Último viernes del mes de julio y varios planes, como es habitual, entre los que escoger, pero, al final, me decanté por regresar, dos semanas después de mi anterior visita, a El Surtidor de Sarón, ya que ese día iban a visitar dicho lugar los pejinos Ririu AR.

Esta banda, de la que apenas había escuchado un par de temas, se forma en la mencionada Laredo en el año 2023 y está compuesta por José Cuero, guitarra y voz, Jorge García “Lion”, bajo y coros, y Edgar Mata, batería y coros, y ya han editado un disco, autodenominado “Ririu AR”, este mismo año.

La verdad es que la presencia de gente era escasa cuando me acerqué a la hora fijada para el comienzo de un concierto que se demoraría media hora sobre la prevista, mientras en la televisión veíamos la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, y es que de alguna manera había que pasar el rato, llegando algo más de público poco después, pero sin ser una gran afluencia.

Continuaron con otros dos temas de este trabajo que venían presentando, siendo el primero el pegadizo y coreable “Volando”, que comenzó algo más relajado, pero sin perder esa intensidad, para continuar con “Lore”, que fue dedicada a las camareras y a la gente que tiene que tratar con personas que se creen más que los demás, una pieza que empezó lenta y pesada, acelerándose mucho luego, aunque combinando con partes más pesadas.

Pero, además de los que tienen ya publicados, cuentan con más temas, como “Siempre”, antes del cual nos recordaron que era su tercera visita a este local, encantados de hacerlo y recordando su procedencia, anunciando dicho corte como más punki de lo que ellos son, sonando muy intenso y contundente, a la vez que pegadizo, para continuar con “Francotirador”, la que cierra su obra, una pieza con el bajo muy marcado y que sonó muy directa y potente.

Nos comentaron que todos tenemos un monstruo dentro, antes de tocar otro tema no editado, “Sed de camello”, el cual empezó lento y potente, pero que luego fue acelerándose, dejándonos un corte muy contundente, para pasar a mencionar que hay gente que imagina un mundo mejor, comenzando a interpretar el “Imagine” de John Lennon, que luego derivó en su propia pieza de igual título, la cual sonó muy acelerada y cañera.

Se mostraron indiferentes a la poca presencia de gente, ya que a ellos les gustaba lo que hacían, continuando con su versión del “Kualkier día”, de los míticos Piperrak, un tema rápido y cañero, para el que bajaron José y Lion a tocar entre el púbico, antes de retornar a su disco con esa pegadiza canción llamada “Maurilio”, para la que nos pidieron que nos moviésemos, con José soltando la guitarra, dejándonos una pieza muy quedona y que contó con un acelerado final.

Dijeron, en plan vacile, que ya iban acabando, pero lo que llegaba era otro corte, todavía no publicado y llamado “Tras esa sonrisa”, el cual empezó a toda velocidad, pero que luego fue relajándose, alternando esas partes lentas y rápidas durante el tema, para preguntarnos si había entrado ya el rock and roll en nuestras vidas, siendo el momento de “Despierta”, otra de las no editadas y que es un homenaje al rock, tal y como ellos nos dijeron, una pieza muy cañera y acelerándose por momentos, ofreciéndonos una canción muy rápida y quedona.

Turno para una versión de la banda más grande del punk estatal, La Polla Records, de los que hicieron el mítico “Txus”, un tema que fue tocado a toda velocidad y en el que su vocalista, tras quitarse la guitara, bajó a cantar con los presentes, pasando a presentar a los miembros del grupo y continuando con otra pieza todavía no editada, “Linchi”, una canción muy rockera y constante, a la vez que pegadiza y que tuvo un final muy acelerado.

De vuelta a los temas ya publicados, era el momento de “Motores a muerte”, que fue presentado como de temática dura, siendo un corte que empezó tranquilo y con José, de nuevo, sin su guitarra, cogiendo luego más fuerza y dejándonos una oscura composición, en la que alternaron partes rápidas y otras más lentas, continuando, en ese mismo disco, con “Vidas”, y es que, como nos dijeron, hay muchos tipos de vidas, una pieza que fue comenzada por el bajo, pero que, después, tuvo un sonido constante.

Se lanzaron a tocar una versión en castellano del clásico de The Offspring “The kids aren't alright”, al cual ellos han bautizado como “Los chicos del barrio”, con José, liberado de la guitarra, moviéndose con ganas, siendo un tema con el bajo muy marcado y que sonó muy potente, antes de despedirse, inicialmente, con otra pieza no editada, “Culpable”, para la cual José siguió sin la guitarra y que contó con un sonido de bajo muy machacón, dejándonos con una canción muy constante y machacona, mientras su cantante iba saltando y gesticulando por la sala.

Nos avisaron de que en 5 minutos regresaban, como así hicieron, con la traca final, siendo el primer corte en sonar, tras ese parón, la versión del “Salve”, de La Polla Récords, que fue empezada por el sonido del bajo, con José limitándose a cantar, dejándonos un tema con un toque más lento y oscuro en su inicio, muy personal, y que luego fueron acelerándose, para volver a su único disco con “Blanca”, una pieza que el bajo inició de manera lenta, sin tener el sonido de la guitara, cogiendo luego más fuerza, aunque combinando partes relajadas y otras intensas, y que contó con una buena labor a los coros de Edgar. 

Sin dejar ese trabajo que tienen editado, era el momento de darse una vuelta por su república favorita, “Dominican Republic”, el tema que abre el mismo y el único que restaba de tocar, con José recuperando su guitarra, mostrándonos un corte con mucha fuerza e intensidad, a la vez que muy pegadizo, para continuar con “Locura”, otra pieza no editada y antes de la cual nos preguntaron quien estaba loco, mientras su vocalista soltó su guitarra, ofreciéndonos una canción muy machacona y con su cantante paseándose por todo el local.

De esta manera y tras hora y media, descanso incluido, de concierto, acababa esta actuación de Ririu AR que fue una verdadera locura, con una banda que nos ofrece una propuesta fresca y desenfadada, a la que es imposible no engancharte, gracias al dinamismo de su puesta en escena, sin olvidar lo pegadizo de sus temas.

Pero eso no quiere decir que sus canciones no estén elaboradas, que si que lo están, notándose que estamos ante músicos de gran calidad y que saben en todo momento lo que tienen que hacer, centrándose la parte visual en un José, que es un autentico showman, de los que no es muy frecuente ver, aunque perfectamente arropado por sus compañeros de banda.

Sin duda, una banda que en directo no tiene nada que ver con lo que puedes escuchar en su disco, ya que es en vivo donde realmente se muestra la esencia de la misma; imprescindible verlos en concierto.

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Nada más acabar el concierto, me fui de El Surtidor en Sarón, tras haber descubierto a una gran banda en directo, como son estos Ririu Ar, y después de gozar de una velada, que se me pasó en un suspiro y en donde, pese al retraso y a la poca afluencia, los que allí  nos presentamos lo disfrutamos por todo lo alto; gracias al grupo y a la sala por haberlo hecho posible.