Desde hacía ya unos años venía oyendo hablar de una banda de Mungia llamada Belako, pero, por esas cosas que tiene la vida y la saturación que tenemos de tantos y tantos grupos, lo cierto es que no les había prestado la atención debida y eso que en esta web se ha hablado bastante de ellos y hay varias crónicas de la formación, así que, cuando me enteré de que iban a visitar el Escenario Santander el segundo sábado de mayo, me lo apunté como muy probable.
Y después de escuchar un poco por encima la música de la banda, ésta me convenció y decidí acudir al citado local santanderino, apenas dos semanas desde mi última visita, para comprobar cómo se las gastaba el cuarteo en directo, que, en esta ocasión, iban a estar acompañados por los cántabros L.C.H.
La sorpresa nos la llevamos al acceder al recinto y es que se había situado un escenario pequeño enfrente de la barra, pero no para el grupo de Cantabria por algún tipo de condición, sino para las dos bandas, debido a que la venta de entradas había sido muy baja, quizás debido a la acumulación de conciertos en poco tiempo, y es que la formación ya había actuado en ese local en alguna otra ocasión y la entrada había sido bastante mejor.
Tras una breve demora para ver si aquello se animaba un poco, se subieron a las tablas los chicos de L.C.H, a los que vi el pasado veranos en formato trío, pero que vuelven a ser un cuarteto, compuesto por Juan Carlos Mazas Rojo “Perruzo”, bajo y voz, Javier Gutiérrez Alarcón, guitarra, David Pérez Pocero, guitarra, y Quique, el último en llegar, batería.
L.C.H
En los 13 años de andadura de la banda, han grabado, de momento, los discos “Ingravidez”, del 2012, “Inverno”, del 2014, y su último trabajo, “José Caléndula”, del 2016, aunque tienen unos cuantos temas nuevos, alguno de los cuales sonarían esta noche y que, esperemos, acaben grabando en poco tiempo.
Tras presentarse, comenzaron su actuación con “Abstracción temporal”, de su segundo trabajo, un tema que empezó con mucha fuerza y contundencia y que contó con un sonido potente, siendo un corte muy cañero, además de contar con un estribillo pegadizo, para continuar con una pieza nueva, llamada “San Valentín”, que fue iniciada por la batería y que contó con un sonido relajado, pero con distorsión, ganando fuerza progresivamente, aunque manteniéndose lenta y pesada, dejándonos con una canción con un aire machacón.
El sonido del bajo unió la anterior con “Android.es”, el tema que abría su segundo trabajo, el cual empezó con fuerza y que contó con un ritmo machacón y constante, ganando más contundencia e intensidad, para luego relajarse, antes de recobrar esa fuerza previa, siendo un corte movido y animado y con un final más acelerado, tras el que nos desearon que lo estuviéramos pasando bien, antes de presentarnos otra canción nueva, “Devora gasolina”, la cual anunciaron que algún día grabarían y que arrancó de manera rápida, siendo una pieza potente, pero, al mismo tiempo, movida, pegadiza y breve.
L.C.H
Regresaron a ese segundo disco con “Humo negro”, dedicado a su ex batería, que estaba allí presente, además de pedir un aplauso para su guitarra David, que ese día hacia años, siendo un tema que comenzó relajado y con el bajo tomando mucho protagonismo, dejándonos con un corte que fue ganando fuerza e intensidad de manera gradual, con muchos matices y un sonido elegante, el cual fue unido con otra canción nueva, “Nación fantasma”, la cual empezó con fuerza e intensidad, siendo una pieza muy cañera, pero con esa parte en que se relaja un poco y sé vuelve más lenta y machacona, acabando de manera calmada.
Y llegaba el momento de despedirse de todos nosotros, deseando que lo hubiéramos pasado bien, dejándonos con “Star Wars”, de su primer disco, un tema que comenzó con el bajo marcado y un ritmo inquietante, además de con un sonido distorsionado, y que contó con un momento de parón, para luego recobrar esa fuerza rápidamente y jugar con diversos cambios de intensidad.
L.C.H
De esta manera y tras, más o menos, media hora de actuación, concluía la velada de unos L.C.H. que nos ofrecieron un concierto muy intenso y breve, pero que a mí me gustó mucho, demostrando lo que ya había podido apreciar la anterior vez que los vi, y todavía reforzado con el sonido de las dos guitarras, en esta vuelta al formato cuarteto, que es con el que se habían hecho las canciones grabadas hasta la fecha.
