Uno de los pocos festivales que tienen lugar en Cantabria para celebrar las fiestas de una localidad es el Rock in Hinojedo - Memorial Uco, que organiza la Junta Vecinal de dicha población, un evento que este año llegaba a su edición 17, de las cuales he acudido a muchas de ellas, siendo la última en la que estuve la de hace dos años.
Por ello, cuando me enteré, unas semanas antes, que iba a tener lugar esta nueva edición, me la apunté en mi agenda, en un cartel en que íbamos a disfrutar de las bandas cántabras Bluestown y Emboque, junto a los bizcaínos Budasam, por lo que pocas cosas más había que pensar y para allá que me fui, con cierta antelación, para poder aparcar cerca y disfrutar al máximo de este evento.
Como suele ser costumbre, la organización obsequió a los presentes con una chorizada, la cual no disfruté porque venia de pasar una gastroenteritis y no era buena idea, pero si la mayoría de los allí congregados, que hacían una larga fila cuando la primera banda en subirse al escenario, Bluestown, comenzaba su actuación de manera muy puntual sobre la hora fijada.
No había podido ver todavía en directo a esta banda, formada en el año 2021, pero que está integrada por músicos de gran relevancia, como Carol Martín, voz, Sergio González, guitarra y coros, Fernando Segura, bajo y coros, y Chus Gancedo, batería, un cuarteto que repasa grandes temas de la música, principalmente de las décadas de los 60 y 70, dándoles un toque muy personal, lo que hace que estos cortes sean muchas veces difíciles de distinguir, algo que me parece muy interesante.
Bluestown
Empezaron su velada con “I believe”, de Steve Perry, un tema que sonó con mucha fuerza, haciendo que, poco a poco, la gente fuese acercándose a las primeras filas, mientras sonaba este corte tan intenso y cañero, para continuar con otra pieza, para la que nos pidieron que nos animásemos y que se notará que estábamos en fiestas, una canción con un ritmo más movido y animado.
Tras agradecernos nuestra presencia y a la organización el haber contado con ellos, se presentaron, animándonos a quedarnos cerca para seguir bailando, siendo el turno del genial “Life in the fast lane”, de los Eagles, un muy buen tema y muy guitarrero, demostrándonos sus grandes cualidades, en un corte muy pegadizo y con un sonido animado, además de contar con un gran solo de guitarra, para continuar con “True lies”, de Kenny Wayne Shepherd, una pieza que fue presentada como de desamor, con un sonido muy quedón y movido, relajándose levemente, antes de encarar un intenso final, con demostración vocal de Carol incluida.
Para el siguiente temas solicitaron la presencia de Raúl, cantante y bajista de Emboque, con el que Carol protagonizaría un espectacular duelo vocal en el conocido “Going down”, de Freddie King, un corte muy animado y coreable, en el que se vio a todos los allí arriba ubicados disfrutar mucho, dejándonos un momento muy especial y con un gran final, mientras Carol y Raúl se alababan mutuamente, para, ya sin el invitado, continuar con el clásico “Fire”, de Jimmy Hendrix, en el que nos pidieron que nos acercásemos y, así, como dice la canción, les diésemos fuego, una genial pieza y que fue muy bien interpretada, recalcando la maestría en la ejecución de todos ellos.
Bluestown
Después de preguntarnos que si había algún medico por allí, con algún brazo levantado, pidieron que no se fueran muy lejos y es que llegaba el “I don't need no doctor”, de Ray Charles, aunque alguno lo conocimos por la versión de los estadounidenses W.A.S.P., un tema que empezaron de manera tranquila, pero animada y que resultó muy bailable, con el bajo muy presente, mientras Carol jugaba con su voz y nos demostraba sus grandes cualidades, para ser luego Sergio el que acabaría luciéndose.
Ya quedaba poco tiempo para el primer aniversario del inolvidable concierto que dieron Muse en Santander y ellos quisieron recordarlo y hacer un homenaje a la formación británica con el genial “Supermassive black hole”, dejándonos un tema muy movido, pero que tuvo un momento en que se relajó, para que luego fuera Sergio quien hiciera virguerías con su guitarra, antes de recuperar la fuerza que el corte tenía, dejándonos una grandísima adaptación.
Nos avisaron de que llegaba el momento de despedirse de todos nosotros, reiterando los agradecimientos a la comisión, a Raúl de Emboque, que había servido de intermediario, y a los propios Emboque, ofreciéndonos un medley de temas de Steve Wonder, entre las cuales estaba el “Master blaster (Jammin')”, mostrándonos las diferentes facetas del genial artista, para pasar a presentar a los músicos de la banda, que hicieron diferentes solos, siendo especialmente llamativo el de Chus Gancedo, que introdujo partes grabadas con la voz de Chiquito de la Calzada.
