El Festival Vidiago Rock, es de esos eventos que consiguen reunir a un montón de gente como si se tratase de una gran familia, por eso cuando nos enteramos de que después de varios años volvían a la carga, nos hizo muchísima ilusión. Esta vuelta tenía un significado muy especial, ya que el motivo por el que decidieron echarse para adelante, fue hacer un homenaje a lo grande a su fundadora Gloria Cueli, ya cual estaos seguros de que estaría orgullosísima de lo que su hijo y amigos, están haciendo con su legado.
Esta vuelta se hizo llamar “El Renacer” y para hacerlo a lo grande, los de la asociación Vidiago Rock se curraron un festival de dos días, volviendo al lugar donde se originó y al que tanta gente le tiene cariño, como es La Bolera de Vidiago. Nosotros desgraciadamente no pudimos asistir al festival las dos jornadas, pero teníamos muy claro que queríamos formar parte de este evento tan especial entre tantos amigos, por lo que cogimos el coche y nos fuimos el sábado para allá.
Ambiente
El viernes, el cartel lo formaron las bandas Ritmo Vudú, Wet Cactus, Cápsula y Misiva , manteniendo el formato de traer bandas de Asturias, de Cantabria y de fuera de España. Además, contaban con un concierto muy especial de la banda Misiva, que estaba de gira de despedida.
El sábado fue el día largo, ya que al mediodía estuvieron la gente de La charanga Compango, animando al pueblo y los bares de la zona. Está claro que en Vidiago tienen claro que la música en directo es necesaria para el ocio de la gente, para la economía de los negocios locales y sobre todo, para el alma. Nosotros llegamos un rato antes del comienzo de los conciertos, ya que teníamos ganas de volver a saludar a nuestros amigos y conocidos del festival, que formaban parte tanto del público, como del staff y los propios músicos que aquella noche iban a subir al escenario.
Ambiente
Bastante puntual comenzó el primer concierto del sábado con la banda cántabra Soulbane, los cuales entre la pandemia y la preparación de su último disco, llevamos tiempo sin verles encima de los escenarios. Como no, como presentador del evento, estuvo el legendario Cueli, el cual estaba pletórico con la mega fiesta que le había montado a su madre y con tener a gente querida en este festival. Soulbane tocaron canciones conocidas por todos como “Hole” o “Worldwide soul” que tanto nos gustan, además de canciones que van a formar parte de su próximo trabajo “FFR” como “White Raven” y “Firewalker”, para la cual contaron con parte de los miembros de la Charanga Compango.
Otra cosa que nos gusta mucho de este festival, es el trato que se les da a los músicos, independientemente de donde vengan o en qué lugar toquen en el festival. Fuimos a saludar a Sauri y Guelus, los cuales están constantemente currándoselo para que los músicos tengan todo lo que necesitan y estén a gusto (¡Los cartelucos de comida vegana, vegetariana, omnívora, etc. Es de tener mucho nivel y dedicación!), mientras Nico les pasaba por la “ventanilla”, los criollos recién hechos a la parrilla. Y hablando de parrilla, no solo pudieron disfrutar de estos manjares los músicos: tanto Nico como Conrad, estuvieron a los fogones para que todos pudiésemos llenar el buche con comida calentita. ¡Que no falte de ná!.
Soulbane
En lo que nos pedíamos una cervecilla, empezaron los míticos Alto Volto. En este festival, han pisado el escenario bastantes tríos, siendo cada vez más habitual que no echemos de menos una maxi banda en directo. Nos lo pasamos en grande con esta banda, que alternó canciones en español y en inglés, y que a lo largo de los años no han perdido nada de fuelle y todo lo que nos habían contado de ellos, es totalmente verdad.
Alto Volto
Después de seguir saludando a amigos (¡un no parar de peña!. ¡Ni en Navidad!), les tocó el turno a nuestros colegas asturianos Drunken Buddha. Les hemos visto en directo varias veces y son ya para nosotros de la familia, además de ser más majos que las pesetas. Y es que esta gente resucita a un muerto, sabes que donde van, van a montar una buena fiesta y así lo hicieron en Vidiago. Suenan que espatarran, siendo una de las canciones más coreadas “Monster”, A. Michael se tiró al público varias veces (tal y como le prometió a Cueli, la palabra es sagrada), se subió a las vallas, aquello fue apoteósico. Si no les habéis visto nunca, de verdad que es para mataros.
Drunken Buddha
Como en años anteriores, este año tuvimos también a una banda internacional en Vidiago: El trío italiano de Stoner, Black Rainbows. Como un cañón sonaron esta gente, en este festival siempre hay Stoner del que les mola y nos mola, del que rompe cuellos y en un concierto en el que pudimos comprobar que un montón de gente les seguía y coreaba sus canciones. Nos flipan los festis donde conoces bandas nuevas, así el rock nunca morirá.
Black Rainbows
Y para que no nos enfriásemos, los de Vidiago nos trajeron a las catalanas Disaster Jacks, con las cuales pudimos charlar un rato antes del concierto y pudimos hacer muy buenas migas. Estaba claro que esta gente no iban a bajar la intensidad de los Drunken, punk directo del que mola, que nos hicieron bailar de narices a las que ya estábamos con las piernas un poco resentidas de tantas horas de pie y con una frontwoman que se tiró literalmente al público. ¡Ole!.
Disaster Jacks
Hacia rato ya, que el buen rollo y también las cervecillas que la peña se había tomado (nosotros fuimos buenos) estaba haciendo que el recinto estuviese lleno de risas y abrazos tanto entre la gente del público, como los músicos y el staff. Cueli volvió al escenario por última vez con su falda mítica (Ya la echábamos en falta), para presentar a la banda que cerraría el festival Chamako wey, además de cantar el cumpleaños feliz a su Dani Larriet. ¡Grandes!. El metal invadió Vidiago rock por todo lo alto, dándonos un conciertazo como la copa de un pino.
Y colorín colorado, esto se ha acabado, para pesar nuestro y el de la cantidad de gente que no quería irse a casa después del festival. Tranquilos gente, el Vidiago ha vuelto para quedarse y nosotros estaremos allí para disfrutarlo y para cubrirlo. ¡Larga Vida al Vidiago!.