Si algo hay que caracteriza a Robe por encima de otros muchos artistas nacionales es su inquietud y su capacidad de reinventarse en cada proyecto, cambiarse de piel y seguir adelante como si nada apostando por sus ideas por encima de todos y sin miedo al fracaso a unas alturas en las que ya nada tiene que demostrarle a nadie. Sobradamente ya ha demostrado ser uno de los artistas españoles con más creatividad que tenemos en todos los sentidos.

Su último trabajo “Se nos lleva el aire” es una prueba palpable de las capacidades de Robe, capaz de hacernos viajar con sus letras y melodías a los más profundo de nosotros mismos, donde vive la locura, la tristeza o la alegría…. Todo eso y más fue lo que vino a presentarnos el pasado viernes día 5 de Julio en su segunda visita a Córdoba en el teatro de la Axerquia englobado dentro de la 43ª edición del Festival de la Guitarra de córdoba.

La tarde calurosa desemboco en una noche oscura de agradable brisa fresca que nos acompañó durante todo el espectáculo a las 4000 personas que Robe congrego en esta ocasión, colgando a su vez el cartel del SOLD OUT.

Con un solitario escenario con la única compañía de un gran haz de luz que lo ilumina Robe empieza con los primeros acordes de Destrozares mientras van entrando en escena los demás integrantes de la banda para dar comienzo a una noche perfecta.

Continúan con “Adiós, cielo azul, llegó la tormenta” donde la banda empieza a empoderarse en toda su esencia para continuar con “Guerrero” donde Robe al inicio confiesa “ Yo soy un guerrero pacifico que llama a librar las batallas de puertas adentro” una canción donde una vez más Robe plantea sus guerras internas y se identifica a el mismo como su propio enemigo.

Seguidamente también sonaron temas como “Puntos suspensivos”, “...Y rozar contigo”, “El cielo cambió de forma”, “Un suspiro acompasado”, e “Interludio” antes de tocar el primer tema de Extremoduro “Coda flamenca (Otra realidad)”, uno de los 6 que sonaron durante el concierto, clásicos que emocionaron a la gente sabiendo que un concierto de Extremoduro se hace muy lejano en la posibilidad.

En esta parte del concierto siguen sonando clásicos de Extremoduro, en este caso suena “Dulce introducción al caos” y “Golfa” que hacen lucir a todo esplendor el impresionante juego de luces que acompañan a cada canción. Antes de culminar la primera parte del concierto suenan también “El hombre pájaro” y “El poder del arte” que serían las dos últimas de la primera parte del recital.

La noche sigue siendo perfecta, el público se muestra entregadísimo y el sonido es espectacular en una noche en la que el aire nos trajo a un Robe en plena forma demostrando que tienen un directo arrollador.

Comienza la segunda parte del espectáculo con “Haz que tiemble el suelo” e “Ininteligible” impecablemente ejecutadas las dos para seguir con otra sorpresa, robe nos sorprende con una contundente “Prometeo”.

El concierto ha ido evolucionando de canciones más melódicas a más contundentes y el público cada vez se ve más entregando y aparte de corear todas las canciones no para de aclamar a Robe, un público multigeneracional, algo increíble que ha conseguido Robe.

Con “Segundo movimiento” y “Tercer movimiento” empezábamos a entrar en la recta final del concierto, el cual duro cerca de tres horas que se hicieron cortas como un suspiro o el disparo de una foto borrosa.

 
“Viajando por el interior” y “Esto no está pasando” fueron las siguientes para desembocar en otro momento mágico del concierto, empezaron a sonar los acordes de “La vereda de la puerta de atrás” provocando una apoteosis general en el ambiente, y sin que nos dejara bajarnos del soplo de viento que nos supuso el concierto los extremeños remataron el concierto con “Nada que perder” y con la entrañable “Ama, ama, ama y ensancha el alma”.