Pasábamos la página al calendario y entrabamos en el mes de mayo y lo iba a hacer, musicalmente hablando, en el mismo local en donde acabé el anterior, es decir, en el Rock Beer The New, a donde me decidí a acudir, como siempre entre una amplia oferta que teníamos en la tierruca, ya que allí iban a presentar, el que es su tercer disco, la gente de A Nice Day For An Earthquake.
A esta formación de Santoña, la conocí en el Arena de Torrelavega, hace casi 9 años, cuando tocaron junto a El Altar Del Holocausto, pero sus orígenes se remontan al 2013, estando, dicho grupo, compuesto por Alex de Pablo, guitarra, Javier Núñez, bajo, y Sixto Cabrera, batería, y que, como veis, es un proyecto instrumental, que abarca diferentes estilos dentro del rock y del metal.
En estos 11 años han publicado los discos “Shockwaves”, del 2014, “Seasons”, del 2016 y este “Sonder”, que habían publicado en redes ese mismo día y que, lógicamente, era el motivo de este concierto y sobre el que se asentaría buena parte del concierto.
Cuando llegué al local, me encontré solo, junto a Juan y Lucy, los encargados de la sala, lo que no hacía presagiar nada bueno, pero, poco a poco, la gente fue acercándose, retrasándose un poco la hora del inicio del concierto y logrando una afluencia de público bastante decente, que, aunque no llegó a ser amplia, sí que hizo que la banda estuviese lo suficientemente arropada, en una fecha tan importante para ella como ésta.
A Nice Day For An Earthquake
El concierto comenzó con el tema que ya había servido de adelanto de este disco que nos venían a presentar, es decir, “Mitrofan”, un corte que empezó relajado y con ese sonido de guitarra tan característico, contando con una batería quedona y cogiendo luego más fuerza e intensidad, aunque combinando con partes más relajadas, dejándonos una sensación hipnótica y con momentos en que éste cogía más contundencia, siendo recibido con muchos aplausos.
Enlazado con el tema anterior, llegaba su compañera de disco “Project Milo”, una canción con un inicio calmado y con una importante presencia del bajo, la cual fue cogiendo, poco a poco, más intensidad, mientras el ritmo de la batería iba endureciendo la pieza, a la vez que la guitarra iba dándola un bello sonido, para luego romper el tema con un sonido más bailable y con el bajo todavía más marcado, volviendo, más adelante, a coger fuerza, pero con un sonido quedón, dejándonos un bello corte, con mucha calidad e intensificándose en la parte final.
Después de un breve respiro, recordaron su ópera prima con “Nova”, una pieza que fue iniciada por su batería y que contó con un sonido movido, siendo luego arropado por sus dos compañeros, una canción que comenzó con calma, ganando más velocidad y fuerza a medida que ésta iba avanzando, mientras el bajo iba haciéndose notar, dejándonos un tema que tuvo un ritmo movido y que, más adelante, cogió mucha fuerza y contundencia, aunque luego volvió a ese sonido inicial y acabando con un tono más machacón.
De regreso a su actual disco, era el momento de escuchar “Brutto“, que comenzó con ese sonido psicodélico de fondo, mientras el tema iba iniciándose de manera pausada y relajada, pero ganando, poco a poco, fuerza hasta crecer en intensidad y potencia, con el bajo teniendo mucho protagonismo hacía la mitad del corte, para, más adelante, tener una breve pausa, antes de coger más fuerza, mientras disfrutábamos de la gran calidad de sus músicos, teniendo, después, un sonido más machacón y contundente y observando la perfecta compenetración entre los miembros del grupo.
A Nice Day For An Earthquake
Turno ahora para una canción recogida en su anterior trabajo, “Firewatcher”, que fue unida con el anterior y que se inició con ese sonido psicodélico y que luego fue cogiendo mucha fuerza y potencia, para, después, calmarse, aunque manteniendo ese ritmo contundente, contando con esa parte en que se queda solo el guitarra, antes de que, ya con la vuelta de sus compañeros, cogiese más fuerza y agresividad, en una pieza en la que jugaron con diferentes contrastes de intensidad y que tuvo un final muy potente.
