Mientras, un año más, las fiestas de San Antonio, en Renedo de Piélagos, no traían nada interesante, musicalmente hablando, en la vecina Vioño de Piélagos, en esas fechas, iba a tener lugar un concierto con 3 de las mejores bandas que tenemos en Cantabria, al menos dentro del panorama del Heavy y derivados, ya que, este sábado, en el Varuko, de dicha localidad, íbamos a tener las actuaciones de Bifrost, Karonte y Mordor: casi nada.
Una vez más, Toño y su gente, sabían cómo animar al público rockero, no solo de esta zona, sino de toda Cantabria, con un cartel que no me quise perder por nada del mundo, regresando al Varuko a escuchar música en directo, apenas 3 semanas de hacerlo por última vez, congregándose allí mucha gente con ganas de disfrutar con esas grandes bandas.
Además, y para que no faltase de nada, nuestro amigo David Bárcena estaba grabando en directo su programa “El Thrashtero”, entrevistando a las bandas allí presentes, sin olvidar esa chorizada con la que la dirección del local obsequiaba a todos los presentes y todo ello de manera gratuita y, en mi caso, a cinco minutos andando de casa; vamos, más a gusto que en brazos.
Bifrost
Se demoró un poco el inicio del concierto, algo que aproveché para tomar algo y saludar y charlar con algunos de los presentes, abriendo la velada Bifrost, una banda con, aproximadamente, 24 años de trayectoria y a la que hacía casi un año que no veía en directo, estando la formación compuesta por Ovi Abascal, voz y guitarra, Fonso Serrano, guitarra y coros, José C. Gómez, bajo y coros, y David Fernández, batería.
La discografía de la banda la componen una demo, del 2001, el Ep "Seeking Evolution", del 2004, y los discos Moving on", de 2007, "Freedom", del 2011, y su más reciente y grandísimo disco “Her den”, de finales del 2022 y que fue sobre el que se asentó buena parte de una actuación que iniciaron con “So close to chaos”, precisamente de ese último trabajo, un tema que empezaron con mucha fuerza y con esos cambios de ritmo que contiene, pero sin perder esa contundencia que el corte posee.
Era el turno de recordar un tema de su anterior trabajo, “Hurt me again”, con ese comienzo tan intenso, pero manteniendo un ritmo machacón y quedón, con ese instante en que el corte se relaja, jugando con esa combinación de intensidades y demostrando la gran calidad de sus cuatro integrantes, para, tras saludarnos y hacer algún ajuste de sonido, volver a su más reciente obra con “When it rains”, la que le da inicio, una pieza que empezó con fuerza, contando con momentos en que se aceleraba, pero con otros en que se relajaba brevemente, dejándonos con un buen solo de guitarra de Fonso en la parte final de la misma.
Bifrost
El siguiente tema se lo quisieron dedicar a una amiga de la banda que cumplía años, siendo éste “Web of lies”, el que abría su ópera prima, un corte que empezó relajado y que contó con ese sonido tan quedón, cogiendo mucha velocidad hasta ese momento en que retoman ese ritmo inicial, para, después de preguntar si todavía quedaba chorizo, recordar sus inicios con “Moribund world”, la que abría su maqueta, una pieza que fue la primera que hicieron, la cual comenzó con mucha fuerza e intensidad, contando con partes más pesadas y un buen solo de Fonso, dejándonos una canción que sonó machacona y potente y que concluyó con un intenso final.
De vuelta a su actual obra, era el momento de “Strenght to go on”, un tema que fue tocado a toda velocidad y con mucha fuerza, siendo un corte poderoso y muy cañero, al mismo tiempo que pegadizo y muy intenso, demostrando las buenas composiciones de dicho trabajo, para pasar a avisarnos de que iban acercándose al final de su concierto, regresando a sus primeros años con “Faceless”, de su Ep, recordando que detrás venían dos grandes bandas y agradeciendo al técnico de sonido, a la gente del Varuko y a todos los que hicieron posible que estuvieran allí, una canción que empezó relajada, pero en la que luego metieron más fuerza, siendo una pieza muy intensa, con momentos más machacones y potentes y otras más rápidos, contando con un gran solo de Fonso, para, después, dejarnos con un sonido constante y contundente, relajándose, casi parándose, antes de endurecerse y acabar en todo lo alto.
