Con las pilas medianamente cargadas, llegábamos al recinto del festival para disfrutar del último día de una edición que recordaremos como muy buena, variada y que avanza hacia el futuro. La última jornada del Leyendas, nos brindaba la oportunidad de ver a Alestorm y a Saurom entre otros.

Para nuestra sorpresa, después de los tres días previos en los que hizo un calor que se podía sobrellevar, nos encontramos con una jornada bastante calurosa, en la que la ausencia del más mínimo viento nos hizo sudar todo lo que no habíamos sudado los días anteriores.

La jornada arrancaba con la banda alemana de folk y black metal sinfónico Equilibrium, a quienes les tocó arrancar su concierto rondando las cinco de la tarde. Apenas habíamos escuchado a la banda antes de verlos sobre el escenario leyendero y tenemos que decir que ha sido el gran descubrimiento para nosotros de este año. La formación alemana que comenzó allá por el 2001, comenzó su concierto con ambos guitarras, René Berthiaume y Dominik ‘Dom’ Crey, ayudando al batería, Tuval "Hati" Refaeli, con dos tambores de percusión, haciendo así la introducción de “Shelter”, single lanzado en julio de 2023. La banda con su nuevo vocalista, Fabian Getto, comenzó desbordando rabia y energía sobre el escenario. En la pantalla del escenario proyectaron unas nubes en tonos anaranjados con el nombre de la banda sobre ellas, mientras que el resto del escenario presentaba un aspecto bastante sencillo. Seguirían con “Renegades -A Lost Generation” canción que abre su último álbum “Renegades” del año 2019 y “Rise Again” de “Armageddon” de 2016.

Nos llamó la atención la ausencia de bajo sobre el escenario y la vestimenta de su vocalista, quien a pesar de las altas temperaturas vestía una sudadera negra bastante gruesa y un pantalón de color beige largo, mientras que el resto de los componentes de la banda si vestían ropa más acorde a la época del año y bastante variopinta como un chalequillo rojo de cuero con un solo un brazo al aire o camisa de manga larga estampada (tampoco muy veraniega). Seguirían con bastante contundencia en la ejecución de temas como “Prey”, “Revolution” o “Cerulean Skies”, en los que se recorrieron el escenario de extremo a extremo y sin ningún tipo de pausa. El sonido de la banda fue bastante bueno desde el inicio del concierto y esta fue una de las razones que motivaron al público a participar de forma activa con “pogos” constantes. La voz gutural de Fabian Getto entonaría también “One Folk”, “Blut im Auge” y, la que cerraría el concierto, “Apokalypse”. Sin duda, como el vocalista adelantaba y preguntaba al público que si estaba preparado para ello fue un “show épico” que nos dejó muy buen sabor de boca y ganas de escuchar y ver a la banda en futuras ocasiones.

La siguiente banda en subirse al escenario Azucena del Leyendas sería Týr, procedente de las Islas Feroe, siendo la primera de las propuestas de folk de la jornada (género que estuvo muy presente a lo largo del día), aunque ellos responden más al viking metal. Los daneses comenzarían a su hora con un gran telón con la portada de su último álbum, publicado en abril del presente año y titulado “Battle Ballads” (aunque cuentan también con un recopilatorio lanzado tan solo un mes después) y lo harían con “By the Sword in My Hand” del álbum “By the Light of the Northern Star” de 2009, para posteriormente continuar con “Dragons Never Die” un tema de su último álbum que acabaría metiéndonos de lleno en el mundo vikingo. Tras estas dos primeras canciones cantadas en inglés, llegaría el turno de un tema en su lengua natal, el feroés, “Ragnars Kvæði”, coincidiendo con un ritmo más pausado.

Una vez más, remarcamos nuestra fascinación por escuchar lenguas diferentes como fuente de identidad de las propias bandas. El sonido de está alejada lengua nos resultó apasionante y más que interesante, pues cargaba a esta y a otras canciones que interpretaron después de idiosincrasia vikinga. Llegaría el turno de “Hammered” y “Hail to the Hammer”, de nuevo en inglés, con un intercambio constante en las posiciones de bajo, Gunnar H. Thomsen , y guitarra, Terji Skibenæs. La ropa de los miembros del grupo respondía una línea más metalera, acorde con el estilo musical. Otros temas en su lengua nativa que tocaron en el Leyendas fueron “Tróndur í Gøtu”, “Regin Smiður” o “Sinklars Vísa”, pero para cerrar el concierto se decantarían por un tema en inglés “Hold the Heathen Hammer High”. Nos dejaron muy buen sabor de boca.

