Segundo viernes del mes de agosto, inicio de las fiestas patronales de Torrelavega, fechas en las que la actividad musical es muy amplia en esta ciudad, facilitada por las mismas instituciones que, durante el resto del año, ponen trabas e impedimentos para hacer conciertos en locales y otros lugares.
Este primer día, que tuvo a media tarde el susto de un incendio en un bazar en Campuzano, que acabó por destrozarlo y cuya nube de humo se vio desde buena parte de la ciudad, iba a acercarme al Rincón Cubano de Torrelavega, al que hacía 5 años que no acudía, para ver en directo a los chicos de A Duras Penas, que serían los encargados de inaugurar los habituales conciertos, que esta organización realiza y que programa, en el recinto ferial torrelaveguense, actividades al margen de las institucionales.
Antes del comienzo del concierto, se llevó a cabo la lectura del pregón, con un manifiesto en favor del pueblo palestino y en contra de la OTAN, haciendo hincapié en las víctimas de este genocidio, que el gobierno israelí está llevando a cabo, con el silencio de la comunidad internacional, concluyendo con un lanzamiento de confeti y el reparto de pañuelos con el lema de este año, para que los luciésemos durante estos días.
A Duras Penas se forman en el 2016, en Katanga, que es como se conoce popularmente al conocido Barrio Covadonga, de Torrelavega, y el grupo está compuesto por Toño, guitarra y voz, Valentín, guitarra y coros, Jesús, batería, cajón flamenco y percusión, y Oumar, yembé y percusión, habiendo editado los discos “Reproches”, del 2017, “Narcovadonga”, del 2019, y "Reyes de las dudas", de finales del año 2021, además del single “Live in Katanga” y el Ep “Live en la Vorágine”, publicados de manera digital hace 3 años.
A Duras Penas
Y tras una pequeña espera, volvía a ver al cuarteto, un año después de haberlo hecho por última vez, subiéndose al escenario y trasteando a modo de prueba y de intro al mismo tiempo, con Toño saludando y lanzándose con “Cromosoma delincuente”, de su segundo disco, un tema muy conocido y que fue muy bien recibido, en donde pude ver como Jesús ahora ha empezado a tocar también la batería en directo, dejándonos un acelerado final.
Unido al anterior, llegaba “Contra las cuerdas”, un corte de su ópera prima y que está dedicado al boxeador torrelaveguense Sergio García “El Niño”, de quien Toño lucia orgulloso un calzón, dejándonos un tema que sonó con mucha fuerza, tras el que nos saludaron y nos anunciaron que tenían diverso material de merchán a la venta, para continuar con “Lobo de mar”, de su segunda obra, la cual fue iniciada por una introducción, que fue tocada de manera tranquila, para dar paso a la citada pieza, también muy pausada y cantada, pero que se aceleró en su parte final.
Tras hacer algún ajuste de sonido y vacilar sobre el pregón, continuaron con “Huellas de libertad”, también de su trabajo de hace 5 años y que empezó calmado, siendo un gran tema, que fue muy celebrado y cantado por la concurrencia, que llenaba la carpa en donde estaba teniendo lugar el evento, para continuar, tras recordar su visita a Asturies, con “Mari Fe”, de su primer disco y que sonó muy movida y alegre, dejándonos con una pieza, que fue muy coreada y que contó con un bonito duelo entre ambos guitarristas.
A estas alturas de la noche, el equipo de sonido, por un problema de red, empezó a dar problemas y estos no se solventarían ya en toda la noche, pese a los esfuerzos por arreglarlo, con Jesús improvisando con el cajón para hacer tiempo, antes de continuar con ese precioso corte que es “Dos cuchillos en el pecho”, de su obra del 2019, un tema muy tranquilo, pero que, a la vez, tiene mucha fuerza e intensidad.
A Duras Penas
Nos invitaron a brindar por los pueblos libres y recordaron que hacía un año que no tocaban en Torrelavega, mientas improvisaban ese grito de guerra de la ciudad que es el mítico 39300 de manera rapeada y con gritos de Torrelavega capital, para continuar, en ese segundo disco, con el corte que lo cierra, “Las palabras hieren”, un tema que empezó muy movido y que mantuvo dicho ritmo, hasta desembocar en ese final tan bailable y acelerado.
Turno para recordar su actual disco con “Todas mis flores”, que comenzó con un ritmo guitarrero y animado, siendo un tema muy movido y que fue muy celebrado y coreado por todos los allí presentes, con muy buena presencia de la guitarra de Valentín, para seguir, después de que se lanzasen gritos a favor de la Gimnástica y de la propia banda, en ese mismo trabajo con “Una verdad ilógica”, una canción muy animada y movida y que contó con un ritmo constante.
