Con las pilas parcialmente recargadas llegábamos al recinto del festival para disfrutar de un tercer día en el que el cabeza cartel era Blind Guardian y que, personalmente, teníamos ganas de ver una vez más en el Leyendas.

La temperatura fue ciertamente sofocante durante las primeras horas del día, pero, por fortuna, la organización había dispuesto de forma muy coherente que el primero de los conciertos en los escenarios principales comenzase más tarde que en la jornada anterior, lo que implicaba mayor espacio de sombra para los asistentes.

Justo antes de arrancar el concierto de los canadienses sonaba “666 The Number of the Beast” de Iron Maiden para animar a un público bastante numeroso para ser las 5 de la tarde. Comenzaba el concierto de Unleash the Archers un par de minutos antes con la salida progresiva de los miembros de la banda. El primer tema de la banda fue “Abyss” de su álbum ”Abyss” de 2020 y ya con este su vocalista Brittney Slayes demostró gran parte de su potencial. En la pantalla del escenario proyectaron la portada de su álbum “Phantoma”, publicado en mayo de 2024, (un paisaje de rascacielos de tipo futurístico) y siguieron con la interpretación de “Soulbound” y “Ghosts in the Mist”. Además de la proyección de la pantalla, habían colocado dos telones cuadrados con un árbol en cada uno detrás de los guitarras, Grant Truesdell y Andrew Kingsley.

Con una vestimenta sencilla y en torno al color negro, descargaron su particular fusión de heavy metal con power metal y death metal, logrando que se fuese sumando más público para ver el concierto de la banda formada en sus inicios por la vocalista y por el batería Scott Buchanan. Muchos tenían ganas de ver a los canadienses después del intento fallido en 2020 por el Covid y en la recta final de un brevísimo concierto (tan solo tocaron 7 temas) sonaron “Awakening” y “The Matriarch”, ambas de su álbum “Apex” de 2017, con las que Brittney nos deleitó con su amplio registro de agudos. Cabe destacar la potencia del bajo de Nich Miller en estos últimos temas. Lamentablemente, el cierre del concierto no fue el mejor, pues después de tocar” Tonight We Ride”, cerraron el concierto de forma abrupta y sin tocar un último tema que tenían previsto (y pregrabado, así nos lo hicieron saber...) por falta de tiempo, terminando el concierto antes de la hora prevista.

Tras los canadienses, llegaba el turno de los finlandeses Tarot, unas de esas bandas raras de ver por nuestras tierras, quienes arrancaron su concierto de forma puntual con “Pyre of Gods” de su álbum “Suffer Our Pleasures” del año 2003, con la proyección en la pantalla de la portada de su disco “Gravity of Light” de 2020. La formación comenzó con un gran sonido y vertió su heavy metal y power metal sobre tierras alicantinas con un resultado bastante óptimo. La formación, parcialmente uniformada (todos lucían camisa o camiseta negra, pero no así coincidían en pantalones), seguiría con el tema que los lanzó a la fama “Wings of Darkness” del álbum de 1986 “Spell of Iron” para deleite de los presentes, que a estas horas no eran tantos como los del día anterior, entendemos que por el cansancio acumulado. Su vocalista, y también bajo, Marco Hietala, con gesto serio y masticando chicle, lideró una actuación que en ocasiones pecó de estatismo de sus miembros, salvo Zachary Hietala (hermano de Marco), el guitarra, que no dejó de arengar al público para animarlo a cantar y a bailar.

Con todo, los temas y la interpretación fueron muy buenos, pues son grandes músicos con mucha experiencia a sus espaldas. Tuvimos la oportunidad de escuchar “Lady Deceiver”, “Warhead” o “Hell Knows” y ver como ya si había mucho más público siguiendo el concierto. Marco, hablaría largo y tendido sobre la guerra de Israel antes de entrar en la recta final del concierto con temas como “Traitor” de su álbum “Crows Fly Black” de 2007 y “Rider of the Last Day” de nuevo de “Suffer Our Pleasures”. A falta de dos temas para terminar el concierto, Marco aprovecharía para presentar a la banda entre múltiples bromas con la colaboración también del teclista, Tommy Salmela. Cerrarían un buen concierto de heavy metal con “Do You Wanna Live Forever”, quedándose sin tiempo para tocar la última canción que tenían en su setlist, sin duda una de los joyas que nos deparó esta edición del festival.