Mientras que esperábamos el inicio del siguiente concierto en los escenarios principales, la organización del festival, con el apoyo del personal de la crew, sacaría un martillo gigante de Thor, que un chico del público posteriormente levantaría en el escenario Azucena, en ese momento, no comprendíamos mucho, pero, posteriormente, averiguamos que se trataba de un sorteo organizado por el festival.

Volviendo a la música llegaba el turno de la banda italiana Wind Rose. Subían a un escenario cargado, de nuevo, de decoración “Fantasiosa enana”, para verter su power metal y folk metal sobre tierras alicantinas. La formación italiana cuenta con 5 discos en el mercado y el próximo mes de octubre lanzarán el que será su sexto álbum, “Trollslayer”, del que interpretaron un tema en el escenario del Leyendas, “Rock and Stone”.

No obstante, el futuro álbum estuvo bastante presente, pues la portada de este presidió el espectáculo a modo de proyección en la pantalla del escenario. Comenzaron con un tema con claras alusiones al mundo de Tolkien “The King Under the Mountain” de su trabajo “Wintersaga” del año 2019. En el escenario también colocaron un par de “estatuas” de guerreros enanos y un par de telones rectangulares a ambos lados con simbología enana y ellos aparecieron perfectamente caracterizados como los enanos de Tolkien, uniformados en azul, con chalecos largos y sin mangas de aspecto muy caluroso en el color citado y, en concreto, el vocalista, que no se quitaría en toda la actuación un casco que apenas dejaba ver sus ojos y boca, llevaba hombros y piernas protegidos con armaduras.

Seguirían un concierto que consiguió conectar rápidamente con el público con “I Am the Mountain” de su álbum “Warfront” de 2022 y “Drunken Dwarves” de nuevo de “Wintersaga”, con la que ya vimos que se animaban algunos asistentes a ir en volandas hasta el foso arrastrados por el público. Mientras que sufríamos por el vocalista, Francesco Cavalieri, por toda la indumentaria que portaba y las altas temperaturas de una jornada calurosa y húmeda, seguirían con temas como “Army of Stone” y “The Art of War”, con los que decidimos ponernos en marcha para ir al escenario pequeño y comprobar en las pantallas del festival la entrega del público con la banda italiana con pogos y bailes en círculo motivados por la vitalidad derrochada por la banda.

Nos trasladamos al escenario pequeño para ver un rato a los belgas Evil Invaders, quienes, a pesar de su joven aspecto, cuentan con un recorrido en el mundo de la música que se inicia allá por el 2007 y tienen ya a sus espaldas cinco álbumes publicados. Teníamos ganas de thrash y la banda liderada por Jöe Anus (vocalista), sin duda, nos lo ofrecía con su clásico thrash y speed metal. Hemos echado en falta este año la presencia de este género en los escenarios principales.

Arrancarían con “Feed Me Violence” de su álbum del año 2017 que responde al mismo nombre, para continuar con “Mental Penitentiary”, también de “Feed Me Violence”, y ya desde el principio la entrega y descarga de energía de todos los miembros fue extraordinaria y la antesala del que debió ser de principio a fin un magnífico concierto. Con una indumentaria absolutamente metalera y veraniega, bajo, Joeri van de Schoot, y guitarra, que inicialmente fue el bajo del grupo, Max Mayhem, intercambiaron sus posiciones de forma constante y, a eso hay que sumarle la dificultad de localizar al vocalista, quien con su guitarra a cuestas no dejó de moverse en ningún momento. Tras el segundo tema llegaría un cálido saludo de la mano del “endemoniado” vocalista: “Leyendas del Fuckin Rock”, para después pasearse por el foso cantando la tercera de sus canciones “Hissing in Crescendo”.

El sonido de la banda fue muy bueno y en el escenario colocaron 3 telones diferentes, sin corresponderse ninguno de ellos de forma íntegra a la portada de ninguno de sus trabajos y en los que se podía leer el nombre de la banda. El concierto y la asistencia de público comenzó a animarse con “In Deepest Black”, canción en la que por muy poco no nos vimos metidos en un pogo muy animado que se formó tras un gesto cómplice del vocalista. Sonando “Broken Dreams in Isolation” nos marchamos hacía los escenarios principales y, como ya había terminado Wind Rose, nos cruzamos con ríos de personas que iban para ver el show de los Evil Invaders. No nos defraudó para nada el fragmento de un concierto que lamentamos no poder ver de forma íntegra.