Bifrost
Pero todavía había tiempo para un tema más y éste no iba a ser otro que el clásico “Crazy train”, de Ozzy, para el que Ovi se quitó su guitarra, siendo un corte que, logísticamente, fue muy celebrado y que fue un gran fin de fiesta para la actuación de unos Bifrost, que, de esta manera, daban por terminada su velada tras, más o menos, 45 minutos sobre las tablas.
No es ninguna novedad decir que los conciertos de Bifrost son una verdadera celebración y éste no fue una excepción, pese a su corta duración, pero el tiempo que había era el que era y ellos no quisieron desaprovecharlo, recorriendo todos los trabajos que tienen editados, incluidos temas de sus inicios e, incluso, marcándose una versión, haciendo que aquello fuera una verdadera fiesta.
La voz de Ovi es inconfundible y la calidad de ambos guitarristas está fuera de toda duda, perfectamente arropados por una consolidada sección rítmica, que tuvo muchos momentos brillantes, sin obviar esos coros, que realzan los temas, dejando una gran actuación y demostrando ser una gran banda.
Los conciertos de Bifrost son escasos, por lo que hay que aprovecharlos, siempre que se pueda, porque calidad tienen para dar y tomar; no te los pierdas en cuanto tengas la ocasión de verlos.
Tras una no muy amplia espera, estaban sobre las tablas los chicos de Karonte, a los que ya había visto este año, concretamente 3 meses atrás, y que en este 2024 están de celebración, ya que cumplen 30 años en activo sin pausa alguna, siendo los actuales componentes, Kini, voz y guitarra, Isma, bajo, y Rochar, batería.
En esta extensa trayectoria, la banda ha grabado 3 discos, “Letargo”, del 2006, “Paraíso sin fe”, del 2012, y , “Nacer, sufrir, morir”, del pasado año, además de un split con Bloody Brotherhood, llamado “Alliance for Death Domination”, del 2017, el directo “Vivo y resucitado”, del 2014, el EP “Maldigo el día que te conocí”, del 2003, y las maquetas “Uno más”, de 1995, “Karonte”, de 1997, y “Bendita hipocresía”, de 1998.
Comenzaron su actuación con “El último de los creyentes”, uno de los temas recogidos en su actual disco, un corte con mucha fuerza y potencia y que sirvió como carta de presentación de la banda, para continuar en el mismo álbum con la genial “Rey de muertos”, una pieza para la que, como nos recordaron, habían hecho un video clip como los buenos, una canción muy cañera y rápida, pero con ese ritmo que te engancha y con partes más relajadas, dejándonos un verdadero temazo.
Karonte
Seguían desgranando más cortes de este genial nuevo trabajo, siendo el turno de “Victima”, un tema que empezó lento y pesado, aunque tuvo partes más cañeras, combinadas con otras más contundentes y potentes, continuando en el mismo plástico con “Cuando eras eterno”, una canción que fue iniciada por el sonido del bajo, dejándonos una pieza lenta, pesada y muy machacona.
Tras agradecernos nuestra presencia, así como a la gente del Varuko el haberse lanzado a llevar a cabo este evento, continuaron con “El ocaso”, el corte que abría su parte de ese split que publicaron hace 7 años, un tema que empezó muy veloz y contundente, con mucha intensidad desde su comienzo, dejándonos una composición corta y directa, para regresar a su actual trabajo con “Viajero”, la cual se inicia con ese sonido tan quedón y juguetón, siendo una muy buena pieza, con diferentes contraste de intensidad y que consiguen engancharte, contando con partes más lentas y machaconas y otras más veloces.