Se respiraba un ambiente festivo y desenfadado, tanto arriba como abajo del escenario, lo que daba pie a alguna improvisación o a preguntar de donde había venido cada uno de los asistentes, volviendo a su anterior obra con “Espina etílica”, un tema que empezó con ritmo y que se volvió muy pegadizo y movido, dejándonos con un corte que tuvo una percusión intensa y un acelerado final, tras el que recordaron que tenían puesto de merchán y lanzaron algún pack de CDs, mientras Toño cambiaba de guitarra por la rotura de una cuerda, aprovechando Valentín a cantar con un magnetófono eso de Torrelavega capital y pasar a dedicar “Filosofía del mozín”, de su ópera prima, a un amigo que había tenido un accidente y estaba recuperándose, una pieza muy coreada desde el inicio y es que es una muy buena y celebrada canción, que tuvo un intenso y explosivo final.
De vuelta a su segundo disco, era el momento de “Oro entre basura”, un tema que empezó calmado, pero con ritmo, volviéndose un corte muy pegadizo y animado, tras el que los problemas de sonido seguían impidiendo que aquello se oyese bien, pasando a presentar la primera de las canciones nuevas que han subido a redes este año, “Malhimno de ciudad”, la cual comenzó calmada, confesando Toño que habla de los males de Torrelavega porque le gusta esta ciudad, cogiendo más fuerza a medida que avanzaba la misma y que tuvo un final muy veloz, prolongando su estribillo, ante un público muy entregado y animado.
A Duras Penas
Llegaba el momento del otro tema nuevo que tenían subido a redes en esa fecha, el genial “Servir y vasilar”, un corte que fue muy coreado y que resultó muy pegadizo, concluyendo con un explosivo final, tras el que se despidieron, con foto final incluida, pero todavía seguirían durante un rato más, siendo el turno de “Reproches”, que daba nombre a su ópera prima, una canción que empezó calmada y tranquila, aunque luego fue cogiendo fuerza, siendo coreada por la gente y cogiendo velocidad en su parte final.
Unida a la anterior llegaba el compañero en ese primer disco de ésta, “Pretérito imperfecto”, el tema con el que me enganché al grupo, un corte muy festivo y movido, que fue muy cantado por toda la concurrencia, que lo estaba dando todo, tras el que Toño se volvió a mostrar muy orgulloso de llevar el calzón de Sergio García, con gritos de 39300, para dar paso a un duelo de percusiones, que dio entrada a “Narcovadonga”, la pieza que daba nombre a su segundo trabajo y que tiene ese inicio movido, una canción clásica, la cual fue coreada y celebrada por todos.
Y cuando ya parecía que aquello había acabado, nos dijeron que esperaríamos un poco que iban a estrenar un nuevo tema, con Toño, que se había desprendido de su guitarra, avisándonos de que íbamos a sorprendernos, improvisando con la percusión mientras esperaban a que sonase la intro de “La España que madruga”, un corte que se publicaría en redes un par de semanas después, mostrándonos una composición que lleva un ritmo más tecno, muy machacona y bailable, en la que nos hicieron agacharnos, antes de dejarnos con un alocado final.
A Duras Penas
De esta manera y tras estar dos horas sobre las tablas, concluía, con una outro sonando de fondo, esta actuación, algo accidentada, pero muy animada, de unos A Duras Penas que siguen reinventándose, ahora con su batería en fase de aprendizaje, e incorporando nuevos sonidos, como son los que aparecen en estos temas nuevos, y que, pese a los problemas con el sonido, lograron ganarse a todo el público y sonar de manera más que decente.
La banda ha sabido ganarse una amplia legión de fans, que los siguen haya por donde actúan, y todo ello ha sido gracias a la consistencia y a las muchas actuaciones que han dado en estos años, además de a esos 3 discos, llenos de himnos que son coreados en cada concierto por todos los que acudimos a la cita con los de Katanga, que, mientras escribo esta crónica, han sufrido la baja de su cantante Toño, que ha querido hacerse a un lado para ocuparse de unos problemas personales.
Veremos a ver cómo, esta baja tan importante, influye en el devenir de un grupo que, esperemos, siga adelante y si es posible, con la vuelta, en el plazo necesario, de Toño; estaremos atentos y no perdáis la ocasión de verlos en directo.
Así acababa, para mí, la primera jornada de las fiestas de Torrelavega, tras haber disfrutado con la música de unos A Duras Penas, que tuvieron que luchar contra los problemas de sonido, pero que supieron sacar adelante este concierto, en un Rincón Cubano Granma, al que volvería al día siguiente; solo desear a Toño y a la banda que tengan muchos éxitos en sus respectivos caminos y que, ojalá, en un futuro, dichos caminos se vuelvan a cruzar.