Pese a que era otro de esos sábados en el que la variedad y la calidad de los conciertos, que iban a tener lugar en Cantabria, podían hacer difícil la elección del mismo, en esta ocasión lo tenía muy claro y es que muy cerca de mi casa, concretamente en el Varuko de Vioño, iban a presentar su nuevo disco la gente de Grey Giant, por lo que no hubo mucho que pensar.
Y para el Varuko que me fui, a donde no acudía a un concierto desde hacía un mes, pero es que tampoco habían hecho más en este periodo, llegando con cierta antelación y mientras el cuarteto acababa de probar y se definían los últimos detalles, aprovechando para charlar con algunos de los presentes, mientras nos refrescábamos la garganta.
A Grey Giant los había visto hacía casi un año en Unquera, junto a sus amigos de Criaturä, y es un grupo cántabro, que se funda hace 2 o 3 años y que está integrado por Mario Hospital (Pitu), bajo y voz, Javi Echeverría, guitarra, Hugo Echeverría, guitarra, y Pablo Salmón, batería, habiendo publicado ya dos trabajos en este breve espacio de tiempo, llamados “Turn to stone”, de hace 2 años, y ese “Conversus in lutum”, que habían publicado esa misma semana.
Tras hacer un poco de tiempo para que llegase más gente, la banda comenzó su andadura, más o menos media hora después de la hora fijada y ante una buena cantidad de público, iniciando su velada con “Unwritten letter”, de su ópera prima, un tema que empezó con el sonido del bajo y de manera lenta, pero que luego fue cogiendo mucha fuerza y potencia, ofreciéndonos un corte con un sonido machacón, durante el cual, como hicieron durante toda la noche, proyectaron diversas imágenes en la televisión situada sobre la batería, pidiéndonos palma y dejándonos con una composición, que ganó fuerza y que resultó muy cañera y, a la vez, lenta y pesada, acelerándose en su parte final.
Grey Giant
Unido a la anterior y sin dejar ese primer disco, llegaba “Reverb signals in key F”, que se inició con ese sonido machacón de batería, ofreciéndonos un tema muy contundente y pegadizo, además de animado, haciéndonos mover la cabeza con ganas, siendo un corte con un potente final y que sonó muy cañero, tras el que se presentaron y recordaron que venían presentando nuevo trabajo, comenzando su repaso con la que, precisamente, le cierra, “Bright eyes”, una pieza que empezó con un sonido machacón y constante, cogiendo cada vez más fuerza, con la batería muy marcada, pasando luego a relajarse, contando con un bello solo de guitarra y dejándonos una canción hipnótica, lenta y pesada.
Continuaron en el trabajo que venían a presentar con el tema que lo inicia, “Mud & sorrow”, el cual ha sido adelanto del mismo, un corte que empezó lento y pesado, para, después, endurecerse y coger mucha fuerza, pasando luego a relajarse y alternarlo con partes más intensa, cogiendo más fuerza progresivamente y dejándonos una gran composición, antes de aventurarse en la primera de las versiones que sonaron esta noche, “Eatin´ dust”, de Fu Manchu, una pieza que comenzó con un sonido juguetón y movido, pasando a ser una canción pegadiza, que luego fue acelerándose y terminó cogiendo más velocidad.
Volvían a los temas propios con “I'm a mosher”, también de su actual disco y que ya había podido escuchar la anterior vez que los vi, el cual empezó lento y pesado y con un sonido psicodélico procedente de los pedales de una de las guitarras, pasando a tener un bajo muy presente y luego ir cogiendo fuerza y velocidad de manera progresiva, hasta llegar a un punto de rapidez máxima, para luego recuperar ese tono machacón, pero sin perder esa alternancia en los ritmos y quedando un corte muy hipnótico.
Grey Giant
Sin querer perder la atención de los presentes, el anterior fue unido con “The man, the devil & the grey giant”, el corte que abría su ópera prima, el cual comenzó de manera muy machacona, contando con un sonido más calmado después, pero sin perder esa intensidad, siendo un muy buen y quedón tema, a la vez que muy contundente, pero con cambios de ritmo, para atreverse con una versión, del “Vidage”, de 1000mods, la cual fue comenzada por el sonido de la batería, contando con un ritmo machacón, aunque ganando fuerza progresivamente, para pasar a pararse con la voz y recuperando la intensidad que la pieza poseía, cogiendo mucha potencia y con un gran solo de guitarra como guinda al pastel.
Restaba solo un corte de ese disco que estaban presentando y que, además, era el más extenso, “Ostrich head”, un tema que empezó lento y tranquilo, con el bajo muy presente, ganando fuerza paulatinamente, siendo una composición muy intensa y muy cañera, haciéndonos mover la cabeza con fuerza, y es que estábamos ante una pieza muy contundente, que luego fue relajándose, antes de volver a recuperar esa potencia y volverse muy cañera y machacona, contando con un explosivo final y dejándonos una canción muy buena y que fue muy celebrada.
Se despidieron de todos nosotros con “Last bullet”, el tema que quedaba por tocar de su primer trabajo y que también lo cerraba, el cual comenzó de manera machacona y contundente, volviéndose un corte muy rápido y poderoso, aunque luego se relajó, pero sin perder esa esencia intensa, contando con un bajo muy presente, acelerándose más y más y haciéndonos arengar, antes de dejarnos con un muy machacón final y que contó con un buen solo de guitarra.
Grey Giant
Y, aunque hicieron amago de acabar, nos iban a tocar una canción más, no sin antes solucionar un problema con la correa de Pitu y después de que nos recordarán que tenían diferentes camisetas en su puesto de merchán, dejándonos, ahora sí, con una versión del “Supa scoopa and mighty scoop”, de los Kyuss, una pieza que empezó relajada y con las guitarras teniendo mucho protagonismo, cogiendo fuerza de golpe y volviéndose muy machacona y parándose brevemente, para luego recuperar esa fuerza, volviéndose una composición lenta, pero constante, con un final en el que juguetearon con el público, agradeciendo nuestra presencia y, tras un breve parón, retomando la misma.
De esta manera y poco antes de la medianoche, concluía esta actuación de Grey Giant, después de estar hora y media sobre las tablas y brindarnos un concierto impresionante, sonando muy bien y dando mucha cera, demostrando que lo que había visto hace menos de un año, solo es una muestra de la calidad que tiene esta formación, algo que ha quedado refrendado en este nuevo disco que supera, bajo mi opinión, a su ópera prima y eso que ésta ya era una buena obra.
Pero es que en directo la banda todavía gana mucho más, primero, y lo más importante, por su perfecta interpretación de esos temas, aderezado por algunos clásicos del estilo, que siempre son bien recibido, y, además, por esas imágenes que proyectan, que hacen que te metas más en trance y que, muchas veces, desvíes la mirada hacia lo que allí ocurre, haciendo de todo ello una gran experiencia.
Grey Giant
Ojo con Grey Giant, que vienen dando fuerte y su último disco solo es una muestra de lo que pueden hacer en directo, lo cual os animo a que comprobéis por vosotros mismos.
Tras comprar una camiseta de la banda, ya que los vinilos todavía tardarán un tiempo, la noche siguió un rato más en el Varuko, con el buen gusto del concierto que nos habían brindado Grey Giant, una formación que fascinó a todos los presentes con esas extensas, pero variadas, canciones que hicieron de esa noche de sábado una muy especial, y todo ello gracias, tanto al grupo, como a la dirección del local, que sigue apostando por la música en directo y que tienen preparada una buena para el 15 de junio, la cual no me pienso perder.