Continuábamos el recorrido por ese nuevo álbum con el potente “Canto en la cruz”, un tema que comenzó con fuerza y contundencia, pero que luego fue relajándose y que contó con un buen solo de guitarra, siendo un gran corte, que fue seguido por su compañera de disco “Alimento de mil moscas”, la cual, como nos dijeron desde el escenario, habla de una persona que está muerta, una muy buena canción, que empezó con mucha fuerza y que tiene ese sonido tan inquietante, dejándonos una pieza cañera, aunque también con partes más pausada, pero igual de contundentes.
Karonte
Nos dijeron que era el momento de una balada, por si teníamos pareja, pero en realidad el que llegaba era “Gris”, el tema que cerraba su disco del 2012, el cual empezó lento y pesado, pero con fuerza, cogiendo luego más velocidad, antes de relajarse con ese bello sonido que posee, dejándonos un gran corte, tras el que recuperaron ese split de hace 7 años con “Dominación”, la pieza que cerraba su parte en el mismo y que fue dedicada a Javi, de Mordor, por echarles una mano en un concierto en plena pandemia, una canción que comenzó de manera lenta y pesada, con mucha intensidad, pero, a la vez, relajada y con contundencia.
No quisieron dejar la oportunidad de recordar que tenían un puesto de merchán, con diferente material de la banda, para volver a su más reciente criatura con “Nacer, crecer, sufrir”, el tema que le da nombre, el cual se inició con fuerza y contundencia, siendo un corte muy cañero y potente, cogiendo más velocidad y con mucha intensidad a medida que éste avanzaba, para despedirse de todos nosotros con esa maravilla que es “Repta humano”, de su disco del 2012, una canción que siempre es celebrada y que nos hizo mover la cabeza con muchas ganas.
Karonte
De esta manera y tras algo menos de una hora de concierto, concluía esta impresionante actuación de Karonte, muy intensa y contundente, confiando, con toda la razón, en su último y gran trabajo, demostrando que la banda está en un gran momento de forma y que esta nueva etapa, en formato trío, ya se ha consolidado y reforzado, sin que el sonido de la misma se haya resentido.
La complicidad entre ellos es máxima, así como la compenetración, haciendo que el grupo suenen como una verdadera apisonadora, en donde todo suena como tiene que sonar, con Kini, que ahora tiene un papel más importante, al ser el único guitarra, Isma que, por la misma circunstancia, ha cogido mucho más protagonismo y Rochar, que es una verdadera ametralladora con las baquetas.
La gira de esta banda sigue, tanto dentro, como fuera de Cantabria, en este año en que cumplen 3 décadas en activo y, por supuesto, os invito a que los veáis en directo, porque son de lo mejorcito que tenemos en la tierruca.
Tampoco hubo que esperar mucho para ver en directo a los míticos Mordor, una banda que lleva 33 años en activo, que forman parte de la banda sonora del metal cántabro y a los que he visto muchas veces en directo, la última de ellas en esta misma localidad el otoño pasado, pero que siempre es un placer poder disfrutar con sus actuaciones y recordar temas tan conocidos por todos.
Desde hace ya casi veinte años, la banda está compuesta por Kini, voz, Javi, guitara y coros, Fonso, guitarras y coros, José, bajo y coros, y Víctor, batería, teniendo en su discografía los discos “Hogar, dulce hogar”, de 1994, y “¿Evolución? …”, de 1997, además de demos, compilaciones y demás, aunque hay muchas canciones más recientes, pero que todavía no han sido publicadas y quizás iba siendo hora de hacerlo.
Y para comenzar su descarga nada mejor que hacerlo con el mítico “Enterrado vivo”, el mismo que abría su ópera prima, un tema muy intenso y pegadizo y que hizo que aquello entrará en erupción, por si no estaba lo suficientemente animado, para, tras saludarnos, continuar con “Libérame”, una de esas canciones todavía no publicada y que empezó de manera lenta y pensada, pero con fuerza y contando con una marcada presencia del bajo cuando ésta se relaja, para, después, volverse una pieza más intensa y contando con un buen solo de Javi.