Con un amago de bajada de temperatura, esperamos el inicio de Stratovarius, quienes empezarían a su hora. La banda finlandesa de power metal melódico, volvió a demostrar porque se cuenta con ella cada pocos años (2-3) en un festival como el Leyendas y es que la ejecución de los temas y el directo de la banda fue extraordinario. Comenzaron con “Survive” del álbum del mismo nombre lanzado en septiembre de 2022 y en la pantalla del escenario tenían una sencilla proyección con el nombre de la banda, que se mantendría durante todo el concierto, aunque se iría modificando el fondo, quedando de forma permanente el nombre de la banda.

Tras la interpretación del primero de los temas, un sonriente Timo Kotipelto (vocalista), ataviado, como no, con una chupa de cuero, saludaba al público alegrándose de volver a subir al escenario leyendero. Tras esta toma de contacto, llegarían “Eagleheart” de la primera parte de “Elements” de 2003 y “Speed of Light” de su quinto álbum “Episode” de 1996. Cabe destacar que para la actuación también habían colocado dos telones rectangulares a ambos lados del escenario con el símbolo de la banda que aparece siempre sobre la o centrada del nombre de la banda. Estos serían testigos directos del intercambio de posiciones constante de guitarra, Matias Kupiainen, y bajo, Lauri Porra, más el acompañamiento, como no podía ser de otra manera de Timo, quien no dejó de recorrerse el escenario, buscando la complicidad con el público. Tendríamos también ocasión de escuchar temas como “World on Fire”, “Legions” o “Frozen in Time”, esta última de nuevo de su último álbum “Survive”. Tanto el batería, Rolf Pilve, desplazado más hacia la izquierda del escenario, como el teclista, Jens Johansson, desplazado hacia la derecha, estaban en alto con respecto al resto de la banda, contribuyendo ambos a un sonido muy bueno de los experimentados finlandeses. Tal como era de esperar, a mitad del concierto,

Timo tuvo que desprenderse de su chaqueta, pues el calor seguía siendo sofocante y el ritmo vertiginoso e imparable del concierto no le dejaron otra opción. Llegaba entonces el turno de una canción con la que el Leyendas vibró y disfrutó “Black Diamond”, con la que empezamos a vislumbrar el final de un espectáculo que nos estaba gustando mucho. Y así fue, ya que tras esta, y con la compañía en estos últimos temas de mucho humo blanquecino, tan solo interpretaron dos temas más con los que seguimos disfrutando de forma notoria, estos fueron: “Unbreakable” de su álbum “Nemesis” de 2013, cantada y bailada por un público entregadísimo y con ganas de buena música, y como era de esperar, “Hunting High and Low”, gritada a pleno pulmón por unos servidores y con la que es difícil no emocionarse. Sin duda, nos dejaron un magnífico sabor de boca con un concierto muy completo y con muy buen sonido.

A continuación, llegaba el turno de Rata Blanca, una banda mítica y que, personalmente, teníamos muchas ganas de ver, pues nunca la habíamos visto en directo, a pesar de haberla escuchado desde los años 90. Los argentinos de Buenos Aires habían visitado el Leyendas en la edición de 2019, pero entonces no pudimos verlos. La banda de hard rock y heavy metal nos traía el español a los escenarios principales, y además con su peculiar y maravilloso acento, y lo haría sobre un escenario que se llenaría de humo para recibirlos y en el que hicieron un buen aporte cromático de negro, rojo y blanco, entre el propio escenario, la pantalla, en la que las proyecciones del nombre de la banda oscilaron en dichos tonos, y la vestimenta de la banda. Los primeros temas fueron “Diario de una sombra” y “Sólo para amarte” y con ellos comprobamos el liderazgo de los dos miembros con mayor recorrido en la banda Walter Giardino (guitarra), único miembro que se mantiene desde los orígenes del grupo allá por 1985, y Adrián Barilari (vocalista), que comenzaría su recorrido con la banda en 1989.

Llevaron el peso del concierto y se movieron por el escenario dejándonos ver sus peculiares vestimentas. En concreto, en Walter destacaba el color el rojo, pues fue el color elegido para sus pantalones, pañuelo y sombrero “cowboy” y en Adrián los grandes parches grises, de distintos tamaños y formas, de sus pantalones negros. Continuarían con más clásicos de su exitosa discografía como “Volviendo a casa” de su trabajo “El Camino del Fuego”, con el que nos resultó imposible no cantar su estribillo, “Talismán” y “El círculo de fuego”, ambas de “El Reino Olvidado” del año 2008, con un vocalista cantando a la par del público y al que nos hubiese gustado escuchar un poco más, pero la entrega del público en estos temas se lo puso difícil.