Bluestown
Y, aunque se despidieron, la gente quería otra más y ellos se lanzaron a tocar una pieza más, bromeando sobre a ver quién acertaba el título de la misma, siendo ésta el “Roadhouse Blues”, de The Doors, que, una vez más, ellos llevaron a su terreno, dándola un aire más country y diferente, haciendo agacharse a los presentes y dejándonos con un gran final.
De esta manera y tras estar una hora sobre las tablas, concluía este grandísimo concierto de unos Bluestown, que demostraron ser una gran banda, la cual me sorprendió, gracias a su original propuesta, ya que, aunque sabía de antemano que, técnicamente, son unos fuera de serie, además, han sabido escoger un buen repertorio de temas, a los cuales, lejos de repetir la fórmula original, les han dado una nueva visión.
Insisto que sus músicos son de sobra reconocidos y esta noche lo volvieron a demostrar, logrando, en todo momento, que los asistentes se engancharán a su propuesta, algo siempre difícil cuando eres el primer grupo y la gente tiene algo gratis que llevarse a la boca, pero ellos lo consiguieron, con su continua muestra de calidad y ese desparpajo e interacción que buscaron con los allí congregados.
Seguro que nos volvemos a encontrar más veces y os ánimo a ver en vivo a este interesante cuarteto, que nos ofrecieron un repertorio de mucha calidad.
Los siguientes en subir jugaban en casa, ya que tienen su local de ensayo a pocos metros de donde tenía lugar el evento, y es que llegaba el turno de los Emboque, un trío compuesto hace 30 años en esta localidad, que está compuesto por Raúl Galván, voz y bajo, Mario Galván, guitarra y coros, y Carlos Quintana, batería, y a los que no veía en directo desde el pasado verano.
En esta ya dilatada trayectoria, la banda ha publicado los discos “Salvaje”, de 1999, “Déjame entrar”, del 2001, “Contra el tiempo”, del 2004, “Voy a por ti", del 2010, “A tempo de rock", del 2015, “6", del 2017 y con cuya salida hicimos este video reportaje, su trabajo en vivo “Directamente”, del 2020 y con el que les entrevistamos, y “La era perdida”, del 2022.
Y no hubo que esperar mucho a que dicho trío se subiese a las tablas, con una intro sonando, que dio paso al tema con el que se abría su ópera prima, el genial “Amia”, un corte que ya es mítico en su repertorio, muy celebrado, ya que es uno de los que nunca te aburres de escuchar, y que cuenta con un bello sonido, para, sin pausa alguna y sin dejar ese mismo disco, ser el turno de “Ritual”, otra de las que siempre es muy bien acogida, pese a no ser tan habitual, y que es una pieza muy machacona, pero que cuenta con ese momento en que se relaja, antes de retomar la fuerza con ese gran solo de Mario.
Emboque
Nos saludaron y nos avisaron de que iban a hacer un repertorio distinto, repasando su discografía, pidiendo también nuestros aplausos para la comisión de fiestas, por llevar a cabo este evento, así como a sus compañeros de cartel, para pasar a su segundo disco con el tema que le daba nombre, “Déjame entrar”, que se inició con ese juguetón sonido de guitarra, siendo un corte muy pegadizo y movido y que nos puso a todos a mover la cabeza, para continuar en su segundo trabajo con ese clásico que es “Revolución”, una canción sobre la que vacilaron que igual no la conocíamos, dejándonos una pieza muy rápida y quedona, que siempre nos engancha, gracias a ese ritmo tan quedón que tiene.
Pero no hay que olvidar que la banda sacó hace un par de años su último disco, al cual, por cierto, todavía se le puede exprimir mucho más, y que contiene temazos como “Noche negra”, un corte que tiene un sonido muy intenso y que es un gran tema, muy pegadizo y con un ritmo muy quedón, para volver 20 años atrás, cuando sacaron su tercer trabajo, que contenía canciones como “Eterna oscuridad”, que sonó después de realizarse algún ajuste de sonido, la cual empezó de manera relajada, para, después, meter bien de intensidad, siendo una pieza muy cantada y es que es una de las más queridas por muchos de sus seguidores, pese a no ser de las más habituales en su repertorio.
Llegaba el momento de recuperar su anterior disco con el genial “Aprendiz”, un tema que empieza con mucha fuerza y ese sonido tan intenso, siendo un muy buen corte y que se ha ganado el corazón de sus fans, por lo que fue muy celebrado, para, sin dejar dicho trabajo, ser el turno de “Donde está la acción”, una canción que se inició con ese ritmo machacón y quedón, el cual se mantiene durante la misma, dejándonos una pieza de las de mover los brazos con ella.
