principios de este 2024.
Lo cierto es que me molestó bastante él no saber que tocaban, ya que, aunque yo no hubiera podido llegar primero, por motivos laborales, mucha otra gente si podía haberse acercado antes a verlos, y así lo comenté en el puesto de merchán de la banda, y es que, sin buscar culpables, hay que reflejar la totalidad de los grupos que van a tocar en un evento y esta vez, ni en el cartel, ni en la página de la sala, hacían mención de esta formación: son detalles a tener en cuenta.
Espero tener la oportunidad de ver un concierto integro de esta banda y para quitarme el mal sabor de boca de no haber podido hacer una crónica como merecen, me compré un disco de la misma.
Tras los oportunos cambios, estábamos preparados a ver a Marky Ramone's Blitzkrieg, un proyecto que está integrado, actualmente, por Iñaki Urbizu “Pela”, voz, Marcelo Gallo, guitarra, Martin Blitz, bajo y coros, y, lógicamente, Marky Ramone, batería, y que han editado un Ep con motivo de esta gira española, con cuatro versiones y que allí mismo podíamos adquirir.
Recordemos que los Ramones se fundaron en nueva York en 1974 y estuvieron en activo hasta 1996, editando los discos de estudio, “Ramones”, de 1976, “Leave home”, de 1977, “Rocket to Russia”, de 1977, “Road to ruin”, de 1978, “End of the century”, de 1980, “Pleasant dreams”, de 1981, “Subterranean jungle”, de 1983, “Too tough to die”, de 1984, “Animal boy”, de 1986, “Halfway to sanity”, de 1987, “Brain drain”, de 1989; “Mondo bizarro”, de 1992, “Acid eaters”, de 1993, y “¡Adiós, amigos!”, de 1995, además de varios directos y recopilatorios.
Con la sala prácticamente llena, se empezó a oír, con puntualidad, una intro y fueron subiendo los músicos saludando, con Marky como centro de atención, empezando su descarga con su versión del “Do you wanna dance?”, de Bobby Freeman, y que la banda incluyó en su tercer disco, muy cantada y tocada a toda velocidad, siendo seguida por “Havana affair”, de su ópera prima, un tema que sonó muy potente y poderoso.
Sin tregua entre canción y canción, como harían durante toda la noche, continuaron con la mítica “Teenage lobotomy”, de su tercer trabajo y que comenzó con ese sonido tan reconocible, siendo muy celebrada por una concurrencia que estaba disfrutando, para continuar con uno de mis temas favoritos de la banda, “Commando”, de su segundo disco, un buen corte y que sonó muy intenso.
De vuelta a su album debut, era el momento de la también clásica “Beat on the brat”, una buena canción, muy pegadiza y que fue muy coreada, notándose lo bien rodeado que está el batería, con una banda que sonaba muy bien, para presentar, con ese tan conocido “one, two, three, four”, como durante toda la velada, el tema “I don't care”, de su tercer álbum, que sonó muy potente y cañero.
Si todas las canciones que habían sonado, hasta el momento, eran clásicos, qué decir de la popular “Sheena is a Punk Rocker”, también de su tercer trabajo, una pieza mítica y que fue muy celebrada y cantada por todos, para volver a su primer lanzamiento con “Now I wanna sniff some glue”, un corte con un inicio muy rápido, dejándonos un tema muy directo y quedón.
Siempre me ha gustado mucho “We're a happy family”, de su tercer plástico y que, por cierto, dio nombre a un disco en el que grupos consagrados versionaban temas de los neoyorquinos, una pieza que sonó muy rápida y machacona, para relajar un poco aquello con “I just want to have something to do”, el corte que abría su cuarto álbum, que también fue el primero que grabó Marky con la banda, un tema algo más calmado, pero, al mismo tiempo movido y pegadizo.
Marky Ramone
Sin tiempo que perder, regresaban a su tercer disco con “I wanna be well”, una canción muy machacona y movida y que mantuvo a la gente metida en el concierto, antes de continuar con ese clásico, también recogido en ese mismo trabajo, llamado “Rockaway beach”, un tema que fue tocado a toda velocidad y que fue muy cantado por todos los presentes, con ese parón en la parte final, antes de recuperar el sonido del corte.