Los solos de guitarra de Walter estuvieron muy presentes y nos brindaron momentos mágicos de los que se quedan en la memoria de los amantes de este género. Tras haber anunciado gira por España para 2025, siguieron ni más ni menos que con la preciosa “Mujer amante” de “Magos, Espadas y Diamantes” de 1990 y con un tema nuevo de este 2024 “Rock Is Rock”. El público disfrutó con el directo de los argentinos que nos tenían reservado para el final “Aún estás en mis sueños” de “La Llave de la Puerta Secreta” y “La leyenda del hada y el mago” de nuevo de “Magos, Espadas y Diamantes”, con las que lograron hacernos sentir la magia de la música bajo, en esta última, una lluvia final de papelillos de colores. Ojalá podamos verlos en la Gira anunciada para 2025.

Con un escenario preparado con tres patos hinchables, uno de mayor tamaño situado en el centro del escenario y otros dos algo más pequeños en los lados, Alestorm llegaba a la VXII edición del Leyendas como cabeza de cartel del último día. Hemos tenido la suerte de ver a la banda escocesa en varias ocasiones sobre los escenarios del Leyendas del Rock, por lo que éramos muy conscientes del espectáculo que podrían brindarnos y que nos brindaron para deleite y disfrute de todos.

Con el teclado y la batería en altura y con unas luces rojizas que acompañaron una cuenta atrás en inglés aparecieron sobre el escenario los miembros de la banda con sus peculiares y características “pintas”: el vocalista, Christopher Bowes, con su falda escocesa de cuadros verdes, gorra, camiseta de tirantas y teclado colgado del cuello; el guitarra, Máté Bodor, con bañador, camiseta de tirantas y gorra; y el bajo, Gareth Murdock, mucho menos llamativo, con su felpa en el pelo y su ropa de color negro. Comenzaron con “Keelhauled” de su álbum “Black Sails at Midnight”, para volver a navegar en el mundo pirata, y “Back Through Time” del álbum del mismo nombre, y desde los primeros compases mostraron su mejor nivel, logrando que el público se entregara sin más al folk metal de los escoceses.

Una vez más, nos llamó la atención el buen hacer y la buena disposición de los miembros de seguridad del Leyendas, que se organizaron a la perfección para sacar a los que llegaban hasta el foso, sin borrar sus sonrisas e incluso, en la parte final del concierto, animando a la gente a cantar y a bailar. Tras la interpretación del tema “Alestorm”, contaron con la colaboración de Barbara Blackthorn “Voyage of the Dead Marauder”, quien también volvería a salir más adelante para interpretar junto con Christopher “Zombies Ate My Pirate Ship”.

La vocalista sumó mayor vitalidad si cabe a los escoceses. Sin tiempo para tomar aliento, continuaron con otros temas como “Under Blackened Banners”, el cover de Taio Cruz de “Hangover”, con la presencia de un tiburón sobre el escenario para rapear y con la gente sentada en el suelo haciendo como si remasen, y “Tortuga”. Durante todos estos vibrantes momentos, la cabeza del unicornio acabaría llegando hasta manos del vocalista, que la volvería a lanzar hacia el público, tras gastar una broma al personal de seguridad de índole sexual. La fiesta en mayúsculas continuaría con pogos a la altura del concierto de los escoceses mientras sonaban temas como “Uzbekistan” o “Big Ship Little Ship”, guardándose para la recta final “P.A.R.T.Y.” de “Seventh Rum of a Seventh Rum” de 2022 y “Shit Boat (No Fans)”, tras la que se marcharían brevemente para volver a salir y, antes de tocar los tres últimos temas, para presentar, entre muchas bromas, a la banda.

Las elegidas para coronar la gran fiesta de esta jornada en el Leyendas fueron “Drink”, para la que lanzaron un pato hinchable al público, “Rum”, tocando el guitarra tumbado sobre el escenario, y “Fucked With an Anchor”, con la que desplegaron un hinchable de letras en el se leía “FUCK YOU” y con el que quedaron atrapados tras él, apareciéndose entre las letras de forma bastante cómica. Gigantescos los escoceses. Por último, sumamos una última anécdota, Christopher tras los pertinentes saludos y fotos, se lanzó al público, y tras besuquear al unicornio, indicó al público que lo llevaba en volandas que lo acercara hasta la barra.