Emboque
Uno de los temas más entrañables del repertorio de la formación es “Se apaga el sol”, de su segundo trabajo, ese corte que, en su momento, dedicaron al fallecido guitarrista torrelaveguense José Manuel Illera, pero que, en esta ocasión, quisieron hacer extensivo a todos sus familiares y amigos fallecidos, una preciosa composición, que, esta noche, fue todavía más emotiva y que demostró, una vez más, la grandeza de esta banda, nunca lo suficientemente valorada.
Tras los gritos de “Emboque, Emboque”, regresaron a su actual disco con “No lo harán por ti”, un corte que empezó con mucha fuerza, muy movido y animado, siendo un tema con energía, pero con momentos más pausados, tras el que pidieron la colaboración de Bruno, el hijo de Carlos, que sustituyó a su padre en la batería, para tocar “El ojo del huracán”, de su tercer trabajo, una canción muy pegadiza y de las más conocidas de la banda, por lo que fue muy celebrada y con muchos vítores a Bruno, cuando este se despidió del escenario, ya que, realmente, lo hizo muy bien.
Quizás el tema por antonomasia de la banda o, al menos, uno de los más esperados, es “Aníbal”, de su cuarto trabajo, un corte que empezó de manera calmada y relajada, un verdadero clásico, con ese sonido tan machacón y coreable y esa otra parte en que coge velocidad, para después relajarse después del sólo de guitarra, pero manteniendo ese sonido constante: una verdadera pasada.
No dejaron ese mismo disco para pasar a tocar “El héroe”, un tema que tiene ese comienzo tan conocido, ofreciéndonos un corte muy cañero y potente, además de muy movido y siempre emotivo, ya que nos recuerdan a todos esos heroes que han pasado por nuestras vidas, para volver a agradecer, tanto a las bandas, como a los presentes y, por supuesto, a la organización, despidiéndose de todos nosotros con “Estaré”, de su anterior obra, una canción que nos quisieron dedicar, porque siempre estamos allí, mostrándonos una pieza con un movido inicio y un ritmo pegadizo y en la que la gente cantó a capela el estribillo.
Emboque
Pero la gente pedía otra y la banda se animó a tocar una más, deseando que el Rock In Hinojedo sea “Inmortal”, también de su anterior lanzamiento y que es siempre muy aclamada, una pieza muy celebrada y con la que pusieron el punto y final a su velada, tras estar sobre las tablas algo menos de una hora y media.
Emboque dieron, una vez más, un concierto impresionante, algo que ya no es noticia, porque estamos ante una grandísima banda, que llega a sus tres décadas en activo en plenas facultades, sacando grandes discos y ofreciéndonos grandes actuaciones, como la de esta noche, además de darlo todo sobre las tablas y demostrar la enorme calidad que sus músicos poseen.
A todo esto, hay que añadir la gran cantidad de clásicos que el grupo ha dejado para el rock de Cantabria y del resto del estado, una lista que sigue aumentando en cada lanzamiento y que demuestra que la banda no vive de tiempos pasados, sino que están en un gran momento de forma y que han sabido, además, ganarse el cariño y el respeto de prácticamente la totalidad de la escena rockera de la tierruca.
Casi seguro que veremos a Emboque más veces este año, en el de su 30 aniversario, y, ojalá tengan alguna sorpresa guardada para esta celebración, pero, si no es así, espero no tardar tanto tiempo en volver a verlos en vivo, algo que también deberíais hacer vosotros.
Y tras otro cambio también muy rápido, teníamos sobre las tablas a los bizcaínos Budasam, un quinteto que, en la actualidad, está compuesto por Iván González, voz, Kike Herrero, guitarra y coros, Aritz Yarza, guitarra y coros, Jabi Vilumbrales, bajo y coros y Ander Mendoza, batería, a los cuales había visto en directo ya hace casi 7 años en Santander, precisamente compartiendo cartel con Emboque.
Ya son 13 años los que la banda lleva en activo, habiendo publicado el Ep “BudaSam”, de ese mismo 2011, y los discos “Ensuciando el silencio”, del 2014, “Alrededor del sol”, del 2017, y, su más reciente, “Nada es para siempre”, del pasado 2023 y sobre el que iban a asentar su repertorio de esta noche.
Y, precisamente, se subieron al escenario con la intro que da inicio al primer tema de su actual disco, una verdadera declaración de intenciones de lo que nos iban a ofrecer, comenzando con el citado “Aquella canción”, un corte muy quedón y pegadizo y que nos hizo meternos rápidamente en ambiente, para ser seguido por “Desde los tejados”, una canción de su anterior obra, que empezó relajada, pero que luego se volvió más intensa y cañera, siendo una pieza clásica en su repertorio y muy pegadiza.