Así, llegaba el turno de los británicos Bury Tomorrow, que empezarían su concierto de forma puntual y con la proyección en la gran pantalla del escenario del nombre de la banda. Los cinco miembros de la banda marcaron desde su inicio un ritmo brutal que contagió rápidamente al público que habían congregado, muy numeroso, expectante y ansioso de metalcore sinfónico. Arrancarían con un par de temas pertenecientes a su último álbum” The Seventh Sun”, publicado en marzo de 2023 y que estaría muy presente. Los temas elegidos fueron el que le da nombre al trabajo de los británicos “The Seventh Sun” y “Abandon Us”. La tipografía de las letras de la pantalla fue cambiando conforme el concierto se fue desarrollando y ya con el tercer tema los “pogos” podríamos decir que no desaparecieron hasta el final de este. La tercera canción, también de su último álbum, fue “Begin Again”, y bajo el dictamen del líder de la banda, su vocalista Daniel Winter-Bates, comenzó un “Crowdsurfing” que se alargaría también hasta el final del show. Otros temas que pudimos escuchar llegando al ecuador del concierto fueron “Earthbound” del álbum del mismo nombre de 2016, “Boltcutter” de nuevo del último trabajo de los británicos y “Villain Arc”, un tema lanzado en mayo de 2024 y que estará presente seguramente en su próximo álbum. La voz gutural del vocalista en este último tema viene a seguir demostrando el buen hacer de una banda con un recorrido ya de casi 20 años y que tiene una puesta en escena imponente y que engancha al público rápidamente.

Nos llamó la atención lo “abrigado” que iba el vocalista, que vestía, por supuesto, de negro, pero con pantalón largo y camiseta de manga larga, mientras que el resto de la banda, también de negro, lo hacía más acorde a las temperaturas de agosto en Villena. Ya llegando al final del concierto pudimos escuchar “Man on Fire” y “Cannibal”, percatándonos en estos temas de detalles como los apoyos corales y de percusión del teclista de la banda, Tom Prendergast. Los temas elegidos para cerrar un concierto brutal, en el que el vocalista habló bastante con el público, pero de manera concisa, sin perder tiempo para la interpretación completa del setlist, fueron “Choke” y “DEATH (Ever Colder)”, que pusieron un broche perfecto para la actuación de los británicos, que no se marcharían del escenario sin hacer alusión a la actuación de While She Sleep que tendría lugar en un rato.

Tras la intensidad y energía de los británicos, llegaba el turno de Heavy Metal en español de la mano de Saratoga. La banda española subía a un escenario sencillo sobrepasadas las 8 de la tarde con la proyección en la pantalla del nombre de la banda, junto a dos telones rectangulares, no muy grandes, situados en los lados del escenario, con el nombre de su último álbum, el número 30 en números romanos. Arrancarían con “A morir” para que el público desde el primer instante se mostrase volcado con la banda formada allá en 1992 por Niko del Hierro (bajo) y Jero Ramiro (guitarra)y que, actualmente, lidera Tete Novoa (voz), quien aprovechó, una vez más, para hacer alarde de su magnífica voz y de su buen físico. Seguirían con “Mi ciudad” que lanzarían en el año 2000 en su álbum “Tiempos de Directo”. Con predominio del color negro como no podría ser de otra manera en sus vestimentas, volvemos a encontrarnos con un Tete Novoa muy enérgico y con muchísimos guiños al público, recorriéndose el escenario de extremo a extremo y permaneciendo tiempos prolongados en cada uno de ellos. El vocalista ataviado con un chalequillo de cuero negro sin mangas que dejaba ver parte de su torso, algún que otro brazalete y su larga melena suelta daría paso al siguiente tema “Maldito Corazón” en la que disfrutamos de un fantástico solo de guitarra de Jero.

Es cierto que en algún momento dio la sensación de no acoplarse bien los coros, pero el concierto de los madrileños fue brillante y con muchas alusiones a Villena y al Leyendas del Rock a través de pequeñas modificaciones en las letras de las canciones. Llegaba el turno de “No sufriré jamás por ti” y de “Las puertas del cielo” mientras que en la proyección de la pantalla aparecían algunas llamas azuladas manteniéndose en todo momento el nombre de la banda, entre las que hubo palabras de agradecimiento a la organización del festival por seguir apostando por la música. Con la proyección en la pantalla del símbolo de la portada del álbum “Aeternus” de 2018 y con un vocalista en tono “guarrón”, el vocalista canta sin micro (nuevo alarde de su magnífica voz) para que el público le devuelva el canto. Tras esto sonaría “Heavy Metal”, para la que se desprendió de su chalequillo y se paseó en una lancha hinchable sobre el público cantándola, terminando la interpretación de esta en el foso pegado a la valla del público y, finalmente, dejarse caer sobre las primeras filas del respetable.