La verdad es que la banda cuenta con muy buenos temas, los pasados y los presentes, y demuestran sobre el escenario su gran calidad musical, con piezas que son para saborearlas de manera relajada y sin prisas, para que su música vaya calando en tu interior, algo que solamente se puede hacer cuando tienes buenas ideas y, sobre todo, técnica y elegancia para hacerlo, y de esto ellos están sobrados.
Toca esperar a que esta formación se asiente y que se animen a grabar esos nuevos temas, pero, mientras, seguiremos disfrutando de su música y de sus directos; dadles una escucha e id a verlos en vivo, si tenéis la ocasión.
No hubo que esperar mucho para tener sobre las tablas a Belako, es decir, Cris Lizarraga, voz y teclado, Josu Ximun Billelabeitia, guitarra y voz, Lore Nekane Billelabeitia, bajo y voz, y Lander Zalakain, batería y voz, que llevan en activo desde el 2011, habiendo publicado los discos “Eurie”, del 2013, “Hamen”, del 2016, “Render me numb, trivial Violence”, del 2018, “Plastic drama”, del 2020, y ese “Sigo regando”, del pasado año y que venían a presentar, además de los Ep´s “Bele beltzak, baino ez” y “AAAA!!!!”, ambos del 2014.
Nos saludaron al subirse a un escenario en donde no había setlist, por lo que puede que algunos de los títulos no correspondan con los temas, comenzando con “Tie me up”, el corte que abría su anterior disco, una composición que se inició con mucha fuerza en la batería y con contundencia, siendo una canción muy conocida y con un sonido machacón, pero con cambios de ritmo, dejándonos una pieza pegadiza y movida y con el bajo muy marcado.
Se presentaron y se mostraron encantados de estar allí, antes de continuar con “Sirène”, de ese mismo trabajo, un tema que empezó con mucha fuerza y potencia, teniendo un sonido oscuro y el bajo muy presente, endureciéndose por momentos, contando con un sonido muy contundente y haciendo aparición los teclados, mostrándonos una batería muy cañera y un potente final, para comenzar el recorrido por su presente disco con “Saguzarren kanta”, una de las canciones que más me han gustado de esa obra, la cual empezó con el sonido del bajo, bien arropado por la batería, mostrándonos una pieza con un sonido constante, pero ganando intensidad, mientras la sección rítmica iba llevando el peso de la misma y que se relajó en la parte final.
Belako
Seguíamos en su presente disco con “Orein orain”, que comenzó con ese sonido como de organillo, siendo un tema muy tranquilo en su inicio, para luego endurecerse, alternando partes más pausadas con otras más intensas, pero logrando engancharnos en todo momento, pasando a mostrarse encantados de estar aquí, recordando anteriores visitas a la tierruca, y agradeciendo nuestra presencia y el trato de la gente del local, para, sin dejar ese mismo trabajo, continuar con la que sucede al anterior en el mismo, “Hegodun baleak III”, una pieza que empezó de manera relajada, pero con fuerza, siendo cantada por Josu, con esos coros marcados de Cris, dejándonos con una canción intensa y potente, aunque con un calmado final.
Tras afinar, llegaba el momento de “Flower trouble”, otro corte de su actual disco, que empezó calmado, pero con una guitarra inquietante y luego cogiendo más fuerza, con la batería muy presente, volviéndose más intenso, mientras Cris tocaba la percusión, siendo un tema muy movido y potente, que fue unido con el final de su compañera de plástico “Aquí sigo regando”, comenzando ese fragmento con fuerza, pero que, después, se fue relajando.
De vuelta a su anterior obra era el turno de “AKLR”, un corte que comenzó tranquilo, pero que enseguida cogió velocidad e intensidad, parando y relajándose, antes de endurecerse de nuevo, un tema corto y acabado en seco, que fue seguido por “Hong Kong Com”, de su segundo Ep publicado en el 2014, una canción que empezó calmada, pero con un ritmo inquietante, volviéndose una pieza muy movida y bailable, pero con un muy intenso y poderoso final.