De vuelta a su más reciente trabajo, era el momento del corte que da nombre al mismo, “Nada es para siempre”, un disco que, nos recordaron, llevan un año presentando, siendo un tema que empezó de manera lenta, pero que luego fue intensificándose, siendo una composición muy pegadiza, con un muy buen sonido y un ritmo quedón, para, sin dejar ese mismo álbum y después de una intro previa, ser el turno de “Golpe a golpe”, una canción muy movida y quedona, ofreciéndonos una pieza muy animada y pegadiza y de las que te hacen moverte con su ritmo.
Budasam
Llegaba el momento de recordarnos que habían traído diferente material de merchán, para pasar a tocar un tema clásico en su discografía y de los más queridos, “7 Rosas”, el corte que abría su anterior trabajo, el cual fue muy celebrado por sus seguidores, algunos de los cuales habían llegado desde fuera de la tierruca, y es que es todo un himno, para continuar en ese mismo disco, y tras reiterar lo del merchán, con “Viaje sin final”, una pieza muy machacona y quedona, con un ritmo muy pegadizo y que tienen un estribillo muy coreable.
De nuevo era el momento de repasar su actual trabajo, siendo en esta ocasión el turno de “Perdidos en septiembre”, un tema con un sonido muy movido y animado, ofreciéndonos un corte muy pegadizo y quedón y que demuestra que éste es un gran plástico y que debería suponer un paso adelante en la trayectoria de la banda, algo que refrendaría “En medio del huracán”, en la que sus dos guitarras hicieron una introducción, una canción muy movida y quedona, a la vez que animada, pero con un ritmo muy cañero.
Regresaron a su anterior trabajo con “Gritando en silencio”, un tema que empezó con fuerza y con un ritmo muy machacón, dejándonos un corte muy quedón, pero con un mensaje intrínseco y es que, aunque intenten manejarnos, pelearemos contra ellos, para pasar a tocar una canción que, dijeron, no iban a presentar y es que llegaba “Fugitivos”, de su actual álbum, una pieza que comenzó con fuerza, pero que luego fue calmándose levemente, para, después, recuperar esa intensidad previa, una muy buena composición, quedona y con un gran solo de guitarra.
Budasam
Nos avisaron de que iban a tocar el último tema, no sin antes recordar que tenían un puesto de merchán y agradecer a la organización, a las bandas que los habían acompañado y a nosotros, el haber estado allí, siendo el turno de “Sobre cenizas”, el que abría su primer larga duración, el cual empezó con ese sonido guitarrero, un corte muy quedón y movido, al mismo tiempo que muy pegadizo y animado.
Pero todavía tenían tiempo para otra canción más, siendo ésta “Sin tu aliento”, también de su trabajo de hace una década, la cual empezó de golpe, aunque luego fue relajándose levemente, antes de recuperar esa fuerza, jugando con diverso cambios de intensidad en una pieza muy pegadiza y en la que pidieron las palmas de la gente y que sirvió, además, para presentar a los integrantes de la banda, haciéndonos cantar ese quedón estribillo.
Así y después de una hora sobra las tablas, concluía un gran concierto de una banda, que debería tener mucho más reconocimiento del que tiene, algo que ya aprecié la anterior vez que los vi, pero que esta noche quedó confirmado, ya que hacen una muy buena y muy elegante música, de esa que es imposible quitarte de encima, además de tener una muy buena puesta en escena.
La verdad es que Budasam forman un bloque muy sólido, en donde todos ellos demuestran su gran calidad musical, aunque son las canciones las verdaderas protagonistas, muy bien estructuradas y en donde esos ritmos quedones, unidos a unos estribillos muy pegadizos, hacen que enganchen bien con quienes las están escuchando, pero, todo ello, con mucha clase y ejecutados con gran personalidad.
Budasam
Como dije un poco más arriba, Budasam son una banda que deberían ser más conocidos y te invito a que lo hagas, si lo tuyo es el Hard Rock y el Heavy Metal más ochentero; yo, desde luego, si vuelven, repetiré.
De esta manera concluía esta nueva edición del Rock In Hinojedo - Memorial Uco, así que, tras hacerme con algún disco de Budasam que me faltaba y despedirme de buena parte de los presentes, me fui para casa, que al día siguiente tocaba trabajar, tras haber disfrutado de tres grandes conciertos, a cargo de Bluestown, Emboque y Budasam, cada uno con propuestas, más o menos, diferentes, pero de muchísima calidad, y todo ello gracias a la Junta Vecinal de Hinojedo, esperando que el año 2025 volvamos a vernos las caras en una nueva edición de este querido festival.