A esta le siguieron “Resurrección” y “Como el viento”, para la que el vocalista se puso una camiseta negra de tirantas que acabaría rompiendo y lanzando al público más adelante. Llegando al final del concierto sonaría “Mi Venganza” de su álbum “Morir en el Bien, Vivir en el Mal” de 2016, para cerrar un gran concierto con “Vientos de Guerra” y “Perro Traidor”. Las fotos y despedida de los miembros estuvieron acompañados por “Fear of the Dark”: El Leyendas siempre a lo grande.

Avanzaba la tarde noche en Villena, pero no por ello disminuían las ganas de ver a una de las bandas de mayor reclamo del cartel, While She Sleeps, quienes nos sorprenderían a base de buen hacer sobre el escenario, con una impecable puesta en escena y con una vitalidad difícil de igualar o de intentar llevar a cabo. Con seis álbumes publicados, el último de marzo de 2024, los británicos comenzaron su espectacular concierto de metalcore con “Rainbows”, precisamente de su último álbum “Self Hell” y con “Sleeps society” que daba nombre a su penúltimo trabajo de 2021.

La vitalidad de su vocalista, Lawrence 'Loz' Taylor, nos causó gran impresión desde los primeros compases del concierto, así como la de los dos guitarras, Sean Long y Mat Welsh, y el bajo, Aaran McKenzie, quienes tocaban mientras saltaban y giraban sobre si mismos. Seguirían con “You Are All You Need” y “Anti-Social”, fijándonos en su peculiar indumentaria, con un estilo “modernito”, en concreto el vocalista iba vestido de negro con pantalón corto, cazadora, unos llamativos y altos calcetines rojos y sus gafas de sol en el arranque de la noche alicantina. La proyección de la pantalla se correspondía con la portada del último de sus discos y los movimientos de los integrantes desvelaban enfado e impulsividad, y en unos de estos lances, el vocalista dio una enérgica patada a una botella de agua que lanzó bien lejos al público.

Tras escuchar “The Guilty Party” de su álbum “So What?” de 2019 y “Self Hell” y comprobar como los británicos pretendían superar los “pogos” y el “crowdsurfing” de los también británicos Bury Tomorrow, nos fuimos alejando de los escenarios principales para hacer una visita al escenario pequeño antes del inicio de Blind Guardian.

Nuestra visita al escenario pequeño fue para ver el comienzo del concierto de la banda española Vhäldemar. Para nuestra sorpresa, el calor en el escenario pequeño era todavía insoportable. Tras ver como ultimaban la preparación del escenario engalanándolo con un telón con la portada de su último álbum, publicado el pasado mes de mayo del presente año, junto a otros cuatro telones rectangulares situados a cada lado, dos simulando un muro de piedras grises, dos con paisaje de una orilla, la banda original de Baracaldo comenzó con “Dreambreaker” de su último trabajo “Sanctuary of Death”.

El arranque estuvo protagonizado por un buen sonido y liderado por su vocalista Carlos Escudero, quien ya en el segundo tema del concierto se bajó al foso y terminaría cantando entre el público al más puro estilo de heavy metal. Después de “Devil's Child”, la segunda, escucharíamos “Metalizer” de su álbum “Against All Kings” de 2017. Volviendo Carlos al escenario y al pie de micro, rodeado este con una cadena y ornamentado con una gran V, nos despedimos de la banda de Vizcaya con la interpretación de “Death to the Wizard” y con mucha lástima, siempre que los hemos visto el disfrute ha sido máximo, pocas bandas dan el todo como ellos. Desde aquí hacemos una petición formal de verlos de nuevo en el Leyendas pero en los escenarios principales.

Volvemos a los escenarios grandes para esperar el inicio de Blind Guardian, sin haber terminado Vhäldhemar y para ver el final del último de los temas de While She Sleeps, que terminó a su hora con “Systematic”.

Y, por fin, llegaba el turno de Blind Guardian, con una grandísima expectación por parte del público y es que es una banda que uno no se cansa de ver jamás y que una vez más demostraría sobre el escenario, que es donde hay que demostrarlo, que todos sus miembros son unos músicos con mayúsculas irrepetibles. Los alemanes visitaron el Leyendas hace tan solo dos ediciones, pero a pesar de ello, los espectadores se agolpaban en las inmediaciones del escenario Azucena para seguir uno de los grandes conciertos del festival. Antes de aparecer los miembros de la mítica banda, en la pantalla proyectarían el nombre de la banda que iría subiendo progresivamente hasta coronar la misma, acompañándole el sonido de unas campanas, luces rojas y humo blanquecino.

