La segunda jornada del festival alicantino comenzaba prácticamente una hora antes que la jornada anterior, las 16 horas, razón por la que temíamos que el día se nos hiciera largo y pesado por las altas temperaturas de esas horas iniciales, pero lo cierto es que tan solo fueron necesarios unos minutos para aclimatarnos a la temperatura y resguardándonos en la sombra, no tuvimos grandes momentos de sofoco.
En esta ocasión, el primero de los conciertos en los escenarios principales tendría lugar en el escenario Azucena y harían los honores los madrileños Celtian, quienes empezaron su concierto de forma puntual. La banda de folk metal comenzó el show con el nombre de la banda proyectado en la gran pantalla de este y antes de comenzar su primer tema salían uno a uno al escenario saludando de forma eufórica a un público agolpado en la escasa sombra de las cuatro de la tarde. Y tras unos segundos en los que hubo algún problema de sonido comenzamos a disfrutar de un buen concierto con un tema como “La profecía” se su último álbum “Secretos de vida y muerte” publicado el pasado mes de abril y que estuvo muy presente durante todo el concierto.
Bajo el liderazgo de su dulce vocalista Xana Lavey, los madrileños siguieron con “Sueños de cristal”, “Hasta el final” y “Maleficio de sangre”, también de su último álbum. No faltaron bailes al son de la flauta de Diego Palacio, mientras en la pantalla proyectaban el símbolo que aparecía en el primero de sus discos. Los pies de micros ornamentados con plantas fueron buen testigo del canto melódico de Xana acompañado con algún grito gutural como viene siendo habitual. A estas alturas del concierto ya era mayor la presencia de público y, por supuesto, de un público dispuesto a pasarlo bien. Pasado el ecuador del concierto, interpretaron temas como “Serena”, de nuevo de su último álbum o “El hijo del ayer” de “Sendas de Leyenda” de 2021, para terminar con “En tierra de hadas”, para la que contaron con Rosalía Sairem, la vocalista femenina de Therion, quien cantaría junto con Xana para cerrar un espectáculo vibrante en la que la banda lo dio todo desde el primer momento.
Celtian
Después de unos diez minutos de pausa y tras la proyección de un vídeo de Dio (una especie de documental) en la gran pantalla del escenario Mark Reale, comenzaba el concierto de Dio Disciples, que personalmente teníamos bastante curiosidad por ver, pues no terminábamos de imaginarnos al vocalista de Anthrax, Joey Belladona, interpretando los temas de Ronnie James Dio. El primero de los temas fue “Holy Diver” interpretado por el vocalista de Anthrax (muy entregado y sonriente) junto con Simon Wright (batería), Ira Black (guitarra), Bjorn Englen (bajo) y Scott Warren (teclado). Las primeras impresiones fueron bastante positivas. Seguirían con “The Mob Rules” de “Black Sabbath”, que también fue interpretada por Belladona (pendiente de las letras, pero con una buena interpretación) y ya para la tercera canción “Children of the Sea” (también de Black Sabbath) aparecería el segundo vocalista, Oni Logan, quien, tanto en esta canción como en la siguiente, “Catch the Rainbow”, se mostró algo estático.
El quinto tema “Long Live Rock 'n' Roll” fue interpretado por ambos vocalistas y contó con un muy buen solo de guitarra de Ira Black. Seguirían con un tema de “Rainbow”, “Man on the Silver Mountain” que también defendieron los dos vocalistas, cada uno a su manera, pero con un resultado correcto. Belladona se encargaría en solitario de la interpretación de “Heaven and Hell” de “Black Sabbath”, justo antes de “We Rock”, canción interpretada de nuevo por ambos vocalistas y con la que cerrarían una actuación que con los temas elegidos ya nos había conquistado.
Dio Disciples
Para despertarnos de la nostalgia de los temas de Dio, llegaba el turno de los alemanes Beyond the Black con su dosis de metal sinfónico. Sin duda, la puesta en escena de la banda formada en 2014 nos llamó la atención por su sencillez y elegancia: la pantalla presentaba un fondo rojo intenso con siluetas de cuervos negros y el nombre de la banda con letras blancas y los miembros de la banda todos vestidos de negro, como suele ser habitual, con el epicentro en su vocalista, Jennifer Haben, que destacaba sobre los demás con un vestido que la hacía más atractiva aún. El primer tema de la banda fue “Dancing in the Dark”, un tema con más pausa, que dio paso a un aumento del ritmo en los siguientes temas “Hallelujah” y “Songs of Love and Death” ambas de su primer álbum de 2015 titulado también “Songs of Love and Death” en los que ya vimos como los dos guitarras, Chris Hermsdörfer y Tobi Lodes, contribuían con los coros a alcanzar una brillante interpretación de ambos temas.