Turno ahora para la intensa y rápida “Gimme shock treatment”, de su segundo plástico, una canción que sonó potente y que fue muy coreada y pegadiza, antes de recuperar esa versión del “Let's dance”, de Chris Montez, que el grupo publicó en su ópera prima, un tema muy quedón y animado, a la vez que rápido y movido, que hizo disfrutar a toda la concurrencia.
Seguíamos con las versiones y llegaba la de la muy conocida “Surfin' bird”, de The Trashmen, y que ellos recogieron en su tercer disco, una canción que tiene ese inicio tan reconocible, dejándonos una pieza muy bailable y pegadiza, con ese parón y posterior reactivación de la misma y con Pela dándose un baño de masas con las primeras filas, para volver a su primer lanzamiento, en donde estaba recogido “Judy is a punk”, un tema muy movido y animado, a la vez que corto y directo.
Sin dejar su ópera prima, llegaba el momento de “I wanna be your boyfriend”, una canción más relajada y que, de alguna manera, fue un momento de respiro entre tanta intensidad, pero sin dejar de ser coreada, para continuar con otro tema que siempre en muy reconocido como es “I believe in miracles”, adentrándonos en sus obras de la década de los 80, ya que abría su trabajo de 1989, un corte más elaborado y con un sonido más contundente y machacón.
También en esa década aparecía “The KKK took my baby away”, concretamente en su obra de 1981, una pieza muy pegadiza y quedona, que fue muy celebrada y que tiene un estribillo muy machacón, antes de volver su disco de 8 años después con “Pet sematary”, un tema con fuerza e intensidad, con un sonido más poderoso y con Pela logrando que fijásemos en él su mirada con esa interacción con el público.
Más relajado fue el inicio de una canción presente en su cuarto disco como es “Needles and pins”, una versión de Jackie DeShannon, que tuvo un sonido intenso, pero, al mismo tiempo, dejándonos una pieza muy pegadiza, antes de volver a los temas propios con uno de mis favoritos, “I wanna be sedated”, compañero de la anterior en el mismo trabajo y que me trajo muchos recuerdos de cuando escuchaba aquel “Ramones Manía”, que se iniciaba con este corte, y que sonó muy bien esta noche.
Marky Ramone
Igualmente me trajo a la cabeza a los bilbaínos Distorsión la canción “Suzy is a headbanger”, de su segundo disco, y que la mencionada banda adaptaba al castellano en sus inicios, una pieza muy machacona y que contó con ese parón, para luego recobrar el estribillo, continuando con “Oh, I love her so”, que también estaba recogido en esa misma obra, un tema que empezó con mucha fuerza y que sonó muy pegadizo y constante.
Avanzamos hacia su cuarto disco con “She's the one”, una canción muy animada y directa y que tuvo, además, un sonido contundente y potente, con un estribillo muy pegadizo, igual que tendría el siguiente tema en sonar, su versión del “California sun”, de Joe Jones, que ellos grabaron para su segundo plástico, dejándonos con un corte muy movido y con ese sonido tan quedón y surfero que posee.
Sin tiempo que perder, llegaba el momento de “I don't wanna walk around with you”, de su ópera prima, una canción muy cañera y pegadiza y que contó con ese potente final, antes de dar paso a otro de esos temas realmente inolvidables de la discografía de los de New York, como es “Pinhead”, de su segundo trabajo, un corte que tocaron a toda velocidad y que resultó muy eléctrico y pegadizo.
Unida a la anterior, llegaba “Cretin hop”, la canción que abría su famoso tercer lanzamiento, que se inició de manera muy eléctrica, siendo una pieza muy buena y poderosa, que también contó con un estribillo muy pegadizo, para continuar con ese homenaje que la mítica banda inglesa Motörhead les hizo en su disco de 1991, bajo el título de “R.A.M.O.N.E.S.”, un tema muy celebrado y que sonó muy rápido y cañero.