Mordor
El siguiente corte fue presentado como uno nuevo, pero que tiene como 25 años y es que llegaba el turno de “Loco”, un tema que empezó fuerte y pesado, contando un ritmo machacón y demostrando la contundencia de su sonido, tras el que nos agradecieron nuestra presencia, antes de continuar con la clásica “Veredicto”, de su trabajo del año 1994, la cual comenzó de manera lenta y pesada, para luego sonar a toda velocidad, una canción muy pegadiza y que tiene ese momento en que se acelera y que fue muy celebrada por todos los presentes.
Otro de esos temas que llevan algún tiempo en su repertorio, pese a que no ha sido editado, es “Imagina que eres dios”, el cual comenzó a toda velocidad, siendo un corte muy contundente, aunque contó con una parte más pausada, pero igual de potente, con un gran solo de Fonso y luego la réplica de Javi, una verdadera maravilla de composición que acabó relajándose, para recordar su segundo disco con “Canción de odio”, una pieza que se inicia con ese sonido tan juguetón y potente, con un estribillo pegadizo, relajándose brevemente, para luego alternar sendos solos de guitarra y recuperar esa contundencia que la canción posee.
Mordor
Íbamos con otro tema nuevo, pero de hace un montón de años, que fue como fue presentado “Frágil”, un corte lento y pesado, pero, al mismo tiempo, con fuerza e intensidad, tras el cual nos llevaron a recordar los míticos tiempos del Portus Victoriae, el local que tuvo Toño, nuestro anfitrión de hoy, en los finales de los 90 y primeros años de este siglo, con su versión del “Desperate cry”, de los mejores Sepultura, una canción que, lógicamente, fue muy celebrada y cantada por todos los presentes y es que estamos ante un verdadero clásico del Thrash Metal.
Después de un breve respiro, volvíamos a su trabajo del año 97 con “Gritos ahogados”, un tema que fue tocado a toda velocidad en su inicio, pero que luego fue calmándose, para combinar partes más aceleradas, con otras más lentas y machaconas, terminando de manera muy rápida, para comenzar a despedirse, animándonos, de manera irónica, a ir al día siguiente a misa, siendo el momento de su canción más conocida, “¡Voy a Volar!”, de su primer disco, que fue ejecutada a toda velocidad, interpretando una pieza muy clásica y muy celebrada, que contó con una alternancia en los solos de guitarra y dejándonos la voz cantándola.
Y unida con la anterior llegaba su compañero de plástico, “Sherezade”, un tema mítico, que empezó calmado, pero que enseguida se volvió más machacón, para después coger más velocidad y contar con partes algo más relajadas, siendo un corte que siempre es muy espero y celebrado y con el que pusieron el punto y final a su actuación, tras estar una hora sobre las tablas.
Mordor
Mordor son una banda legendaria dentro del metal de la tierruca y esta noche, como suele ser habitual, dieron un conciertazo, demostrando que están en un gran momento de forma y que funcionan como un reloj suizo, notándose lo bien que lo pasan sobre el escenario y es que, a veces, es difícil determinar quién lo está disfrutando más si el público o el grupo.
A estas alturas no vamos a alabar las virtudes musicales, que son muchas, de sus integrantes, pero es que realmente no dejan de sorprenderte, contando, además, con unos temas por los que no pasa el tiempo, los más antiguos, mientras que los más nuevos suenan igual de bien que los clásicos, por lo que sus actuaciones suenan muy compactas y sin verdaderos altibajos, aunque siempre los más míticos son mejor recibidos.
Pese a que suelen dar pocos conciertos al año, sí que os aconsejo que los vayáis a ver, si tenéis la oportunidad, ya que son historia viva del Thrash Metal, no solo local, sino también estatal.
De esta manera concluía, en lo musical, la noche en el Varuko de Vioño, aunque la fiesta seguiría hasta bien tarde, pero yo, después de despedirme de algunos de los presentes, tomaba rumbo para casa, que al día siguiente tenía planes, tras haber disfrutado con las grandes actuaciones de Bifrost, Karonte y Mordor, en esta especie de Monster of Rock de Cantabria, que la gente de dicho local no regalaron esta noche; por muchas más jornadas así.