Conforme el concierto avanzaba la banda fue incrementando su interacción con el público con canciones como “Heart of the Hurricane” o “Is There Anybody Out There?”. Los germanos contaron para el concierto en el Leyendas con el bajo Linus Klausenitzer, pues actualmente no cuentan con ningún bajo en la formación. A estas alturas del concierto la proyección de la pantalla se había modificado y aparecían dos letras b enfrentadas con un cuervo sobre ellas y siguieron con pocas pausas entre las canciones con un buen ritmo avanzando hasta sus últimos temas de la tarde: “Lost in Forever”, “Shine and Shade”, ambas de su álbum “Lost in forever” de 2016 y, por último, “In The Shadows” de nuevo de su primer álbum “Songs of Love and Death”. Un buen concierto que pudimos ver con relativa comodidad, pues no había todavía muchísima gente, y con una buena temperatura.
Beyond the Black
Una vez terminada la actuación de los germanos, seguiríamos escuchando más metal sinfónico, pero esta vez de la mano de los finlandeses Sonata Arctica. Empezaron a su hora con un escenario bastante sencillo, en el que colgaron un telón con el nombre de la banda coronando un paisaje de casas y bosque nevados, portada de su último disco “Clear Cold Beyond” publicado en marzo de 2024 . La banda liderada por el vocalista Tony Kakko comenzó con “First in Line” con un muy buen sonido que los acompañó durante todo el concierto. Si sencillo era el aspecto del escenario, también el de los miembros de la banda, Tommy Portimo (batería), Henrik Klingenberg(teclado), Elias Viljanen (guitarra) y Pasi Kauppinen (bajo), junto al ya mencionado vocalista, quienes aparecieron todos de forma sobria vestidos de negro y con el detalle de llevar todos ellos la misma muñequera negra con las dos aes juntas del logo de la banda. Nos dejaron temas como “I Have a Right” de su álbum “Stone Grow Her Name” de 2012, “The Wolves Die Young” de”Pariah's Child” de 2014 y “California” de su último álbum “Clear Cold Beyond” de marzo de este año.
Mientras que hacíamos este recorrido por la amplía discografía de la banda, parte del público se entretenía con una colchoneta de un unicornio que no dejó de dar tumbos de un lado a otro ni en los momentos de mayor pausa o emotividad del concierto. “Tallulah”, “Replica” y “FullMoon”, esta última con un estribillo coreadísimo por el público, sonaron antes de un final precedido de unas palabras emotivas y de agradecimiento por parte de Tony a todos los que apoyan la música comprando discos y asistiendo a los conciertos, para coronar su actuación con “Don't Say a Word” de su álbum “Reckoning Night” de 2004, en la que disfrutamos de un maravilloso solo de guitarra de Elias. Gran concierto el de los finlandeses que no se marcharían del escenario sin hacerse la pertinente foto con el público y sin los pertinentes cánticos de “Vodka” de Hava Nagila.
Sontata Arctica
Después de dos años de su primera visita al festival alicantino en 2022, los ucranianos Jinjer subían al escenario Azucena sobre las 8 de la tarde, para dejar sobre el mismo su brutal groove metal. De nuevo otro grupo que apostó por los mismos colores, rojo y negro, pero en este caso, la vocalista ucraniana era la que iba de rojo y la pantalla aparecía en negro con el nombre de la banda en blanco y también los demás miembros de la banda visten de negro.
Arrancaron con “Just Another” y “Sit Stay Roll Over” para caldear el ambiente a base de sonidos guturales de la vocalista, Tatiana Shmaylyuk, que había cuidado en su look todo tipo de detalles: sombra de ojos de color rojo, calcetines altos rojos, brazos tatuados a la vista, piernas parcialmente visibles y su larga melena negra y rizada cayendo sobre su vestimenta roja. Siguieron el concierto con temas como “Ape” y “Retrospection” ambas de su álbum “Alive in Melbourne” de 2020, y “Someone's Daughter” con la que aprovechamos para descansar, tomar algo y seguir el concierto sentados y desde la segunda pantalla del festival. Los ucranianos no dejaron de sorprender en el escenario con su energía y brutalidad en dosis similares, acompañando algunos de sus temas con la presencia de cañones de humo. Para cerrar un concierto con un sonido muy bueno eligieron “Call Me a Symbol” y “Vortex”. No creemos que sean más de 2 o 3 los años que pasen y volvamos a ver a los ucranianos por tierras alicantinas, animando a sus fans en el Leyendas del Rock.