Tras éste, dejaron el escenario y se despidieron, aunque todos sabíamos que iban a volver, haciéndose un poco de rogar, antes de regresar y saludarnos, continuando con “I don't wanna grow up”, la canción que abría el último disco que la banda publicó y que es una versión de Tom Waits, dejándonos una pieza con fuerza y potencia, para continuar con “You're gonna kill that girl”, de su segundo trabajo, un tema que empezó relajado y tranquilo, aunque luego se volvió un corte con mucha fuerza y muy rápido.
Pela nos hacía gestos de que, si queríamos más, animásemos más, antes lanzarse a tocar la mitica “Rock 'n' roll high school”, de la banda sonora de igual nombre y que se publicó en 1979, aunque ellos recogerían en su disco de un año después, una pieza muy potente y pegadiza, que hizo que la gente enloqueciese un poco más, antes de regresar a su ópera prima con “Chain saw”, un tema que empezó con mucha fuerza y potencia, dejándonos un corte pegadizo y directo.
Marky Ramone
Llegaba el momento de otra versión que recogían en ese disco de covers que editaron en 1993, el “Have you ever seen the rain?”, de la Creedence Clearwater Revival, una adaptación muy acelerada y a la que dotaron de un toque muy personal, para volver a su segundo trabajo con el tema que le daba inicio, “Glad to see you go”, un corte que comenzó con mucha fuerza y que sonó muy potente.
Un poco más atrás en el tiempo se fueron, para recuperar la canción “Listen to my heart”, recogida en su ópera prima, la cual sonó muy poderosa y rápida, además de muy directa, antes de lanzarse con la versión del “What a wonderful world”, de Louis Armstrong, y que su vocalista, Joey Ramone, publicó en su único disco en solitario, “Don't worry about me”, el cual salía a la venta apenas unos meses antes de su fallecimiento, un tema que se inició de manera guitarrera, que fue muy cantado y con Pela bajando a chocar las manos con las primeras filas.
Y aquello llegaba su fin y lo iba a hacer con la mitica canción que abría su primer trabajo, la siempre esperada y querida “Blitzkrieg bop”, que, lógicamente, fue muy celebrada y cantada por todos los asistentes y con la que dieron el punto y final a su velada, tras hora y meda sobre el escenario, con el “My way” de Frank Sinatra sonando de fondo, mientras la banda saludaba muy tímidamente a los presentes.
Lo cierto es que Marky Ramone´s Blitzkrieg sonaron, sobre el Escenario Santander, como una verdadera apisonadora, tocando muy bien todos ellos y notándose ese aire fresco de los componentes más jóvenes, unido a la veteranía del mítico batería, todo ello arropado por una colección de temas muy buenos, pero que, al ser tan conocidos por todos, se corre el riesgo de la comparación con sus primeros intérpretes, pero esta banda supo sacarlos adelante con nota.
Y es que no olvidemos de que Pela, además de un gran cantante, es una persona que está en el escenario como en el salón de su casa, logrando que conectemos con ellos desde el primer segundo, con un Marcelo ejecutando perfectamente ese sonido tan característico y un Martin, que, junto al ya legendario Marky, forman una gran base rítmica, junto a esos gritos iniciales tan clásicos.
El repertorio de la banda se centró en los 3 primeros discos, pero sin olvidar otros lanzamientos y, aunque siempre se pueden echar en falta temas, especialmente me llamó la atención que no tocasen el muy conocido “Do you remember rock 'n' roll radio?”, de su trabajo de 1980, lo cierto es que ninguno de los que sonó esa noche sobraron y, con todo, nos dejaron un gran sabor de boca.
No te puedes perder a Marky Ramone´s Blitzkrieg en vivo, ya que es historia viva del punk rock mundial y, además de disfrutar con esos temas, que ya conoces, vas a ver a una gran banda.
Con algo de material de ambas bandas debajo del brazo, me fui del Escenario Santander, contento con la actuación de Marky Ramone´s Blitzkrieg, que nos hicieron disfrutar con esa gran colección de clásicos, pero con el regusto amargo de no haber sabido que iban a tocar Eh, Mertxe y no poder haberlos visto un poco más; pero, pese a eso, esta noche de viernes fue inolvidable y todo gracias al Escenario Santander y a la gente que está a su frente, que siguen trayendo grupos de renombre a nuestra tierruca.