Empezaría a sonar bajo los acordes de las guitarras y bajo y al ritmo de la batería “Imaginations From the Other Side” con Hansi Kürsch (vocalista) soberbio en la ejecución del tema. Aprovechamos en estos primeros compases para fijarnos en la indumentaria rockera de los miembros de la banda de, destacando la sencillez de la vestimenta de Hansi, con una camiseta negra lisa, sin ningún tipo de motivo en ella como viene siendo habitual. Con otras proyecciones en la pantalla como distintas portadas de la banda, siguieron con “Blood of the Elves” de su álbum “The God Machine” del año 2022 y la emocionante “Nightfall” de su álbum “Nightfall in Middle-Earth” de 1998. Rodeados en todo momento por humo blanquecino que dificultaba la visión de los miembros de la banda y con un público absolutamente rendido a sus pies, y tras algunos problemas con el micro a la hora de hablar tras la tercera canción que se solucionaría en cuestión de segundos, continuarían con temas como “The Script for My Requiem” y “Violent Shadows”.

Para la interpretación de “Skalds and shadows” y para absoluto deleite de los presentes, utilizarían guitarras acústicas. Fue entonces, acabada la canción, cuando intentando dirigirse al público, el vocalista se enfadó por las ruidosas pruebas de sonido del escenario vecino, pidiendo silencio para poder seguir el concierto, con alguna que otra palabra subida de tono a los técnicos de “Tarja”. Pasado el ecuador del concierto escuchamos temas como “Bright Eyes” o “The Bard's Song - In the Forest”, de nuevo bajo los acordes de la guitarra acústica, brindando uno de los momentos más cargados de magia de todo el festival, pues el tema sería cantado prácticamente por el público casi entero. Finalizado el tema, Hansen decía al público: “Sois los mejores”.

Aún faltaban los temas con los que cerrarían una actuación inolvidable en los que estuvieron presentes fantásticos solos de guitarra. Las tres últimas fueron ni más ni menos que “Lord of the Rings”, “Valhalla”, para brindar de nuevo magia y recuerdos casi indescriptibles con André Olbrich dando púas desde el foso, y, por supuesto, “Mirror, Mirror” con todos los allí presentes rendidos a su grandeza y al conciertazo que acabábamos de vivir. La banda se despide deseando volver y nosotros deseando que así sea y que, por favor, no pase mucho tiempo.

Llegaba el turno de la musa natural de Finlandia Tarja y que, en esta ocasión, venía acompañada de Marko Hietala, al que ya habíamos visto en las primeras horas de la jornada con Tarot. Arrancaría con “Eye of the Storm” acompañada de la proyección en la pantalla del escenario del videoclip de la canción, algo que ocurriría con cada uno de los temas que sonaron durante el show. Seguiría aún sin la presencia de Marko con “Demons in You”, “Die Alive” y “Diva”, con un registro de voz esplendido. Con un vestido negro y una chupa de cuero negra con tachuelas (Mucho más “rockera” que su última visita al festival, donde vestía un vestido blanco largo) se dirige al público en un español fluído (su pareja es de habla hispana) y con bastante afecto y cariño.

Después de la interpretación de una emotiva “Innocence” de su álbum “The Shadow Self” del año 2016, iría a buscar a Marko Hietala y, ya juntos, rememorando etapas pasadas, interpretarían la canción de Nightwish “Dead to the World”, “Dark Star” del álbum de Tarja “What Lies Beneath” del año 2010 o “Left on Mars” de la que si tienen juntos un videoclip. Marko acompañó a Tarja sin su instrumento, imagen a la que nos costó trabajo acostumbrarnos. Tuvieron tiempo de expresar su felicidad por estar sobre el escenario del Leyendas. A esas alturas del concierto, Tarja Turunen ya se había desprendido de su chupa de cuero y llegaba uno de los mejores momento del concierto, la interpretación de “The Phantom of the Opera”, cover de Andrew Lloyd Webber, que logró ponernos los vellos de punta, seguida de otro de los temas más esperados de Nightwish “Wish I Had an Angel”. Con un público, bastante numeroso, que disfrutaba de la actuación de los exmiembros de Nightwish, Marko se retiraba para dejar de nuevo todo el protagonismo a Tarja, que siguió con “I Walk Alone”. Tras otros dos temas interpretados por ella en solitario, Marko volvería a aparecer al escenario para cerrar el concierto con otro cover, en este caso de la leyenda Gary Moore, “Over the Hills and Far Away”.

Con el final del concierto, decidimos marcharnos a descansar, con el punto de mira en el día siguiente que volvía a presentarse apasionante y lamentando no haber tenido la energía suficiente para ver a Lépoka, en el que hubo, de nuevo, pues ya ocurrió el primer día, una pedida de mano y, en esta ocasión, al vocalista de la banda de folk metal Dani Nogués.