El Leyendas estaba llegando a su fin y nos brindaba la oportunidad de disfrutar de la banda gaditana Saurom, a la que siempre es un placer ver en directo, pues sus conciertos llevan tiempo funcionando a un gran nivel musical, visual y escenográfico. Además, en esta edición, la actuación de la banda española de folk metal (o juglar metal), fundada por Narci Lara y Antonio Ruiz, fue a una hora más temprana, por lo que, aunque ya muy cansados, pudimos disfrutarla de forma íntegra y en mejores condiciones.

Serían muchos los elementos utilizados a lo largo del concierto y que intentaremos reflejar en estas líneas. Saldrían al escenario, coronado con la proyección en la pantalla de la portada del disco “El pájaro fantasma” y posterior video de la canción del mismo nombre, muy acompañados, pues lo hicieron con todo un coro de encapuchados con los rostros pintados como catrinas mexicanas y la vocalista Elizabeth Amodeo, voz de Against Myself, para la interpretación precisamente de “El pájaro fantasma” junto al carismático vocalista Miguel Ángel Franco.

En esta primera canción, ya estuvo presente el fuego que aparecería en diferentes momentos de un concierto que siguieron con el tema “Amanecer” de su álbum “Música” de 2020, apareciendo, también en este, bengalas. Posteriormente, interpretarían otro tema del mismo trabajo: “La Hija de las Estrellas”. Hasta el momento el sonido no fue el mejor desde nuestra posición, pues se escuchaba demasiado la batería, pero, por fortuna, el sonido fue mejorando.

Cuando salieron al escenario Isra Ramos y Ramón Lage, para cantar junto con Migue “No seré yo”, el sonido ya había mejorado bastante. Ver a los tres vocalistas cantando en directo fue muy gratificante, tal y como ya nos ocurrió en el concierto de Sevilla de octubre del año pasado. El coro se marchó para la interpretación de “Músico de Calle” y, en su lugar, aparecieron sobre el escenario varias personas sobre zancos haciendo malabares y saltando a la comba. Con un público disfrutando de un espectáculo visual extraordinario y con ganas de pasarlo bien, volvía a pisar el escenario Isra Ramos para cantar “La Leyenda de Gambrinus”, a la que seguiría “La Batalla de los Cueros de Vino” en honor a la gran novela de Miguel de Cervantes y para la que estuvieron acompañados de algunos miembros de Wyrdamur y de nuevo más bengalas.

Y aunque estábamos en un concierto, que nos pareció demasiado breve, el vocalista Migue tuvo tiempo para hablar de las emociones vividas a lo largo de su carrera musical, para hacer la introducción del tema “Mejor Sin Ti”, añadiendo que estaba “dedicada a todos los hijos de puta que nos amargan la vida”. Sin duda, el tema se ha convertido en uno de los favoritos de sus seguidores. Seguirían con un ritmo más pausado con “Cuando nadie nos ve”, para después dar paso al cover de “La Llorona” para el que Migue cogería su guitarra acústica. Con el final del concierto próximo, la banda andaluza dio paso a temas como “El Carnaval del Diablo”, “El Círculo Juglar” y “Fuego”, con presencia en los tres temas de fuego, bengalas, bailarinas y, de nuevo, el coro de mujeres.

Mientras tanto, en el círculo juglaresco formado en el público, pudimos ver como participaban de forma animada algunos asistentes disfrazados de Power Rangers. Antes de la interpretación de “Fuego” recordarían lo ocurrido en el escenario vecino hace 10 años, cuando le prendieron fuego al escenario y se muestran agradecidos porque sigan contando con ellos después del incidente. Y así llegábamos al que sería el penúltimo tema de la noche “Noche de Halloween”, y para el que contaron de nuevo con Ramos y Lage, que permanecerían en el escenario para que en la última canción “La Taberna” se sumara también Elizabeth Amodeo para cantarla junto a ellos y a Migue y, además, subieran todos los colaboradores que en algún momento del concierto habían hecho acto de presencia. Así cerraba la fiesta juglar Saurom, a lo grande, con globos lanzados hacia el público, fuego y papelillos. Nos encantaron como siempre y nos dejaron con ganas de verlos en Sevilla en la noche de Halloween.

Así llegamos al final de nuestra experiencia en el Leyendas del Rock de 2024, pues ya no nos quedaban fuerzas para ver a Reno Renardo, pues cargábamos con la responsabilidad de volver a casa sanos y salvos con muchos kilómetros por delante al día siguiente.

La experiencia ha sido gratificante y enriquecedora, a la vez que necesaria para nutrir nuestras venas de Rock. Larga vida al Leyendas del Rock y a todos los que hacen de él una gran familia.