Jinjer
Los tiempos cambian y negar la altísima expectación que había en el recinto del festival para ver a una banda como es Electrical Callboy es imposible. Nosotros, sin duda, nos sumamos a todos aquellos que esperaban el gran momento de la banda alemana y, si antes de verlos en directo, ya nos apetecía escucharlos en nuestros desplazamientos diarios en coche, después de haberlos visto actuar, nos apetece más aún hacerlo.
Es cierto que su hardcore electrónico se aleja del paradigma del heavy metal clásico, pero los germanos liderados por sus dos vocalistas, Nico Sallach y Kevin Ratajczak (voz gutural), arrancaron con “Tekkno Train” de su álbum “Tekkno” de 2022, primero en el que ya habían cambiado el nombre de la banda dejando atrás el original de “Eskimo Callboy”, y arrancaron a toda máquina (con lanzamiento de confeti incluido) y así se mantuvieron, y nos mantuvieron a todos, durante todo el concierto. Su actuación siguió acompañada de bastante humo, fuego y confetis para la interpretación de los siguientes temas “MC Thunder II (Dancing Like a Ninja)” y “Spaceman”, mientras que en la gran pantalla del escenario eran constantes y variadas las proyecciones multicoloridas al ritmo frenético de la música tecno, combinadas con las luces fucsias y blancas del propio escenario.
Electrical Callboy
La entrega del público fue notoria desde el primer momento y hasta los que decían que no entendían porque estaban en el Leyendas del Rock bailaron sus temas y disfrutaron con el humor de los dos vocalistas, quienes pidieron cosas tan corrientes como la separación del público en dos, así como cosas tan inusuales como que el público abriese la boca y le enseñase la lengua, añadiendo que él (kevin) sentía más vergüenza porque todos lo estábamos mirando. Seguirían con “Hate/Love” y con el cover de “Everytime We Touch” de Cascada con la que el público siguió una fiesta en la que no faltaron pogos y asistentes llegando en volandas hasta el foso.
La fiesta seguiría incluyendo incluso un “pico” entre los vocalistas y el disfrutar en directo de temas como “Hypa Hypa”, “Parasite” y la exitosa “RATATATA”, tema común con las asiáticas de Babymetal, para el que ambos vocalistas se pusieron sendos cascos de pequeños espejos, igual que en el videoclip de la canción grabada con las japonesas. A continuación, sonaría “Hurrikan” para la que separarían previamente al público en dos. Al espectáculo no le faltaron detalles: volvieron a aparecer más papelillos y pirotecnia, saldrían uniformados vestidos con chándal deportivo de estilo ochentero y los movimientos de todos los miembros, no solo de los vocalistas, no cesaron en ningún momento. El final del show lo protagonizaron los temas “Pump It”, para el que se uniformaron con el chandal, “Mindreader” y “We Got the Moves” con la que cerrarían una extraordinaria actuación uniformados con pantalón negro, chalequillos blancos y peluquines negros.
El paso de los alemanes por el Leyendas fue excelente y memorable. Las sonrisas, de una manera u otra, por extrañeza o por disfrute y felicidad, estaban, una vez más, presentes en el Leyendas del Rock.
Electrical Callboy
Y sin apenas respiro, llegó el turno del otro cabeza de cartel de la jornada, ni más ni menos que los noruegos Dimmu Borgir. Se volvía a respirar un ambiente de grandísima expectación antes de empezar el concierto y el público seguía siendo muy numeroso y es que el black metal sinfónico de una banda tan experimentada como la noruega merece la pena vivirlo en directo. Saldrían al escenario de forma pausada, de uno en uno, pero puntual y lo harían a un escenario ataviado con un telón en el que se veía un paisaje montañoso con un castillo en lo más alto y la silueta de un jinete con ropajes largos y capucha a caballo y en los extremos del escenario dos arcos de puertas que simulaban estar abiertas de par en par. Su salida al escenario leyendero estuvo acompañada de música de órgano para mayor solemnidad, y una vez que estuvieron todos situados comenzar, rodeados de humo y con luces blanquecinas, con “Raabjørn speiler draugheimens skodde”.