Belako
No se olvidaron del grupo que les había acompañado, a los que, tras afinar, dedicaron “Tangerine”, de su último y gran disco, un tema que se inició con un constante y machacón sonido de guitarra, para luego ir cogiendo más fuerza, contando con un ritmo juguetón, siendo un corte muy animado y movido, para, sin dejar ese mismo trabajo, ser el turno de “Sangre total”, su primera canción en castellano y que fue dedicada a toda la gente transmaribibollo, comenzando con un sonido muy enigmático, alternándose en las voces Cris y Josu, con esas subidas y bajadas y con el bajo siempre muy presente, dejándonos una gran pieza.
Llegaba el momento de un par de versiones, siendo la primera la del “Paper planes”, de M.I.A., un tema que empezó con un sonido machacón e hipnótico, volviéndose luego más intenso, siendo un corte con un ritmo movido y bailable, con fuerza, pero que luego se relajó, antes de recuperar esa fuerza previa, siendo unido con ese clásico del que no hay mucho que decir, como es el “En blanco y negro”, de los Barricada, al que la dieron una personal visión, y que, lógicamente, fue muy celebrado y es que es un verdadero himno de fiesta.
Belako
Hasta su primer disco se fueron para tocar, después de afinar, “Zaldi baltza”, con Josu a la voz y con Cris fuera del escenario, un tema que fue cogiendo más fuerza y velocidad a medida que avanzaba, aunque tuvo un momento en que se relajó brevemente, antes de que el bajo hiciera acto de presencia, para ir subiendo la intensidad, y dejarnos con un corte un muy cañero, con un intenso final y que fue una verdadera fiesta, siendo seguido por “Over the edge”, de su tercer larga duración, en la que Cris hizo un canto a favor de la lucha feminista, una canción con mucha fuerza, muy contundente y jugando con subidas y bajadas, que finiquitaron con un explosivo final.
Llegaba el turno de un tema que no logré identificar, pero que empezó con un potente sonido de batería, un corte con fuerza y contundencia, relajándose y casi parándose, antes de dar paso a un duelo entre el bajo y la guitarra, recuperando, después, esa garra y esa intensidad, mientras la batería sonaba muy potente, para despedirse de todos nosotros con “The craft”, de su anterior disco, una pieza que se inició de golpe, muy movida y pegadiza, con Cris y Lore cantando, y relajándose después, como a cámara lenta, antes de dejarnos con un contundente final.
Tras una breve ausencia, la banda regresó, pero en este caso solamente Cris y Josu, que nos avisaron de que iban a hacer un bis tranquilo, siendo el momento de “No tools”, de su último plástico, un tema muy calmado y pausado, tocado con mucho sentimiento, volviendo sus compañeros, haciéndose cargo Lore de los teclados y Cris tocando el bajo, y cogiendo el corte más fuerza, antes de despedirse, definitivamente, ya cada uno en su posición inicial, con “White lies”, su compañera de disco, agradeciéndonos nuestra presencia, una canción con un inicio muy contundente, pero que enseguida se relajó, para luego llevarnos a un estribillo pegadizo e intenso.
Burning
De esta manera y después de una hora y cuarto sobre el escenario, se despedían la gente de Belako, que nos ofrecieron un muy buen concierto, demostrando ser una gran banda, con un directo muy ameno, variado y entretenido y que consiguen que te enganches a su propuesta, ya que es muy diversa y con muchos cambios de intensidad, siempre dentro de una coherencia musical.
Sus temas son muy diferentes entre sí y, en ellos, sus músicos demuestran su gran calidad y polivalencia, además de su buen gusto musical, siendo las canciones, en todo momento, las principales protagonistas, logrando, en vivo, trasmitirnos más fuerza, cuando tienen que hacerlo, y dotando, a las mismas, de más sentimiento cuando es lo corresponde, sin olvidar esos momentos de reivindicación, siempre necesarios.
Sin duda, ver en directo a Belako es una gran experiencia, que todo amante de la música, al margen de estilos, debería experimentar, porque merece y mucho la pena; os animo a verlos en vivo y a escuchar su música.
Con el último disco de Belako debajo del brazo, me fui del Escenario Santander, con la sensación de haber visto una actuación muy familiar de una formación que debería haber contado con una afluencia de público mayor, habida cuenta el nivel de la misma, sin olvidarnos de la gran velada de los L.C.H, disfrutando de dos grandes conciertos, ante unos asistentes que, aunque pocos en número, vibramos con lo que los dos grupos nos ofrecieron esta noche; enhorabuena a ambas bandas por sus buenas actuaciones y gracias al Escenario Santander y a sus responsables por haberlo hecho posible.