Tras un breve respiro para tomar aire y descansar, no dejaron su anterior disco, siendo el momento de “Tourmalet”, un tema que fue iniciado por el guitarrista, pero que, enseguida, fue acompañado por una potente sección rítmica, haciendo que el corte cogiese mucha fuerza y potencia, contando con un sonido juguetón, para luego relajarse y el bajo cobrar más protagonismo, intensificándose más adelante y, después, cogiendo más fuerza y potencia, mostrándonos ese sonido constante de la guitarra y teniendo un muy bien final.
Nos avisaron de que solamente les quedaban 3 canciones, siendo la primera en sonar “Lazarus”, la que cierra su reciente obra, una pieza que se inició con el bajo en primer plano y luego entrando la guitarra al ritmo de la batería, una composición con un sonido muy contundente y machacón, cogiendo más fuerza y velocidad a medida que ésta iba avanzando, pero que luego fue calmándose, aunque sin perder intensidad y con el bajo muy presente, para, después, suavizarse, pese a mantener ese sonido quedón y, más adelante, volver a endurecerse y coger mucha fuerza, potencia e intensidad, para, finalmente, relajarse y terminar muy tranquila.
A Nice Day For An Earthquake
Sin dejar ese nuevo trabajo, iban a tocar una de mis favoritas, “DeeJay”, que comenzó con ese sonido machacón, con la sección rítmica teniendo mucha presencia, mientras la guitarra nos iba dibujando unos bellos sonidos, manteniendo ese sonido calmado, para que el ritmo de la batería nos llevará por una canción más bailable y animada, que hizo que moviéramos la cabeza con ganas, con ese intercambio de intensidades, antes de llegar a un punto en que la pieza se relaja, con el bajo, una vez más, cobrando mucho protagonismo, para volver a dotar de intensidad a esta composición, pero sin perder ese aire movido que tenía.
Y se iban a marchar con “Super giant”, una pieza recogida en su ópera prima, que fue empezada por su guitarrista, mientras nos pedían que diésemos palmas, teniendo ese ritmo quedón inicial, para, después, meter bien de fuerza y caña, acelerándose un poco más y teniendo un sonido muy poderoso, haciendo amago, más adelante, de relajarse, antes de coger más potencia, contando con una batería muy intensa y dando, de esta manera, por concluida su velada, tras algo más de una hora.
A Nice Day For An Earthquake dieron un gran concierto, demostrando ser una banda con grandes canciones, muy elaboradas y en donde pudimos comprobar todas sus cualidades musicales, pero, al mismo tiempo, logrando que te quedes enganchado a su propuesta, algo muy difícil, teniendo en cuentas su cariz instrumental, aunque, cuando los temas son buenos y tienen gancho, estos te atrapan a poco que prestes atención.
A Nice Day For An Earthquake
Sus músicos demostraron que tienen mucha calidad y que su evolución, en este tiempo desde la creación de la banda, ha sido enorme, y eso, teniendo en cuenta que ya partían de una buena base, es mucho decir, con, todos ellos, teniendo una importancia clave, algo lógico al ser un trío, pero, por encima de todo, dejando que sean las canciones las verdaderas protagonistas, tanto de sus discos, como de sus directos.
Sin duda, A Nice day For An Earthquake es una gran banda, tanto en estudio, como, sobre todo, en directo, en donde nos sumergen en su mundo particular; un grupo que os recomiendo y a los que seguiré la pista.
La banda no tiene pensado publicar de manera física su trabajo, por lo que me fui del Rock Beer The New con una camiseta de la misma, que hay que colaborar y es que, además, el concierto era gratis, tras haber disfrutado con esta actuación de A Nice Day For An Earthquake, que supieron enganchar a una audiencia, que, aunque no fue muy numerosa, sí que arropó a la formación y es que no era para menos por la magnífica velada que nos regalaron.