El sonido de la banda fue mejorando a lo largo de un concierto en el que recorrieron sus más de 30 años en activo. Entre las tinieblas generadas se vislumbraba al vocalista, Shagrath, con capucha y capa negras, la cara pintada de blanco, como los demás miembros de la banda, y su melena larga hacia delante. Se quita la capucha tras la primera canción, al igual que hicieron los guitarras, Galder y Erkekjetter Silenoz, y el bajo, Víctor Brandt, para seguir con “Spellbound (by the Devil)”,”The Insight and the Catharsis” y “Stormblåst", esta última del álbum “Stormblåst” de 1996.
Dimmu Borgir
A esas alturas del concierto la atmósfera de tiniebla ya había invadido el Leyendas y los temas de la banda noruega contribuían a ello tras unas intros bastante largas: “Ætheric” y “Council of Wolves and Snakes” ambas de su último álbum “Eonian” de 2018 o “Dimmu Borgir” de su álbum “Abrahadabra” de 2010.
Por supuesto, alguna que otra cortina de fuego había hecho acto de presencia durante la actuación de los noruegos, más la presencia constante del humo que ya mencionamos, pero a lo largo del concierto el juego de luces fue modificándose y aparecieron también tenues luces primero en tonos verdes, más adelante en tonos rojos y más tarde en tonos azules. De nuevo, se refugiaron y ocultaron bajo sus tenebrosas capuchas para la interpretación de algunos de sus temas finales como “Blessings Upon the Throne of Tyranny” o “Progenies of the Great Apocalypse”, enseñando a lo largo de esta una cornamenta de chivodemoniaco. La canción elegida para terminar un gran concierto fue “Mourning Palace” y, curiosamente, terminarían unos minutos antes de la hora prevista.
Dimmu Borgir
Llegaba el turno de una de las revelaciones del Leyendas del rock de 2023, los alemanes Hämatom, quienes repitieron escenario, pero, afortunadamente, no repitieron hora. Su concierto empezaría de forma puntual y todo el concierto fue presenciado por una gran máscara de West, el miembro de la banda fallecido el pasado año pocos días después de su visita a las tierras alicantinas. Todo el concierto fue dedicado a la memoria del fallecido. Para presentarlos, una voz grabada y hablando en español con marcado acento extranjero invitaba al público a cantar y a pasar unas pruebas para demostrar que somos una familia.
Tras una cuenta atrás desde 10, los miembros aparecían en el escenario para volcar su peculiar mezcla de melodic Groove Metal y Metal core y arrancarían con “Wir sind Gott” de su álbum del mismo nombre de 2016 para continuar con la rítmica y pegadiza “Gaga” de su álbum “Lang Lebe der Hass” de 2022, con la que el público, que era bastante numeroso para las horas de festival que llevábamos, se animaba una vez más a bailar y darlo todo. Los miembros de la banda liderada por su vocalista apodado Nord subieron al escenario de Villena bastante uniformados, todos ellos con pantalón negro, chaqueta y zapatos rojos: La nueva bajista apodada Rose, llevaba el pelo recogido en dos colas y una máscara roja y blanca que le cubría el rostro; Nord, como suele ser habitual con toda su cabeza pintada de blanco a excepción de la zona más próxima a los ojos que llevaba pintada de negro; el guitarra, Ost, con una máscara de metal con cresta; y el batería, Süd, con capucha negra y cara también pintada. Siguieron con “Gott muss ein Arschloch sein”, tras escuchar al vocalista chapurreando español y animando a los presentes a seguir dándolo todo, así como recordando con mucho cariño su paso el año pasado por el festival.
Las fuerzas empezaban a flaquear y tras ver como la nueva bajista bajaba a tocar entre el público, unos servidores nos fuimos alejando de los escenarios principales mientras la banda interpretaba “Es regnet Bier”. Nos consta que el concierto estuvo muy animado hasta el final y que los alemanes no defraudaron al público de Villena.
Lamentamos no poder haber estado para ver a Leo Jiménez, al que vimos durante parte del día siguiendo algún que otro concierto desde la zona habilitada de prensa. Esperamos tener la ocasión de verlo muy pronto.